ENTREVISTA A EMILIANO TRERÉ


Agendas datificadas

Controversias bajo la lupa de la justicia de datos


Datified agendas

Controversies under the lens of data justice


Agendas datificadas

Controvérsias sob as lentes da justiça de dados


DOI: https://www.doi.org/10.18861/ic.2021.16.2.3159


POR VIRGINIA BRUSSA

virginia.brussa@unraf.edu.ar / Universidad Nacional de Rafaela, Argentina.


ORCID DE LA ENTREVISTADORA: https://orcid.org/0000-0002-8367-4611


CÓMO CITAR: Brussa, V. (2021). Entrevista a Emiliano Treré. Agendas datificadas. Controversias bajo la lupa de la justicia de datos. InMediaciones de la Comunicación, 16(2), 225-233. DOI: https://www.doi.org/10.18861/ic.2021.16.2.3159


Los estudios sobre infraestructuras, plataformas y los distintos fenómenos que atraviesan el campo de la comunicación están siendo interpelados por el proceso de datificación de la sociedad. Ello conlleva un planeamiento de abordaje interdisciplinario, híbrido, de giros metodológicos y prácticas culturales afines. En diálogo con InMediaciones de la Comunicación, Emiliano Treré, investigador italiano, profesor de la Cardiff University (Gales), co-director del Data Justice Lab1 y co-fundador de la iniciativa BigDataSur, nos invita a recorrer itinerarios y prácticas bajo el prisma de la justicia de datos.

Treré ha sido un puente entre investigadores y activistas europeos y latinoamericanos en estos temas, habilitando junto a Stefania Milan un espacio llamado BigDataSur, que tuvo su primer encuentro en la ciudad de Cartagena (Colombia) en 2017, y es un referente en el análisis de los movimientos sociales de la región, el poder algorítmico y las prácticas comunicacionales emergentes. En esta entrevista, Treré explicita las posibles agendas de investigación y de acción tendientes a fortalecer nuestra mirada crítica sobre las infraestructuras, los datos y los derechos digitales.


Virginia Brussa (V.B.): Me gustaría comenzar la entrevista preguntado sobre los estudios centrados en las infraestructuras digitales. Esto nos permitirá dar cuenta de su relevancia actual y su vinculación con los estudios sobre plataformas.

Emiliano Treré (E.T.): En principio, quisiera celebrar la convocatoria de la revista InMediaciones de la Comunicación, interesada en brindar un espacio de discusión sobre imaginarios, interfaces e infraestructuras de la sociedad datificada. Muy interesante la propuesta.

Respecto a cómo estudiamos las infraestructuras, la cuestión va mucho más allá de lo relacionado con la sociedad datificada. En tal sentido, pienso en los estudios sobre las infraestructuras, aquellos que se remontan a los espacios de la ciencia y la tecnología, pero que se han enfocado en ir más allá de lo digital. Enfoques de poder, redes de comunicación, ciberinfraestructuras, todos los estudios sobre las infraestructuras como algo relacional, como una especie de background de fondo de nuestra vida social. Con ello estoy pensando en trabajos como los de Marvin (1999), Edwards (2009) y Bijker, Hughes y Pinch (2012), por nombrar algunas referencias.

Pero si hablamos sobre plataformas es otra cosa. Hablamos de estudios sobre Computing Devices, Software, de ambiente de software, de estudios de juegos donde el concepto plataformas está relacionado con las redes sociales, a las Social Media Applications. Para estas cuestiones se pueden retomar los trabajos de Van Dijck, Poell y De Waal (2018) y Langlois y Elmer (2019), mientras que en lo referido al concepto mismo de plataforma podría hacerse referencia, sobre todo, a Gillespie (May 11, 2015).

Todo esto me hace pensar en un artículo de Plantin y otros autores (2018) titulado: Infraestructures Studies meets Platforms Studies in the Age of Google and Facebook”. Allí se aborda precisamente una convergencia entre estas dos macroáreas de estudios es decir, Estudios de Infraestructuras y Estudios de Plataformas, mencionados en mayúscula para dejar en claro ese universo de investigación. Es interesante hacer notar, y más aún en el marco de la convocatoria, que las reflexiones sobre esa convergencia entre Infraestructuras y Plataformas, dado que muchas de las infraestructuras que utilizamos hoy son, en definitiva, plataformas corporativas que tienen códigos, reglas y mecanismos de extracción de datos de una escala inimaginables hace 10 o 15 años atrás.

Entonces empezaría diciendo que estos temas comenzaron mucho antes de lo digital, y lo que estamos atestiguando en la actualidad es esta convergencia que Plantin y otros autores plantean en su artículo. Creo que es una lente bastante interesante pensar en la convergencia a la hora de observar la reflexión que abre el mundo de los datos y su extracción.


V.B.: Sin embargo, las dicotomías y los binomios aún persisten en muchos ámbitos de investigación, más allá de las manifestaciones en favor de la hibridez o convergencia a la que incitan la complejidad de los objetos digitales y las prácticas sociales. En una charla del 2020 sobre métodos digitales, usted enfatizó la necesidad de estrechar lazos entre las dimensiones de repertoires (repertorios) y stakes (temas) para llegar a un buen análisis sobre infraestructuras, teniendo en cuenta especialmente lo que trabajó sobre algoritmos. ¿Nos podrías ampliar por qué es relevante tal necesidad de hibridez, y más aún en esta coyuntura?

E.T.: En realidad, la hibridez está dentro de toda mi reflexión y de un trabajo más ambicioso que está en mi libro Activismo mediático híbrido. Ecologías, imaginarios y algoritmos (2020). Dicho trabajo fue inspirado por muchos autores, de Canclini (1989) a Chadwick (October 7, 2013), todos teóricos de lo híbrido. Hay muchas hibridaciones, no veo solamente una. Por ejemplo, en mi libro hago referencia a la hibridez entre lo humano-no humano en relación con los algoritmos, y las alianzas que eso supone entre lo que llamo actores y algoritmos, que es algo muy importante. También está la hibridez viejos medios-nuevos medios o la que tiene que ver con lo online-offline, que me parece fundamental. A su vez, cuando los binomios se encuentran en la realidad que estamos estudiando, si los mismos son relevantes, hay que seguir tomándolos en cuenta. En mi caso, lo que he encontrado es que más que binomios son tensiones, son formas de alternancias.

Con relación a repertoires y algoritmos es una diferenciación que iniciaron Beraldo y Milan (2019) en un artículo sobre datos como stakes y datos como repertoires. Es decir, los datos en el activismo pueden ser un tomados como tema cuando la gente lucha frente a un sistema de datos injustos, profundamente distorsionados y que discriminan, pero a la vez pueden ser datos como repertorios. Se pueden tener varios tipos de acciones que se basan en la explotación de datos dentro del repertorio de contention2, de acción de los movimientos sociales, de activistas.

Con mi colega Bonini, desde la Università degli Studi di Siena (Italia), hemos retomado en nuestras indagaciones esa diferenciación, ya que se aplica al mundo de los algoritmos: los mismos han sido y siguen siendo vistos de forma macro, como estructuras problemáticas, mecanismos e infraestructuras. Y como hemos notado en muchos ámbitos, replican y favorecen la desigualdad, la discriminación sobre todo a las minorías a nivel de raza o género, pero también pueden ser integrados dentro del quehacer de los movimientos sociales para avanzar en los cambios hacia la justicia social. Esto último sucede cuando alguien se apropia de un algoritmo, cuando juega con el algoritmo o, como se dice en inglés, cuando hay gaming algorithms. Por lo tanto, al entender cómo funciona, los movimientos sociales promueven o amplifican su visibilidad del algoritmo o aprenden a crear ruido y distorsionar los intentos de darle visibilidad a otros algoritmos, como por ejemplo de grupos de derecha o de sectores del statu quo. Entonces el algoritmo, como los datos, pueden ser tanto stake como repertorio.


V.B.: Teniendo en cuenta esa búsqueda y visibilización de la complejidad que existe detrás de las tecnologías de la comunicación en las sociedades digitales, tu libro Activismo mediático híbrido hace alusión a las prácticas comunicativas a través de imaginarios, ecologías y algoritmos. Allí se enfatiza la necesidad de teorizar a los medios como prácticas, retomando a Couldry (2004). ¿Nos podría ampliar ese planteo?

E.T.: Couldry ha sido una referencia para muchos de mi generación al concebir a los medios como prácticas, como una forma más abierta, algo que varios investigadores hemos aplicado al mundo de los movimientos sociales y el activismo. En ese sentido, puedo mencionar el libro que escribí con Stephansen, titulado Citizen Media and Practice. Currents, connections, challenges (Stephansen & Treré, 2019). Es una colección dedicada al tema donde trazamos una conexión entre la literatura latinoamericana y la literatura anglófona, y mostramos claramente que la mirada que entiende a los medios como prácticas comunicativas surgió en América Latina mucho tiempo antes que en Europa, además de mostrar las conexiones y las particularidades de varias líneas de trabajo que hasta ahora han sido tratadas de forma aislada o fueron invisibilizadas en Occidente.

Una mirada de los medios como prácticas es entendida como un conjunto material (y aquí podríamos decir, de infraestructura) ligado a procesos simbólicos e imaginarios donde se suman una serie de habilidades inherentes a esta visión de los medios. Entonces podemos decir que nunca existe una práctica pura: son constelaciones de elementos materiales y elementos simbólicos que nos ha abierto a muchos de mi generación e italianos en el extranjero, especialmente horizontes para estudiar de forma más compleja y matizada las relaciones entre tecnologías y movimientos.


V.B.: Dentro de esas prácticas, la materialidad algorítmica que exploran en ese mismo libro es sumamente interesante de profundizar. Y más aún a partir de las prácticas de resistencia y la auditoría ciudadana que tienen lugar en el marco de la llamada justicia de datos. Según sus últimas investigaciones, ¿qué fenómenos o proyectos en América Latina podrían mencionarse en ese prisma de justicia social y de datos?

E.T.: Enlazando con lo anterior, hay mucha variedad de fenómenos, sobre todo con relación a los derechos digitales. En América Latina, justicia de datos es un framework conceptual que va más allá de las cuestiones de la privacidad, ya que explora también problemas estructurales. Para dejar en claro lo que es el activismo de datos, esto supone no sólo usar datos para las campañas activistas, porque actualmente todos los activistas no sólo los de datos se mueven en un contexto definido por ese tipo de problemáticas estructurales. Y allí volvemos nuevamente a lo referido sobre stakes y repertorios. Cualquier tipo de activismo tiene que ver actualmente con las problemáticas que venimos estudiando3. Si no se tiene conciencia de esas problemáticas, da igual la campaña que estés realizando, ya que el contexto está sesgado y problematizado por las cuestiones a las que antes hicimos referencia. Toda lucha de tipo moderna en esta sociedad datificada es una lucha que tiene que ver con la justicia de datos. En resumen, esa es la magnitud del problema. Y en ese sentido, volviendo a América Latina, encontramos un proyecto muy interesante de Derechos Digitales4 y otros muchos casos que podrían pensarse teniendo en cuenta esta mirada, desde el mapeo alternativo que hacen en México sobre feminicidios hasta los countermapping del movimiento #NiUnaMás, o lo que se viene trabajando con relación a la Inteligencia Artificial (IA)5.


V.B.: En un libro reciente, titulado COVID19 from the Margins. Pandemic invisibilities, policies and resistance in the Datafied Society (Milan, Treré & Masiero, 2021), se piensan nuevas formas de entender los fenómenos “en los márgenes” (o en el llamado Sur Global) frente a la datificación de la sociedad. Los conceptos datafication of anti-poverty programmes y data poverty son sumamente vitales en un contexto de digitalización del Estado fomentado por la pandemia. ¿Podría hacer referencias a ambos conceptos y cómo se trasladan a los estudios de justicia de datos e infraestructuras?

E.T.: En cuanto al concepto datafication of anti-poverty programmes, lo ha desarrollado Silvia Masiero, que también colabora en nuestros proyectos y ha realizado un trabajo espectacular en India (Masiero & Das, 2019). Mientras que el concepto de data poverty lo he trabajado con Stefania Milan, quien trabaja en la University of Amsterdam (Países Bajos). Nosotros hemos marcado que la datificación es un problema no sólo por estar inmersos en dinámicas complejas, sino también porque no estar en el marco de la llamada sociedad datificada tiene implicancias concretas. Por ejemplo, muchas decisiones que son tomadas en relación con la pobreza, decisiones políticas y acciones económicas ligadas a brindar ayuda o generar posibilidades para los sectores vulnerables –incluyendo el acceso a la vacunación en la coyuntura pandémica–, están basadas en datos, y los que están afuera de este tipo de mapa propio de la sociedad datificada quedan excluidos de esos beneficios. Eso es lo que empezamos a analizar en el libro COVID-19 from the Margins, y observamos que muchas comunidades o colectivos quedan en los márgenes por no estar dentro de aquello que se llama los calculated publics; no estaban siendo tomados en cuentas en las intervenciones públicas. Entonces la clave es pensar cómo equilibramos la cuestión de estar datificado y la cuestión de estar en el mapa de la extracción de los datos considerando, en forma simultánea, la privacidad. Es decir ¿qué sucede si no estás datificado y pierdes esos beneficios públicos? Esa es una de las paradojas de la sociedad datificada.

V.B.: Este año se desarrolló la conferencia organizada por el DataJusticeLab. ¿Cuáles agendas de investigación han quedado en evidencia tras el evento? ¿Cuáles desafíos han quedado expuestos?

E.T.: En principio, ha sido un gran trabajo llevar a cabo una conferencia virtual con más de 1500 participantes. Dado que ya estamos en una fase crítica, la agenda está más avanzada y, según creo, he notado que los temas críticos sobre los que venimos debatiendo hace años están más asentados. Hay muchas asociaciones, comunidades y centros de investigación europeos y de otras partes del mundo que han crecido mucho. El tema centrado en el colonialismo de datos y la extracción de datos en América Latina está tomando su propia identidad. Otros temas son aquellos ligados a datificación y diseño, de Design Justice en Estados Unidos6, lo referido a interseccionalidad y feminismo, o nuestros trabajos sobre resistencia algorítmica7.

Me parece que los lineamientos a partir de los que trabajamos están mucho más sólidos. Es decir, hay debate, pero también hay ciertos puntos críticos que se han establecido y consolidado, como por ejemplo lo que decía antes sobre interseccionalidad, feminismo de datos, la necesidad de pensar la agencia en relación con los algoritmos, las infraestructuras algorítmicas, las comunidades en los márgenes y el diseño con las comunidades. Todos los temas abarcados en los años 2017 y 2018 con nuestro proyecto “Big Data from the South”8 están considerados y aparecen incluidos un poco más en la agenda de trabajo, aunque obviamente no llegan a ser temas mainstream. Veo que el campo se está embebiendo de nuevas problemáticas y está madurando, sobre todo, a partir de investigadores que trabajan con las comunidades afectadas. Algunos temas en relación con los datos se han difundido. Esas son las lecciones que me deja la Conferencia DataJusticeLab 2021, pero también la Covid ha sido todo un tema que ha redefinido y acelerado los procesos a partir del tracking, de la vigilancia, de la extracción de datos y, en nuestro caso, ha posicionado la problemática desde las comunidades en los márgenes.


V.B.: Finalmente, en esa agenda algunos temas quedan todavía en la frontera de los estudios que se llevan adelante. Si bien lo referido a IA en la cultura o data environment infraestructures vienen imponiéndose en otros ámbitos de investigación, ¿por qué crees que es importante sumar esfuerzos para sumarlos a lo referido a infraestructuras o justicia de datos?

El aspecto infraestructural es crucial en el campo de la justicia de datos porque tiene que ver con el contexto material donde las actividades humanas más diversas se desarrollan. Los obstáculos y las posibilidades de este contexto determinan lo que se puede o no se puede hacer, lo que se puede o no se puede imaginar, cambiar, innovar y apropiar. La lucha se da siempre en los dos niveles, material y simbólico, que están íntimamente conectados. Las apropiaciones e imaginaciones para pensar infraestructuras diferentes pueden a su vez llevar a la creación y al desarrollo de soportes materiales moldeados por concepciones de sociedad más justas. Estamos viviendo un momento crucial para investigar y apreciar la relación entre lo material y lo simbólico en el extenso campo de la comunicación, cada vez más datificada.



REFERENCIAS

Beraldo, D. & Milan, S. (November 7, 2019). From data politics to the contentious politics of data. Big Data & Society. DOI: https://doi.org/10.1177/2053951719885967

Bijker, W. E., Hughes, T. P. & Pinch, T. (2012). The social construction of technological systems. New directions in the sociology and history of technology. Boston: MIT press.

Chadwick, A. (October 7, 2013). Politics and Communications in the Hybrid Media System. Hanover Communications Blog. Recuperado de: https://pure.royalholloway.ac.uk/portal/en/publications/politics-and-communications-in-the-hybrid-media-system(0a3371da-9031-4843-bd6f-02ad8339d195).html

Couldry, N. (2004). Theorising media as practice. Social semiotics, 14(2), 115-132.

Dencik, L., Hintz, A., Redeen. J. & Treré, E. (2019). Exploring Data Justice: Conceptions, Applications and Directions. Information, Communication & Society, 22, 873-881.

Edwards, P., Bowker, G., Jackson, S. J. & Williams, R. (2009). Introduction: An Agenda for Infrastructure Studies. JAIS, 10(5-6). DOI: https://doi.org/10.17705/1jais.00200

García Canclini, N. (1989). Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad. México: Grijalbo.

Gillespie, T. (May 11, 2015). Platforms intervene. Social Media + Society. DOI: https://doi.org/10.1177/2056305115580479

Langlois, G. & Elmer, G. (2019). Impersonal subjectivation from platforms to infrastructures. Media, Culture & Society, 41(2), 236-251.

Marvin, C. (1999). When Old Technologies were New: Implementing the Future. In Mackay, H. & O'Sullivan, T. (Eds.). The Media Reader: Continuity and Transformation (pp. 9-32). New York: Sage Publications.

Masiero, S. & Das, S. (2019). Datafying anti-poverty programmes: Implications for data justice. Information, Communication & Society, 22(7), 916-933.

Milan, S., Treré, E. & Masiero, S. (Eds.) (2021). COVID-19 from the Margins. Pandemic invisibilities, policies and resistance in the datafied society. Amsterdam: Institute of Network Cultures.

Plantin, J. C., Lagoze, C., Edwards, P. & Sandvig, C. (2018). Infraestructures Studies meets Platforms Studies in the Age of Google and Facebook. New Media & Society, 20(1), 293-310.

Stephansen, H. & Treré, E. (Eds.) (2019). Citizen media and practice. Currents, connections, challenges. London: Routledge.

Treré, E. (2020). Activismo mediático híbrido. Ecologías, imaginarios y algoritmos. Bogotá: FES Comunicación - Centro de Competencia en Comunicación para América Latina.

Van Dijck, J., Poell, T. & De Waal, M. (2018). The platform society: Public values in a connective world. New York: Oxford University Press.


* Nota: el Comité Editorial de la revista aprobó la publicación de la entrevista.


Artículo publicado en acceso abierto bajo la Licencia Creative Commons - Attribution 4.0 International (CC BY 4.0).


IDENTIFICACIÓN DEL ENTREVISTADO

Emiliano Treré. Doctor en Comunicación Multimedia, Universidad de Udine (Italia). Licenciado en Ciencias de la Comunicación, Universidad de Bologna (Italia). Profesor de Ecologías Mediáticas y Transformación Social, Escuela de Periodismo, Medios y Cultura, Universidad de Cardiff (Gales). Co-director del Data Justice Lab y co-fundador de la Iniciativa BigDataSur. Vice-chair de la sección Communication and Democracy, European Communication Research y Education Association. Su libro Hybrid Media Activism. Ecologies, Imaginaries, Algorithms (Routledge, 2019) ganó el Outstanding Book Award, Grupo Activism, Communication and Social Justice, International Communication Association. (El libro fue traducido al español como Activismo mediático híbrido. Ecologías, imaginarios y algoritmos FES Comunicación, 2020). Junto a Hilde Stephansen, editó el libro Citizen Media and Practice. Currents, connections, challenges (Routledge, 2019), y con Stefania Milan y Silvia Masiero editaron el libro COVID-19 from the Margins: Pandemic Invisibilities, Policies and Resistance in the Datafied Society (Institute of Network Cultures, 2021). Sus temas de investigación articulan activismo digital, movimientos sociales y estudios de datos críticos con un enfoque especial en el Sur Global.


ORCID DEL ENTREVISTADO: https://orcid.org/0000-0002-2496-4571



1 Véase: https://datajusticelab.org/

2 Recordemos que la conceptualización planteada como repertoire of contention puede ser respetada de otras vertientes o disciplinas, además de decir que los estudios de movimientos sociales también la consideran importante. Sin embargo, es interesante resaltar que el trabajo de Beraldo y Milan (2019) enfatiza su relevancia como dimensión para los estudios críticos de datos.

3 Para más referencias, véase: https://data-activism.net/

4 Véase: https://ia.derechosdigitales.org/

5 Véase, a modo de ejemplo, un proyecto iniciado en la Universidade do Vale do Rio dos Sinos (Brasil) por Rafael Grohmann: https://digilabour.com.br/quemsomos/.

6 Se refiere a las aproximaciones derivadas, en su mayoría, del trabajo de Sasha Constanza Chock. Véase: https://design-justice.pubpub.org/

7 Entre otros trabajos del DataJusticeLab, la temática sobre resistencia algorítmica se puede ver en el artículo de Dencik et al. (2019).

8 Se refiere al proyecto apoyado por DATACTIVE/The European Research Council. Véase: https://data-activism.net/publications/big-data-from-the-south/