Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales
DOI: https://www.doi.org/10.18861/ic.2021.16.2.3165
PAULA CUESTAS
paula.cuestas90@gmail.com – Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3547-9838
VICTORIA SAEZ
saezvictoria@live.com – Universidad de Buenos Aires, Argentina / Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2649-2328
CÓMO CITAR: Cuestas, P. & Saez, V. (2021). Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales. InMediaciones de la Comunicación, 16(2), 243-251. DOI: https://www.doi.org/10.18861/ic.2021.16.2.3165
Fecha de recepción: 1 de febrero de 2021
Fecha de aceptación: 12 de abril de 2021
Albarello, F., Arri, F. & García Luna, A. L. (2020). Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales. Buenos Aires: Ediciones Universidad del Salvador.
RESUMEN
La creciente digitalización de las sociedades contemporáneas ha tenido su impacto en las formas de acercamiento a la lectura literaria, lo que es particularmente significativo en la población más joven. Pero estos avances tecnológicos no implican que todo sea una novedad. Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales es un libro que muestra las rupturas y las continuidades en las formas contemporáneas de leer, a la luz del análisis de la comunidad Booktube en Argentina. Desde un abordaje cualitativo, empírico y local, Albarello, Arri y García Luna (2020) dialogan con otros trabajos en torno a este fenómeno e inscriben sus reflexiones en un ámbito de discusión más amplio. Esta reseña recupera los principales aportes de uno de los primeros libros sobre booktubers en Argentina.
PALABRAS CLAVE: booktubers, jóvenes, libros, tecnologías digitales.
ABSTRACT
The increasing digitization of contemporary societies has had an impact on ways of approaching literary reading, which is particularly significant in the younger population. But these technological advances do not imply that everything is a novelty. Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales shows the ruptures and continuities in contemporary ways of reading, through the analysis of the BookTube community in Argentina. From a qualitative, empirical and local approach Albarello, Arri and García Luna (2020) dialogue with other works about this phenomenon and register their reflections in a broader discussion. This review recovers the main contributions of one of the first books about booktubers in Argentina.
KEYWORDS: booktubers, young people, books, digital technologies.
RESUMO
A crescente digitalização das sociedades contemporâneas tem tido um impacto nas formas de aproximação à leitura literária, o que é particularmente significativo na população mais jovem. Mas esses avanços tecnológicos não significa que tudo seja uma novidade. O livro Entre livros e telas: os booktubers como mediadores culturais mostra as rupturas e continuidades nas formas contemporâneas de leitura, à luz da análise da comunidade BookTube na Argentina. A partir de uma abordagem qualitativa, empírica e local, Albarello, Arri e García Luna (2020) dialogam com outras obras sobre o fenômeno e inscrevem suas reflexões em um escopo mais amplo de discussão. Esta resenha recupera as principais contribuições de um dos primeiros livros sobre booktubers na Argentina.
PALAVRAS-CHAVE: booktubers, juventude, livros, tecnologias digitais.
UNA MIRADA SOBRE BOOKTUBE
El constante desarrollo de la tecnología digital dio pie al surgimiento de múltiples formas de acercamiento a la lectura literaria, principalmente entre los1 jóvenes. Contra los discursos –cada vez más debilitados– que sostienen que la juventud no lee y que las pantallas desplazarían a las publicaciones en formato papel, emergieron los booktubers, jóvenes que recomiendan libros en la plataforma YouTube. Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales, de Albarello, Arri y García Luna (2020), se ocupa de estos nuevos actores e intercepta dos vacantes acerca de la reflexión sobre este tipo de fenómenos contemporáneos. Por un lado, ofrece una mirada académica que se sostiene en una extensa y minuciosa investigación dedicada al despliegue de dicho fenómeno en Argentina. Y, complementariamente, brinda un análisis que se vale de “testimonios en primera persona” que permiten indagar y reflexionar acerca de las percepciones que los booktubers tienen sobre sus propias prácticas y experiencias.
El libro surgió como producto del trabajo que se inició en 2017, en el marco de un proyecto de investigación titulado “Las producciones de los booktubers como extensiones narrativas transmedia”2 y que se extendió, por distintas vías, hasta comienzos de 2020. Dicho trayecto investigativo, pensado desde una perspectiva comunicacional, promovió el estudio sobre los impactos de las tecnologías digitales en distintos ámbitos de la vida social, con especial énfasis en la reflexión sobre la lectura y la escritura en entornos tecnologizados.
El carácter transnacional del fenómeno abordado hizo que se identificara la producción del equipo de investigadores nucleados en torno a la figura de Néstor García Canclini (2015), en México, y de Gemma Lluch (2014, 2017), en España, como dos referencias académicas insoslayables de los estudios sobre booktubers en lengua castellana. En este sentido, Albarello, Arri y García Luna sostienen que el libro viene a complementar las investigaciones académicas acerca del papel de estos mediadores culturales en los tres países con mayor industria editorial hispana: México, España y, en este libro, Argentina. Aunque se puede identificar algunos artículos aislados, son aún escasos los trabajos centrados específicamente en los booktubers de Argentina, lo cual hace que Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales sea una apuesta académica novedosa.
El libro propone un abordaje multidimensional a partir de las voces de diez booktubers recuperadas de entrevistas en profundidad y combinadas con un análisis cualitativo y cuantitativo del contenido de sus canales de YouTube. Esta conjunción de métodos permite ofrecer una mirada abarcadora de estas prácticas de mediación, también de los vínculos y las tensiones que se dan en la relación con la industria editorial y, en menor medida, con la institución escolar. Lo anterior permite a los autores reflexionar sobre el fenómeno BookTube en torno a tres ejes principales: 1) la propuesta de pensar la lectura como comunidad y al libro como parte de una conversación más amplia; 2) el vínculo con las editoriales; 3) la especificidad de la producción BookTube, atendiendo a que resulta un formato, entre otros posibles, del “ecosistema digital”. Sobre esa base se estructura una introducción, seis capítulos de análisis y un espacio de conclusiones que recupera ejes y aspectos principales abordados en el libro.
En el primer capítulo, Albarello, Arri y García Luna proponen una entrada de corte teórico que recupera discusiones de larga data en torno a la lectura, lo cual permite mostrar lo novedoso y específico que propone la comunidad de BookTube, pero también las continuidades existentes con las prácticas del pasado. En esa revisión bibliográfica reluce el trabajo de Guglielmo Cavallo y Roger Chartier (2001), ya que recuperan las tres revoluciones señaladas por estos autores: el pasaje de la lectura oral a la silenciosa, la transición de la lectura intensiva a la extensiva y el cambio del códice a la pantalla. En tal sentido, es interesante destacar que el trabajo de Albarello, Arri y García Luna permite entender que la práctica de los booktubers retoma elementos tanto del período prerrevolucionario como singularidades que marcan cierta confluencia entre prácticas intensivas y extensivas de lectura.
Por un lado, leen en un “espacio de lectura” individual, habilitado por la lectura silenciosa, pero, a la vez, el fenómeno BookTube permite retomar algo de la lectura en voz alta, dado que sus videos recrean el “vivo” característico de una práctica antigua de vínculo comunitario: “la experiencia [sólo] se completa cuando es compartida con los pares a través de estas redes” (Albarello, Arri y García Luna, 2020, p. 22). Mientras que, al hacer referencia a lo transicional entre lecturas intensivas y extensivas, se piensa a los booktubers en tanto lectores extensivos (pues leen mucho y en sus videos no se profundiza tanto en el contenido de un texto, sino que se pondera la cantidad de libros leídos), aunque en algunos casos se manifiesta devoción por algún libro en particular y, tal como lo plantean los autores, se recuperan elementos asociados con la lectura intensiva. Algo que Albarello (2019) supo caracterizar como las distintas “estrategias de lectura” que los booktubers se dan en cada caso.
Por su parte, en lo referido al pasaje del códice a la pantalla, las prácticas asociadas a los booktubers también parecen encontrarse en una suerte de entremedio: por un lado, hay un culto al libro en papel (lo muestran, lo exhiben, lo alaban frente a cámara), pero como plantean Albarello, Arri y García Luna también “dan cuenta de la experiencia diferente que ofrece cada dispositivo a la hora de leer” (ob. cit., p. 25). En ese sentido, en la experiencia BookTube se condensan distintas pantallas, y esto tiene que ver con el carácter metamedium del dispositivo digital. Producto de esta conjunción es que este fenómeno de jóvenes hablando sobre libros, en videos de unos cinco a siete minutos, fenómeno que empieza a cobrar peso a comienzos de la década de 2010, resulta tan atrapante e inquietante.
Como afirman los autores (siguiendo a otras publicaciones en habla hispana sobre el tema), en tanto “mediadores culturales” con influencia en determinado público, los booktubers logran lo que otras estrategias no han podido: quitarle un aura canónica a la lectura y generar otro tipo de interés, montado en auténticas comunidades entre las que se transmite entusiasmo y contagio. La propuesta incluye una impronta de cultura participativa propia de las narrativas transmedia, concepto que alude a la expansión de las historias en múltiples medios a través de la narración, transformación y creación de los usuarios (Albarello, 2019) y que permite referir el modo en que el libro se vuelve parte de una conversación más amplia. Sobre el cierre de este interesante y abarcador punto de partida, los autores desarrollan una de las ideas más novedosas del libro al sostener que el BookTube es un fenómeno entre el fandom y el canon. En tanto mediadores, los booktubers (y podríamos ampliarlo también a bloggers y bookstagrammers3) se vinculan con la industria editorial y con el universo canonizado de lo literario, pero lo hacen como fans remarcando siempre el carácter subjetivo y apasionado de sus lecturas críticas.
A partir del segundo capítulo, Albarello, Arri y García Luna comienzan a recuperar las voces de los entrevistados y la focalización del análisis lleva a los distintos aspectos que marcan el surgimiento y expansión de este fenómeno. Por un lado, la vinculación de esta práctica de lectura con la idea de un lector voraz y de fiebre lectora a la que hace referencia Littau (2008). Asimismo, la voz de los booktubers permite reflexionar sobre el carácter activo y compartido de esta práctica, ya que el mundo de los libros, que podría parecer íntimo e intransferible, se amplía con la expansión de las redes. Por otro lado, aunque siempre en relación con las bases y fundamentos planteados en el primer capítulo, se destaca la centralidad que el libro en papel tiene para estos jóvenes, lo cual es reflejado en un doble sentido: pues si bien es indisociable del rol de las editoriales, también es una elección personal que tiene que ver con las distracciones que genera la pantalla, pasando por la incomodidad del formato, hasta el reconocimiento de las posibilidades de intervención que habilita el papel. Todo esto puede ser leído en una suerte de clave de amor: un amor por los libros que se hace evidente hasta en el nombre de los canales de YouTube.
El tercer capítulo continúa con la valiosa incorporación del análisis de las producciones audiovisuales en YouTube. Aquí los autores profundizan la caracterización de los booktubers como nuevos mediadores culturales (García Canclini et al., 2015) y hacen foco en la propia definición de los actores, quienes manifiestan la centralidad del libro. Belén, una de las entrevistadas por Albarello, Arri y García Luna, sostiene: “No es que leo libros para hacer videos, sino que hago videos porque leo libros. Entonces si la comunidad de BookTube muere, yo voy a seguir siendo lectora” (ob. cit., p. 47). El amor por los libros se complementa así con la posibilidad de hacer videos en los que se comparten sensaciones. Las recomendaciones literarias, mediadas por las cámaras y las redes sociales, parten de ese punto, y es desde allí que se posicionan como “pares” de su público y se distancian del profesionalismo de los críticos literarios o la pose del maestro. Los autores señalan esta horizontalidad como una característica propia del ecosistema digital del cual participan los booktubers. El análisis de los videos sirve para sostener el argumento: su carácter autorreferencial, las expresiones del habla de uso común, la pasión que se transmite. Desde este lugar, estos booktubers se paran con una determinada concepción respecto de la juventud y discuten críticamente con la aseveración que sostiene que “los jóvenes no leen”. Finalmente, la voz en primera persona permite observar también que son conscientes de lo que hacen en la red social y proyectan su futuro personal y profesional en relación con estas prácticas.
En el cuarto capítulo los autores analizan el BookTube como parte de una comunidad global. Así, señalan que la plataforma YouTube no solo propicia la producción audiovisual (bajo el lema “Do it Yourself”) sino también la sociabilidad entre booktubers de diferentes países. Otro hecho que evidencia la transnacionalidad del fenómeno es la propia consciencia y el aprovechamiento que los actores tienen de esta característica. Por ejemplo, la mayoría lee en inglés y conocen las publicaciones que se lanzan en otros países antes de que se traduzcan al español, al tiempo que producen contenido pensando en una audiencia multirregional. En este sentido, el libro señala diversas tensiones que se dan entre lo local y lo global, como en el tipo de lengua que se utiliza en los videos, que en su mayoría es el español rioplatense, aunque muchos manifiestan una preocupación acerca de que sea entendible por un público latino amplio, sin perder “la autenticidad” (todo un valor al interior de estas comunidades). El vínculo horizontal con los seguidores es medular, subrayan Albarello, Arri y García Luna; y, a partir de un análisis cuantitativo y cualitativo sobre los comentarios acerca de los videos, demuestran que la respuesta, la atención y la preocupación por el feedback de la audiencia es muy importante en todos los casos analizados. Finalmente, el capítulo profundiza la inclusión del BookTube en el marco de las narrativas transmedia. Los autores encuentran esta propiedad reflejada en la utilización simultánea de diversas redes digitales para la producción de contenidos a partir de un relato, incluso, en la conversión de los y las booktubers.
En línea con esta mirada, en el quinto capítulo los autores analizan el vínculo con las editoriales, que ven a los booktubers como promotores ideales, a los que se les envían libros para dinamizar la venta. Para las y los jóvenes esto implica la posibilidad de acceder a los libros sin tener que pagarlos, pero también supone una serie de tensiones entre lo que espera la editorial, la autenticidad con su comunidad, lo que se quiere leer realmente y la falta de tiempo para seguir el ritmo pretendido por el mercado. Se refuerza así la propuesta de ubicar estas prácticas en un punto medio –no exento de contradicciones– entre el fandom y el canon. A la vez, los autores señalan a la Feria del Libro de Buenos Aires –principal evento de la industria editorial de Argentina–, como una extensión física de esa narrativa transmedia: en ese espacio se dan encuentros entre booktubers locales e internacionales, quienes participan en charlas con autores, concursos y recomendaciones de libros en los distintos stands.
En el último capítulo los autores complementan este abordaje con una indagación del “detrás de escena”: cómo se realizan estas producciones audiovisuales. A partir de las entrevistas y los análisis de los videos, los autores señalan el carácter autodidacta de estas prácticas, como un emergente propio de las nuevas formas de aprendizaje en el ecosistema digital. En los videos se utiliza un tono natural, espontáneo, alejado de lo profesional y lo académico, que se dirige a un grupo de iguales desde espacios domésticos. Las filmaciones se realizan sin ayuda, principalmente en habitaciones, con las propias bibliotecas de fondo. Resaltan así el paradigma actual que, parafraseando a Paula Sibilia (2008), plantea que la intimidad se expone como un espectáculo. Por otra parte, el capítulo da cuenta del tiempo que le demanda a los booktubers la producción y la edición de los videos: la preocupación por la luz, el enfoque, los planos, la música, el tono de voz y la performatividad se desarrollan a la par del crecimiento de la cantidad de seguidores. En definitiva, en el fondo siempre subyace –como lo demuestran los datos concretos que arroja esta investigación– la preocupación por generar contenido atractivo para una audiencia que se mantenga y que crezca sin perder la autenticidad.
Recapitulando, tal y como se propone en las conclusiones del texto, Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales, este fenómeno presenta distintas aristas comunes a otras prácticas del ecosistema digital. También permite situar a BookTube dentro de un paradigma más amplio. Pero, al mismo tiempo (y esta es una de las principales virtudes del libro), este análisis se realiza sin ir en detrimento de la comprensión de las especificidades de este formato.
Finalmente, vale destacar, en el cierre de la reseña, el interesante aporte del mexicano José Miguel Tomasena, autor del prólogo, donde que se deslizan las ideas aportadas por el libro y una serie de reflexiones que se cruzan con su propia labor investigativa acerca de estos temas. Además, Tomasena (2020) es autor de la tesis doctoral Los BookTubers en español: entre la cultura participativa y el comercio de la conectividad, realizada en el marco de sus estudios de posgrado en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Su sola presencia como prologuista es en sí misma un reflejo del carácter transnacional del fenómeno y de la propuesta de Albarello, Arri y García Luna: tender puentes académicos para un abordaje local del fenómeno, que se enmarque en un análisis de discusión más amplia. Incluso, Tomasena expone los impactos generados en este ámbito por la pandemia de COVID-19, un aspecto que los autores no problematizan ya que la investigación concluyó antes de la expansión planetaria del virus. El escenario desatado a partir de la irrupción de este virus ha llevado a que la gran mayoría de los actores del “mundo del libro” (editores, lectores, libreros) adapte modalidades en línea y prácticas de comunicación que los booktubers, como mencionan Albarello, Arri y García Luna, vienen desarrollando desde hace años “como lo más natural del mundo” (p. 10). Estas palabras de los autores operan también a modo de epílogo, e invitan a repensar los hallazgos del libro a la luz de un nuevo contexto global que todavía se presenta incierto.
REFERENCIAS
Albarello, F. (2019). Lectura transmedia: leer, escribir, conversar en el ecosistema de pantallas. Buenos Aires: Ampersand.
Albarello, F., Arri, F. & García Luna, A. L. (2020). Entre libros y pantallas: los booktubers como mediadores culturales. Buenos Aires: Ediciones Universidad del Salvador.
Cavallo, G. & Chartier, R. (2001). Historia de la lectura en el mundo occidental. Madrid: Taurus.
García Canclini, N., Gerber Bicecci, V., López Ojeda, A., Nivón Bolán, E., Pérez Camacho, C., Pinochet Cobos, C. & Winocur Iparraguirre, R. (2015). Hacia una antropología de los lectores. Madrid: Ariel.
Littau, K. (2008). Teorías de la lectura. Libros, cuerpos y bibliomanía. Buenos Aires: Manantial.
Lluch, G. (2014). Jóvenes y adolescentes hablan de lectura en la red. Ocnos, 11, 7-20.
Lluch, G. (2017). Los jóvenes y adolescentes comparten la lectura. En Cruces, F. (Dir.) ¿Cómo leemos en la sociedad digital? Lectores, booktubers y prosumidores (pp. 31-51). Madrid: Ariel.
Pates, G. (2021). Todos/as unido/as leeremos. En Elizalde, S. (Coord.). Modos de leer. Prácticas lectoras y apropiaciones culturales en los tiempos de transmedialidad (pp. 28-52). La Plata: Edulp.
Sibilia, P. (2008). La intimidad como espectáculo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Tomasena, J. M. (2020). Los BookTubers en español: entre la cultura participativa y el comercio de la conectividad (tesis doctoral inédita). Universidad Pompeu Fabra, Barcelona.
* Contribución: el trabajo fue organizado de manera conjunta y corresponden porcentajes iguales.
* Nota: el Comité Editorial de la revista aprobó la publicación de la reseña.
Artículo publicado en acceso abierto bajo la Licencia Creative Commons - Attribution 4.0 International (CC BY 4.0).
IDENTIFICACIÓN DE LES AUTORAS
Paula Cuestas. Doctora (Cand.) en Ciencias Sociales (beca Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina). Licenciada y Profesora en Sociología Universidad Nacional de La Plata (Argentina). Docente, carrera de Sociología, Universidad Nacional de La Plata (Argentina). Su tema de investigación se centra en los vínculos de las juventudes con lo literario, considerando la apropiación de las tecnologías digitales. Autora, con Rodolfo Iuliano y Martín Urtasun del capítulo “Nuevas fuentes de la imaginación sociológica: la operación reflexiva y la construcción del objeto etnográfico”, publicado en el libro ¿Condenados a la reflexividad? Apuntes para repensar el proceso de investigación social (Biblos, 2018), y autora, con Rodolfo Iuliano, del capítulo “Las editoriales independientes y sus lectores imaginados”, publicado en el libro Los Estado de feria permanente. La experiencia de las editoriales independientes argentinas 2001-2020 (Club Hem Editores, 2019). Ha publicado artículos en revistas especializadas de Argentina, España y Brasil.
Victoria Saez. Doctora (Cand.) en Ciencias Sociales (beca Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina). Magíster en Gestión Cultural y Licenciada y Profesora en Letras, Universidad de Buenos Aires (Argentina). Especialista en Ciencias Sociales con mención en Lectura, Escritura y Educación, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Argentina). Docente, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Argentina). Investigadora en las prácticas de lectura y escritura de los jóvenes en la era digital. Integrante de varios grupos y proyectos de investigación y extensión, Universidad de Buenos Aires e Instituto de Desarrollo Económico y Social. Ha publicado artículos académicos en revistas indexadas de España y Argentina.
1 A sabiendas de las discusiones contemporáneas en torno al uso del lenguaje inclusivo, optamos por respetar el formato empleado por los autores del libro, por lo que en esta reseña se utilizará el plural masculino para referir a las personas que participan en la comunidad BookTube. Como sostiene Pates (2021) “nos debemos poder discutir y conmover los usos del lenguaje en la práctica académica porque allí también se articulan y emergen desigualdades” (p. 28).
2 El proyecto fue gestado por Francisco Albarello, Francisco Arri y Ana Laura García Luna; y abarcó, desde el punto de vista formal, los años 2017 y 2018. Se llevó adelante en el marco de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Salvador (Argentina) y contó con la participación de estudiantes y graduados.
3 Además de YouTube, hay otras plataformas digitales que son utilizadas por las juventudes para hablar libros. Los bloggers fueron quienes dieron inicio a estas prácticas en sus blogs y, en los últimos años, han crecido como mediadores de lectura los bookstagrammers, quienes eligen la red social Instagram.