El delito y sus públicos
Inseguridad, medios y polarización
DOI: https://doi.org/10.18861/ic.2022.17.2.3340
SUSANA M. MORALES
susanamoralesar@gmail.com –Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0491-1920
CÓMO CITAR: Morales, S. (2022). El delito y sus públicos. Inseguridad, medios y polarización. InMediaciones de la Comunicación, 17(2), 273-280. DOI: https://doi.org/10.18861/ic.2022.17.2.3340
Fecha de recepción: 27 de marzo de 2022
Fecha de aceptación: 26 de mayo de 2022
Focás, B. (2020). El delito y sus públicos. Inseguridad, medios y polarización. General San Martín, Buenos Aires: UNSAM Edita.
RESUMEN
El libro de Brenda Focás, El delito y sus públicos. Inseguridad, medios y polarización, inscribe el abordaje sobre la recepción de información securitaria en una construcción teórico-metodológica cuya perspectiva comunicacional no queda escindida de las discusiones más amplias de las ciencias sociales: la sociología de los problemas públicos funciona como un articulador de las distintas aristas de un asunto complejo que requiere investigaciones a la altura de esa complejidad. Este libro se construye como un gran diálogo con la literatura anglosajona y argentina sobre el tema, y propone leer juntos y en tensión la perspectiva de los productores de información con la de los públicos. De este modo, permite dar cuenta de convergencias y divergencias entre una propuesta mediática –al menos, con lo que intentan proponer estos actores al interior de industrias y rutinas sumamente complicadas– y lo que hacen con ella quienes la consumen. Incorporar la polarización política del escenario cultural argentino como una dimensión central del análisis –y no como un mero dato– permite situar y darle carnadura al modo en que se configura localmente el vínculo con los medios: a partir de allí, se vuelven comprensibles el sentido que los públicos construyen sobre la información securitaria y cómo se articula con otras dimensiones de la vida cotidiana y con la gestión de los riesgos.
PALABRAS CLAVE: inseguridad, información, recepción mediática, problemas públicos.
ABSTRACT
Brenda Focás's book, Crime and its audiences. Insecurity, media and polarization, inscribes the approach on the reception of information from security guards in a methodological theoretical construction whose communicational perspective is not separated from the broader discussions of the social sciences: the sociology of public problems works as an articulator of the different edges of a complex topic that requires investigations at the height of that complexity. It is built as a great dialogue with the Anglo-Saxon and Argentine literature on the subject, and proposes to read together and in tension the perspective of the producers of information with that of the public. In this way, it allows to account for convergences and divergences between a media proposal –at least, with what these actors try to propose within extremely complicated industries and routines– and what those who consume it do with it. Incorporating the political polarization of the Argentine cultural scene as a central dimension of the analysis –and not as a mere datum– allows us to situate and flesh out the way in which the link with the media is configured locally: from there, the meaning of the media becomes understandable that the public builds on security information, and how it is articulated with other dimensions of daily life and with risk management.
KEYWORDS: insecurity, information, media reception, public problems.
RESUMO
O livro de Brenda Focás, Crime e seus públicos. Insegurança, mídia e polarização, inscreve a abordagem sobre a recepção da informação de segurança em uma construção teórica metodológica cuja perspectiva comunicacional não se separa das discussões mais amplas das ciências sociais: a sociologia dos problemas públicos funciona como articuladora das diferentes bordas de um assunto complexo que requer investigações no auge dessa complexidade. Ele se constrói como um grande diálogo com a literatura anglo-saxônica e argentina sobre o tema, e se propõe a ler em conjunto e em tensão a perspectiva dos produtores de informação com a do público. Dessa forma, permite dar conta de convergências e divergências entre uma proposta midiática –pelo menos, com o que esses atores tentam propor dentro de indústrias e rotinas extremamente complicadas– e o que fazem com ela aqueles que a consomem. Incorporar a polarização política da cena cultural argentina como dimensão central da análise –e não como mero dado– permite situar e dar corpo ao modo como se configura localmente o vínculo com a mídia: a partir daí, o significado da mídia torna-se compreensível, que o público se baseia na segurança da informação e como ela se articula com outras dimensões da vida cotidiana e com a gestão de riscos.
PALAVRAS-CHAVE: insegurança, recepção midiática, problemas públicos.
MEDIOS, INSEGURIDAD Y PÚBLICOS
El debate sobre la relación entre la inseguridad y los medios de comunicación atraviesa tanto a los estudios de comunicación como al conjunto de las ciencias sociales involucradas en las discusiones sobre las transformaciones en la experiencia del delito. En ese marco, el libro El delito y sus públicos. Inseguridad, medios y polarización, de Brenda Focás (2020), constituye una suerte de mojón que ordena las distintas dimensiones del problema y una propuesta teórico- metodológica para abordar la recepción mediática de la información sobre el tema seguridad a través del diálogo con distintas perspectivas ligadas a la sociología, la sociología del delito y los estudios de comunicación.
El libro de Focás se publica en el marco de un camino corto, pero muy consolidado en torno a la problemática securitaria en Argentina. Estudios y debates que dan cuenta de las características del delito y cómo medirlo, se detienen en las agencias de seguridad públicas, en las organizaciones delictivas, en el sistema penal y en el ámbito judicial; por nombrar algunas de las múltiples relaciones que se tejen entre actores y organizaciones vinculados con este tipo de conflictividad social (Míguez, 2017). En este marco de múltiples abordajes y complejidad analítica creciente, el tópico en torno a la relación entre inseguridad y medios de comunicación ha sido ampliamente tematizado, pero no siempre analizado. Una relación ganada, en general, por ciertos determinismos y por el análisis fragmentario de las diferentes dimensiones que atraviesan este tipo de procesos sociales, que además se encuentran en plena transformación a nivel tecnológico, a nivel normativo y a nivel de las articulaciones esculturales que se producen entre las prácticas y los fenómenos comunicacionales –lo cual dificulta aún más afirmaciones simplistas–.
En particular, una dificultad de cualquier abordaje sobre un tema cotidiano y relevante para nuestra vida diaria es la problematización del sentido común y los ecos de ciertas verdades instaladas acerca de los medios de comunicación y su impacto en la vida diaria. Sumado a ello, es un tema atravesado por el debate político y la dinámica mediática actual, ya que los medios son un eje de la discusión central a la hora de pensar cómo se configura la experiencia del delito. En tal sentido, el libro toma como punto de partida la polarización política que vive Argentina –marcada, fundamentalmente, por la antinomia entre el kirchnerismo y las fuerzas de centro-derecha nucleadas en la alianza Juntos por el Cambioi–; rasgo que se traduce, también, en los diferentes modos de gestionar la producción mediática en torno de la experiencia securitaria contemporánea y las tensiones desatadas respecto de la concentración de medios y el rol activo de las empresas periodísticas como actores políticos, algo que se hizo visible –o se profundizó– a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual promulgada en 2009.
La apertura de El delito y sus públicos. Inseguridad, medios y polarización, a cargo de Gabriel Kessler, aporta una mirada descentrada de los estudios de comunicación, lo cual ubica al libro de Focás más allá de ciertas fronteras disciplinares y hace que merezca ser pensado como una problematización relevante de la teoría social. En ese marco, Kessler deja entrever que es posible romper con cierto sentido común sobre temas comunicacionales, como la perspectiva que refiere, aún hoy, a la supuesta pasividad de las audiencias. Un punto de partida habilita lecturas del libro que permiten trazar líneas de encuentro con diferentes abordajes de las ciencias sociales, donde la construcción y la reflexión teórica sobre inseguridad y medios de comunicación ameritan abrir el diálogo entre diferentes disciplinas.
En este sentido, el intento de construir una sociología de los públicos para comprender la configuración de la cuestión securitaria como un problema público no es mera redundancia: en primer lugar, reubica el abordaje de los estudios de recepción en una clave que no sólo reconoce la actividad de quienes consumen medios audiovisuales, sino que esa actividad es parte de un proceso compartido que va más allá del proceso de reconocimiento mediático y tiene una trascendencia vital a la hora de pensar el modo en que se tematiza, se nombra y se vive la llamada inseguridad. De allí que la experiencia cultural sea un elemento clave para pensar la definición misma del problema, algo que excede a la sola actividad de recepción aislada, y que permite reconocer el impacto que tienen los procesos de significación en la reconfiguración de las prácticas sociales y en la producción simbólica de los medios de comunicación.
El sentimiento de inseguridad
Un aporte central del libro es el modo en que alude a la construcción de la percepción sobre la inseguridad como dimensión estructurante de la vida cotidiana, fenómeno anclado en procesos de transformaciones sociales y económicas más amplias. Focás recupera diferentes perspectivas a la hora de construir esa categoría compleja y a partir de la cual trabaja la relación con la información mediática acerca de la inseguridad. Una historización en la que se cruzan las perspectivas teóricas que forman parte del debate académico y los usos del término inseguridad que se hacen en el debate público, además de enmarcar sus implicancias en el marco de transformaciones sociales amplias que permiten ubicar su construcción en el debate político.
En este sentido, es necesario destacar el enorme trabajo y sistematización de lecturas realizado por la autora, lo cual le permitió abrir conversaciones con autores latinoamericanos y de otras latitudes que han reflexionado sobre inseguridad y medios de comunicación. Dicha revisión bibliográfica conforma un mapa de lecturas que traza los ejes de análisis que se despliegan a lo largo del libro: la construcción de enemigos sociales, las variaciones que genera el consumo de noticias policiales, el realismo que le imprimen a las coberturas algunos recursos audiovisuales y la relación con narraciones de carácter episódico, los debates en torno al consumo audiovisual y su relación con experiencias previas de victimización. Un recorrido que permite subrayar la imposibilidad de considerar de manera homogénea el impacto de las noticias de inseguridad y la necesidad de tener en cuenta los diferentes sistemas de medios y los contextos de recepción.
En esa línea, Focás trabaja sobre las transformaciones de la información policial como noticia de inseguridad. Para ello, articula las transformaciones vinculadas con los géneros informativos y ligadas tanto a los medios audiovisuales como a las nuevas tecnologías de comunicación e información. Sin embargo, no se detiene en el análisis discursivo, sino en la palabra de un actor central: los productores de la información. Es decir, periodistas especializados en el género, y cuyas voces permiten comprender muchas de las características que asume la producción noticiosa sobre inseguridad, en tanto exponen decisiones de distintos niveles relacionadas con el impacto esperado, las consideraciones que se tiene de las audiencias, las condiciones de producción –recursos y tiempo–, las tensiones con la línea editorial del medio, y, finalmente, con la configuración estratégica que ellos mismos producen, como periodistas especializados, en medio del entramado discursivo de la información policial.
Interfaces: seguir la huella de la producción de sentido
Uno de los aspectos relevantes del libro es la puesta en tensión de la palabra de periodistas con las experiencias de los públicos sobre la información securitaria. Aquí reaparecen las dimensiones construidas a través de la lectura de la literatura nacional e internacional: la pregnancia de esa información en relación con distintos tipos de distancia con los públicos (geográfica, social, emotiva); el reconocimiento de los propios públicos del carácter construido de la información; la confianza y la credibilidad de la información en función de los vínculos periodísticos con las empresas mediáticas y sus posiciones políticas en escenarios altamente polarizados, así como con los recursos discursivos audiovisuales desplegados. Además, Focás plantea una serie de interrogantes acerca del discurso de los periodistas, quienes discuten su rol frente a las percepciones de los públicos sobre sus intencionalidades económicas y políticas, y reflexiona acerca de las experiencias de la inseguridad que viven los públicos.
Conjurar el temor: entre las prácticas cotidianas y las narrativas mediáticas
Edad y género son dos variables que permiten dar cuenta de la diversidad de relaciones con los medios de comunicación. En este sentido, la manera en que la información securitaria opera de manera intergeneracional constituye un hallazgo relevante del libro, en tanto se deja de manifiesto que el vínculo con esos contenidos no es lo que define el sentido, sino que la conversación y las mediaciones sociales operan de manera decisiva en la idea que los públicos se construyen sobre el tema. Cuando se aborda la gestión de la inseguridad, es destacable observar que los cambios de las prácticas cotidianas para tratar de eludir ciertos peligros desbordan ampliamente la construcción mediática de los riesgos y el delito. Es decir, no puede desatenderse que los medios son importantes para entender la configuración de riesgos potenciales y el planteamiento de posibles formas de cuidado, lo cual atraviesa su dimensión pedagógica –algo que suele pensarse vinculado, por ejemplo, con los adultos mayores–, pero es solamente en relación con los contextos cotidianos, lo que puede definir la gestión integral de la problemática.
Por otro lado, en lo referido a la cuestión de géneros vinculados con el temor y las prácticas específicas de cuidado –en el espacio público– que esto supone para mujeres y otras identidades sexo-genéricas, las narrativas mediáticas suelen alimentar riesgos específicos. Un aspecto que al mismo tiempo tiene traducción y se expande, porque genera instancias de interacción que funcionan como estrategias de contención y cuidado, a través de las redes sociales.
Asimismo, El delito y sus públicos. Inseguridad, medios y polarización aborda un viejo debate de los estudios de comunicación en torno al impacto de las noticias y los vínculos interpersonales. En relación con esta discusión, que sigue generando desacuerdos en los debates académicos, el libro aporta algunas pistas: deja entrever cómo, a pesar de la profusa información mediática sobre la cuestión securitaria, es una agenda de temas limitada a este tipo de dinámicas en el ámbito de la seguridad.
Cuando el libro trata la relación entre las percepciones acerca de la inseguridad y los diferentes ámbitos geográficos, se entrelaza con las perspectivas que exponen y le dan centralidad a la cuestión social, las transformaciones que tienen lugar en el espacio público y la dimensión moral que funciona como mecanismo de diferenciación respecto de la construcción de un “otro”. Mientras que la cercanía y el conocimiento de espacios cercanos (el barrio o las ciudades chicas) reducen los impactos de las narrativas mediáticas, éstas se vuelven más eficaces y promueven ciertos imaginarios sobre el incremento de la inseguridad y la construcción de territorios inseguros cuando se hacen referencia a espacios distantes o desconocidos para los entrevistados.
Sobre causas, azares y responsables
En el apartado que analiza las modalidades de comprensión de la inseguridad –en términos de la proyección de causas y de soluciones–, el libro de Focás permite destacar que las narrativas mediáticas y su lógica casuística parecen encontrar un límite, dado que las explicaciones de los entrevistados se articulan con otro tipo de discursos. De allí que la cuestión geográfica, la variación etaria, la delimitación sexo-genérica, las preferencias políticas y aspectos culturales específicos –capaces de proyectar juicios de orden moral y promover pautas discriminatorias–, entre otras variables posibles, delimitan diferentes valoraciones acerca de la consideración del delincuente, a quien suele colocarse como objeto de intervenciones legales, educativas y sociales.
El libro permite observar la manera en que aparece la polarización política como clave de comprensión del problema securitario, algo que no queda exento de la relación que se establece con los medios y las empresas mediáticas. De allí que el tópico seguridad o inseguridad es un aspecto clave a la hora de identificar la visión política de los entrevistados.
Aportes y perspectivas
Más allá de los hallazgos –varios de ellos ya descritos– cabe destacar, a modo de subrayados finales, los aportes del libro de Focás para continuar y profundizar las discusiones abiertas en los procesos de recepción de las narrativas mediáticas sobre la inseguridad y la configuración del delito. El mapa de lecturas realizadas, el diálogo permanente con investigadores de diferentes latitudes, el cuidado abordaje del tema y la puesta en tensión de los resultados constituyen posibilidades de aprendizajes múltiples a nivel epistemológico y teórico. En ese sentido, la riqueza metodológica que despliega la investigación presentada, así como la solidez del trabajo de campo, le otorgan una enorme coherencia a la exposición de los resultados obtenidos.
En ese marco, se abren múltiples preguntas que quizás sirvan para pensar la continuidad de la reflexión sobre estas cuestiones: ¿Cómo profundizar la reflexión y sistematización de las mediaciones señaladas a la hora de analizar la mirada de los públicos? Edad, inscripción, sexo-genérica, las relaciones interpersonales, geografía y territorialidad de los delitos representados y polarización política son algunas de las dimensiones que a lo largo del libro permiten dar cuenta de la heterogeneidad de vínculos y sentidos que se construyen respecto de la información policial producida por los medios. Sin embargo, sería relevante –dado el enorme avance logrado a la hora de reconocer la relación entre dichas dimensiones y los múltiples vínculos tejidos con las narrativas mediáticas sobre la inseguridad– poder ahondar la reflexión sobre las maneras específicas en las que funcionan como mediaciones que cristalizan modos diferenciales de producción de significaciones.
Por otro lado, se abre la pregunta sobre la relación más general con la producción de información securitaria, cuya historia y sus transformaciones no pueden dejar de ser leídas en el marco de cambios más generales que abarcan, entre otros aspectos, los modos de consumir noticias y las estrategias de las industrias culturales frente al crecimiento de otros medios digitales. En este sentido, la relación con el flujo informativo general y las distintas modalidades de consumo audiovisual podrían configurar un eje que acaso permitiría trazar hipótesis sobre el lugar de este tipo de información sobre la inseguridad y el delito y el peso de esta agenda mediática en la experiencia pública.
REFERENCIAS
Focás, B. (2020). El delito y sus públicos. Inseguridad, medios y polarización. Buenos Aires: UNSAM Edita.
Míguez, D. (2017). Memorias, avances y desafíos. Reflexiones sobre la seguridad ciudadana como campo de investigación. Papeles de Trabajo, 11(19), 15-38.
* Contribución: el 100% pertenece a la autora.
* Nota: el Comité Editorial de la revista aprobó la publicación de la reseña.
IDENTIFICACIÓN DE LA AUTORA
Susana M. Morales. Magíster en Comunicación y Cultura Contemporánea y Especialista en Investigación de la Comunicación, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Directora, Programa de Estudios sobre Comunicación y Ciudadanía, Centro de Estudios Avanzados, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Docente, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).
Artículo publicado en acceso abierto bajo la Licencia Creative Commons - Attribution 4.0 International (CC BY 4.0).
i Con kirchnerismo se alude a un movimiento político de centroizquierda, consolidado a partir de las presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011 y 2011-2015), que aglutina a distintas fuerzas políticas, principalmente de extracción peronista, y forma parte del Frente de Todos que gobierna actualmente en Argentina. Mientras que Juntos por el Cambio es una coalición que deriva de Cambiemos, un armado electoral que llevó a la presidencia a Mauricio Macri (2015-2019) y hoy es una de las principales fuerzas opositoras al gobierno presidido por Alberto Fernández.