El periódico ¡Adelante!
Digitalización de archivos de prensa e historia locali
The newspaper ¡Adelante!
Digitization of press archives and local history
O jornal ¡Adelante!
Digitalização de arquivos de imprensa e história local
DOI: https://doi.org/10.18861/ic.2024.19.1.3574
LUCIANO BARANDIARÁN
lubarfe@gmail.com – Tandil – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8810-1276
MARÍA E. ITURRALDE
eugeniaiturralde@gmail.com – Olavarría – Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6300-2236
FERNANDO FUNARO
fernandofunaro@gmail.com – Tandil – Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9973-3807
ANA SILVA
ana.c.silva2801@gmail.com – Tandil – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7230-6082
CÓMO CITAR: Barandiarán, L, Iturralde, M. E., Funaro, F. & Silva, A. (2024). El periódico ¡Adelante! Digitalización de archivos de prensa e historia local. InMediaciones de la Comunicación, 19(1), pp. 319-339. DOI: https://doi.org/10.18861/ic.2024.19.1.3574
Fecha de recepción: 3 de agosto de 2023
Fecha de aceptación: 15 de diciembre de 2023
El artículo presenta los resultados de un proceso de investigación centrado en la digitalización y puesta en disponibilidad pública del archivo de ¡Adelante! El Periódico de la Usina Popular de Tandil, un órgano de prensa editado en la localidad bonaerense de Tandil, Argentina, entre 1934 y 1942. Dicha publicación nace en el proceso de creación de la Usina Popular, una entidad que buscó brindar un servicio accesible y de calidad para llevar energía eléctrica a los tandilenses. La digitalización de estos materiales de archivo y su puesta a disposición en repositorios de acceso abierto plantea, por un lado, una serie de interrogantes acerca de las relaciones que se establecen entre los procesos comunicacionales, las tecnologías digitales y las políticas públicas que pugnan llevarla adelante, al mismo tiempo que exigió la conformación de un equipo multidisciplinario que involucró el diálogo con las investigaciones históricas que contribuyen a la construcción de una historia de los medios de prensa de ciudades medias de la provincia de Buenos Aires.
PALABRAS CLAVE: archivos, medios de comunicación, digitalización, historia social, ciudad pequeña.
ABSTRACT
The article presents the results of a research process focused on the digitization and public availability of the ¡Adelante! The newspaper of the Usina Popular de Tandil, a press organ published in the town of Tandil, Argentina, between 1934 and 1942. This publication was born in the process of creating the Popular Power Plant, an entity that sought to provide accesibility and quality service to bring electrical energy to the people of Tandil. The digitization of these archive materials and their availability in open access repositories raises, on the one hand, a series of questions about the relationships established between communication processes, digital technologies and the public policies that seek to carry it out, whereas at the same time, it demanded the formation of a multidisciplinary team that involved dialogue with historical research that contributes to the construction of a history of the press in medium-sized cities in the province of Buenos Aires.
KEYWORDS: archives, media, digitization, social history, small city.
RESUMO
O artigo apresenta os resultados de um processo de pesquisa focado na digitalização e disponibilização pública do arquivo de ¡Adelante! El Periódico de la Usina Popular de Tandil, órgão de imprensa publicado na cidade de Tandil, em Buenos Aires, Argentina, entre 1934 e 1942. Esta publicação nasceu no processo de criação da Usina Popular, entidade que buscava fornecer um serviço acessível e de qualidade para levar energia elétrica à população de Tandil. A digitalização destes materiais arquivísticos e a sua disponibilização em repositórios de acesso aberto levanta, por um lado, uma série de questões sobre as relações estabelecidas entre os processos de comunicação, as tecnologias digitais e as políticas públicas que procuram realizá-lo, que exigiu a formação de uma equipe multidisciplinar que envolveu o diálogo com as pesquisas históricas que contribuem para a construção de uma história da mídia impressa nas cidades médias da província de Buenos Aires.
PALAVRAS-CHAVE: arquivos, mídia, digitalização, história social, cidade pequena.
INTRODUCCIÓN
La digitalización de materiales de archivo y su puesta a disposición en repositorios de acceso abierto plantea una serie de interrogantes que permiten analizar las relaciones entre tecnologías digitales, procesos comunicacionales, políticas públicas y prácticas sociales. Un abordaje situado de estas relaciones implica indagar sobre las condiciones socio-históricas concretas en las que se realiza el uso y la apropiación de esos archivos, así como las razones que dan origen a la necesidad de digitalizarlos. En este artículo nos centramos en colecciones de medios gráficos de circulación local y/o regional, tomando como caso de estudio el periódico ¡Adelante!, que se publicó en la década de 1930 en la localidad de Tandil, una ciudad mediaii del centro-sudeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina. En primer lugar, a fin de contextualizar las particularidades y la relevancia de los archivos de medios gráficos de localidades no metropolitanas (Greene & de Abrantes, 2018) es necesario tener en cuenta las características del sistema de medios de comunicación, en soporte físico, de Argentina.
El sistema argentino de medios de comunicación se caracteriza por una fuerte centralidad geográfica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en lo que respecta a la producción y distribución de contenidos (Becerra, 2015; Ford, 1987). Desde fines del siglo XIX los medios argentinos se organizaron, predominantemente, de acuerdo con el modelo comercial, lo que generó un desarrollo concentrado en centros metropolitanos que aseguraron, por un lado, el acceso a la pauta publicitaria y, por el otro, el posible alcance a audiencias numerosas. Específicamente en el caso de la prensa gráfica, investigaciones recientes se han ocupado de indagar el vínculo de los “grandes diarios” de CABA con sus públicos, no sólo a partir de los circuitos de distribución, sino tomando como eje de análisis los modos en que estas empresas se insertaron en las dinámicas de la sociabilidad urbana metropolitana (Servelli, 2020), lo cual permite advertir la retroalimentación entre las condiciones materiales y simbólicas que incidieron en el fuerte centralismo detentado por esos medios. De modo que gran parte de los medios de comunicación de CABA alcanzaron a todo el territorio nacional, pero sin adoptar una perspectiva federal en sus contenidos. Al consultar archivos de medios gráficos de CABA, encontramos descripciones minuciosas sobre diversos sucesos capitalinos, mientras que del resto del territorio nacional las referencias responden a catástrofes naturales, “casos” de mucha resonancia (generalmente problemáticas sociales abordadas como hechos aislados), notas “de color”, destinos turísticos, entre otras (INADI, 2005). No obstante, en las distintas provincias se desarrolló una rica y diversa actividad periodística cuyo análisis aún requiere ser profundizado, tanto por la relevancia de los medios de comunicación como objeto de estudio por derecho propio, como por los aportes que pueden suponer para iluminar problemas historiográficos (Buonuome, 2020) y de otros campos de las Ciencias Sociales y Humanas.
Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en el centro sudeste de la provincia de Buenos Aires surgieron y se afianzaron diversos proyectos gráficos, algunos vigentes hasta la actualidad. Muchas de esas publicaciones no se conservaron, lo cual disminuye las posibilidades de recolectar información con fines diversos. A esto se suma que algunos diarios consideran sus archivos como propiedad privada y administran de manera arbitraria la posibilidad de su consulta, negando el acceso en reiteradas oportunidades. Esto hace que las investigaciones con perspectiva histórica que indagan sucesos de las ciudades medias de la provincia no cuenten, en ocasiones, con publicaciones locales que puedan ser construidas como fuentes.
Estudios preliminares (Iturralde, Girado & Lemiez, 2023; Arabito, Boggi & Silva, 2017) dan cuenta de que el cierre o la dificultad para acceder a los reservorios de las publicaciones gráficas locales obstaculiza la obtención de información previa al surgimiento de los portales digitales (los cuales, además, de un momento a otro pueden desaparecer de la web si abandonan su operatividad). La preservación y digitalización de esos materiales cobra una gran importancia porque además de dar lugar a la conservación de los originales, amplía las posibilidades de acceso y de distribución. De acuerdo con las definiciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2014), las publicaciones antiguas que resulten de interés especial (histórico, artístico, científico, literario) y los archivos –incluidos los fonográficos, fotográficos y cinematográficos– pueden ser considerados bienes culturales. Su preservación cobra una importancia relevante no sólo para el desarrollo de investigaciones académicas, sino también para sostener procesos de comunicación en el seno de las sociedades. Cimentados sobre una base cultural en la que se comparten experiencias históricas, los distintos grupos sociales generan intercambios mediante la comunicación interactiva entre sus miembros –establecida por el lenguaje y los medios de comunicación en sentido amplio (Hall, 2017; Williams, 2003)–. Esto permite abonar el estudio de tales dinámicas en contextos no metropolitanos, atendiendo a los modos en que se articulan procesos comunicacionales y de elaboración de la memoria cultural (Bennett & Rogers, 2016), así como a las formas concretas de experiencia e historicidad mediática, entendidas como las maneras en que la percepción del pasado y la percepción de cómo el pasado afecta a nuestra vida actual, además de considerar que la percepción y experiencia del propio lugar en el mundo dependen “cada vez más de una creciente reserva de formas simbólicas mediáticas” (Thompson, 1998, pp. 55 y 56).
El objetivo de este trabajo es compartir los resultados de un proceso que involucró a diversos actores sociales y que planteó una dinámica multidisciplinaria (García, 2006; Lingeri, 2022) en la que logramos ampliar la disponibilidad pública –apoyándonos en el soporte digital– del archivo de una publicación alojada en una biblioteca pública: el periódico ¡Adelante! El Periódico de la Usina Popular de Tandil. La configuración del equipo multidisciplinario nos llevó a aproximarnos a prácticas sobre el uso de estativos y la información sobre las tecnologías necesarias para digitalizar y evaluar detalles implicados en la construcción de archivos digitales. Por otro lado, el diálogo sostenido entre integrantes del grupo de trabajo nos planteó preguntas sobre el contexto de surgimiento de la publicación y nos vinculó a investigaciones históricas que contribuyen a la construcción de una historia de los medios de prensa de ciudades medias de la provincia de Buenos Airesiii.
Abordamos el caso del periódico ¡Adelante!, editado en la localidad bonaerense de Tandil entre 1934 y 1942. Se trata de un órgano de prensa directamente vinculado al proceso de creación de la Usina Popular (UP) de dicha ciudad, una entidad surgida ante la necesidad de brindar un servicio accesible y de calidad que provea de energía eléctrica a la población. En 1934, tras un intenso esfuerzo de distintos actores para lograr consensos y alianzas, en el cual el rol de la prensa fue fundamental (Barandiarán, 2009), se colocó la piedra fundamental de la UP. En ese marco, y gracias a una donación de la familia de Juan Nigroiv –uno de los principales impulsores del proyecto de la UP–, la colección completa del periódico se encuentra en la hemeroteca de la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia de Tandil, institución de un siglo de existencia que cuenta con un importante fondo documental. Actualmente el periódico está inmerso en un proceso de digitalización en el marco del proyecto “Memorias y digitalización de archivos en ciudades medias bonaerenses. Posibilidades de la gestión digital de datos para la investigación social y artística” impulsado por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA) y financiado por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación. La conservación del periódico ¡Adelante! y la digitalización de sus ejemplares nos permite conocer no sólo la propia historia de la publicación, sino también detalles de la historia de Tandil imposibles de encontrar en otros archivos. Dada la finalidad específica por la que fue creado –acompañar el proceso de gestación de la UP–, sus páginas recogen información acerca del origen y el desarrollo de otros emprendimientos similares en la región y en el país, con lo cual también constituye una rica fuente de consulta para diversas localidades, así como para estudios históricos interesados en el desarrollo de las cooperativas eléctricas.
La emergencia de la UP estuvo marcada por la amplia alianza política y social que lograron concertar sus impulsores, enfrentando, también, una férrea oposición sostenida por diversos sectores sociales, entre los que se encontraban el gobierno municipal, una compañía privada de electricidad y la policía provincial. Esta contienda, que dio lugar a la apertura de un espacio de mediación y de sociabilidad, se desarrolló en un contexto atravesado por la clausura de los canales tradicionales de hacer política. De allí que la posibilidad de contar con este archivo en soporte digital y acceder a las fuentes de investigación sobre el llamado “movimiento usinístico”, proyecta nuevos horizontes de indagación de una historia y problemática que no fue objeto de muchos análisis específicos, por fuera de algunos casos puntualesv.
2. ANTECEDENTES Y CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS
El proyecto en el que se inscribe la digitalización de la colección del periódico ¡Adelante! (junto a las de otros medios de prensa locales de la primera mitad del siglo XX), se plantea como objetivo general reflexionar acerca de las posibilidades que brindan las tecnologías digitales –en tanto fuentes documentales en la investigación social y, además, como objeto de estudio y medio para la construcción discursiva hipertextual y multimedial del conocimiento producido–. El equipo de trabajo está integrado por docentes investigadores y estudiantes de la UNCPBA y representantes de la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia de la ciudad de Tandil.
El tema abordado por el proyecto se inscribe en las discusiones sobre la relación con la gestión de repositorios digitales institucionales de acceso abierto. Se trata de una cuestión en crecimiento en la agenda del sistema científico internacional y en Argentina, donde se han implementado políticas públicas como la Ley Nº 26.899 de Repositorios Digitales Institucionalesvi. La efectiva concreción de estas normativas en el marco de las Universidades Nacionales demanda la articulación con políticas institucionales específicas, a la vez que requiere la profundización en aspectos técnico-instrumentales, conceptuales y epistémico-metodológicos, desde un abordaje necesariamente multidisciplinario.
Como señala Lingeri (2022),
La producción multidisciplinaria implica el compromiso de investigadores especialistas en cada uno de sus temas, conceptos y problemáticas, como así también en la capacidad individual y colectiva de diseñar estrategias de abordaje (de sus objetos-problemas) que encuentren un código común de trabajo con los y las demás. (p. 22)
Los ejes de indagación se fundamentan conceptualmente en la consideración de los archivos como una práctica histórica y culturalmente situada (da Silva Catela, 2002), que enlaza los contextos de producción de los elementos materiales que los componen, su conservación y almacenamiento y, en este caso, su posterior incorporación al repositorio como objetos digitalesvii (Voutssas & Barnard Amozorrutia, 2014). En este sentido, la propuesta busca atender a las distintas dimensiones problemáticas que atraviesan todo el proceso de digitalización de archivos, la gestión y la exploración de formas de consulta de los datos.
La selección de las colecciones a digitalizar se realizó en conjunto con el personal de la Biblioteca, priorizando aquellos tomos de mayor antigüedad a fin de contribuir al resguardo de los materiales originales, al tiempo que se realizaría un aporte a la disponibilidad pública de ese acervo. El trabajo conjunto y el intercambio con el equipo de la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia permitió identificar y poner en común problemas que surgen de la adecuación de los protocolos de catalogación con vistas a la incorporación de sus colecciones en un repositorio digital de acceso abierto, con el consiguiente requerimiento de interoperabilidad con otros reservorios y bases de datos. Estas discusiones permitieron avanzar en la unificación de criterios y metodologías de trabajo.
La digitalización es un proceso de conversión del campo analógico al campo digital que favorece el acceso a la información, dado que amplía las posibilidades de publicarla y hacerla conocer. Da lugar a la optimización de espacios físicos y a la preservación de los originales –documentos antiguos y en mal estado (Laruccia, 2008). Como señala Buonuome (2020), se trata de un proceso que evidencia esfuerzos sostenidos por parte de distintos actores e instituciones, pero aún se encuentra en un estado incipiente en lo que se refiere al alcance de las colecciones de prensa periódica.
La abrumadora mayoría de los títulos son accesibles sólo en forma analógica y en condiciones extremadamente precarias, por el mal estado de conservación (de los ejemplares en papel y/o de los rollos y lectoras de microfilm), la existencia de colecciones incompletas y el retiro de la consulta de algunos títulos fundamentales. (…) [Entre otros factores que] han resultado en una pobrísima disponibilidad de repositorios documentales (públicos y privados), que en otras historiografías permitieron construir conocimiento sobre el rol histórico de la prensa periódica sobre bases empíricas sólidas (Buonuome, 2020, pp. 16 y 17).
Cabe destacar que en el caso de medios de ciudades medias, la recuperación y digitalización de sus archivos presenta especial interés en tanto permite recobrar el acceso a documentos que hacen a la historia y memoria de una comunidad concreta, con personalidades relevantes y emblemáticas a nivel local y regional, a la vez que puede constituir un aporte “a las dinámicas de visibilización de informaciones claves para des-opacar entramados de espacios, tiempos y actores sociales en estos centros urbanos” (Boggi, Silva & Arabito, 2020, p. 329); es decir, pueden contribuir a la indagación de otras historias aún no exploradas ni problematizadas. Lo cual no sólo es de interés para investigaciones históricas, sino que también puede abonar estudios sobre procesos de comunicación/cultura localizados en contextos no metropolitanos, en la medida en que permite problematizar la participación de los medios de circulación local en la producción de significaciones sobre proyectos de ciudad y de sociedad, en las cuales –como en el caso considerado– se advierten elaboraciones y reelaboraciones de narrativas, imaginarios e identificaciones que tuvieron gran relevancia en la obtención de adhesiones de distintos sectores sociales y la posibilidad de concretar el proyecto de la UP.
Para realizar la digitalización de ¡Adelante! se retomaron antecedentes y procedimientos sistematizados por parte de integrantes del proyecto en experiencias previas en las que se trabajó sobre la colección del periódico vespertino Tribuna de la localidad de Olavarría, y sobre el acervo de la emisora LU10 Radio Azul de la ciudad homónima (Arabito, Boggi & Silva, 2017). Asimismo, en este artículo se exponen resultados de la investigación histórica desarrollada por Luciano Barandiarán (2009) que, si bien tomó otras fuentes de prensa, permiten entender en qué contexto se inscribió la publicación del periódico ¡Adelante!
3. CONTEXTO DE SURGIMIENTO DE ¡ADELANTE!
Como mencionamos, Barandiarán (2009), en sus estudios de grado, abordó el socialismo en Tandil e indagó el surgimiento de la UP, coincidente –como ya se mencionó– con la publicación de ¡Adelante! Para su investigación, tomó como fuentes publicaciones de prensa de Tandil: Germinal, Tribuna y Nueva Era. En función de los objetivos propuestos, no consultó el archivo de ¡Adelante!, aunque los resultados obtenidos permiten contextualizar el marco en el que se editó dicha publicación. Sin dudas, la actual incorporación del archivo de este medio permitirá profundizar, ampliar y/ o contrastar numerosos aspectos de ese proceso.
La aparición de ¡Adelante! se vinculó directamente, tal como lo indica el subtítulo que ancla su pertenencia: El Periódico de la Usina Popular de Tandil, a la emergencia de la UP tandilense en la década del 1930. La creación y erección de la UP se convirtió en una lucha real y simbólica entre partidos políticos, otros actores políticos locales relevantes y la prensa circulante.
Debido a la crisis de los partidos políticos en la década de 1930, la participación del Partido Socialista a favor de la UP sólo fue exitosa al estar acompañada de formas de mediación alternativas a las partidarias. No obstante, el fenómeno de la UP fue interesante no sólo porque permitió expresar a la sociedad civil su oposición a las autoridades municipales conservadoras, sino porque quebró al bloque conservador en el seno del poder local: el Honorable Concejo Deliberante (HCD). La UP sólo dejó de ser una utopía porque sus impulsores lograron concertar una amplia alianza política y social ante la cual sus opositores (el gobierno municipal, una compañía privada de electricidad y la policía provincial) debieron, luego de transcurrido el tiempo, dejar de ofrecer resistencia.
Los reclamos por la constitución de la usina tandilense no fueron excepcionales, incluso se los puede considerar tardíos si se tiene en cuenta la proliferación de similares emprendimientos en muchas otras ciudades de las provincias pampeanas durante la década de 1920. Y en esa expansión estuvo muy involucrado el Partido Socialista, tal como refieren los trabajos que analizan el socialismo en zonas del país alejadas de la Capital Federal (Ferreyra & Martocci, 2019). Pero el análisis del “movimiento usinístico”, como se lo llamó en la época, salvo para el caso de Capital Federal y el “affaire CHADE”viii, no había sido, hasta hace poco tiempo, objeto de análisis específicos.
Desde 1906, el servicio de alumbrado público y privado en Tandil era brindado por la Compañía Anglo Argentina de Electricidad –luego Compañía de Electricidad del Sud Argentino Sociedad Anónima (CESA)–ix, un trust de capitales extranjeros que también controlaba el suministro de energía en otros partidos de la provincia. A pesar de las reiteradas quejas contra la empresa –por el costo y la calidad del servicio–, una ordenanza de 1923 aprobó un contrato que ligaba a la Municipalidad con la concesionaria por un período de diez años. Además, dicha normativa contemplaba que un año y medio antes de vencer la concesión, la Municipalidad llamaría a licitación y que, en igualdad de condiciones, se optaría por la compañía que ya prestaba el servicio. Si el contrato se reanudaba, la prestación del servicio se garantizaría por un período de 20 años. Hacia 1930, la disconformidad general respecto al servicio eléctrico motivó que entre las “fuerzas vivas” locales surgiera la idea de crear una “usina del pueblo”. Iniciativa que recibió el apoyo inmediato de algunos sectores, como fue el caso de dos periódicos de Tandil: el socialista Germinal y el Tribuna.
La figura jurídica que debería tener la usina local –capaz de sustituir a la que estaba vigente–, fue objeto de debates. Así, mientras el diario Tribuna sostenía que debía aplicarse la de una sociedad anónima, el periódico socialista Germinal defendía la vía cooperativa, pues de esa forma nadie arriesgaba capitales ni invertía dinero para obtener dividendos, siendo cada socio un consumidor y, por ende, un socio o accionista (Germinal, 6 de agosto de 1930).
En 1931, Tribuna convocó a una asamblea popular para constituir la “usina del pueblo”, se formó efectivamente la Comisión Provisoria Pro Usina del Pueblo, integrada por un conjunto de personalidades locales como los conservadores Armando Alzueta y Manuel Cordeu, los radicales Andrés Macaya y Julio Dhers, y los socialistas Pascual y Juan Nigro; así como personas vinculadas a distintas sociedades mutuales, cooperativas y financieras. Se trataba de una alianza que superaba las divisiones políticas y sociales tradicionales. De aquella comisión surgió un Directorio provisorio.
Salvo en los primeros momentos, las autoridades municipales nunca mostraron gran adhesión al proyecto, rumoreándose incluso que la Compañía Anglo Argentina de Electricidad contaba con el beneplácito de algunos ediles conservadores. Otros conservadores, en cambio, apoyaron desde un principio la constitución de la UP, como Debilio Blanco Villegas. A pesar de su inicial éxito, la Comisión Provisoria Pro Usina del Pueblo no podía lograr su objetivo sin el apoyo del gobierno local, pues la concreción del proyecto implicaba necesariamente la formación de una sociedad cuya base debía constituirla el aporte municipal.
Pasado un mes de la creación del Directorio, se resolvió el carácter jurídico de la futura usina del pueblo. Ante la controversia, la nueva entidad integró y armonizó elementos de las sociedades anónimas y las cooperativasx. Los nuevos estatutos de la UP estaban al alcance de la comunidad de Tandil y se obtendrían en la Sociedad Rural Argentina, el Banco Comercial y en la Confraternidad Ferroviaria. La mención de lugares tan diferentes proporciona una idea de lo heterogénea que era la alianza que impulsaba la erección de la empresa local de energía eléctrica.
En ese contexto, la evolución del conflicto político hizo que los medios de prensa jugaran un rol relevante, en especial el periódico socialista Germinal. Tras ser publicados algunos pocos números en 1925, la duración más extensa del segundo Germinal (1929-1946)xi se debió a la adquisición en 1931 de una imprenta por parte de los hermanos Juan y Antonio Nigro, a la que llamaron “Talleres Tipográficos El Fénix”xii. Allí también comenzó a editarse, en octubre de 1934 y con distribución gratuita, ¡Adelante!, el Periódico de la Usina Popular de Tandil (Barrientos y Pérez, 1975). Los hermanos Nigro lo pensaron como un complemento de Germinal, pues a través de ambos medios los líderes socialistas informaban a la ciudadanía tandilense sobre la evolución del movimiento de las usinas eléctricas. Así, en el nuevo periódico se repetía la prédica contra el trust, se informaban las últimas novedades sobre la UP, y se analizaba la evolución de otras usinas municipales y cooperativas del país.
El respaldo brindado a la UP se enmarcaba en el “clima de ideas” de la época, que se caracterizó por la notable participación de vecinos y entidades intermedias en emprendimientos destinados al progreso local y por el surgimiento de reivindicaciones de tono nacionalista que centraban su discurso en la oposición al “imperialismo”, representado principalmente por los intereses británicos. El contexto estuvo marcado por el Pacto Roca-Runcimanxiii, que dio paso al famoso “debate de las carnes” y al asesinato del senador Enzo Bordabhere. En Tandil, el apoyo a estas posiciones se encarnó en movimientos contrarios a las compañías de electricidad privadas. En la provincia proliferaron las usinas cooperativas, municipales y populares impulsadas por los movimientos vecinales. Llamativamente, en diciembre de 1931 la Compañía Anglo Argentina de Electricidad pasó a denominarse Compañía de Electricidad del Sud Argentino Sociedad Anónima (CESA).
Presionado por la opinión pública, el HCD tandilense sancionó, el 3 de junio de 1933, una ordenanza que establecía la creación de la UP y obligaba a la Municipalidad a ser accionista y consumidora de la futura usina. Paralelamente, se instituía un plazo máximo de dos años para que la nueva empresa comenzara a brindar sus servicios, con la capacidad necesaria para satisfacer, por lo menos, el alumbrado público de la ciudad, y comprometiéndose a rebajar en un 10 por ciento el precio del alumbrado en general.
Pese a lo establecido en dicha ordenanza, el gobierno comunal hizo todo lo posible para evitar la efectiva puesta en marcha de la UP, mientras que CESA se resistía ante la potencial erección de una empresa rival. En la última sesión de 1933 del HCD, la empresa privada elevó una nota en la que propuso continuar prestando el servicio por 20 años en las mismas condiciones establecidas en el contrato de concesión que estaba a punto de vencer. La Municipalidad tenía deudas con CESA, y la misma amenazaba con suspender el alumbrado público y privado si no se saldaba el descubierto o se prorrogaba el contrato en vigencia. En marzo de 1934, el gobierno provincial aprobó los estatutos de la UP y, días después, algunos ediles demócratas nacionales acordaron prorrogar por diez años la concesión de la que gozaba la empresa. Ante esto, el concejal Blanco Villegas presentó la renuncia a su cargo y al Partido Demócrata Nacional.
La pasividad municipal no era neutral. Tal opinión manifestaba Nueva Era, al mencionar:
Las dificultades impuestas por la Municipalidad a la aprobación de los planos, la suspensión de los trabajos de construcción del edificio de la usina, las reticencias para firmar la constancia de que la Municipalidad participa del consorcio a fin de que las maquinarias a la descarga gozaran del privilegio de la exención de los aranceles aduaneros, y el entorpecimiento de anteayer so pretexto de deficiencias técnicas, son pruebas elocuentes de que se está procediendo tendenciosamente para que la Usina Popular no pueda terminar sus instalaciones y por ende encontrarse habilitada para la provisión de corriente, en el plazo perentorio que le fija la ordenanza respectiva (Diario Nueva Era, 8 de noviembre de 1935).
Sin embargo, en noviembre de 1934 se colocó la piedra fundamental de la UP, acto que según el periódico Germinal contó con la presencia de 3000 personas y la ausencia del intendente William Leeson. Así se inició el tendido de cables, en medio de los obstáculos planteados por las autoridades locales.
Tras varios intentos de sabotaje, los trabajos de construcción de la UP culminaron en marzo de 1936. Los conservadores pidieron informes sobre la UP al Poder Ejecutivo, un cable subterráneo de alta tensión sufrió un atentado y obreros de la UP fueron obligados por la policía a suspender las tareas que desarrollaban. Estos acontecimientos buscaban retrasar la puesta en marcha de la “usina del pueblo” para que la CESA continuara ejerciendo el monopolio del alumbrado.
El directorio de la UP convocó a distintas instituciones de Tandil a una reunión. En la misma se constituyó la “Liga de Defensa y Propaganda de la Usina Popular”, que inmediatamente organizó una manifestación pública para el 22 de febrero de 1936 –fecha en la que se había convocado al HCD para tratar la derogación de la ordenanza de 1933–. Nueva Era calculó que asistieron 4.000 ciudadanos y tituló el acontecimiento como “Amplia adhesión pública tuvo el mitin”, además de mencionar un “gran entusiasmo popular”. Porotro lado, para Germinal los asistentes a la marcha fueron 3.500 personas. Autoridades del HCD recibieron de manos de líderes del movimiento de la usina un petitorio que contó con la adhesión de 54 instituciones y la firma de 6.279 personas. Allí se exigía que no se derogue la ordenanza vigente y los firmantes se presentaban como “vecinos que representan a las fuerzas vivas de Tandi”. Finalmente, el Concejo no sesionó por falta de número.
Tras la multitudinaria manifestación de febrero, el 8 de marzo de 1936 se concretó la inauguración de las instalaciones de la UP. Al respecto, Germinal comentó que “una muchedumbre de 5.000 vecinos afirmó con su presencia y entusiasmo su decisión de defender la obra popular” (Germinal, 12 de marzo de1936). El ministro danés Morand Hansen abrió las llaves del tablero y se pusieron en marcha los motores, encendiendo el alumbrado público.
Pocos días después, el gobierno municipal obligó a la UP a suspender el servicio público de alumbrado, debiendo limitarse a suministrar electricidad sólo al sector privado. Frente a esto, el directorio de la usina local demandó a la Municipalidad ante la Suprema Corte de Justicia provincial. La cuestión permaneció sin novedades durante varios años. Recién en diciembre de 1944 –ya desplazados del gobierno los demócratas nacionales–, el comisionado municipal, Eduardo Avalía, puso en vigencia la ordenanza de 1933 y formalizó el consorcio entre la Municipalidad de Tandil y la UP. En enero de 1946, el municipio le pidió a la UP que en un plazo de seis meses realizara, en forma integral, el servicio público de energía. En julio de 1946, CESA dejó de funcionar y Germinal tituló: “Un hermoso triunfo del pueblo de Tandil”.
Para buena parte de la comunidad tandilense, y sin duda para la mayoría de los socialistas, Nigro fue el principal artífice de la UP. Al fallecer se propuso que una calle llevara su nombre: la que estaba frente “a la Usina Popular, por ser esta la obra cumbre del pueblo de Tandil de la que Juan Nigro fue su indiscutible iniciador y paladín” (Diario Nueva Era, 5 de diciembre de 1960).
Como vimos, la puesta en marcha de la UP estuvo marcada por los debates y por la confluencia de diversos actores sociales y políticos que se involucraron en el proceso descrito. En ese marco, el papel jugado por los medios de prensa locales –especialmente el periódico socialista Germinal, junto a Tribuna y ¡Adelante!– fue central, tanto para visibilizar el armado de la UP, como para vertebrar consensos y oposiciones. Profundizar en esas dinámicas aporta elementos para nutrir la historia de los medios de comunicación de ciudades medias, atendiendo a las particularidades de la circulación de estas publicaciones, a la trama de redes de sociabilidad involucrados y a los modos específicos en que realizaron su trabajo ideológico (Hall, 2010), en tanto partícipes de la construcción de significaciones –y no simple transmisores de información–) en torno de cuestiones políticas y de interés común que atraviesan la dinámica social.
4. LA DIGITALIZACIÓN DE ¡ADELANTE!: NUEVAS PERSPECTIVAS
A partir de lo desarrollado, como parte de un recorrido histórico que meustra la centralidad de la prensa, la digitalización de ¡Adelante! permite vislumbrar nuevos aportes a la historia local y nacional. En principio, servirá para complejizar el análisis del proceso de constitución de la UP al ampliar el acceso a información acerca de otros actores vinculados al “movimiento de las usinas” y el surgimiento de la UP en Tandil. Asimismo, permitirá nutrir el abordaje de las publicaciones del período, las redes de relaciones de las que participaban quienes las editaban y analizar los aspectos discursivos y formales involucrados en su armado.
Los ejemplares de ¡Adelante! existentes en la Biblioteca Rivadavia se encuentran encuadernados en cuatro tomos de tapa dura que contienen los números publicados entre octubre de 1934 y diciembre de 1942xiv. La publicación, que editaba 11 números al año intentando mantener una periodicidad mensual –aunque muestra algunas variaciones ocasionales–, sostuvo una tirada de 5.000 ejemplares durante cuatro años hasta septiembre de 1938, cuando bajó a 4.000. Los números iniciales contaban con una extensión de 12 páginas –hasta el día 15 de enero de 1935–; el siguiente número, publicado en marzo de 1935, tuvo 10 páginas, y a partir de abril de ese año hasta que dejó de salir, cada ejemplar tuvo 8 páginas.
En la portada del primer número se presentaba al periódico en los siguientes términos:
¡ADELANTE!, como órgano de la Usina Popular, llevará la palabra entusiasta de los directores hasta todos los vecinos; en sus columnas se registrarán todos y cada uno de los actos del Directorio para que los accionistas, y el pueblo, estén debidamente informados de la labor realizada.
¡ADELANTE! hará llegar el eco de su palabra a todos los rincones de Tandil; traspondrá el dintel de todos los hogares -desde el más encumbrado hasta el más humilde- para decirle al vecindario que en esta cruzada de emancipación económica en que estamos empeñados, no puede haber indiferentes ni pesimistas.
¡ADELANTE! llegará a manos del industrial, del comerciante, del profesional, del rentista, del obrero y de todos los que en Tandil viven y trabajan, movidos por el noble afán de impulsar el progreso y el bienestar colectivos.
Aspiramos a que nuestra prédica, como una corriente de energía, comunique a todos los espíritus un sano y fecundo optimismo. Y queremos que las columnas de ¡ADELANTE! sean el receptor del sentimiento, y el pensamiento, de todos los amigos y animadores de la Usina Popular. (¡Adelante!, 22 de octubre de 1934, p. 1)
El contenido se componía, en su mayor parte, de notas editoriales y de opinión vinculadas con la UP y con noticias acerca de proyectos similares en otras localidades. Se incluían, además, distintas secciones, entre ellas una denominada “Conexiones” destinada “a establecer un contacto directo con el vecindario, contestando por su intermedio todas las preguntas que se nos hagan relacionadas con nuestra empresa”, para lo cual instaban a dirigir las consultas a la comisión de prensa de la UP, y se comprometían a responderlas “en riguroso orden de turno” (¡Adelante!, 22 de octubre de 1934, p. 3).
Otra de las secciones se titulaba “Alta Tensión”, en la cual, según se anunciaba,
comentaremos las pequeñas cositas, a las que no concedemos importancia como para bordar un suelto o un artículo. Escritas brevemente, y si nos es posible con agilidad, aspiramos a que cada una de las notitas de esta sección, sea un filoso guijarro que vaya a herir en pleno rostro, a los esquilmadores del pueblo y a los enemigos de su progreso. (¡Adelante!, 22 de octubre de 1934, p. 10)
Aparte de los avisos clasificados y las publicidades, en ocasiones se incorporaban breves textos literarios relacionados con las temáticas de interés, como el “Canto a Edison”, del poeta Héctor Pedro Blomberg. Se incluía información sobre el vencimiento de cuotas y todos los meses se publicaba el balance de la UP, por lo general en la contratapa.
En cuanto al trabajo que se está realizando con ese archivo, vale reiterar que la tarea de digitalización sigue los estándares y procedimientos sistematizados por integrantes del equipo de trabajo en experiencias anteriores (Arabito, Boggi & Silva, 2017), utilizando un sistema de soporte con trípode e iluminación para la toma de fotografías digitales en alta definición de cada una de sus páginas. Estas imágenes son catalogadas manteniendo la referencia de la ubicación física del archivo original. Asimismo, se conservan las fotografías en alta calidad con copia de respaldo, para luego componer y maquetar el número completo en formato PDF, lo que permite exportarlo y compartirlo con mayor facilidad.
Un paso posterior será incorporar los objetos digitales a un repositorio de acceso abierto y, de esa manera, posibilitar su consulta y referenciación en otros repositorios similares cuya catalogación se adecue a los estándares internacionales. Uno de los principios de estas iniciativas es la interoperabilidad (Gómez Dueñas, 2009), la cual facilita el proceso denominado “cosecha” que realizan muchos portales de búsqueda (Marmonti, Piñeiro & Gurmendi, 2012).
Recordemos que los mayores desarrollos que se han realizado en Argentina consisten en la incorporación de los resultados de investigación (artículos, ponencias, tesis) en repositorios digitales institucionales de acceso abierto, pero tal como ha sido relevado existen otros tipos de repositorios –entre ellos, los que nos interesan aquí, que son fuentes para la investigación– que resultan de especial interés para las Universidades Nacionales y sus comunidades (Fushimi, 2012). Continuar consolidando equipos de trabajo multidisciplinarios para el abordaje integral de este tipo de repositorios nutre las posibilidades de transferencia hacia el fortalecimiento de capacidades para la gestión de repositorios institucionales de las universidades, en particular de reservorios especializados en archivos de medios de comunicación.
Como fuente de investigación histórica, estos archivos permiten complejizar y poner en relación las referencias disponibles, así como constituirse en objeto de estudio a partir de la problematización de la dimensión política de los discursos que construyen, sus condiciones de producción, circulación, conservación u olvido, y el interés por su recuperación. También pueden nutrir el estudio de problemas como las formas localizadas que asume la articulación entre procesos comunicacionales, digitalización y memoria cultural (Bennett & Rogers, 2016), o las dinámicas de experiencia e historicidad mediática (Thompson, 1998) en contextos no metropolitanos.
5. CONCLUSIONES
El proyecto de digitalización del periódico ¡Adelante! permitió, por un lado, poner en valor la labor que desarrollan instituciones como la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia de la localidad de Tandil en la conservación de sus colecciones. A su vez, el vínculo con la institución posibilitó aunar esfuerzos para la tarea de digitalizar los tomos de ¡Adelante! y de otros medios de prensa locales de la primera mitad del siglo XX, cuyos originales en papel requerían ser resguardados. Convertidos en objetos digitales, quedan ahora a disposición para complejizar las fuentes de información disponibles y nutrir la formulación de nuevos interrogantes de futuras investigaciones. El proceso de digitalización de ¡Adelante! promueve la diversificación de fuentes disponibles para el abordaje de distintos problemas historiográficos y sobre los medios de comunicación surgidos en contextos no metropolitanos como objeto de estudio. Esto permite vislumbrar nuevas líneas de investigación o instancias de revisión y/o profundización de temas ya explorados. Por ejemplo, cómo el medio abonó el proyecto de la UP y reforzó la circulación de imaginarios y representaciones sociales, o de temas relacionados con el período, la actividad local del Partido Socialista, el “movimiento usinístico”, entre otros.
Asimismo, la preservación de los originales, su digitalización, brinda las bases para generar los objetos digitales que luego podrán integrarse en repositorios de acceso abierto, potenciando las posibilidades de consulta y socialización de su contenido. Tal como referimos, las iniciativas de acceso abierto impulsadas por las políticas públicas de ciencia y tecnología en Argentina, e implementadas por las instituciones del sistema científico y por las universidades nacionales, se han centrado en la puesta a disposición de las publicaciones científicas que contienen los resultados de las investigaciones financiadas con fondos públicos. Sin embargo, el desarrollo de repositorios digitales con acceso abierto de fuentes de investigación es aún incipiente, aunque reviste especial interés, sobre todo, en el ámbito de las Ciencias Sociales y Humanas. La conformación y gestión de estos repositorios involucra distintas cuestiones operativas, legales y técnicas que requieren necesariamente de la conformación de equipos especializados.
Los archivos de la prensa de ciudades medias y pequeñas –particularmente en el caso de Argentina, que como mencionamos se ha caracterizado por una fuerte centralización del sistema de medios en la CABA–, contienen información sobre distintos aspectos de la historia local y regional difícil de encontrar en otras fuentes. Razones como la dispersión de las colecciones, la arbitrariedad en el permiso de consulta por parte de las empresas propietarias y el deterioro de los ejemplares físicos más antiguos, entre otras, suelen obstaculizar el acceso a estas valiosas fuentes de consultas. Afortunadamente, desde hace algunos años se observan distintas iniciativas institucionales como las impulsadas desde la UNCPBA en la región centro-sudeste de la provincia de Buenos Aires que buscan dar respuesta a esta problemática. Producto de ese trabajo, en la actualidad es posible acceder a colecciones de medios de comunicación en soporte digital producidas en sucesivos proyectos de extensión e investigación en los que participaron profesionales de las Facultades de Ciencias Sociales, Arte y Ciencias Exactas de dicha casa de estudios superiores.
Iniciativas como estas apuntan a contrarrestar el centralismo de los medios en Argentina –centralismo que también se encuentra presente en la disponibilidad de los acervos de esos medios–. Se busca de ese modo generar un aporte a la federalización y diversificación de las fuentes disponibles, tanto para la investigación científica como para la construcción de la historicidad mediática (Thompson, 1998) de localidades no metropolitanas.
La conformación multidisciplinaria del equipo de trabajo nutrió las instancias de reflexión e intercambio sobre la integralidad de los procesos involucrados en la producción, circulación, resguardo y digitalización de las colecciones de medios de prensa, y en particular en el caso abordado, el periódico ¡Adelante! De este modo, se espera contribuir a la puesta en discusión de abordajes complejos que atiendan a las múltiples interrelaciones entre las condiciones materiales y simbólicas en las que se inscriben tanto la existencia como la extinción de los medios de comunicación de ciudades medias en nuestro país, la construcción de memoria sobre los mismos y la posibilidad de consulta a sus archivos, en tanto bienes culturales de interés público.
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* Contribución: Luciano Barandiarán, 40%; María Eugenia Iturralde, 40%; Fernando Funaro (10%); Ana Silva, 10%.
* Nota: el Comité Académico de la revista aprobó la publicación del artículo.
* El conjunto de datos que apoya los resultados de este estudio se encuentran disponibles en el Centro de Documentación Audiovisual y Biblioteca de la Facultad de Arte, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y en la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia de Tandil (Argentina).
Artículo publicado en acceso abierto bajo la Licencia Creative Commons - Attribution 4.0 International (CC BY 4.0).
IDENTIFICACIÓN DE LOS AUTORES
Luciano Barandiarán. Doctor y Licenciado en Historia, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Investigador Adjunto, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina). Investigador Responsable, Proyecto “Neo-extractivismo y prácticas de re(s/x)istencia. Registro documental y mapa colaborativo sobre experiencias socio-estéticas en el centro de la provincia de Buenos Aires (Azul, Tandil, Olavarría)” (03-PIO-87D), Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Ha publicado artículos en revistas especializadas en el campo de la historia. Actualmente, trabaja en el área de la historia social y estudia los vínculos entre los trabajadores, los empresarios y el Estado en la provincia de Buenos Aires antes del surgimiento del peronismo.
María E. Iturralde. Doctora en Comunicación, Universidad Nacional de La Plata (Argentina). Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Directora, Proyecto Jóvenes Investigadores “Archivos digitales de acceso abierto. Preservación de fuentes documentales en investigaciones sociales y artísticas y con fines de divulgación científica en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires” (03-JOVIN-82G). Integrante, Centro de Estudios de Teatro, Educación y Consumos Culturales y Núcleo de Producciones e Investigaciones en Comunicación Social de la Ciudad Intermedia, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Docente, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Ha publicado artículos en revistas especializadas en comunicación. Sus temas de investigación cruzan la democratización de la comunicación, las políticas de la comunicación en ciudades medias y el análisis sobre ciencia abierta y políticas institucionales.
Fernando Funaro. Diplomado en Arte y Tecnología, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Doctorando, Beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina). Integrante, Centro de Estudios de Teatro, Educación y Consumos Culturales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Es realizador audiovisual y el eje de sus investigaciones aborda, principalmente, a los estudios de/en las memorias sociales, el patrimonio histórico-cultural y las prácticas con archivos.
Ana Silva. Doctora en Antropología Social, Universidad de Buenos Aires (Argentina). Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Investigadora Adjunta, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina). Docente, Facultad de Arte, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Co-directora, Centro de Estudios de Teatro, Educación y Consumos Culturales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Investigadora responsable, Proyecto “Memorias del trabajo, movilizaciones de la cultura y procesos colectivos. Transformaciones socioproductivas en el pasado reciente de ciudades medias de la provincia de Buenos Aires” (2023-2025), Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Integrante, Núcleo de Producciones e Investigaciones en Comunicación Social de la Ciudad Intermedia, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
i Este artículo se realizó en el marco de dos proyectos del Programa de Fortalecimiento a la Ciencia y la Tecnología de la Secretaría de Políticas Universitarias de Argentina: “Memorias y digitalización de archivos en ciudades medias bonaerenses. Posibilidades de la gestión digital de datos para la investigación social y artística” (código 03 PIO 24G, convocatoria 2019), categoría Proyectos Interdisciplinarios Orientados (PIO) y “Archivos digitales de acceso abierto. Preservación de fuentes documentales en investigaciones sociales y artísticas y con fines de divulgación científica en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires” (código 03 JOVIN 82G, convocatoria 2022), categoría Jóvenes Investigadores (JOVIN).
ii En Argentina se consideran ciudades intermedias a aquellas que cuentan entre 50.000 y 500.000 habitantes. Además de esta clasificación a partir de indicadores cuantitativos, algunos autores complejizan la definición atendiendo a una perspectiva histórico totalista de lo urbano (Silveira, 2004), incluyendo el lugar de intermediación que asume una urbanización dada en un conjunto de flujos de bienes, personas y capital, asociados a la división territorial del trabajo, así como a los aspectos identitarios y simbólicos (Gravano, Silva & Boggi, 2016) vinculados a la producción social de formas espaciales (Castells, 1974; Lefebvre, 2003).
iii En Argentina se consideran ciudades intermedias a aquellas que cuentan entre 50.000 y 500.000 habitantes. Además de esta clasificación a partir de indicadores cuantitativos, algunos autores complejizan la definición atendiendo a una perspectiva histórico totalista de lo urbano (Silveira, 2004), incluyendo el lugar de intermediación que asume una urbanización dada en un conjunto de flujos de bienes, personas y capital, asociados a la división territorial del trabajo, así como a los aspectos identitarios y simbólicos (Gravano et al., 2016), vinculados a la producción social de formas espaciales (Castells, 1974; Lefebvre, 2003).
iv Político socialista que tuvo una destacada participación partidaria en las décadas de 1930 y 1940.
v Al respecto pueden citarse algunos de los trabajos pioneros de Jorge Del Río (1940) y otros más recientes: Marquiegui (2003), Lluch y Sánchez (2002), La Scaleia (2006), Solveira (2006). De Privitellio (2003) se ha referido al tema al analizar las vinculaciones entre los negociados de la década de 1930 y el Concejo Deliberante de Capital Federal.
vi La Ley, sancionada en 2013 y reglamentada en 2016, insta a los organismos e instituciones públicas que integran el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI) a desarrollar repositorios digitales institucionales que contengan la producción científico-tecnológica resultante de los trabajos financiados (total o parcialmente) con fondos públicos. Esa legislación se aplica a documentos que sean resultado de actividades de investigación, a datos primarios a través de repositorios con las características antes mencionadas o portales de sistemas nacionales de grandes instrumentos y bases de datos, y a políticas institucionales para su gestión y preservación a largo plazo.
vii Entendemos como objeto digital a un “objeto documental representado numéricamente por una agregación de valores discretos –diferenciados o discontinuos– de una o más cadenas de bits con datos acerca del objeto documental representado, así como de los metadatos acerca de las propiedades del mismo y, cuando sea necesario, los métodos para realizar operaciones sobre el objeto” (Voutssas y Barnard Amozorrutia, 2014, p.162).
viii Así se conoce a una serie de actos corruptos y fraudulentos sostenidos por políticos y empresarios en las décadas de 1920 y 1930 vinculados al proceso de concesión del servicio eléctrico de la Ciudad de Buenos Aires a la Compañía Hispano Americana de Electricidad (CHADE).
ix La Compañía Anglo Argentina de Electricidad se constituyó, a principios del siglo XX, con aportes de capital mayoritariamente británicos y una participación menor de capital argentino. En la década de 1930, se transformó en una filial del grupo ANSEC, que a su vez dependía de la empresa norteamericana Electric Bond and Share Company (EBASCO), y pasó a llamarse Compañía de Electricidad del Sud Argentino (CESA).
x Los elementos de la sociedad anónima presentes en los estatutos de la UP eran: el derecho a intervenir de los accionistas en la administración y el gobierno de la sociedad participando en las asambleas y en los dividendos; la administraría un directorio que elegirían los accionistas en asamblea, cuyos miembros debían ser accionistas; sus accionistas debían elegir a un síndico, cuya función era fiscalizar la evolución de la sociedad y de las irregularidades. Aunque el directorio administra la sociedad, la asamblea de accionistas es quién la gobierna. El tener que ser accionista, y por ende socio para ingresar a la UP, y su intervención en el gobierno de la sociedad a través de la asamblea en la que cada socio tiene sólo un voto, cualquiera sea el número acciones que se posea, eran elementos tomados de la sociedad cooperativa. En ambos tipos de sociedades, su gobierno lo ejercen las asambleas de accionistas y están fiscalizadas por un síndico.
xi Germinal, el periódico socialista de Tandil -aunque oficialmente no era orgánico al partido-, fue el instrumento de prensa con esa filiación que más tiempo duró en la ciudad. Además de consignar información partidaria, sus páginas daban cuenta de las noticias del barrio de la Estación -núcleo de residencia de los socialistas locales.
xii El mismo fenómeno se observa en la ciudad de Mar del Plata, donde dos intendentes socialistas, Teodoro Bronzini y Rufino Inda, fueron propietarios de una imprenta (Da Orden, 1991).
xiii Acuerdo internacional de comercio celebrado en mayo de 1933 entre la República Argentina y el Imperio Británico. Dicho pacto significó que Inglaterra se comprometiera a continuar comprando carnes argentinas en tanto su precio fuera menor al de los demás proveedores. A cambio, la Argentina aceptó concesiones muy desfavorables: entre otras, liberó los impuestos que pesaban sobre los productos ingleses y se comprometió a no autorizar la instalación de frigoríficos argentinos.
xiv El primer tomo contiene los números editados entre el 22 de octubre de 1934 y el 19 de octubre de 1935. El segundo tomo abarca desde el 26 de noviembre de 1935 al 22 de diciembre de 1936. El tercero va del 22 de febrero de 1937 a diciembre de 1939 (se deja de indicar la fecha precisa de publicación). El cuarto y último contiene los números publicados entre enero de 1940 y diciembre de 1942.