La
gestualidad del presidente Volodímir Zelenski
Una
aproximación analítica
President
Volodymir Zelensky's gestures
An analytical approach
A
Gestualidade do presidente Volodymyr Zelensky
Uma abordagem
analítica
DOI:
https://doi.org/10.18861/ic.2025.20.2.4106
palma.pena@urjc.es – Madrid – Universidad Rey Juan Carlos, España.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3732-7483
CÓMO
CITAR: Peña-Jiménez,
P. (2025).
La gestualidad del presidente Volodímir Zelenski. Una aproximación
analítica.
InMediaciones
de la Comunicación, 20(2).
https://doi.org/10.18861/ic.2025.20.2.4106
Fecha
de recepción: 29 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 28 de octubre de 2025
RESUMEN
El artículo presenta un estudio de caso sobre los aspectos no verbales del discurso, centrado en los elementos quinésicos y proxémicos de las intervenciones del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Se parte de la comprensión de que los actos de comunicación —en este caso, de carácter político— son procesos complejos donde intervienen elementos lingüísticos, paralingüísticos y no verbales que informan y comunican, regulando el discurso dentro de una situación y contexto determinados. En una sociedad centrada en la imagen, la gestualidad, la postura, el escenario, la indumentaria y el entorno resultan factores decisivos para alcanzar los objetivos y generar adhesión a una causa. En este sentido, se analizan las siguientes categorías: proxemia, lenguaje corporal, contacto visual y expresión facial-gestual, siguiendo la categorización básica de Ussa (2013), la clasificación de gestos propuesta por Calvo, García y Pérez (2013) y el estudio sobre la rostrosfera planteado por Finol y Finol (2021). Los resultados evidencian que la expresión gestual del presidente de Ucrania varía dependiendo del contexto y de sus interlocutores. Como muestra contrastante, las intervenciones remotas con parlamentarios europeos al inicio del conflicto entre su país y Rusia se caracterizan por una gestualidad más contenida, mientras que las manifestadas en la Casa Blanca junto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revelan una mayor expresividad, lo cual ilustra el modo en que los contextos, los destinatarios y los interlocutores inciden en la comunicación gestual.
PALABRAS CLAVE: comunicación, discurso, gestualidad, kinesia, Zelenski.
ABSTRACT
The article presents a case study on the non-verbal aspects of discourse, focusing on the kinesic and proxemic elements of Ukrainian President Volodymyr Zelensky´s speeches. It is based on the understanding that acts of communication —in this case, of a political nature— are complex processes involving linguistic, paralinguistic and nonverbal elements that inform and communicate, regulating discourse within a given situation and context. In an image centred society, gestures, posture, setting, clothing and environment are decisive factors in achieving objetives and generating support for a cause. In this regard, the following categories are analysed: proxemic, body language, eye contac and facial-gestuarl expression, following the basic categorization of Ussa (2013), the classification of gestures proposed by Calvo, García and Pérez (2013) and the satudy on the rostrosfera (face sphere) proposed by Finol and Finol (2021). The results show that the Ukrainian president´s gestural expression varies depending on the context and his interlocutors. As a contrasting example, his remote interventions with European parliamentarians at the beginning of the conflict between his country and Russia are characterized by more restrained gestures, while those made at the White House alongside US President Donald Trump reveal greater expressiveness, illustrating how contexts, audiences and interlocutors influence gestural communication.
KEYWORDS: communication, discourse, gestures, kinesics, Zelenski.
RESUMO
O artigo apresenta um estudo de caso sobre os aspetos não verbais do discurso, centrado nos elementos cinésicos e proxémicos das intervenções do presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Partese do entendimento de que os atos de comunicação —neste caso de natureza política— são processos complexos nos quais intervêm elementos lingüísticos, paralingüísticos e não verbais que informan e comunican, regulando o discurso dentro de uma situação e contexto determinados. Numa sociedade centrada na imagen, a gestualidade, a postura, o cenário, o vestuario e o ambiente são fatores decisivos para alcançar os objetivos e gerar adesão a uma causa. Nesse sentido, são analisadas as seguintes categorías: proxemia, linguagem corporal, contacto visual e expressão facial-gestual, seguindo a categorizaçao básica de Ussa (2013), a classificação de gestos proposta por Calvo, García e Pérez (2013) e o estudo sobre a rostrosfera apresentado por Finol e Finol (2021). Os resultados evidenciam que a expressão gestual do presidente da Ucrânia varia dependiendo do contexto e dos seus interlocutores. Como exemplo contrastante, as intervenções remotas com parlamentares europeus no inicio do conflicto entre o seu país e a Rússia são caracterizadas por uma gestualidade mais contida, enquanto as manifestadas na Casa Blanca ao lado do presidente dos Estados Unidos, Donald Trump, mostram uma maior expressividade, o que ilustra a forma como os contextos, os destinatarios e os interlocutores marcam a comunicaçao gestual.
PALAVRAS CHAVE: comunicação, discurso, gestos, cinesia, Zelenski
1.
INTRODUCCIÓN
La comunicación política es siempre un acto de comunicación intencional que persigue unos objetivos, ya sea mantener un nivel de popularidad, conseguir visibilidad, captar apoyos políticos, logísticos o económicos por parte de otras instituciones o incluso de otros países. En los discursos de carácter político no solo influyen y significan las palabras pronunciadas oralmente, sino también los elementos paralingüísticos —entonación, tono, volumen, etc.— que deben adecuarse al estilo y a la situación comunicativa. Además, adquieren un papel preponderante la expresión gestual y corporal, en una sociedad fuertemente atravesada por la imagen, la visualidad, la escenificación y la telegenia.
También resultan factores determinantes quién habla y qué rol ocupa, ya que la importancia del emisor y su posición son decisivas para alcanzar la visibilidad mediática buscada y, por ende, ganar influencia. A ello se suma qué dice y cómo lo expresa —postura, gestualidad, indumentaria, etc.—. En definitiva, la puesta en escena —el escenario, la indumentaria, la postura, la mirada y los gestos— resulta decisiva para alcanzar los objetivos perseguidos, para persuadir y obtener apoyos o, por el contrario, que falle por falta de adecuación al contexto comunicativo.
Parece claro que las audiencias, destinatarios o telespectadores perciben el discurso de manera integral, pero los elementos no verbales se procesan más rápidamente, refuerzan el recuerdo y afectan la percepción (Gong & Bucy, 2016; Bauer & Carpinella, 2017). En la expresión no verbal prevalece la dimensión emotiva y emocional, recurso constantemente empleado en el discurso político. Tal como afirma De Santiago (2005), la comunicación persuasiva, y el discurso político lo es, “pretende inducir al interlocutor a adherirse a las propuestas del emisor” (p. 61) con el fin de obtener su apoyo. Se trata, por tanto, de actos comunicativos intencionales orientados a la consecución de objetivos específicos, donde puede observarse cómo
os processos semióticos mesclam, sem soluçao de continuidade, linguagens, conceitos, práxis, corpos, coisas, espaços e tecnologías dentro de dispositivos textuais que, uma vez constituídos e em funcionamento, tendem a esconder o processo que os constituiu, (…). As formas articulam substâncias, e estas, quando tudo está resolvido, caçoam daquelas. Ato político ao qual se deve responder com um ulterior ato –político e metapolítico ao mesmo tempo. (Marrone, 2019, p. 2)
El sentido final del mensaje resulta de la integración de todos sus elementos, y “la sincronía de los tres sistemas interdependientes (verbal, paralingüístico y kinésico) es la clave de la elocuencia, pues su congruencia proporciona credibilidad al discurso” (Fernández-Hoya & Cáceres Zapatero, 2022, p. 54). En las intervenciones políticas, como en casi todo acto de comunicación, obtienen un significado y una relevancia especiales los aspectos posturales y gestuales, pues “desde las antiguas representaciones míticas, ya sean verbales, visuales o ambas, hasta las representaciones mediáticas, el rostro y el cuerpo han sido examinados en sus muchas formas de presentación, representación y transformación” (Finol & Finol, 2021, p. 12).
En la primera parte del artículo, se presentan las categorías básicas que ordenan la comunicación no verbal: proxemia, lenguaje corporal, contacto visual y expresión facial-gestual, siguiendo la categorización de Ussa (2013), la clasificación sobre gestos apuntada por Calvo, García y Pérez (2013) y el estudio sobre la rostrosfera planteado por Finol y Finol (2021). Luego, a partir del ordenamiento analítico planteado, se hace referencia a la gestualidad política del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, cuyas intervenciones sirven para ilustrar los aspectos no verbales de su discurso y para esbozar el contraste entre sus participaciones remotas en los parlamentos de distintos países (Alemania, España, Francia, Reino Unido, Israel, USA, entre otros)—al inicio del conflicto entre su país y Rusia— y la mayor expresividad mostradas durante su visita a la Casa Blanca.
2.
COMUNICACIÓN NO VERBAL
Nadie pone en duda que nuestro/s interlocutor/es procesan simultáneamente los elementos —verbales y no verbales— y son las circunstancias, es decir, el conjunto de factores que configuran el contexto y la situación comunicativa. Sobre el contexto, retomaremos más adelante (en el punto 2.1.) algunos datos adicionales.
El conjunto de elementos verbales, paralingüísticos, y no verbales contribuye a generar el sentido íntegro de nuestra comunicación. Nuestros actos comunicativos son intencionales y persiguen un objetivo, pero “es imposible comunicar únicamente verbalmente sin producir signos no verbales que se coestructuran o combinan con los verbales para transmitir información de distinto tipo (referencial o no referencial) o para regular el discurso y la interacción” (Cestero Mancera, 2018, p. 72). Siempre se ha considerado importante la postura y el gesto, pero su relevancia se ha incrementado “con la política moderna cuando las expresiones faciales fueron habitualmente entrelazadas con valores morales, cualidades emocionales y con el carisma necesarios para la construcción del liderazgo y legitimidad política” (Gayol, 2024, p. 351).
Lo necesariamente determinante es la coherencia y cohesión en el discurso entre los elementos verbales, paralingüísticos y no verbales, sin olvidar que nuestro rostro transmite dibujos faciales que se encargan de reforzar nuestras palabras o contradecirlas, en cuyo caso, según afirman Mehrabian (1972) o Pease (1987, 2010), predomina más la información gestual sobre la verbal. Si nuestros gestos transmiten lo contrario de lo que decimos, el objetivo de nuestra comunicación no solo puede debilitares o entorpecerse, sino incluso anularse. Resulta determinante la emisión consciente del lenguaje gestual, ya que los gestos son “indicadores del estado de ánimo, convierte los mensajes gestuales en un lenguaje efectivo, que tiene gran influencia en la percepción de la coherencia del discurso” (Ussa, 2013, p. 90). Son varios los autores que han señalado que el lenguaje corporal y gestual prevalecen sobre las palabras mismas (Pease, 1987; Mehrabian, 1972). Mehrabian cuantifica en un 35% el componente verbal; un 65% que adjudica a la parte corporal y gestual; un 38% a la voz (entonación, ritmo, etc.), concediendo siempre mayor peso a la dimensión no verbal y paralingüística que a la verbal.
Lejos de aventurarnos a cuantificar este tipo de porcentajes, que en el caso del estudio de Mehrabian (1972) corresponden a un grupo limitado y concreto de individuos, sí creemos firmemente que la parte no verbal del lenguaje es un elemento esencial y que nuestras intervenciones serán efectivas si todos los componentes —lingüísticos, paralingüísticos, kinésicos, proxémicos, etc.— están coherentemente articulados. Recordemos que, en una determinada situación, entendemos los mensajes que nos envían personas cercanas, conocidas, sin necesidad de intercambiar ni una sola palabra y esto es debido, especialmente, a que nuestra gestualidad emite signos con valor comunicativo.
El gesto no es algo decorativo en la comunicación (Guaïtella & Santi, 1998), sino una parte esencial. Tal como indica Goleman (1995) “enviamos señales emocionales en cada encuentro, y esas señales afectan a aquellas personas con las que (nos relacionamos) estamos. Cuanto más hábiles somos socialmente, mejor controlamos las señales que emitimos” (p. 143). Lo determinante para una comunicación integral es que no exista contradicción entre lo dicho —las palabras, la parte verbal del discurso— y lo expresado en el discurso gestual y postural, pues deben combinarse “signos de tres sistemas: lingüísticos, paralingüísticos y quinésicos, en cuyo sentido inciden, a su vez, aspectos básicos culturales, proxémicos y cronémicos.” (Cestero Mancera, 2018, p. 71).
Lo anterior, conocido como la triple estructura básica de la comunicación (Poyatos 1994), invita a pensar que un gesto aislado no tiene una significación relevante, lo mismo que una palabra o un sintagma sin contexto no adquieren sentido, pero es evidente que los rostros comunican, tal y como apunta Cestero Mancera (2018) y la parte no verbal de nuestra comunicación “cumple diversas funciones, en concreto, facilitar el entendimiento del mensaje, captar la atención, estructurar el discurso o la interacción y, especialmente, expresar emociones, actitudes y estados psicológicos” (p. 71). Por su parte, Pease (2010) añade que la comunicación es un proceso que atribuye significado a las señales que trasmite una persona, entendiendo por señales el conjunto de elementos que aparecen en esa relación comunicativa, tanto los lingüísticos como los no lingüísticos. Fornés y Rodríguez-Escalona (2008) señalan una estructura triple: lenguaje-paralenguaje-kinésica. Es decir, lo que decimos —la parte verbal del discurso—; cómo lo decimos —paralenguaje: tono, ritmo, entonación, etc.— y cómo nos expresamos o comunicamos mediante el cuerpo y el gesto. Nuestra comunicación integra todos estos elementos, y los interlocutores-receptores los procesan simultáneamente, interpretando al mismo tiempo el tono, el timbre y el volumen de la voz hasta la actitud corporal como la postura, la orientación visual y los gestos.
En este sentido, Ussa (2013) establece las categorías básicas que exponemos en la Tabla 1:
Tabla
1.
Categorías y subcategorías
Fuente:
Categorización basada en Ussa (2013).
Aunque se trata de categorías y subcategorías básicas, estas nos permiten organizar el análisis. Evidentemente, la expresión facial constituye la más compleja porque fisiológicamente somos capaces de articular múltiples gestos que trasladan la parte más emocional de los mensajes: sorpresa, miedo, indiferencia, desprecio, ira, alegría, tristeza, etc. Por eso “la semiótica se interesa por el rostro en sus procesos de significación y comunicación, en sus signos y sus extensas capacidades articulatorias, en sus textos y contextos” (Finol & Finol, 2021, p.13). Estos autores hablan de la rostrosfera, refiriéndose al estudio de las expresiones faciales, ya que el rostro puede manifestar una amplia gama de variaciones pues concentra un número considerable de músculos que lo convierten en la parte más interesante por su capacidad de modulación. Finol y Finol (2021) establecen el inventario morfosígnico de la rostrosfera tal y como sigue: ojos (pestañas, cejas); boca (labios, dientes); nariz (huso nasal, narinas); mejillas y pómulos; frente; mentón (reducido, cuadrado, bajo, proyectado, etc.); orejas; piel (arrugas, color, marcas de expresión, etc.); pelos (cabello, cejas, pestañas, bigote, etc.). Conscientes de que cada rostro es único, representa nuestra identidad y es la “manifestación ontológica de lo que somos” (Finol & Finol, 2021, p. 18). Añaden a lo anterior cuatro dispositivos semióticos que los modulan:
Movimiento facial:
Velocidad: lenta, rápida, pausada, etc.
Tiempo: repetitivo, alternativo, etc.
Dirección: arriba, abajo, lateral, circular.
Durabilidad: corta, larga, continua, discontinua.
Decoración: aretes, labios pintados, perfumes, etc.
Combinación: construcción de una sintaxis facial que combina elementos: ojos+boca, ojos+nariz, mejillas+boca, etc.
Presencia/Ausencia
De ese modo señalan el poder semiótico del rostro, capaz de comunicar intensamente, sin necesidad de combinarlo con los signos lingüísticos, aunque generalmente trabajen de manera simultánea. A lo anterior añadimos la clasificación de los gestos apuntada por Calvo, García y Pérez (2013):
Emblemáticos: con un significado claro en una comunidad cultural. El dedo hacia arriba o hacia abajo es un gesto inequívoco de que el asunto va bien o mal.
Ilustrativos: son gestos que como su nombre indica ilustran, aclaran, fijan una idea.
Emotivos: revelan el estado de ánimo de quien los usa. Tristeza o alegría, ira, etc. En la interacción a través de WhatsApp por ejemplo, serían los emoticones de caritas que añadimos a un mensaje.
Reguladores: fundamentalmente centrados en regular las intervenciones, levantar la mano para manifestar que quiero intervenir en clase o en un coloquio, por ejemplo.
Adaptativos: suelen ser gestos que pretenden disimular en la mayoría de los casos. Por ejemplo, ponemos una media sonrisa para rebajar la tensión en una reunión.
En esta línea, Cestero Mancera (2018) propone las variantes que exponemos más abajo, si bien no específica cada uno de ellas y no quedan claras la diferencias entre las subcategorías de los indicadores faciales:
Sonrisa
Mirada
Marcadores e indicadores faciales:
Asemánticos: elevar la ceja, parpadeo, elevación de la comisura de la boca.
Semánticos: parpadeo, arrugamiento de nariz, lengua.
Gestos faciales independientes: parpadeo, estiramiento horizontal de comisuras de boca, lengua por los labios.
Además de las clasificaciones que podemos establecer sobre los gestos, debemos destacar que cumplen funciones, como puede ser anticipar, enfatizar, ampliar o reforzar la información, ser redundante y también confundir, contradecir, refutar, negar, etc. En definitiva, la comunicación gestual es central, sin olvidar como factor determinante el contexto donde se ubican dichos actos comunicativos.
2.1.
El contexto
El contexto es un factor determinante para dotar de sentido a un discurso. El sentido trasciende el significado o la suma de significados, ya que es la suma de la significación con sus diferentes acepciones, nociones, percepciones, actualizaciones, alcances y tendencias y un largo etcétera. Son muchos los autores que han abordado el tema del contexto (Coseriu 1990; Halliday 1978; Hymes 1971; Lyons 1981), considerándolo fundamental para la producción de sentido en un acto de comunicación. Así lo consideran, por ejemplo, la línea del análisis crítico del discurso (ACD) abordada por Wodak y Meyer (2003), Wodak (2015) y van Dijk (2008, 2016).
El discurso —considerando discurso el conjunto de elementos totales que intervienen en un acto de comunicación— tan solo se puede entender e interpretar dentro de su contexto. Son las condiciones —y dentro de condiciones estamos considerando los elementos que influyen en la comunicación tanto naturales como sociales, culturales, geográficos o espaciales, políticos, representativos— que rodean ese acto de comunicación, junto con los roles de los participantes, lo que determina finalmente lo que se transmite y comunica. También las representaciones faciales adquieren su sentido en un contexto: contexto situacional (lugar, tiempo y circunstancias de la comunicación); contexto sociohistórico; contexto interno, en la relación de la gestualidad con todo el cuerpo y la persona y, finalmente el co-texto o relación de cada gesto con el rostro, donde los movimientos faciales establecen relación unos con otros. Las palabras y los gestos, emitidos por diferentes personas y en contextos distintos, adquieren sentidos diversos. El quién, con qué intención, dónde lo hace, en qué circunstancias y situación sociocultural, histórica, política resultará definitivo, junto a la relación entre los interlocutores —como veremos más adelante en el caso de la rueda de prensa del presidente Donald Trump y del presidente Volodímir Zelenski en el despacho oval de la Casa Blanca el 28 de febrero de 2025— donde todo esto quedará de manifiesto.
El contexto y las circunstancias determinan la adecuación comunicativa, considerando adecuado lo que corresponde a la situación, es decir, aquello que se considera conveniente y ajustado —qué gestos, qué postura, qué tono o qué palabras son apropiadas para esa situación comunicativa, ese contexto social, cultural o político— en dicho intercambio comunicativo, qué tratamientos, cual es el grado de formalidad, en definitiva, adecuación textual, social y cultural. Señala van Dijk que la adecuación se corresponde con que se cumpla en cada situación comunicativa con las propiedades necesarias para conseguir la satisfacción comunicativa, considerando que “la satisfacción es que una persona haga algo y que el resultado y/o las consecuencias de ese resultado sean idénticas a las que el agente quería causar con su hacer” (2005, p. 60).
2.2.
Proxemia
A cada contexto, situación o circunstancias del intercambio comunicativo, corresponde una distancia específica. En la proxemia o estudio de la distancia debemos tener presente nuevamente los elementos culturales, ya que existen culturas de proximidad y culturas de distancia, donde si el interlocutor se acerca en exceso o incluso llega a tocarnos se considera una invasión del espacio personal. En situaciones protocolarias o contextos políticos debemos considerar especialmente esta cuestión —los mediterráneos o los latinos en general pertenecen a las culturas de proximidad, mientras los orientales, asiáticos o norteamericanos suelen ser más distantes—, y tener muy presente la cultura de nuestro/s interlocutor/es para no invadir su espacio, para respetar sus normas y ser adecuados para conseguir la satisfacción comunicativa perseguida.
La cercanía puede ser positiva cuando los interlocutores pertenecen a culturas similares donde las distancias se consideran del mismo modo; mientras que la cercanía proxémica puede ser negativa si la situación de comunicación requiere más distancia y/o si los interlocutores pertenecen a culturas de lejanía y distancia (Ussa, 2013). No podemos saludar con exceso de cercanía e incluso contacto personal (beso, abrazo, etc.) a personas de culturas donde se evita el contacto físico, por ejemplo. Hay distancias aconsejables para las diferentes situaciones de comunicación —íntima, personal, interpersonal, social o pública— que deben considerarse teniendo presente las distancias culturales de los participantes en dicha comunicación.
En nuestra cultura occidental, el contacto visual con el interlocutor parece necesario, ya que indica atención y escucha activa, y la ausencia de este contacto puede interpretarse negativamente, connotando indiferencia, desatención o desprecio. En otras culturas como “la cultura “U´wa” no se mira al interlocutor; la mirada se muestra lejana, distante, ya que el hablante se dirige a un ser superior” (Ussa, 2013, p. 100) que no está presente y podemos malinterpretar los gestos o posturas del otro por desconocimiento. El desconocimiento de estas normas culturales puede llevar a malinterpretar gestos y posturas, conllevando malentendidos y reduciendo las posibilidades de éxito comunicativo.
Diversos autores han tratado sobre las distancias, pero consideramos suficiente señalar la que propone López Viera (2015) que nos ayuda a establecer las siguientes categorías: distancia mínima-íntima: 20-60 cm.; personal: 60-90 cm.; social: 150-200 cm. y pública: 400-800 cm.
En definitiva, el análisis de un intercambio comunicativo es un proceso complejo en el que intervienen múltiples factores. No solo el lenguaje verbal y no verbal, la distancia y roles de quienes intervienen, sino también el contexto y circunstancias —políticas, espaciotemporales, situacionales, históricas, culturales, socioculturales, etc.—que resultan determinantes. La puesta en escena entre los interlocutores debe trabajarse de manera integral para que nuestro acto de comunicación sea adecuado y consiga sus objetivos.
Nos proponemos a continuación, teniendo presente la dificultad de abordar un análisis tan complejo, aproximarnos al estudio de los elementos no verbales en el corpus analizado.
3.
EL LENGUAJE GESTUAL DEL PRESIDENTE ZELENSKI
Aunque las publicaciones sobre la comunicación no verbal no son muchos o, como afirma Cestero Mancera (2018), se encuentran aún en una fase intermedia de desarrollo, nos aproximamos en este artículo al análisis de las manifestaciones no verbales en las intervenciones del presidente Zelenski. Consideramos que el presente trabajo es tan solo una aproximación inicial a la investigación sobre los elementos kinésicos. Seguimos la clasificación básica propuesta por Ussa (2013), a la que hemos añadido la propuesta sobre la rostrosfera de Finol y Finol (2021).
Nos planteamos un estudio de caso (case study) que analizaremos mediante la observación y siguiendo los pasos clásicos: selección del objeto de estudio y corpus; recogida del material; análisis del corpus y presentación de resultados.
El actual presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, antes de dedicarse a la política era actor y ya era muy conocido en su país por ser el protagonista de la serie de televisión Servidor del pueblo, en la que interpretaba el papel de presidente. La serie contó con tres temporadas y cincuenta y un capítulos, y más tarde contribuyó a impulsar su candidatura política. En 2019, Zelenski derrotó a Petro Poroshenko, entonces presidente de Ucrania y candidato a la reelección, con un partido que tomó el nombre de la serie.
Su preparación como actor ha facilitado sus intervenciones en los medios, al estar acostumbrado a la exposición mediática, a los focos y a la cámara. No es el primer caso. Recordemos al 40º presidente de los EE.UU., Ronald Reagan, quien trabajó como comentarista de radio, y después en televisión y en el cine. Son muchos los comentarios que se han escrito sobre el dominio del lenguaje no verbal del presidente Reagan, así como de su gestión sobre la escena y ante la cámara, precisamente por sus dotes como actor, que le facilitaron sus intervenciones públicas. En este sentido, González (2022) señala que
un actor y guionista con experiencia sabe que donde hay dolor algo importante está en juego. En las difíciles tribulaciones el héroe de la película es capaz de demostrar que el auténtico mal no es el dolor, sino el miedo a padecerlo. El gran reto era movilizar y sostener la voluntad de combatir de los ucranianos frente a una fuerza militar muy superior: sostener la esperanza imponía una función en la escena internacional, donde cierto público estaba predispuesto al aplauso fácil. No se puede desear nada de forma eficaz si psicológicamente tenemos la sensación de ser incapaces de alcanzar lo que deseamos. Por ello, tan importante como la interpretación del papel en casa era la interpretación del papel fuera de casa. (s/p)i
3.1.
Corpus, objetivos y metodología
Desde el inicio de la invasión de Ucrania (24/02/2022), el presidente Volodímir Zelenski ha tenido una intensa actividad, lo que le ha permitido conseguir apoyos políticos, económicos y logísticos de otros países. En un trabajo anterior (Peña-Jiménez, 2025) sobre los discursos en los parlamentos extranjeros, hemos abordado el análisis de la dimensión discursiva de Zelenski en los diferentes parlamentos, en el que señalamos cómo la apelación emotiva constituía un modus operandi permanente en sus alocuciones. Utiliza citas históricamente conocidas para ganar la adhesión del auditorio. Cita a Shakespeare en su videoconferencia de intervención en el Parlamento británico “Ser o no ser, ese es el dilema” (8/03/2022) a lo que él mismo se responde con un rotundo “ser”, recurso que repite en sus participaciones sucesivas.
Nos aproximamos ahora, en este estudio, al análisis del lenguaje no verbal y de la puesta en escena de sus intervenciones. El corpus revisado y visionado de sus intervenciones contempla dos partes: 1) las intervenciones en los distintos parlamentos, como el Parlamento europeo, Reino Unido, Canadá, Cámara de EE.UU., Alemania, Israel, Italia, España, etc. y que tuvieron lugar durante los primeros meses tras la invasión, y 2) para completar el estudio y actualizarlo, hemos añadido la observación de intervenciones más recientes (febrero de 2025), a raíz de la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos. Completamos así el análisis con la intervención en la rueda de prensa conjunta entre el presidente Trump y Zelenski en el despacho oval de la Casa Blanca el 28 de febrero de 2025 y que tuvo gran repercusión mediática.
Objetivo:
Analizar el estilo de comunicación no verbal de Zelenski en sus intervenciones, comparando las primeras intervenciones en los parlamentos extranjeros con la comparecencia en el despacho oval de la Casa Blanca el 28 de febrero de 2025, pues partimos de la idea de que un contexto diferente conlleva diferencias en la gestualidad. Y nos preguntamos, ¿en qué medida el contexto, la situación comunicativa y el interlocutor/es determinan no solo las palabras, sino también el lenguaje gestual y corporal?
Metodología:
La metodología empleada será cualitativa y seguiremos las clasificaciones propuestas por Ussa (2013) y por Finol y Finol (2021). Hemos llevado a cabo la revisión y visionado del corpus de análisis correspondiente a las intervenciones señaladas más arriba, teniendo en cuenta los elementos que contribuyen a la puesta en escena integral. Para las intervenciones en los parlamentos realizamos una búsqueda en el sitio web oficial de la Presidencia de la República de Ucrania (Official web site of the President of Ucrania)ii. Para el visionado de la rueda de prensa en la Casa Blanca hemos seguido la retrasmisión en directo del periódico español ABC y después, para una revisión exhaustiva, la conversación completa en YouTubeiii.
Siguiendo la categorización de Ussa (2013) expuesta en la Tabla 1, centramos nuestro análisis en las siguientes categorías:
Proxemia
Lenguaje corporal: movimiento corporal y postura, incluidas las manos
Contacto visual o conducta visual.
Expresión facial y gestual. En este punto añadimos la clasificación de Finol y Finol (2021) sobre rostrosfera.
Contexto (no está en estas clasificaciones, pero lo consideramos determinante, de ahí que se añada).
4.
ANÁLISIS Y RESULTADO
Todo acto de comunicación oral conlleva elementos lingüísticos, paralingüísticos y “no verbales que se coestructuran y combinan con los verbales para trasmitir información de distinto tipo (referencial y no referencial) o para regular el discurso y la interacción” (Cestero Mancera, 2018, p. 72).
El tener que posicionar el mensaje de manera efectiva en un tiempo limitado durante sus intervenciones remotas ante los distintos parlamentos, dificulta la relajación del presidente de Ucrania, sometido a una situación de estrés por la guerra, pero donde no debe manifestar en ningún momento ira alguna.
Siguiendo la categorización de Ussa expuesta en la Tabla 1, ordenamos nuestro análisis en las categorías señaladas y así presentamos 4.1. Proxemia; 4.2. Lenguaje corporal y postura; 4.3. Conducta visual y 4.4. Expresión facial y gestual. A las cuatro anteriores que siguen la categorización de Ussa, añadimos: 4.5. Indumentaria y escenario; y, 4.6. Contexto, que consideramos determinante, tal y como hemos apuntado más arriba en el apartado 2.1.
4.1.
Proxemia
La distancia es uno de los elementos que se estudian en los procesos de mediación (López Viera, 2015). Es un elemento clave de comunicación. Nos acercamos al otro para buscar la complicidad o el apoyo y nos solemos alejar de nuestro/s interlocutor/es para marcar las distancias. Señala la autora (López Viera, 2015) que las distancias suelen establecerse, más o menos, con las siguientes medidas: mínima de 20-60 cm; personal de 60-90 cm; social de 150-200 cm y pública de 400-800 cm, si bien debe atenderse a los factores culturales, ya que en las comunidades latinas tendemos a la proximidad, mientras que en las culturas orientales se amplían las distancias.
Aunque la mayoría de las intervenciones analizadas se llevan a cabo en remoto, la decisión de los planos determina esa distancia. En las intervenciones a distancia Volodímir Zelenski aparece siempre sentado detrás de la mesa (presidencial) y con un plano corto, lo que se traduce en una distancia de proximidad y cercanía, que vendría a ser la distancia interpersonal (60-90 cm.) y en ningún caso corresponde a una distancia pública. El presidente de Ucrania se sienta frente a su auditorio —los parlamentos— buscando una mayor cercanía (Imagen 1).
Imagen
1. Intervención
de Zelenski en el Parlamento español
Fuente: YouTube - https://www.youtube.com/watch?v=AJ2vdJ3yC1M
4.2.
Lenguaje corporal: movimiento corporal y postura
El lenguaje corporal de Zelenski se ajusta a la situación de comunicación que enfrenta, tal y como afirma Martín Ovejero (2022) “sabe qué comunicar, cómo hacerlo, cuándo y a quien”, consiguiendo entrar en nuestras casas a través de los medios: “Podría haber hecho una grabación para emitir a todo el mundo y, no, se dirige expresamente a cada destinatario” (s/p)iv.
Si la postura es importante, también consideramos fundamental la posición de las manos. En numerosas ocasiones, Zelenski las mantiene entrelazadas, gesto que busca transmitir seguridad y confianza. Sus movimientos son contenidos: al estar sentado y con los brazos apoyados sobre la mesa, limita de forma natural la gesticulación.
4.3.
Contacto visual o conducta visual
Durante sus intervenciones ante los parlamentos, el presidente mantiene un contacto visual constante, procurando una comunicación fluida y directa. Aunque cabe suponer que lee el teleprónter, demuestra profesionalismo al controlar la mirada y sostener ese contacto comunicativo. En la mayoría de estas intervenciones —la mayoría de ellas en remoto— mantiene la conexión visual, aunque sea a través de la cámara. Su parpadeo es regular; en ningún caso se observa el parpadeo rápido que suele denotar agitación o nerviosismo. Tampoco presenta una mirada baja o esquiva; por el contrario, se muestra plenamente consciente de la importancia del contacto visual como signo de atención, comunicación continua y búsqueda de la mirada de quienes lo escuchan a través de la pantalla. Ese plano corto, con la mirada seria pero atenta, refuerza la sensación de proximidad (Imagen 2).
Imagen
2.
Intervención de Zelenski en el Parlamento español
Fuente: Captura de la cadena española Cuatro.
4.4.
Expresión facial y gestual
La categorización planteada por Ussa (2013) señala cómo la expresión gestual suele manifestar emociones —alegría, tristeza, angustia, seriedad—, o presentarse de manera neutral e indiferencia. A partir de lo expuesto por esta autora y relacionando la expresión gestual con la manifestación emocional, observamos que el presidente de Ucrania no sonríe, tal como corresponde a un contexto tan dramático como el que atraviesa su país. Siguiendo la clasificación de los gestos planteada por Calvo, García y Pérez (2013), vemos que utiliza sobre todo gestos ilustrativos para fijar las ideas, y gestos emotivos que manifiestan el estado de ánimo.
Domina los gestos de manera contenida. En algunos casos si se observa la mandíbula rígida como señal de tensión. No se permite la relajación de su gestualidad. Casi siempre Zelenski presenta un rostro serio, incluso muy serio, donde asoma la tristeza, tal y como corresponde a la situación comunicativa y es coherente con el contexto de invasión y guerra a la que hace referencia en sus alocuciones. Sirvan de ejemplo las imágenes 3 y 4 donde podemos comprobar la postura y gestualidad que Zelenski ha presentado en la mayoría de sus intervenciones en los parlamentos extranjeros.
Imagen
3.
Intervención de Zelenski en el Parlamento británico
Fuente: uy.press - https://www.uypress.net/Internacionales/Zelenski-en-el-Parlamento-britanico-uc127007
En ocasiones, como podemos observar en la imagen 3, el ceño aparece fruncido, lo que suele manifestar seriedad y/o enfado. Mientras que en la Imagen 4 observamos una expresión más relajada. En ningún caso aparece un parpadeo excesivo que indicaría inseguridad, estrés o cansancio. No observamos exageración o gestos fuera de lugar. Domina el espacio, la escena y su gestualidad es coherente con su discurso.
Imagen
4. Zelenski
se dirige al Bundestag (el Parlamento alemán)
Fuente: El País - https://elpais.com/internacional/2022-05-01/la-dificil-tarea-de-gobernar-ucrania-bajo-las-bombas-ya-descansaremos-despues.html
Ahora bien, un caso diferente es la última intervención de Zelenski (28/02/2025) en la Casa Blanca.
El contexto ha cambiado y las circunstancias determinan la comunicación. En aquellas intervenciones de hace tres años, Zelenski buscaba el apoyo político, económico y logístico de los diferentes parlamentos, mientras que, el 28 de febrero de 2025, acudió a la Casa Blanca para mantener una reunión al más alto nivel y firmar un acuerdo que condujera a la paz, incluso cediendo sobre las tierras raras del territorio ucraniano. En este encuentro, ya en los primeros minutos quien más habla y más gesticula es el presidente estadounidense, mientras que en el rostro de Zelenski se observan gestos de resignación. Sus manos entrelazadas aparecen apretadas y tensas, las frota, las cruza y aprieta hasta incluso ver blancos los nudillos. Utiliza sus manos para contenerse, medir y ajustar su lenguaje no verbal. Sus gestos y movimientos manuales reflejan paulatinamente su desacuerdo con las intervenciones de Trump, como puede observarse en las capturas del directo de la rueda de prensa en el despacho oval de la Casa Blanca (Imágenes 6 y 7). En este encuentro, Zelenski usa sus manos como apoyo de sus palabras, como soporte para controlar su tensión, e incluso, en los minutos finales, cruza los brazos, cerrando esa comunicación. El ceño, la mandíbula, la frente y la mirada anticipan y comunican su tensión. Aparecen gestos ilustrativos y emotivos que fijan el mensaje, junto con movimientos reguladores de sus manos, así como gestos adaptativos destinados a disimular y gestionar la presión de la situación.
Cabe destacar que la intervención en el despacho oval no es un discurso medido como los de los primeros meses ante los parlamentos. Se trata de una rueda de prensa en directo, donde no se puede llevar un texto escrito ni ensayar todos los gestos. Es un diálogo, y la gestualidad responde también a la interacción con el interlocutor.
La postura inicial de manos y cuerpo es bastante similar entre ambos presidentes; no obstante, al final de la rueda de prensa, observamos a Zelenski con los brazos cerrados (Imagen 5).
Imagen 5. Zelenski en la Casa Blanca
Fuente:
Capturas de la emisión en directo (28/02/2025)
En esta rueda de prensa la gestualidad de Zelenski, aunque medida, es mucho más variada con respecto a las intervenciones en los parlamentos. Su ceño se ha fruncido en varias ocasiones y ha interrumpido, negando con su cabeza, al presidente Trump. Tal y como hemos podido observar en directo y tras nuevos visionados de la rueda de prensa, la tensión/presión de la reunión se anticipa en los gestos —función de anticipación de la gestualidad— y el lenguaje postural del presidente ucraniano se va tensando y, aunque intenta contenerse, finalmente su cuerpo y su rostro manifiestan el desacuerdo.
Imagen
6. Rueda
de prensa en el despacho oval de la casa Blanca
Fuente: Emisión en directo, periódico español ABC - Captura de imágenes de la rueda de prensa en la Casa Blanca (28/02/2025) - https://www.youtube.com/watch?v=xJvbpW0uIYQ
En la imagen 7, publicada en el periódico español El Mundo, tras terminarse la rueda de prensa, observamos una de las imágenes del final del encuentro, donde Zelenski habla de su país llevándose la mano al cuerpo, mientras el presidente americano le está increpando.
Imagen
7. Portada
del periódico español El
Mundo
el 28/02/2025 tras la rueda de prensa
Fuente: El Mundo (captura del 28/02/2025).
4.5.
Indumentaria y escenario
Añadimos a las categorías expuestas por Ussa (2013), el tema de la indumentaria y la puesta en escena, ya que resultan de interés en este tipo de intervenciones y aportan significado. Zelenski comparece, cuando lo hace de manera remota, desde un despacho de apariencia presidencial que no siempre es el mismo, por razones de seguridad. En algunos casos, incluso, la apariencia es la de un espacio sobrio y seguro. Estos espacios son totalmente opuestos a los ostentosos escenarios que en las mismas fechas ofrece el presidente de Rusia.
En todos los casos, el presidente de Ucrania se presenta con indumentaria militar, que no abandona tampoco cuando se desplaza a otros países para intervenir de manera presencial. Desde el inicio de la invasión rusa —24 de febrero del 2022—Zelenski adoptó la vestimenta militar básica y aún no se lo ha quitado, con lo que pretende trasladar un mensaje de cercanía con las tropas de su país. Es lo que llamamos un gesto de sentido de pertenencia, al igual que en determinadas compañías se utiliza un uniforme que identifica y que unifica. No es un presidente con traje y corbata, como suelen vestirse los otros presidentes. Se viste con la indumentaria de quien combate, aunque sus armas sean comunicacionales. ¿Qué símbolo, cuál es el significado que pretende trasladar con este escenario? Posiblemente son dos las intenciones, ya sea a través de las pantallas o presencialmente, el mensaje es inequívoco: estoy junto a las tropas ucranianas que están peleando por defender Ucrania, soy uno más y mientras los soldados no paren su trabajo, tampoco yo cambiaré mi indumentaria. El verde militar básico y sin galones, en camiseta en muchos casos, ha llevado al periodista Lou Dobbsv (2022) a bautizarlo como “Churchill en camiseta”. Zelenski no es militar de carrera y no puede aparecer con galones, aunque tampoco es su intención. Prefiere el uniforme básico mucho más cercano a las tropas y a su pueblo. Junto a esa indumentaria militar básica, siempre aparecen los mismos elementos: la bandera ucraniana detrás del presidente. Sabemos que la bandera es uno de los símbolos más importantes de un país, ya que representa tanto al Estado como a todos sus ciudadanos. La misma indumentaria le acompaña en su visita del 28 de febrero a la Casa Blanca. No se ha quitado su uniforme de campaña y así se ha sentado junto al presidente de EE.UU. en el despacho oval.
El presidente Trump, el 28 de febrero en la Casa Blanca, pregunta a Zelenski: ¿Tú no te pones traje? A lo que el presidente de Ucrania responde: Me pondré traje cuando en mi país no haya guerra. El discurso también es estética y la estética también comunica. Decía Capriotti que “todo comunica” (1999) en las organizaciones y los gobiernos también son organizaciones, donde todos los elementos de una puesta en escena comunican un mensaje. Esa es la intención de Zelenski: comunicar y conseguir su objetivo: apoyo y adhesión a su causa y para conseguirlo se estudian todos los elementos de la puesta en escena.
Iniciamos este análisis con un corpus centrado en las intervenciones del presidente de Ucrania en parlamentos extranjeros, al que hemos añadido su intervención en la Casa Blanca el 28/02/2025, y señalamos en la tabla 2 las principales conclusiones sobre estas comparecencias, donde se evidencia cómo el contexto influye y determina la comunicación.
La comparativa se establece entre estas distintas fechas —el inicio de la invasión, las intervenciones en los parlamentos y la comparecencia en la rueda de prensa en el despacho oval en febrero de 2025—, al ser todas ellas comparecencias públicas y con repercusión mediática. Estos elementos comunes hacen coherente el corpus de análisis. No incluimos otras comparecencias anteriores al conflicto, ya que Zelenski no era en ese periodo un político de reconocimiento internacional.
Tabla
2. Resumen
de datos comparativos de las intervenciones de Zelenski
Fuente: Elaboración propia.
4.6.
Contexto
Apuntábamos en el punto 2.1. la importancia del contexto como elemento determinante en el sentido del discurso, más aún del discurso político que siempre debe considerarse teniendo presentes los elementos o contextos situacionales, geográficos y espaciales, sociohistóricos, culturales y como no políticos. Todos ellos determinan la adecuación comunicativa y dotan de sentido integral al acto comunicativo.
Hemos comprobado cómo los diferentes contextos —los parlamentos de diversos países y la Casa Blanca— deciden, disponen, delimitan y encuadran también los elementos no verbales de la comunicación y como la gestualidad de Zelenski adopta distintas posturas y gestualidades en cada uno de estos contextos situacionales.
5.
CONCLUSIONES Y LIMITACIONES
Iniciábamos este trabajo planteando una aproximación al análisis del lenguaje no verbal del presidente Zelenski y queremos recalcar nuevamente que se trata de una aproximación, ya que la gestualidad es un asunto complejo que requiere formación especializada y casi nunca está del todo comprendida, pues son muchos los elementos que entran en juego. En este sentido, afirmamos que nuestro análisis presenta limitaciones, entre ellas no haber analizado un corpus más amplio que pudiera ampliar el conocimiento gestual del presidente de Ucrania en otros contextos o el difícil estudio sobre las percepciones.
Dicho lo anterior, sí podemos decir que el discurso es un todo integral donde el sentido se construye mediante la suma de distintos elementos: la palabra o el logos, el pathos o el carácter del orador, los elementos paralingüísticos, así como la postura, la mirada y los gestos. A estos siempre habrán de sumarse los componentes situacionales y contextuales.
Cuando hablamos de elementos no verbales, debemos tener presente que la principal función de la parte gestual de nuestra comunicación es mantenerse cohesionada y ajustada al objetivo perseguido, siendo además coherente con el discurso verbal. Si no existe coherencia, cooperación y coordinación entre unos elementos y otros, la parte no verbal de nuestro discurso, según afirman diversos autores (Mehrabian, Pease, y otros), tendrá mayor peso sobre el sentido del mensaje.
Un orador no tiene solo oyentes, tiene espectadores o telespectadores si hablamos de una comunicación en la distancia. No solo escuchamos las palabras dichas, sino que vemos y observamos a nuestro/s interlocutor/es, su postura, sus gestos, sus movimientos, el contacto visual, etc e inferimos el sentido del conjunto. Nuestra comunicación es la suma de todos esos elementos: desde los roles de los interlocutores, pasando por el discurso verbal y no verbal, la indumentaria y el escenario, y cada gesto que adquiere una relevancia particular.
Planteamos como objetivo el análisis del lenguaje no verbal de Zelenski a partir de la observación de diferentes situaciones y contextos y nos preguntamos en qué medida la situación, el contexto, las circunstancias junto al interlocutor determinan el modo de comunicación. La comparativa entre las primeras intervenciones (año 2022) y la correspondiente al 28/02/2025 en la Casa Blanca corrobora que las circunstancias, los contextos y el interlocutor también influyen y producen diferentes gestualidades. Ahora, tras el estudio, estamos en condiciones de afirmar que observamos apreciables diferencias. Las distintas circunstancias que rodean cada uno de estos actos de comunicación junto al contexto y los roles de quienes participan influyen, median y determinan un modelo de comunicación.
Resaltamos la diferencia en la gestualidad de Zelenski en sus intervenciones ante los parlamentos extranjeros y en la Casa Blanca (28/02/2025): en las primeras, aunque el contexto era muy complicado, no hubo interrupciones, la audiencia ofreció una escucha respetuosa y atenta, ya que se trataba de una intervención sin preguntas, sin conversación, sin interacción entre los participantes y donde el presidente del país receptor se limitaba a agradecer al presidente de Ucrania su intervención. Mientras que la situación y contexto que rodeó la rueda de prensa en el despacho oval (28/02/2025) fueron distintos: el presidente Trump se encontraba en su país, en su ámbito de poder, rodeado de sus colaboradores; el presidente Zelenski, aunque acudía acompañado, ocupaba la posición de invitado en casa ajena, consciente de su debilidad frente al presidente estadounidense. El propio Trump le dice “no tienes buenas cartas (…), no estás en una posición buena…”. El 28 de febrero los actores comparten espacio —el despacho oval— y tiempo —es una reunión presencial— se interrelacionan en una intervención en directo cara a cara (face to face). En esta ocasión percibimos que el lenguaje no verbal de Zelenski es muy distinto. Aunque al inicio las posturas de los dos presidentes eran similares, a medida que avanzaba la rueda de prensa observamos cómo aumentaban la presión corporal y el estrés del presidente de Ucrania: sus manos trasladan tensión, se frota continuamente los nudillos, aprieta sus dedos, intentando controlarse; su mandíbula está tensa; su rostro manifiesta desconcierto y desacuerdo y la rigidez corporal va en aumento. En los minutos finales, cruza los brazos en un gesto de retracción; ya no muestra sus manos abiertas hacia el interlocutor, lo que suele indicar predisposición al diálogo y apertura comunicativa. Su postura y sus gestos cumplen con la función de anticipación que ejerce el lenguaje no verbal, adelantando la tirantez y la presión del momento.
Todo lo anterior vendría a corroborar la importancia de los elementos contextuales y situacionales en un acto de comunicación, más si es de carácter político. Reafirma también la importancia del rol de los participantes —quién es quién y qué representa—, así como qué elementos determinan la notoriedad, la visibilidad y la repercusión mediática. Se constata también cómo el lenguaje no verbal es muchas veces anticipador.
Queda verificada la importancia de la gestualidad, tanto cuando acompaña al discurso como mensaje redundante y reiterativo, como cuando actúa como signo anticipador, discordante o incoherente.
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*
Contribución de autoría: la conceptualización y el desarrollo
integral del artículo es obra de la autora.
* Nota: el Comité Académico de la revista aprobó la publicación del artículo.
* El conjunto de datos que apoya los resultados de este estudio no se encuentran disponibles para su uso público. Los datos de la investigación estarán disponibles para los revisores, si así lo requieren.
Artículo publicado en acceso abierto bajo la Licencia Creative Commons - Attribution 4.0 International (CC BY 4.0).
IDENTIFICACIÓN
DE LA AUTORA
Palma
Peña-Jiménez Doctora
en Comunicación política por la Universidad Rey Juan Carlos de
Madrid (España). Licenciada en Filología Hispánica y Máster ELE
(Español Lengua Extranjera) por la Universidad de Salamanca
(España). Coordinadora, grupo de investigación de alto rendimiento
sobre Análisis del discurso y nuevas tecnologías de la información
y la comunicación, Universidad Rey Juan Carlos. Directora, Máster
universitario en Protocolo, comunicación institucional y
organización integral de eventos, Universidad Rey Juan Carlos. Ha
sido profesora invitada en la Universidade de Lisboa (Portugal), en
la Pontificia
Università della Santa Croce
(Italia), en la Universidad San Ignacio de Loyola (Perú) y en la
Pontificia Universidad Católica del Perú (Perú). Cuenta con
numerosas publicaciones en revistas indexadas sobre análisis del
discurso y comunicación política. Autora de numerosos capítulos de
libros, directora de la obra Los
nuevos paradigmas en el análisis del discurso (2025,
Tirant Humanidades) y del manual Aprender
a Comunicar
(2018, editorial Universidad Oberta de Catalunya).