Comercio y desarrollo: una visión de la iniciativa Aid for Trade

Autores/as

  • Jorge Alberto Lluck Charnichart

Resumen

El debate ayuda o comercio (aid or trade) ha quedado atrás. Hoy en día existe un amplio consenso acerca de que el comercio, bajo determinadas condiciones, puede ser un motor de desarrollo en los Países En Desarrollo (PED) y debe conjugarse con la ayuda.

Teniendo en cuenta lo anterior, surge en el marco de la Conferencia Ministerial de Hong Kong de la OMC en 2005, la iniciativa Aid for Trade (AfT). Con el mandato de “ayudar a los Países en Desarrollo, particularmente a los Países Menos Desarrollados, a construir capacidad de suministro e infraestructura relacionada con el comercio que necesitan para implementar y beneficiarse de los acuerdos de la OMC… y expandir su comercio”, diversos donantes se comprometían a incrementar los volúmenes de ayuda para el comercio existentes con el fin de que el comercio sea beneficioso para el desarrollo de los PED. Dicha iniciativa tiene además una dimensión global, regional y nacional.

La ayuda para el comercio no es un concepto emanado de Hong Kong pero sí se buscó una mayor eficacia de la misma. En consecuencia, se creó una fuerza de tareas (Aid for Trade Task Force) que ha emitido recomendaciones para hacer operativa la iniciativa. Destacan las definiciones de las características de los programas que se financiarán, la financiación adicional requerida y los objetivos de la misma.

Para que un proyecto sea contabilizado dentro del género de ayuda para el comercio debe enfocarse al desarrollo de alguno de los cinco siguientes rubros: políticas de regulación comercial, infraestructura relacionada al comercio, construcción de capacidad productiva y desarrollo comercial, ajustes relacionados al comercio y otras necesidades relacionadas con el comercio.

Aid for Trade ha ido creciendo con el paso del tiempo. De acuerdo con las revisiones realizadas por la OCDE y la OMC misma, en 2008 se comprometieron recursos con un monto de U$ 41.700 millones; representando un aumento del 35% en términos reales con respecto a 2007, y un 62% con respecto al promedio del periodo 2002-2005. Del conjunto total de Ayuda Oficial al Desarrollo asignable a sectores específicos, AFT representó el 37%.

La creación y mejora de diversos mecanismos promotores de la unión entre comercio y desarrollo es uno más de los aspectos positivos. Uno de los ejemplos más claros es el del Enhaced Integrated Framework (EIF). Formada por cinco organismos internacionales, su función es elaborar Estudios Diagnósticos de Integración Comercial (DTIS) que sirven para evaluar las barreras comerciales de los PED, contribuye a formar planes de acción para la entrega de ayuda y promueve la integración del comercio como una prioridad en las estrategias nacionales de desarrollo.

Otra situación relevante es el éxito que han tenido la mayoría de los países socios en reflejar al comercio como una prioridad para su desarrollo; además muchos de ellos consideran útiles y acertados los DTIS ya que reflejan necesidades prioritarias de comercio y desarrollo.

Sin embargo, es importante mencionar que la ayuda para el comercio como fue conceptualizada en 2005 comparte algunos de los problemas característicos de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).

En primer lugar, es necesario decir que pese a los recursos comprometidos y desembolsados, estos siguen siendo insuficientes. No queda claro en los compromisos establecidos por los donantes a partir de 2006 que haya un incremento en el gasto destinado a la iniciativa. Los donantes han anunciado presupuestos de ayuda al desarrollo en los que se incluyen conceptos incluidos en AfT y no es fácil distinguir si hay un aumento acorde con los nuevos compromisos adquiridos. El argumento de los países donantes es que el incremento en el monto total de la AOD cubriría con los requisitos de aumento de los recursos para la ayuda al comercio.

Un ejemplo de la insuficiencia de la ayuda asignada es que cuando se mejoró el mecanismo EIF en 2006, se estimaba necesario que los recursos tendrían que elevarse hasta los U$400 millones en cinco años. Para 2009, el incremento alcanzó únicamente los U$100 millones.

La cantidad de donantes y la particularidad de enfoques y condiciones para la asignación de fondos es una otra complicación. La variedad de estos y la divergencia en los criterios de asignación de recursos han dificultado la implementación de Aid for Trade. Sin embargo, la variedad de intereses no se refleja únicamente en los donantes. Los socios también tienen prioridades diferentes de acuerdo a su nivel de desarrollo e ingresos. 

Además de ello, los PED tenían desconfianza en algunos de los donantes, sobretodo siendo una iniciativa surgida desde de la OMC. Otro problema es la alta concentración de recursos en pocos Estados socios. Entre los principales países receptores, los diez primeros acaparan el 51% del total del gasto en AfT; muchos de los cuales son países de renta media.

Otro gran debate sobre la iniciativa es si se acopla o no con los principios de la Declaración de París sobre Eficacia de la Ayuda. Analistas como Sheyla Page comentan que la especialización de Aid for Trade la convierte en un fondo vertical; aunque genera un expertise valioso en materia comercial. Lo anterior podría generar que las transferencias asignadas puedan apegarse a intereses de los donantes y de esa manera, ser recursos volátiles.

No cabe duda que el comercio es una herramienta útil para el desarrollo de los países, sin embargo, no todos pueden realizar reformas para la apertura de su sistema a la misma velocidad ni pueden darle la misma prioridad que a otras áreas. Por ello es válido cuestionar si la iniciativa Aid for Trade favorece las necesidades e intereses de primera mano, sobretodo, de los Países Menos Adelantados. Puede ser que no en todos los países sea así. Hay algunos que, pese a reconocer la importancia del comercio para su desarrollo, tienen prioridades más básicas.

2011 es un año de evaluación de la iniciativa Aid for Trade. Será la tercera evaluación global que se realice. Algunos de los elementos presentados durante el presente escrito pueden ser los parámetros más básicos para saber si la evolución es favorable y si está generando un impacto positivo en los PED.

 

*Licenciado en Relaciones Internacionales ITESM CEM 
y Máster en Estudios Internacionales Universitat de Barcelona

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Publicado

2011-06-16

Número

Sección

Política internacional