El futuro de la OTAN después de la cumbre de Lisboa de 2010

Autores/as

  • Stefano Di Conza

Resumen

En la pasada Cumbre de Lisboa, los países miembros de la OTAN (Organización del Atlántico Norte) han intentado encontrar respuestas estratégicas a las amenazas del siglo XXI. Tras fuertes debates en torno a la disuasión nuclear, la reducción del armamento y la creación del futuro escudo antimisil europeo, el destino de la OTAN parecerá no seguir los lineamientos propuestos por la canciller alemana Angela Merkel.  

Como es de común saber, la discusión en torno a una nueva estrategia de la OTAN ocupa a sus Estados miembros desde hace mucho tiempo. Que el Concepto Estratégico de la OTAN de 1999 necesitaba una puesta al día, así como la necesidad de aligerar la pesada y costosa Estructura de Mando, es algo que ninguna nación miembro niega. 

La búsqueda de un nuevo concepto se justifica, sin embargo, por la evolución de los conflictos y las amenazas mundiales, algo que preocupa profundamente a los dirigentes europeos. En palabras de Roland Freudenstein, experto en seguridad del Center for European Studies de Bruselas: “La OTAN sigue estando preparada para combatir ataques de una guerra convencional en su propio territorio. Esa amenaza ya no existe”.

Un nuevo ejército

La primera reforma a llevarse a cabo tendría lugar en la naturaleza misma del ejército. Se trate de terrorismo cibernético, ataques con armas químicas o la difusión de armas atómicas, es preciso encontrar otro tipo de accionar estratégico. “En muchos casos las respuestas de la OTAN resultan ser demasiado limitadas” afirma Freudenstein. Por ello, una nueva generación de soldados sería necesaria. “Tienen que estar interconectados con los más modernos medios de comunicación. Tienen que ser ligeros y poder cambiar de sitio rápidamente. Deben conformar un ejército profesional”. En esta medida, la planificada transformación de la Bundeswehr (el Ejército alemán) sería un modelo a seguir para la Organización del Atlántico Norte. 

La creación de un escudo antimisiles 

Pero no sólo los soldados y su equipo tienen que cambiar; según el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, la implantación de un sistema de escudo antimisiles para la correcta protección de los Estados miembros es absolutamente necesaria. Este sistema resultaría particularmente útil frente a los eventuales ataques provenientes de Irán. 

El secretario de la Alianza recalcó esta postura en el Consejo de los ministros de Defensa y Exteriores en octubre de 2010, donde abogó por no dejar que el proyecto fracase. “Esto demostrará que estamos dispuestos, aún en tiempos de austeridad, a mejorar nuestra capacidad de defensa”.

No obstante, un fuerte conflicto entre el Presidente francés Nicolas Sarkozy y la Canciller alemana Angela Merkel se desató a raíz de este tema. Si Francia es muy escéptica en cuanto a los méritos de la defensa antimisiles, Alemania la ve como una manera de disminuir la dependencia de las armas nucleares. 

Estados Unidos y el desarme nuclear 

A pesar de propuesta alemana a favor del desarme, la OTAN mantendrá sus fuerzas nucleares. “No he escuchado hablar de una relación del sistema antimisiles con el desarme nuclear. Más bien varios ponentes dijeron que mientras vivamos en un mundo con armas atómicas es muy importante que la OTAN siga siendo una alianza con armas nucleares” dijo el ministro estadounidense de Defensa, Robert Gates, en el seno de la Cumbre.

Francia apoyó esta postura, aduciendo que Europa podría llegar a necesitar en un futuro cercano de medios nucleares de disuasión. En efecto, el no contar con su force de frappe –las fuerzas francesas de disuasión nuclear-  representaría para los franceses una pérdida de poder internacional. A pesar de haberse nuevamente integrado a las estructuras militares de la OTAN, Francia guarda celosamente la primacía de la fuerza de su propio arsenal nuclear y es reacia a que la sometan a restricciones internacionales. 

Así, la meta de un mundo sin armas nucleares, de la que habló el presidente estadounidense Barack Obama, seguirá siendo un objetivo lejano, no incluyéndose por el momento en la estrategia de la OTAN.


*Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
FACS - ORT

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Publicado

2010-11-25

Número

Sección

Política internacional