Estados Unidos se retira de Irak luego de 7 años de guerra

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  • Trilce Gervaz

Resumen

La segunda guerra del golfo fue declarada por Estados Unidos bajo la administración de George W. Bush en 2003. Fue a partir de que Saddam Hussein se negara al exilio que Bush le había propuesto en forma de ultimátum. Era el exilio o la guerra.

Los 7 años de conflicto han costado algo así como 784.000 millones de dólares. Es el segundo enfrentamiento bélico más caro de la historia norteamericana, luego de la Segunda Guerra Mundial. Más caro, incluso, que la guerra de Vietnam.

El apoyo a la invasión de Irak fue disminuyendo a la par del descontento con la administración Bush.

Esa visión crítica fue aprovechada por el candidato Obama en campaña electoral. El retiro de las tropas fue una de las promesas electorales del actual presidente norteamericano, e incluso fue un tema sobre el cual realizó un especial énfasis al momento de tomar posesión de su cargo en enero de 2009.

Antes del fin de 2010 las tropas estadounidenses ya se están retirando de Irak, y el plan es de un retiro total antes de finales de 2011. Permanecerán 50.000 efectivos estadounidenses en estos meses, siendo su principal tarea la de capacitar a soldados y policías iraquíes. Se trata de lo que Obama llamó la “Operación Nuevo Amanecer”. Como informa El País de Madrid, es una operación que procura “…apoyar a la misión diplomática norteamericana y de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes”. El objetivo principal es continuar con la lucha contra el terrorismo y asesorar en la formación de las fuerzas iraquíes.

Según declaraciones del propio Obama, los Estados Unidos han pagado un gran precio para que el destino de Irak esté en manos de los propios iraquíes. Este costo se traduce no sólo en los millones de dólares que se han gastado, sino sobre todo, en las miles de vidas estadounidenses y de aliados que se han perdido.

Ante la efectiva retirada se registró una ola de violencia como hacía tiempo no se veía en Irak. Ello no fue sorpresivo ni para el gobierno norteamericano ni para las autoridades iraquíes. Sin embargo, distintos analistas, tanto iraquíes como estadounidenses, sostienen que este retiro pudo haber sido un tanto precipitado y que dará lugar a problemas internos ante la incertidumbre de saber si ese país podrá administrarse por su cuenta, sin el apoyo logístico norteamericano, luego de tantas décadas de dictadura de Hussein.

En este sentido, se señala el problema que ocasiona la lucha entre civiles chiítas y sunitas, y la presencia de radicales islamistas financiados por Irán con el fin de desestabilizar Irak.

Será el gobierno iraquí, a partir de las instrucciones y el apoyo de Estados Unidos, el que deberá controlar y responder a los posibles ataques y terminar de formar un gobierno estable que permita una correcta administración de este país de características tan especiales.

Al día de hoy, a más de 6 meses de las elecciones de marzo pasado, no existe aún un gobierno formalmente establecido, porque no hay acuerdo mayoritario entre los diputados para designar un primer ministro.

¿Podrá Irak llenar legítimamente el vacío de poder que dejarán las tropas estadounidenses? ¿Tendrá la clase política de ese país la capacidad de articular acuerdos con solvencia, que aseguren un equilibrio político con estabilidad de gobierno? Son las preguntas que se abren en esta post- guerra, en una zona estratégica para la paz mundial.

En todo caso, “Yes, we can”: el presidente Obama, a pocas semanas de las elecciones parlamentarias, puede asegurar haber cumplido con una importante promesa de campaña electoral que parecía a priori, en 2008, muy difícil de cumplir.


*Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
FACS - ORT

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Publicado

2010-09-30

Número

Sección

Política internacional