INSTALACIONES ARTÍSTICAS

Autores/as

  • Carlos Scavino

Resumen

A partir de la década de 1970, se comenzó a difundir una nueva forma expresiva que recibió el nombre de “instalación”. Sus antecedentes más lejanos pueden encontrarse en la nueva valorización del objeto que hizo Marcel Duchamp a partir de 1912, exhibiendo objetos de uso corriente en los museos y elevándolos así a la categoría de arte. 

Otra forma expresiva a tener en cuenta es el “Happening” surgido de los “eventos” creados por el músico John Cage. Programados con mucho cuidado, podían contener a la vez cierta improvisación. 

También surgieron unos espectáculos llamados “Performance” donde hay actores que improvisan o siguen un libreto, como en teatro, pero se trata de algo más sencillo y de corta duración. 

Actualmente y por lo general, la “instalación” es obra de uno o varios artistas plásticos. Tal vez podría considerarse como una escultura pero su finalidad no es resaltar la forma sino la idea que surge al observarla. En este sentido debe pensarse que deriva del “arte conceptual” donde prima la idea ante todo lo demás. 

Hoy una instalación puede ser un dispositivo artístico bastante desarrollado, que involucre pintura, escultura, estructura, entre muchas otras expresiones. En una instalación pueden proyectarse imágenes en pantallas de diferentes tamaños, o presentarse en aparatos de TV. Puede contarse con la presencia de mimos, músicos, actores que dialogan, relatan o cantan. Puede funcionar a base de una computadora, o ser manipulada por los propios espectadores, cuyas intervenciones a veces se habilitan o estimulan. 

En general, si corresponde, se apela a la corta duración, donde se destaca lo visual, a veces acompañado de sonido. En cuanto a lo dramático, no se pretende que adquiera la complejidad de una obra teatral.

Cuando el artista plástico o un grupo de artistas plásticos, acostumbrados a trabajar en pintura o escultura se embarcan en la aventura de realizar una instalación, han de tener en cuenta que, para hacerlo, deben enfrentarse con otros elementos y factores a los cuales no están acostumbrados. 

El más importante es el espacio. No alcanza con que éste sólo se utilice para realizar una acumulación de obras, como si fuera una exposición. Todo los elementos que aparezcan en ese espacio deben conformar una unidad: no deben valer cada uno por sí mismo sino como parte de un conjunto. Este “todo”, debe tener vida propia de acuerdo a una idea determinada, con la que se relacionan los distintos objetos que se presentan en ese espacio. 

En el caso de que la autoría sea de un grupo de artistas, es preciso que la obra de cada participante esté en sintonía con las de los demás. Otro elemento frecuentemente utilizado, en estos casos es el sonido que puede emitirse en forma de música, efectos de distinto tipo, ruidos y palabras. Su función es complementar lo visual y motivar al espectador también en lo auditivo. 

Incluso pueden utilizarse actores que no deberían tener como única misión pasearse por la instalación solo para señalar la presencia humana o para marcar la escala. Si hay actuaciones es con el fin de incorporar un elemento dramático a esa presentación, para teatralizar una situación creada a partir de la idea rectora y que sirva para motivar el público más profundamente.

En una instalación es posible integrar varias formas artísticas. Pero en algunos casos, es preciso comprender que aquello que se desea expresar a través de una instalación tal vez podría hacerse de manera más sencilla, comprensiva e idónea por medio del teatro, el cine o la fotografía.

*Uruguayo, nacido en 1939. Artista plástico, 
traductor, hombre de teatro, crítico cultural y autor de relatos breves.

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Publicado

2010-09-23

Número

Sección

Culturales