LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS SUECAS: ¿LA HISTORIA SE REPITE?

Autores/as

  • Stefano Di Conza

Resumen

El próximo 19 de septiembre, siete millones de suecos están llamados a votar para elegir sus representantes nacionales (miembros del Riksdag, la única cámara del Parlamento), y sus representantes locales (consejos municipales). En cualquiera de los dos casos el panorama resulta particularmente interesante. 

Para el escrutinio legislativo, los electores podrán votar por correspondencia a partir del primero de septiembre. En las elecciones locales, a la participación de los suecos ha de sumarse la de los ciudadanos de los restantes 26 países de la Unión Europea. Todo esto permite estimar que aumentará la cantidad de electores en 497.000 votos, es decir, un 15% más de votantes con respecto a las elecciones legislativas del 2006. 

A menos de dos semanas de las elecciones, el resultado todavía es incierto. Para muchos analistas políticos, las elecciones resultarían en una tendencia derecho-centrista. En la encuesta realizada el pasado 23 de Julio por el Instituto SIFO, hubo una mayoría en ese sentido: el 36% de los suecos declaran apoyar a la derecha y el 24% a la izquierda. No obstante, es claro que no está todo dicho. Como bien afirma Corinne Deloy de la Fundación Robert Schuman “los electores suecos se muestran cada vez más volátiles. Sus votos fluctúan según el contexto electoral o la posición de los partidos sobre un determinado tema. Todo esto hace que los resultados sean menos previsibles.”

La alianza y su gobierno
 

En el poder desde 2006, las fuerzas de la Alianza (que reagrupa los cuatro principales partidos de derecha: el Partido de Unión Moderada, el Partido de Centro, el Partido del Pueblo Liberal y el Partido Católico-Democrático) goza de un considerable apoyo. 

A pesar de ser un país severamente abierto al comercio mundial, de tener una política de apoyo de la demanda interna y de un control estricto de las finanzas públicas, Suecia ha conocido una ligera recesión. "Queremos continuar con el camino emprendido. Nuestras finanzas están en orden. No tenemos las deudas presupuestarias de nuestros vecinos" declaró Fredrik Reinfeldt, candidato a su propia reelección. En la entrevista al diario Expressen, Reinfeldt afirmó que su gobierno “ha establecido una política laboral más eficaz, que ha intentado poner fin a una determinada cultura a la pasividad”. Aclaró también que la desocupación de los jóvenes se explicaba por la alta deserción escolar. Para remediar esta situación se propuso e estos años la creación de contratos de trabajo específicos para los jóvenes de menos de 24 años. “De esta forma se alentó a las nuevas generaciones a formar parte de la masa activa, disminuyendo los pasivos del Estado”. 

Complementando estas medidas, el ministro de Economía, Anders Borg, ha indicado que los partidos de la Alianza emprenderán un proceso de privatización, proveyendo al Estado con más de  100 billones de coronas (10,46 billones de euros). "Este dinero nos permitirá no sólo saldar la deuda pública, sino emprender programas de incentivo económico” dijo Borg.

No obstante, un obstáculo parece dibujarse frente a la Alianza. Si los Moderados y el Partido del Pueblo Liberal gozan de una fuerte popularidad, los otros dos miembros de la Alianza tienen un limitado apoyo. Es así que el análisis de Corinne Deloy cuestiona si el Partido de Centro y los Católicos-Democráticos podrán obtener el mínimo de sufragios (4%) para ser representados en el Parlamento.  

La nueva Rödgröna


Inspirados por el rotundo éxito de la derecha, el 7 de diciembre 2008 las principales fuerzas de la izquierda política sueca se unieron en el seno de la coalición Rödgröna. Tres grandes partidos forman parte de este nuevo movimiento: los Verdes, el Partido de la Izquierda y el partido Social-Demócrata. 

Los Verdes son apoyados por un electorado joven, urbano y educado. Intentan llevar a cabo una reorganización del sistema de transporte sueco y un cambio radical de las técnicas de construcción. 

El partido de la Izquierda (Vänsterpartiet) reagrupa antiguos comunistas, inmigrantes y militantes opuestos al “imperialismo americano”. En estas elecciones, el Vänsterpartiet apoya la apertura de las fronteras, la disminución de la jornada de trabajo a 6 horas, la creación de instituciones educativas nocturnas y el retiro de las tropas suecas de Afganistán. Este último punto es apoyado por todos los partidos de la Rödgröna. 

Finalmente, tenemos al partido de Mona Sahlin, el Social-Demócrata. Haciendo principal énfasis en la educación, el SD insiste en la noción de la solidaridad como motor de la sociedad. “Es a través de la educación masiva, igualitaria y solidaria que podremos salir de la crisis con la frente en alto. Es así que consagraremos 12 billones de coronas suplementarias (1,2 billones de euros) a la educación y la salud" afirma Sahlin. 

¿Podrá la extrema derecha entrar en el Parlamento?


La entrada de la extrema derecha al Riksdag es sin lugar a dudas una de las principales preocupaciones de gran parte del electorado sueco en estas elecciones. El partido Nacionalista Democrático de tendencias ultra-nacionalistas, xenófobas e intolerantes ha visto su popularidad aumentar lenta pero constantemente, preocupando a algunos sectores políticos. Con lemas como "Cuidemos la Suecia sueca” este partido representa una verdadera amenaza.

En suma, habiendo contemplado brevemente las diferentes alianzas y posiciones presentes en las próximas elecciones legislativas suecas, podemos ver que el panorama es incierto. Si las encuestas del pasado 20 de agosto atribuían el 47,9% de los sufragios a la Alianza y el 46,3% a la Rödgröna, más del 22% del electorado afirma “aún no estar totalmente convencido con su elección”. En Suecia, el próximo 19 de setiembre, hay una elección de final abierto.


*Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
FACS - ORT

 

 

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Publicado

2010-09-16

Número

Sección

Política internacional