Elecciones en India: una nueva victoria del oficialismo y la democracia

Autores/as

  • Sebastián Bidegain

Resumen

El pasado sábado 16 de mayo el Partido del Congreso indio, en el poder desde el 2004, celebró junto a sus seguidores la victoria en las elecciones democráticas, iniciadas a mediados del mes de abril.

Los comicios reunieron a más de 670 millones de votantes, de 14 estados y tres territorios unidos, quienes por primera vez votaron utilizando máquinas electrónicas. A escala mundial, esto representa la mayor movilización de votantes en un estado democrático.

Las votaciones fueron organizadas en cinco grandes fases (entre el 16 de abril y el 13 de mayo), indispensables para que las fuerzas armadas se movilizaran en todo el territorio en pro de la seguridad y el mantenimiento del orden.

Según las encuestas previas a los comicios, el partido nacionalista indio, el llamado Partido Bharatiya Janata (PBJ) que encabeza la Alianza Nacional Democrática, habría sido el mayoritario; pero los resultados han demostrado la supremacía indiscutida del Partido del Congreso, el cual es conocido como “gran viejo partido de la dinastía Nehru-Gandhi”. El nombre evoca a Indira Gandhi y su padre Sri Pandit Jawaharlal Nehru. La primera fue una excepcional figura política de mediados de los años sesenta, responsable de importantes cambios políticos, como la desestructuración del intrincado sistema de poderes locales que negociaban con las distintas comunidades el voto conjunto y las correspondientes compensaciones, en un complejo balance de influencias. Indira Gandhi se convirtió así en el único interlocutor con el pueblo, y principal figura de su partido, centralizando el poder ejecutivo del mismo e instaurando un tipo de liderazgo personalista. Indira fue la quinta primer ministro de la India, siguiendo los pasos de su padre, quien fue también un destacado político hindú; líder de la corriente moderada socialista del Congreso Nacional desde la lucha por la independencia, lo que le valió el título de primer ministro desde la independencia en 1947, hasta su fallecimiento en 1964.

El Partido del Congreso, además, es el que lidera actualmente la coalición de gobierno y el que ha, por supuesto, ganado las elecciones; con el mejor resultado desde 1991. Este resultado le hace de 254 escaños, de un total de 543 asientos en el Parlamento. En segundo lugar, con 156 escaños, se coloca la Alianza Nacional Democrática. Finalmente, la coalición de partidos comunistas y regionales logró hacerse de 133 escaños. A pesar de su victoria, el Partido del Congreso no pudo alcanzar la mayoría absoluta de 272 bancas. Sin embargo cree que podrá reunirlas mediante futuras alianzas con partidos regionales.

El partido ganador, del Congreso, es liderado por el actual Primer Ministro Manmohan Singh. El ex economista ha llevado adelante en los últimos años importantes proyectos de desarrollo agrícola y reformas económicas: préstamos a agricultores, mantención baja del precio del arroz y programas de trabajo rural específicos. Los logros del partido en estos últimos cinco años le han dado al Congreso una confiable base electoral, que lo han puesto otros cinco años al mando de la mayor democracia del mundo.
Según Singh, su partido ha sido responsable por el mantenimiento de un gobierno estable, que se ha mantenido firme ante un mundo peligroso y que hoy se manifiesta como una sola nación; esas fueron sus palabras a reporteros del periódico Washington Post.

Su inmejorable éxito, fue también reconocido por la jefa del Partido del Congreso y de la Alianza Progresiva Unida (UPA), Sonia Gandhi, quien felicitó públicamente al Primer Ministro y comentó que, "los ciudadanos de la India saben qué es bueno para ellos, y siempre toman la decisión acertada" (según reprodujo La Nación). Asimismo, los seguidores del partido festejaron con la proclama: “Singh es el rey”, fuegos artificiales y expectativas de un nuevo gobierno que apunte a mantenerse firme ante la inestabilidad internacional que lo rodea, una buena economía e intercambios pacíficos con Pakistán. Este vecino, con quien India convive desde la independencia de ambos en 1947, se mantiene en pie de continua lucha armada por discordias territoriales y motivos religiosos. En la religión que comparten, la religión es vista como la principal herramienta para imponer la hegemonía de una comunidad sobre otra, lo que en India se conoce con el término ingléscommunalism. Estecriterio que ha significado la muerte cientos de miles de indios y pakistaníes, el éxodo de millones de familias y una persistente desconfianza y discriminación entre los pueblos.

Esta victoria del oficialismo representa además una victoria para la democracia en la India. Es extraño que una ex colonia sobre-poblada y heterogénea pueda llevar adelante un sistema tan complejo, pero al parecer la democracia en la India funciona. Según el historiador indio Mukul Kesavan, el sistema es complejo pero viable; así lo expreso a la BBC en agosto del 2007. El historiador ofreció una valiosísima mirada desde adentro, y confesó que “India demuestra que la pobreza, el analfabetismo y la diversidad a escala continental no son argumentos en contra de la democracia, sino a favor de ella”. Asimismo aclaró que, dadas las condiciones únicas de la India, su sistema democrático era también único y, resaltó como ejemplo, los sistemas político-religiosos que gobiernan los países colindantes, condición no llevada adelante por la India, dado su pluralidad religiosa. 
Aparentemente, éste ha sido el secreto de la democracia india: un sistema creado desde la praxis y que mantiene la diversidad de género, lengua, identidad religiosa, clase y casta como base del objetivo político.

 
Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. 
Universidad ORT - Uruguay

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Publicado

2009-05-21

Número

Sección

Política internacional