¿HACIA UN NUEVO GENOCIDIO?
Resumen
Mientras desde Latinoamérica se mira, con una mezcla de fascinación y temor, las oscilaciones erráticas de las Bolsas mundiales, -(en particular las de Wall Street)- y las contorsiones ideológicas del gobierno Bush que ha tenido que aceptar que, en las condiciones actuales, la intervención gubernamental debía ser llevada "hasta el hueso", nadie advierte que todavía hay "otro mundo", en el corazón del África, en el que los conflictos suceden de otra manera.
Allí también todo parece indicar que, dada la ausencia de autoridades estatales fuertes, de ejércitos disciplinados y de un orden político mínimamente legitimado por la población, se requiere también la coordinación de los grandes actores de la escena mundial y una presencia masiva de la Comunidad Internacional. Es más, es muy probable que sea una necesidad tanto o más urgente que las intervenciones para tranquilizar a las Bolsas.
El problema está en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde los campesinos abandonan masivamente sus tierras y, condenados a la huida, terminan más temprano que tarde sumándose a las decenas de miles de desplazados que se han ido generando como producto de esta guerra irregular e interminable. Es que, en la zona este del país y en el Kivú-Norte, desde fines de agosto los combates entre el ejército del Congo y diversos grupos militares irregulares se han intensificado bruscamente. Rompiendo los acuerdos de paz firmados en enero, los combates estallaron, en las cercanías de Goma, entre el ejército regular de Kinshasa y los rebeles dirigidos por el Gral Laurent Nkunda. El general Nkunda, un tutsi congoleño sostenido por Ruanda, está levantado en armas contra el gobierno central del Congo, así como contra las poblaciones hutus establecidas en territorio congoleño. A nadie escapa que muchos de estos hutus "congoleños" son, en realidad, de origen ruandés, antiguos participantes en el genocidio de los tutsis de hace algo más de una década atrás. Como se puede comprobar facilmente para quien sigue de cerca la situación, ya desde 1994, las tensiones étnicas ruandesas se estaban transportando hacia el norte de Kivú, en territorio del Congo.
La intensidad de los combates es tal que la situación parece indicar que los enfrentamientos están por pasar de su formato « regional » actual a transformarse en un enfrentamiento bélico abierto entre la RDC y su vecina Ruanda. La semana pasada las autoridades de Kinshasa comunicaron al Consejo de Seguridad de la ONU fotografías que, según las autoridades congoleñas, probarían que soldados ruandeses participaron en un ataque, llevado a cabo por los grupos irregulares liderados por el Gral. Nkunda, a una base militar congoleña en el Kivú Norte, una semana antes.
Ruanda ha negado toda incursión militar en territorio congoleño pero, igualmente, las autoridades de las Naciones Unidas están investigando, ya que la situación no es nueva. Ruanda ya invadió en dos ocasiones al país vecino y, una de ellas, en 1998, fue la que encendió la mecha de uno de los desastres humanitarios más grandes de la historia: una guerra de 5 años con mas de 5 millones de muertos.
El ejército congoleño, mediante el uso de tanques, bombardea sistemáticamente las zonas altas controladas por los rebeldes. El martes pasado, en la operación de repeler un ataque a una de sus bases militares en el Este del país, hubo de tropezar con poblaciones civiles, lo que elevó el número de desplazados en las últimas 6 semanas a 150.000 personas de acuerdo a fuentes de las Naciones Unidas. Casi simultáneamente, en el norte de Kivú, en la localidad de Tongo, la intervención de los tanques congoleños causó muertos y heridos en las cercanías de un campo de población desplazada. Dicha información proviene directamente de la Monuc, la Misión militar de las Naciones Unidas en el Congo donde participan las FF. AA del Uruguay: una de las misiones de intervención para la paz mas importantes de la ONU -(17 000 cascos azules)- que está desplegada en el conjunto del territorio de la RDC. "Las FARDC controlan prácticamente la región de Tongo", declaró el portavoz de la Monuc, el Teniente Coronel Jean-Paul Dietrich. "Ambos bandos están usando equipamiento pesado, declaró Dietrich y "El uso de armas pesadas es una amenaza muy seria para la población civil, especialmente para los desplazados". Un simple ejemplo: los combates cercanos a Nyanzale, un pequeño pueblo de la región, dejaron atrapados a 25 integrantes de "Médicos sin Fronteras" conjuntamente con 60 de sus pacientes durante mas de 2 días.
« Todo es nuevamente un caos » declaró Bernard Kouchner, el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, el martes 13 de octubre en Luxemburgo. “Tememos en particular que se reinicien nuevamente las horrendas masacres » en las regiones mencionadas. La opinión del Ministro francés es compartida por la Conferencia Episcopal del Congo. La máxima autoridad de la Iglesia Católica de la República del Congo teme que "...estas guerras recurrentes (...) no sean otra cosa que una forma de cubrir el saqueo de los recursos naturales" e invita a la Comunidad Internacioinal "…a tomar medidas efectivas y eficaces (…) para obligar a las bandas armadas a respetar los compromisos que oportunamente suscribieron".
El Secretario General, Ban Ki Moon, ya había advertido el viernes anterior que la guerra podía extenderse por toda la región y transformarse en un verdadero conflicto regional, por lo que llamó a un cese inmediato de las hostilidades. Falta aún saber quien es que está, realmente, escuchando estas advertencias.
Catedrático de Ciencia Política
Facs - ORT- Uruguay
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