Georgia: entre el pasado y el futuro

Autores/as

  • Lic. Virginia Delisante

Resumen

Georgia es una pequeña república de 70.000 km2 y 4,5 millones de habitantes, situada en la costa del Mar Negro, entre Turquía, Armenia y Azerbaijan al sur y Rusia al norte. Osetia del Sur es una región al norte de Georgia, fronteriza de Rusia, de apenas 3.900 km2 y una población de 82 mil habitantes, de los cuales 58 mil son osetas y 22 mil son georgianos. 

Estas dos regiones son hoy el escenario de una historia que incluye nacionalismos, etnias, poder, intereses económicos pero no sólo, que ya hemos visto con otros protagonistas y que parece ser una más de las secuelas que aún quedan del stalinismo primero, del desmembramiento de la Unión Soviética después. Hoy las ex repúblicas de la vieja Unión Soviética parecen no terminar de encontrar su lugar de manera pacífica ante la mirada atenta de una Rusia, ella sí, preocupada por no perder un metro más del control energético en la región. 

Con la consigna de luchar contra los nacionalismos de los pequeños pueblos, Stalin decide, en 1922, dividir la región de Osetia en dos: Osetia del Norte ligada a la Federación Rusa y Osetia del Sur ligada a la República Socialista Soviética de Georgia.  A partir del desmembramiento de la URSS, Osetia del Sur se proclama como República Autónoma, lo que provoca la reacción de Georgia que no la reconoce. Ya aquí estallan los primeros enfrentamientos. Los separatistas osetas proclaman la unión con el Norte, lo que es igual a decir, con Rusia, obteniendo la simpatía y el apoyo de Moscú. En 1922 las fuerzas georgianas entran en Osetia del Sur luego de que la mayoría de sus habitantes votara, en un referéndum, a favor de la incorporación a Rusia. Las hostilidades cesan tras la firma de un acuerdo, el mismo año, entre Georgia y Rusia, que desplegó fuerzas de paz en la región. Durante esta tregua, los separatistas lograron formar un ejército equiparable al de la propia Georgia. Hoy los enfrentamientos entre los separatistas y el Ejército georgiano volvieron a estallar y el viernes pasado, Rusia decidió enviar tropas a Osetia del Sur. 

Cabe destacar que no es éste el único movimiento separatista al cual Georgia se enfrenta: al noreste se encuentra la Provincia Autónoma de Abjazia, sobre el Mar Negro, que se volvió prácticamente independiente (de hecho) luego de expulsar a la fuerza a más de 200 mil georgianos de la zona (con el beneplácito de Moscú) y al sureste la República Autónoma de Adjaria. Osetia, como Abjazia, es una región de gran interés para Rusia porque por allí pasan importantes rutas de transporte energético. Mientras, Georgia apela a la defensa de la unidad territorial. 

Estados Unidos lo ha plasmado bien en su reacción al decir que la respuesta rusa a la ocupación georgiana de Osetia del Sur ha sido, por lo menos, desproporcionada: la flota rusa del Mar Negro ha sido desplazada a las cercanías de Georgia bloqueando los puertos, promovió el movimiento de tropas de los secesionistas adjazos a las zonas fronterizas y bombardeó zonas cercanas a la capital, Tbilissi. A su vez, la OTAN calificó los ataques rusos de “uso desproporcionado de la fuerza” y pidió un cese del fuego inmediato. El número de muertos varía entre poco más de 100, según fuentes georgianas, y más de 2000 según fuentes rusas. La Agencia de Naciones Unidas para el refugiado estima, además, entre 10 mil y 20 mil, los refugiados del conflicto, incluyendo a los georgianos que vivían en Osetia del Sur. Sin olvidar los daños materiales que son millonarios. Todo esto en un fin de semana largo…

Con la visita de Nicolás Sarkozy a Moscú, el martes pasado, como Presidente de la Unión Europea, Medvedev anunció el fin de las operaciones militares rusas en Georgia de manera de “imponer la paz” a aquél país. Condicionó la resolución definitiva del conflicto separatista en Osetia del Sur a la retirada total de las tropas georgianas de la región  y a la firma de un acuerdo jurídicamente vinculante por el cual, las partes implicadas renuncien al uso de la violencia.

Si bien es cierto que las relaciones rusas con la comunidad internacional se han deteriorado, en medio de acusaciones de Moscú contra los “gobiernos occidentales” por “exhibir un claro favoritismo” hacia Georgia en el conflicto, la realidad indica que esa misma comunidad internacional no tiene medios para actuar contra Rusia. Eventualmente no caben muchas dudas, si hubiera que elegir entre una región y otra…

 

 

* Profesora de Unión Europea. 
FACS. ORT- Uruguay.

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Publicado

2008-08-14

Número

Sección

Política internacional