Obama en Europa: una doble lectura

Autores/as

  • Lic. Margarita Heguy

Resumen

La gira de Barak Obama por varios países de Europa fue todo un éxito. Especialmente si se mira el efecto que produjo en la opinión pública, que ha consagrado al candidato demócrata a la Casa Blanca, de 47 años - el cual suscita una gran identificación generacional con los jóvenes- como su preferido: dos a uno frente a John Mc Cain.

Durante su visita a Alemania, Francia y el Reino Unido, el candidato demócrata aseguró que, si llega a la presidencia, Europa será el mejor aliado de los Estados Unidos. Las promesas de volver al multilateralismo y de respetar el derecho internacional, así como un pronto retiro de tropas de Irak han cautivado a los europeos, hartos del estilo unilateral y errático del presidente Bush.

Esto a nivel de la gente. Pero ¿qué hay de los gobiernos? ¿Obama logró conquistarlos? Lo ha dicho bien Le Monde en uno de sus editoriales, se trata de un objetivo bastante más difícil de alcanzar, ya que hay varios motivos que llaman a la prudencia. En primer lugar, porque solo una parte de los intereses estratégicos de Estados Unidos coinciden con los de Europa. En segundo término, porque las economías norteamericana y de la Unión Europea son en gran medida competidoras, no complementarias. En el comercio, el candidato, como es tradición en su partido, se muestra proteccionista. Y, si bien matizó su posición después de las primarias, los europeos creen que un Congreso con mayoría demócrata puede ejercer mucha presión en tal sentido. Obama puede ser un candidato “global”, pero no así sus posiciones, estiman expertos como Reginald Dale, del Center for Stategic International Studies. Por otra parte algunos analistas aseguran que el candidato republicano y veterano de la guerra de Vietnam, John Mc Cain, demandará menos esfuerzos de guerra a los europeos. Por último, según señalan varios medios del viejo continente, a nivel de gobiernos Europa es difícil de seducir, porque la trama de intereses de toda índole que condiciona las nuevas políticas --protección del medio ambiente, difusión de las tecnologías de vanguardia, ayudas al desarrollo, políticas de inmigración y otras-- parten de enfoques distintos a un lado y otro del Atlántico.

De todas formas, es aún prematuro aventurar qué significaría para Europa una eventual presidencia de Barak Obama. A la vista están sus vacilaciones en cuestiones tan importantes como la implementación de la retirada estadounidense de Irak, la manera de enfrentar el cambio climático o el estatus de Jerusalén. Si bien en Europa las estadísticas se vuelcan a favor del candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, lo cierto es que serán los propios norteamericanos y no los europeos quienes deberán decidir en las elecciones del próximo 4 de noviembre. Por lo pronto, un sondeo realizado por el periódico The Wall Street Journal y la cadena NBC, señalan que Obama cuenta con el 47 por ciento de las intenciones de voto, contra el 41 por ciento de McCain. A poco más de tres meses de la concurrencia a las urnas, tan solo seis puntos de diferencia. Veremos, solo entonces, si la “Obamanía” al parecer triunfante ante el público de Europa, finalmente logra hacerlo a la hora de la verdad y ante el veredicto inapelable de las urnas.

* Profesora de Periodismo Internacional.
Depto. de Estudios Internacionales 
FACS. ORT- Uruguay.

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Publicado

2008-07-31

Número

Sección

Política internacional