CINE PARA ENTENDER EL MUNDO (II)

Autores/as

  • Prof. Agustin Courtoisie

Resumen

En nuestra anterior entrega habíamos sostenido que el cine es una de esas cosas a las cuales acudir no solamente como medio de entretenimiento sino como arma de conocimiento e información. Sostuvimos también que en ocasiones –y máxime para los estudiosos de temas internacionales –, el cine es la única vía para comprender cabalmente ciertos procesos humanos, ya sea que refieran a cuestiones colectivas o históricas, o a fenómenos psicológicos harto difíciles de acceder por medios exclusivamente intelectuales. Nos referimos entonces al filmLas tortugas también vuelan de Bahman Ghobadi (producción de Irán e Irak, 2004), a Osama, de Siddiq Barman (producción de Afganistán, Japón e Irlanda, 2003)  y a Va, vis et deviens, de Radu Mihaileanu, (producción por  Bélgica, Francia, Israel, Italia, 2005).  Remito a los lectores interesados a la consulta del archivo digital de Letras Internacionales.

Hoy me propongo comentar el documental Looking for Fidel de Oliver Stone, una larga entrevista con el anciano líder y otros protagonistas de la sociedad cubana.

En 2003, Cuba sufrió una ola de secuestros de barcos y aviones, originada en la aspiración de muchos  ciudadanos de emigrar a los EEUU. Algunos de ellos fueron condenados a muerte y ejecutados. El célebre director Oliver Stone viajó a Cuba, y entrevistó durante 30 horas a Fidel Castro, buscando entender esos fenómenos y procurar una visión más profunda de la realidad política de ese país.

Durante toda la entrevista, Castro intenta fundamentar su inflexibilidad con las restricciones de todas las libertades, en particular, las vinculadas al derecho de los cubanos de viajar a otros países. Algunas de las escenas más impactantes del film que hoy recomendamos surgen cuando Oliver Stone asiste a una suerte de conferencia de prensa con varios acusados por secuestro, junto al propio Fidel Castro. También están presentes fiscales y abogados defensores, y la mejor manera de comprender el carácter revelador de los diálogos sostenidos entre todos los participantes es recordar aquí parte de sus dichos: todos se auto incriminan, reconocen su “error”; cuando se les pregunta qué pena merecen uno pide “30 años”, tal vez para eludir la pena de muerte y, por último, son sermoneados por Castro, casi de manera bonachona, pero reprochándoles sus aspiraciones consumistas. En el caso de este último grupo, los resultados fueron condenas de treinta años y cadenas perpetuas, sin ningún condenado a la pena capital.

A lo largo del documental, las cámaras registran opiniones de disidentes, familiares de presos políticos o comunes, y abogados de derechos humanos. También se incorpora, y acaso con mayor gracia por la emotividad de algunos testimonios, la adhesión al líder cubano de muchos ciudadanos modestos.

Dejemos aquí una pequeña muestra de la entrevista de Oliver Stone, que sin duda merece ser vista íntegra.
Poco tiempo después de que uno de los grupos de secuestradores fueron ejecutados, la madre de uno de ellos expresa con lágrimas en los ojos: “...el viernes amanecieron muertos los muchachos”.

La cámara cambia de escenario, y muestra el lugar donde se desarrollan ciertos tramos fundamentales del encuentro de Stone con el gobernante cubano. Estas fueron sus palabras.

Fidel Castro: “Y si se volviera a dar una situación semejante, haría exactamente igual. Sin duda”.

Oliver Stone: “Era una situación muy emocional, EEUU invadía Irak. De pronto, después de años de tranquilidad, resurgieron los ataques terroristas. Los americanos hablaban de secuestros en Cuba. Hubo tres en un período de dos semanas, dos aviones y un barco”.

Fidel Castro: “Hacía casi alrededor de 9 años que no se producían y dos horas antes del inicio de la guerra de Irak. Con seis cuchillos puestos aquí, en la garganta, secuestraron. Esa fue la noticia que llegó de los seis que se fueron. El segundo avión, lo secuestran el 31 de ese mismo mes, pero ya antes se había publicado la noticia de que un juez en Miami había concedido la libertad bajo fianza de los seis secuestradores. Después vino a las 24 hrs. En la bahía de La Habana, secuestran el barco de pasajeros. Hasta el final estuvieron con los turistas apuntándoles la sien”.

Oliver Stone: “El juicio solo duró siete días. Fueron declarados culpables y los tres fueron fusilados el octavo día”.

Fidel Castro: “Sí”.

Oliver Stone: “Según la justicia internacional, no se fusila a nadie tan deprisa sin que pueda apelar”.

Fidel Castro: “Es cierto, cuando no se trata de una situación virtual de guerra. Porque existe una ley llamada la Ley de Ajuste Cubano que le concede el derecho automático a residir en Estados Unidos. Esto afecta a esos grupos marginales  que no recibirían jamás visa para viajar a EEUU. Tienen solo una forma de hacerlo: ilegalmente. Había que cortar sin perder un minuto esa ola de secuestros. Sólo había una forma de cortarlo de acuerdo a la ley. No fue una ejecución extrajudicial”.

Oliver Stone: “Pero un hombre, por muy malo que sea, en EEUU, después del juicio, hay muchas apelaciones, se puede ver a su familia”.

Fidel Castro [dirigiéndose a la intérprete]: “Pero él habla como si viviéramos en el mejor de los mundos. Yo pregunto lo siguiente, ¿cuántas visitas le han hecho a las casi 800 personas que estás encerradas en una cárcel especial en la base de Guantánamo? Ninguno de ellos ha sido visitado por familiares. Tenemos un deber primario, lo tenemos con nuestro pueblo.  Nunca podremos vacilar entre ejercer la caridad con un grupo de personas que tienen menos culpa que los que los provocaron a hacer esas cosas”.
Oliver Stone: “¿Quién los sedujo?”

Fidel Castro: “El gobierno de Estados Unidos. ¿Qué ha hecho EEUU hasta ahora? Darles residencia a todos los que han secuestrado aviones y barcos. Si EEUU se comprometiera a devolver a los secuestradores aquí, si hicieran un acuerdo con nosotros, podríamos comprometernos a no aplicarles la pena capital”.

Oliver Stone: “¿Cuál es la historia de los tres hombres?”.

Fidel Castro: “En los tres casos de secuestro, no eran personas que tuvieras problemas llamados ‘políticos’. Eran personas con antecedentes penales. Nada que ver con los llamados ‘disidentes’…”.

Oliver Stone: “Los servicios secretos cubanos son muy buenos. Pero que uno de los mejores, por ejemplo, el Mossad…” [es interrumpido].

Fidel Castro: “El Mossad mata, Cuba no mata. Y creo que la CIA tiene mejores servicios que Cuba, y no pudo saber lo que iba a pasar en las Torres Gemelas”.

Oliver Stone: “Cuando me enteré de que el Sr. Castro había matado a tres secuestradores con tanta rapidez...” [es interrumpido de nuevo].

Fidel Castro: “Yo no ejecuté a nadie, estoy en desacuerdo con la terminología. Pareciera que Castro tomó un fusil, una pistola y les ejecutó”.

Oliver Stone: “He escogido mal las palabras. Pero el Estado les ejecutó con rapidez. En el extranjero, el Sr. Castro y su gobierno deberían haber sido informados por sus servicios secretos”.

Fidel Castro: “Ninguna inteligencia en el mundo puede impedir que se produzcan actos terroristas. Yo le puedo decir que, desde que secuestraron el primer avión, hemos investigado alrededor de 32 proyectos de secuestros de aviones”.

Hasta aquí algunos fragmentos de la entrevista de Oliver Stone con Fidel Castro, recogida en el documental Looking for Fidel –que permite introducirnos casi sin intermediarios, por decirlo así, en una realidad política y social harto compleja como la de Cuba –. Como adelantábamos en nuestro artículo anterior, en esta larga entrevista el líder cubano, al justificar la persecución implacable de la disidencia política, argumenta, sin quererlo, en favor de la libertad y el Estado de derecho, mucho mejor que mil discursos.

En nuestra próxima entrega de “Cine para entender el mundo” para Letras Internacionales, nos ocuparemos de Tropa de élite de José Padilla (Brasil), que ilumina por igual la interna de la policía que debe reprimir al narcotráfico en Río de Janeiro, tanto como la lógica de los delincuentes y sus cómplices.

 

*Profesor de Cultura y Sociedad contemporánea.
Depto. de Estudios Internacionales
FACS – ORT Uruguay

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Publicado

2008-07-17

Número

Sección

Culturales