¿Croacia no?

Authors

  • Lic. Virginia Delisante

Abstract

A raíz de la negativa irlandesa de ratificar el Tratado de Lisboa, Nicolás Zarkozy, presidente de Francia que encabeza, además, la presidencia semestral del Consejo Europeo, en el transcurso de las reacciones de este “no” irlandés, declaró lo que se entendió como que Croacia no podrá ingresar a la UE.

Croacia, una de las regiones más ricas de la ex Yugoslavia, encabezó, junto con Eslovenia, el reclamo de independencia de la federación hacia 1989, declarándose independiente de hecho, en 1991. La mediación de la Unión Europea, junto con Naciones Unidas y la OTAN, fue clave en aquel momento, para lograr detener el conflicto étnico entre serbios (opositores a tal independencia) y croatas. La inestabilidad en la región continuaría, de todas maneras, unos años más. 

En 1999, la Comisión Europea definió las bases de lo que se llama el Proceso de Estabilización y Asociación para los Balcanes occidentales (PEA), un marco político y de cooperación que persigue tres objetivos: la estabilización y la rápida transición hacia una economía de mercado; la promoción de la cooperación regional y la perspectiva de adhesión a la UE para los países de la región. Croacia es el primer país del PEA que inició las negociaciones con la UE y obtuvo, junto con Macedonia, la condición oficial de “país candidato”. Se prepara así, desde 2005, para ser el próximo miembro de la Unión. La UE ofrece, a través del PEA, concesiones comerciales, asistencia económica y financiera y relaciones contractuales. El objetivo de fondo es ayudar a que los países que pretenden ingresar en la Unión logren, el grado de estabilidad y crecimiento económico necesarios para poder cumplir con los criterios de adhesión (o Criterios de Copenhague), sin embargo a Croacia (y todos los países del PEA) se les exige cumplir con algunas condiciones que no eran esenciales para los anteriores países candidatos, como ser asegurar el respeto por las minorías, el retorno de los refugiados, cooperar con la región y colaborar con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). En estos años, se puede decir que Croacia ha utilizado de manera eficiente los recursos que llegan de los fondos de pre-adhesión (141 millones de euros en 2007) para lograr los estándares exigidos para ingresar a la Unión, objetivo fijado para 2009. 

La mayor parte del comercio croata es con la Unión Europea, tiene una posición geoestratégica importante en la medida que sirve de puente entre Europa Central y del Este con el Mediterráneo y es un ejemplo a seguir para sus vecinos ex yugoslavos con interés en ingresar a la Unión. 

Entonces ¿qué quiso decir Nicolás Sarkozy? “Sin nuevo tratado no hay ampliación” dijo Jean Claude Juncker, Primer Ministro de Luxemburgo (Eleconomista.es, UE presiona a opositores a Tratado de Lisboa amenazando ampliación a Croacia. (20/6/08)) y es lo que resume la intención de aquellas declaraciones. 

Croacia quedó encerrada en el meollo por ser el siguiente en la lista de los nuevos miembros, pero en ningún momento se quiso insinuar que se estaba en contra de su ingreso. Se pone en evidencia una realidad, que fue, de hecho la que llevó a acordar el Tratado de Lisboa en diciembre pasado: la UE no puede seguir funcionando sin una reforma urgente, entre otras cosas, de sus instituciones. Ya no puede seguir absorbiendo nuevos miembros y aumentando, en consecuencia, los comisarios y los eurodiputados indefinidamente. En definitiva Croacia se transforma en una especie de víctima de la presión que se ejerce para logar la ratificación de Lisboa ya que Croacia no es el problema en sí mismo sino todas las futuras ampliaciones. Es decir, Croacia sí, pero Lisboa también.

* Profesora de Unión Europea. 
FACS. ORT- Uruguay.

 

Published

2008-07-10

Issue

Section

Política internacional