El humo “más grande del mundo”

Autores/as

  • Fabian Wajner

Resumen

Como bien sabemos aquellos que nos hemos adentrado en el mundo académico de las ciencias sociales, existen múltiples teorías que permiten explicar de un modo racional los mas diversos acontecimientos que aparecen en el mundo actual.

Una de mis preferidas fue siempre la “Teoría Conspirativa”, que postula que, por detrás de todo hecho ocurrido, existe siempre uno o más responsables –(conspiradores)– que tienen un motivo, o “móvil”, para provocar deliberadamente el suceso en ese momento en cuestión.

Pues bien, la aparición de esa enorme nube de humo que azotó nuestro país la semana pasada -(y, hasta ahora, lo hace en provincias del centro argentino)-, bien puede ser analizada a través de lecturas basadas en dicha teoría.

Numerosos analistas internacionales se refirieron, en primera instancia, a una conspiración entrerriana (principalmente de los militantes habitantes de Gualeguaychú) en respuesta por el accionar de Botnia en Fray Bentos. Es una lectura sencilla, basada en el célebre “Ojo por ojo, diente por diente”, más aún después de enterarse de la molestia que le genera todo lo que sea humo a nuestro más célebre, y Primer Oncólogo, el presidente Tabaré Vázquez. ¡Humo de hierba! ¿Quien iba a decir que el Pampero anularía impredeciblemente, aunque afortunadamente sólo por un tiempo, con nuestra ejemplar legislación anti-tabaco!

Otras fuentes, no menos prestigiosas que las anteriores, se mostraron de acuerdo en que, efectivamente, se trataba de una acción dirigida contra el Uruguay, pero no a raíz del conflicto papelero. Se trataba de una operación originada en la República Argentina destinada a quebrar, de manera secreta,  pero no menos ominosa, con el Record Guiness uruguayo del “Asado más grande del mundo”.  Aparentemente el fuego se les fue de mambo y no pudieron quebrar con el tan mentado récord de su pequeño pais vecino. El Inac de Uruguay, con la consabida discreción diplomática que el estado de las relaciones con nuestros hermanos argentinos exige, estaría festejando “sotto voce” este traspié.

No podían faltar, naturalmente, aquellos que alegaron que estábamos ante una acción anti-imperialista contra los vecinos del Norte. Se trataría de un mensaje indirecto dirigido a los EE.UU para que iniciasen una acción diplomática destinada a ejercer presión sobre Gran Bretaña en el reclamo argentino por las Malvinas, mostrando que Buenos. Aires. era capaz de tener más niebla que la propia Londres. Y hasta se rumoreó sobre un intento de des-inteligencia para impedir que los satélites norteamericanos puedan detectar lo que, efectivamente, sucedía en dichas tierras.

Sin embargo, no todas las conspiraciones tendrían como objetivo el exterior y el terreno internacional. Diversas versiones aseguran que todo se enmarca dentro del mentado conflicto entre el gobierno y el campo. Ante la mala imagen que causó aquella “Toma de la Bastilla (Plaza) de Mayo”, Luis D´Elia habría recibido, desde altas esferas guberamentales, la orden estratégica de generar una “Cortina de Humo” para quitar relevancia al drama rural. Todo indica que los muchachos de D´Elía, siempre entusiastas pero no precisamente sutiles, entendieron mal la consigna y se lo tomaron muy a pecho, diseminando un escuadrón en medio de los pastizales del Paraná para una desopilante, y no menos humeante, operación piquetera.

Otras versiones de índole interna surgieron en las últimas horas, pero ya habrían quedado descartadas. En primer lugar, aquella que indica que todo es una operación de la oposición política al régimen de los K, para lanzar una fuerte campaña de marketing político bajo el slogan “…la plata se nos hizo humo..” o “…la inflación se nos fue a las nubes…”. En segundo lugar, la otra versión hace referencia a la renuncia del ministro Lousteau que, ya desde hace semanas, estaría tan enojado con la metida de pata de sus “detracciones” que, según allegados cercanos a los peluqueros y maquilladoras de la Presidenta, “…estaba que echaba humo…”.

En fin, opciones conspirativas no faltan. El conflicto por las papeleras, el antiimperialismo, las Malvinas, los conflictos campo-gobierno, los piqueteros, la inflación, la rotación de ministros de economía, etc. En realidad, hace tiempo que en la Argentina todo parece confuso, como si la escena política se hubiese ido llenando paulatinamente de humo, y nosotros, que miramos de fuera, vemos todo cada vez muy difuso. ¿No se tratará de una malvada conspiración cuyo objetivo es que dejemos de ver, al menos por un tiempo, todo lo que pasa y todo lo que se nos viene desde Argentina?

Jorge Drexler dice: “…creo que he visto una luz, al otro lado del río…”. Es bien sabido que cantores, poetas y filósofos siempre viven en la luna y todo lo confunden;  con este humo, el amigo Drexler con suerte habrá podido avizorar el faro de la Isla de Flores ¡

 

* Estudiante de la Licnciatura en Estudiso Internacionales. Universidad ORT- Uruguay.

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Publicado

2008-05-02

Número

Sección

Política internacional