LA TRAGEDIA DEL PRADO - UNA MIRADA DESDE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO

Autores

  • Lic. Natalia Almada

Resumo

Durante las primeras décadas del siglo XX, la sociedad uruguaya completó su primer modelo de configuración nacional, y el imaginario integrador que lo hizo posible alcanzó entonces su máximo despliegue. La relación de primacía de lo público sobre lo privado fue, entre otros, uno de sus elementos constitutivos. Así lo explica el historiador Gerardo Caetano en su artículo Lo privado desde lo público. Ciudadanía, nación y vida privada en el Centenario.1

En tal sentido, Caetano expresa que la mayoría de los líderes partidarios de la época “participó de un consenso tácito respecto a que su vida privada debía quedar fuera de las controversias políticas, haciendo de ello poco a poco un ‘código’ no escrito de la convivencia de la llamada ‘clase política’”. No obstante, como indica el autor, ese acuerdo tácito no siempre se cumplió.

El caso que nos ocupa en este artículo es un ejemplo de ello; ocurrió en 1904, en Montevideo, y trascendió hasta nuestros días como “la tragedia del Prado”.

En la noche del 26 de diciembre de 1904, en el Hotel del Prado, el militar Adolfo Latorre mató de dos balazos a su esposa, Celia Rodríguez Larreta. El motivo estuvo claro desde un principio: ella le era infiel.

El aristocrático matrimonio Latorre - Rodríguez Larreta estaba tramitando una separación legal de cuerpo y bienes, de acuerdo a la normativa de la época. Según el historiador José Pedro Barrán, había sido la propia Celia quien, víctima de maltrato por parte de su esposo, había solicitado la aplicación de dicha figura jurídica.2 En tal sentido, es preciso recordar que en Uruguay el divorcio absoluto fue aprobado en 1907, casi tres años después de la muerte de Celia.

La historiadora Ana Ribeiro, en su libro Historias sin importancia3, relata que la relación de Celia y su amante era un secreto a voces. La identidad del amante también rodaba de boca en boca, y fue ese dato, tal vez, lo que convirtió aquel amorío en un escándalo. Es que quien había deslumbrado a Celia era el doctor Luis Alberto de Herrera.

El veterano abogado Teófilo Díaz -que conocía a los protagonistas de esta historia- intervino con el propósito de recomponer la relación conyugal. Como resultado de aquella mediación, el matrimonio decidió pasar la noche del 26 de diciembre en el Hotel del Prado. Pero lo que en principio pareció ser una reconciliación, terminó en una tragedia, y Celia Rodríguez Larreta encontró la muerte a manos de su esposo.

Enterado de lo sucedido, el abogado Díaz fue uno de los primeros en llegar al hotel. “La indignación de Teófilo Díaz fue grande: él había llevado a Celia Rodríguez Larreta a esa situación de supuesta reconciliación, él la había entregado a las manos del marido”4, relata Ribeiro. Tanto fue así que, en un arrebato, él también empuñó un arma y mató de un balazo al asesino, Adolfo Latorre.

A Teófilo Díaz lo declararon loco. A Celia la velaron en casa de sus padres. Por si al caso le faltara algún tinte escandaloso, durante el velorio irrumpió el dandy Roberto de las Carreras y declamó su “Oración pagana”, una prédica a favor del amor libre y de la cual se transcribe un fragmento al comienzo de este artículo.

Los principales diarios del momento, El Día y El Siglo, dedicaron páginas enteras a la noticia del doble crimen. Los periodistas se embarcaron en la difícil tarea de dar a conocer la historia, evitando aludir directamente al adulterio y, sobre todo, soslayando revelar la identidad del amante.

El historiador José Pedro Barrán se ocupó de “la tragedia del Prado” en su libro
Intimidad, divorcio y nueva moral en el Uruguay del novecientos5. Al referirse a la forma en que la prensa de la época abordó el tema, Barrán sostiene que aquellas actitudes periodísticas revelan que ya comenzaba a perfilarse el derecho al secreto de lo íntimo, y comenzaban a quedar al descubierto los conflictos entre lo público y lo privado.

Así como la cobertura de los diarios fue elocuente en el sentido que señala Barrán, lo que ocurrió dos años después, en 1906, constituye un ejemplo de cómo lo privado invadió la esfera de la vida pública de un dirigente político de la época, incumpliendo el acuerdo tácito al que se refiere Caetano.

El 22 de abril de 1906, el periódico nacionalista La Democracia publicó un suelto titulado “Paseo sensacional. El presidente por la calle. Un séquito de policías y pesquisas. ¿Quién dijo miedo?”. El artículo acusaba al presidente de la República, José Batlle y Ordóñez, de tener miedo de caminar por la calle sin la compañía de policías, soldados y vigilantes.

Batlle y Ordóñez respondió desde las páginas de El Día. En su réplica, a la que tituló “¿Quién dijo miedo?”, Batlle aludía en forma explícita al romance que Luis Alberto de Herrera había mantenido con Celia Rodríguez Larreta y, más aún, revelaba la identidad del amante, algo que hasta el momento la prensa no se había atrevido a hacer.

Ofendido, Herrera retó a duelo al presidente. Pero éste, aduciendo que su cargo se lo impedía, no aceptó.

La tragedia del Prado -y sus coletazos- conmocionó a la sociedad uruguaya de principios del siglo XX. Las consecuencias del caso, además, fueron usadas como argumento en las múltiples discusiones que tuvieron lugar en ocasión de la aprobación de la ley de divorcio en 1907. No en vano, en un artículo publicado por el semanario Brecha cuando se cumplieron 100 años de la sanción de dicha normativa, Barrán manifestó: “Asimismo he sospechado que el asesinato de Celia Rodríguez Larreta por Adolfo Latorre, su marido, en 1904, pudo promover un estado de opinión favorable al divorcio. Celia, que tenía por amante a Luis Alberto de Herrera, era con toda seguridad maltratada por Latorre. Ella había pedido la separación de cuerpos precisamente por ese motivo”6.

El caso constituye también un buen pretexto para reflexionar acerca de los conceptos desarrollados por John B. Thompson en cuanto a los medios de comunicación y su efecto sobre la visibilidad.

En esa dirección, el sociólogo norteamericano sostiene que el surgimiento de los medios masivos de comunicación generó una modificación gradual de lo público y de las formas en que los individuos y los acontecimientos se hacen visibles a los otros.

Los medios permitieron a los dirigentes políticos llegar a audiencias cada vez más numerosas y lejanas. Pero para el autor, esta nueva visibilidad trajo aparejados nuevos peligros. Así, plantea que “los líderes políticos (…) están más expuestos al riesgo de que sus acciones y declaraciones, y las acciones y declaraciones de otros, sean develadas de manera que choquen con las imágenes que ellos desean proyectar”7.

La identidad del amante de Celia Rodríguez Larreta circulaba, como rumor, de boca en boca. Pero sólo se tornó explícita cuando José Batlle y Ordóñez la reveló en las páginas de El Día.

Aludiendo a Thompson, un evento de la vida privada de un referente político de nuestra historia se tornó visible a raíz de su aparición en la prensa. En esa ocasión, Luis Alberto de Herrera se vio expuesto a los riesgos de la nueva forma de visibilidad generada por los medios masivos de comunicación.

De todos modos, como señala Ribeiro en Historias sin importancia, “el tiempo hizo cosas distintas con los amantes. A él lo convirtió en caudillo de hombres. (…) A Celia el tiempo la ocultó”8. Lo que resulta más peculiar, no obstante, es que como bien dice la historiadora, los nombres de los amantes no suelen aparecer juntos: “Cuando se recuerda la “Oración pagana” rara vez se nombra a los dos amantes: o se nombra a Herrera y se vela a Celia o se nombra a Celia y se oculta a Herrera. Juntos, no”9.


1 Caetano, Gerardo (2000). Lo privado desde lo público. Ciudadanía, nación y vida privada en el Centenario. Sociohistórica Nº 7
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2819/pr.2819.pdf
2 Neves, Salvador. El divorcio cumple 100 años. Las apóstatas de la fe.
Publicado en el semanario Brecha y disponible en:
http://www.semanario-alternativas.info/archivos/2008/1)enero/1__4.01.2008/PDF/portada/divorcio.pdf

3 Ribeiro, Ana (2007). Historias sin importancia. Editorial Planeta

4 Ribeiro, Ana. Op. cit., p.157

5 Barrán, José Pedro (2008). Intimidad, divorcio y nueva moral en el Uruguay del novecientos. Ediciones de la Banda Oriental

6 Neves, Salvador. Op. cit.

7 Thompson, J. (2008). Por una teoría interrelacional de los medios. La nueva visibilidad. Revista Telos: Cuadernos de comunicación e innovación, Nº 74, marzo 2008, pp. 85-91.

8 Ribeiro, Ana. Op. cit., pp. 161, 162

9 Ribeiro, Ana. Op. cit. p. 162

Publicado

2013-07-04

Edição

Seção

Culturales