Populismos de aquí y de allá

Autores/as

  • Facundo Andrada

Resumen

Vastos y diversos son los ejemplos populistas a lo largo de la historia, así como también lo son los conceptos y características que se han creado alrededor de este movimiento

El primer error que se comete a la hora de su denominación surge cuando muchos analistas hablan de “Populismos democráticos” o de “democracias populistas”, esta es una clara contradicción, ambos regímenes no pueden coexistir. Aunque muchas veces se puede encontrar cierta comunión en algunos aspectos, es necesario decir que de una u otra manera la “democracia perfecta” no tiene ninguna conexión con el “populismo perfecto” y viceversa.


Si tuviéramos que englobar al Populismo dentro de uno de los tres grandes regímenes que hemos desarrollado podemos decir que se alejan bastante de los totalitarismos, que están innegablemente relacionados con la democracia, pero que se ubican enteramente dentro de los regímenes autoritarios.


Si analizamos un poco mas en profundidad esta última situación, podemos observar que ambos responden a una lógica similar: carecen de una definición universalmente aceptada, son definidas negativamente y generalmente surgen como degeneraciones de la democracia.


El mencionado debilitamiento de la democracia parece ser el punto de convergencia para el surgimiento de estas corrientes populistas. América Latina es un verdadero paradigma de esta situación, ya que el siglo pasado desplegó, en mayor o menor medida numerosos ejemplos populistas que encontraron el camino hacia el gobierno en factores como la crisis ante el crash del 29, el surgimiento y consolidación de las masas como actores políticos, las demandas insatisfechas y fundamentalmente el debilitamiento de las instituciones. En este sentido se desprende una lógica fundamental de estos regímenes: se ubican por fuera de la discusión entre izquierda y derecha, son fenómenos anti-liberales y muchas veces anti-comunistas.


Siguiendo el análisis es necesario soslayar que no responden o no se fundamentan en una ideología previa, con cada régimen se crea una nueva legalidad. Esta construcción del concepto de “legalidad sustantiva” es uno de los primeros síntomas del distanciamiento con la democracia.


Básicamente los regímenes populistas crean su propio régimen jurídico, el cual dispone lo que sea necesario en virtud de los intereses políticos del gobierno. Lo que se traduce inevitablemente en la desaparición de legitimidad jurídica antes establecida, lo que como consecuencia lesiona la esfera de libertad de la ciudadanía.


Ejemplos de regímenes populistas


Hay una clara tendencia a relacionar regímenes populistas con gobiernos latinoamericanos. Esto lamentablemente es irrefutable, la historia del siglo XX nos presenta los ejemplos, entre otros, del PRI mexicano, del Peronismo en Argentina y de Vargas en Brasil. Sumado a esto la historia parece “repetirse” en el comienzo del siglo XXI, con el Chavismo en Venezuela, con Correa en Ecuador y con la Bolivia de Evo Morales.


Hay que hacer una salvedad al momento de decir que la historia populista vuelve a repetirse, ya que la heterogeneidad de estos movimientos y los distintos contextos a los que se enfrentaron, no nos permiten hacer una generalización.


Para marcar esta diferenciación entre los populismos clásicos latinoamericanos y los “neo-populismos” actuales recurrimos al trabajo presentado por Hector Leis y Eduardo Viola, “El dilema de América del Sur en el siglo XXI”. El cual señala que, la historia del populismo latinoamericano “apareció asociada al apoyo de las grandes masas de la población, pero nunca fue pensado como una herramienta para la construcción de las bases de la democracia política” mientras que ahora “el populismo aparece construyendo la democracia, haciendo ingresar a los excluidos en el sistema político democrático” pero no necesariamente creando ciudadanía.


Una comparación necesaria


Para continuar con la caracterización de estos regímenes y para ampliar el espectro populista por fuera de América Latina me parece interesante hacer una pequeña comparación entre los medios utilizados por Chávez en Venezuela y Putin en Rusia.


El caso de Chávez no deja dudas, es el paradigma de los populismos en la región. El caso de Putin es un poco mas difuso, claramente se inscribe dentro de los regímenes autoritarios, y como desarrollaremos a continuación, presenta muchos rasgos populistas.


Tomaremos como punto de partida el trabajo presentado en Letras Internacionales, “Reflexiones sobre el populismo político en la democracia” por Sebastián Bidegain en el cual se señala que el populismo niega la política en tres instancias.


1. “es contrario a la democracia por su constitución”


No es necesario aclarar mucho sobre una Venezuela gobernada por un Chávez militar que intento llegar al poder por medio de un golpe de Estado en 1992 y con clara orientación antidemocrática. Y que en estos más de 12 años de gobierno ha modificado y creado las instituciones necesarias para consolidar la “revolución bolivariana”.


El régimen ruso de Vladimir Putin, ex agente de la KGB, tampoco se distingue por sus características democráticas. En 1999 llega al poder tras la renuncia del anterior presidente (Boris Yeltsin) y en 2000 se consolida como presidente de la potencia rusa y desde entonces sobran los cuestionamientos en cuanto a la legitimidad de su gobierno y sobre todo en la forma en que se han desarrollado las consultas populares.


2. “limita o restringe la acción de los partidos tradicionales y de la oposición”


Tanto Venezuela como Rusia nos muestran innumerables ejemplos de esta situación de hostigamiento y persecución de la oposición.


Putin en períodos anteriores a las elecciones se ha encargado de poner infinitas trabas a sus opositores, medidas que van desde las sanciones a las manifestaciones públicas, o la limitación a la creación de nuevos movimientos sindicales, hasta llegar finalmente al encarcelamiento o el exilio de potenciales y serios competidores.


Chávez ha creado un régimen que abarca todo, que hizo llegar la revolución hasta las autoridades electorales; situación que provocó la retirada de la oposición de 2006. Como no podía ser de otra manera, también ha restringido la posibilidad de hacer campañas electorales y son incontables las amenazas a los ”oligarcas e imperialistas” culpables de todos los males venezolanos.


3. “niega la prudente administración del tiempo político”


Un rasgo importante de estos regímenes son las promesas populares, que intentan encantar a las masas, “al pueblo” y de esta manera buscar la forma de permanecer en el poder por largos periodos de tiempo.


Nuevamente tanto Rusia como Venezuela han consolidado este escenario.


Chávez logró plebiscitar la reelección indefinida y si el cáncer lo permite, seguirá siendo el dueño de Venezuela por el tiempo que lo desee.


Putin, en principio, ha sido un poco mas sutil para perpetuarse en el poder. Luego de gobernar hasta 2008, propone a Dimitri Medvedev como su sucesor, ubicándose Putin como Primer Ministro (lo que le permitió seguir siendo quien mueve los hilos en el gobierno). En este período se amplía el mandato presidencial de 4 a 6 años. Este año Putin, retomó “oficialmente” el poder y por lo tanto es extremadamente posible que se mantenga hasta 2024.


Otros rasgos populistas presentes en ambos regímenes


La institucionalización de la corrupción y la aparición del clientelismo político son otros de los tantos puntos comunes entre el régimen ruso y el venezolano. Ambos han creado una nueva clase empresarial, súper poderosa y en estrecha relación con el gobierno. Por ejemplo, en Rusia solo siete personas tienen el 40% del PBI del país y son los principales socios de las empresas estatales. En el caso de Chávez, se encarga de financiar nuevos “empresarios populares”.


Otro gran factor común entre ambos regímenes es el discurso anti-elitista y anti-imperialista. A nivel externo se oponen claramente a Estados Unidos (pese a la estrecha relación comercial que ambos gobiernos mantienen con la potencia estadounidense). Generalmente lo acusan de ser el culpable de todos los males a los que se enfrentan sus países. A nivel interno se encargan de perseguir a ciertos sectores de la sociedad, mientras Chávez habla de “neutralizar los planes de una burguesía desesperada... una burguesía que se apoderó del país y traicionó el proyecto de Bolívar”. Putin se encarga de encarcelar a empresarios súper millonarios que han presentado ciertas diferencias con su régimen.


A nivel económico, como no podía ser de otra manera, los mencionados regímenes son claramente intervensionistas. Putin y sus miembros más cercanos tienen importantes acciones en las principales empresas estatales. El caso de Chávez es bastante menos discreto, ya que se encarga de nacionalizar y expropiar cualquier tipo de empresa.
También hay que mencionar que ambos gobernantes constantemente hablan de la redistribución de los recursos donde aplican grandes planes populares “buscando reducir las desigualdades”, lo cierto es que siempre son aplicados en situaciones coyunturales claves, por ejemplo en momentos de crisis o elecciones.


Es fundamental entender que este tipo de regímenes no tiene otro tiempo que el presente, por lo tanto, están dispuestos a hacer y prometer lo que sea para mantenerse en el poder. Ni siquiera importa fundir al país para lograr una reelección o para mantener al “pueblo” conforme.


A modo de reflexión final, es necesario destacar que, aunque en teoría la Venezuela de Chávez y la Rusia de Putin presenten innumerables rasgos comunes, se diferencian en una gran característica:


Chávez ha consolidado su régimen, ha logrado abarcar todos los ámbitos relevantes en su país, donde es el principal eslabón, hasta el punto que parece inimaginable la posibilidad de un Chavismo sin Chávez.


Putin, como hemos observado es claramente populista, la cuestión es que su socio Dimitri Medvedev no se acercó tanto a este tipo de gobierno, lo que implicó un cierto retroceso en la consolidación del régimen populista. De todas formas, yo creo que, en lo que seguramente serán 12 años de gobierno, Putin se acercara más y más a este tipo de gobierno.


BIBLIOGRAFÍA:


• Populismo, recursos naturales y debilidad institucional. Letras Internacionales. Pedro Isern.


• América Latina: La democracia en cuestión. Javier Bonilla


• El dilema de América Latina en el siglo XXI. Héctor Leis y Eduardo Viola.


• http://www.abc.es/20120304/internacional/rc-putin-rusia-201203040214.html


• http://www.offnews.info/verArticulo.php?contenidoID=38030



Sobre el autor

Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
Depto. de Estudios Internacionales.
FACS. Universidad ORT Uruguay.

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Publicado

2012-07-19

Número

Sección

Política internacional