¿Es éticamente correcto celebrar la sequía que afecta a los cultivos en los Estados Unidos?

Autores/as

  • Prof. Andrés Bancalari

Resumen

No es novedad señalar que en la última década el precio internacional de algunos de los principales granos y oleaginosas han tenido un marcado incremento debido a un fuerte cambio en la oferta y la demanda de los mismos.

Principalmente la sostenida demanda por parte de las nuevas potencias emergentes, en especial China, ha tenido como consecuencia que los stocks mundiales de algunas commodities agrícolas como el trigo, el maíz y la soja se encuentren en mínimos históricos, y, debido a que incluso en un escenario de crisis internacional, la demanda por dichas commodities se mantiene en ascenso.

En este escenario internacional de fuerte demanda y producciones crecientes pero a menor ritmo, las posibilidades de escenarios de escasez de alimentos se hacen reales. Ya vimos una primera muestra de las consecuencias de dichos escenarios cuando casualmente en julio del año 2008 (pre Lehman Brothers) el precio internacional de dichos productos alcanzó máximos históricos.

Tan solo cuatro años después de esa primer crisis, y pese a que el mundo desarrollado aún sigue sin consolidar cifras relevantes de crecimiento económico, la actual situación de los cultivos en los Estados Unidos nos enfrenta a un nuevo auge de los precios (o lo que se conoce en la jerga de los mercados como weather market), ésta vez con posibilidades reales de que el incremento que se observe en los mercados alcance niveles desconocidos hasta la fecha.

Frente a dicha situación, pocos son los países beneficiados por el aumento de los precios, mientras que buena parte del mundo deberá enfrentar mayores gastos para poder asegurar el acceso mínimo de alimentos a sus poblaciones de bajos recursos.

En la lista de los beneficiados por la actual coyuntura figuran principalmente Brasil, Uruguay, Australia y la Argentina (aunque en este caso es debatible si se beneficia el Estado o los productores) y en menor medida otros productores agrícolas como Paraguay.

En algunos países de esta parte del mundo las noticias que se están recibiendo acerca de los problemas con los cultivos en los Estados Unidos son celebradas como si se tratara de la obtención de una suerte de lotería mundial, donde como ocurre comúnmente los beneficiados salen a festejar junto con sus vecinos y amigos.

Parece importante dada la relevancia del tema y considerando que esta situación puede provocar brotes de hambruna en distintas partes del globo, separar el tema del festejo en tres dimensiones.

En primer lugar es natural (y seguramente correcto) que los países beneficiados por la actual coyuntura celebren que el incremento de los precios se traducirá eventualmente en beneficios para los productores agrícolas locales y, por efecto cascada, al resto de la sociedad.

En segundo lugar seguramente nadie se alegra de los problemas que los productores norteamericanos afrontarán como consecuencia de la reducción en sus cosechas. Además hay que tener presente que en este caso (EE.UU.) existe el “consuelo” de entender que dichos productores estarán en condiciones de recibir ayuda del gobierno norteamericano lo que les asegura que niveles de ingresos aceptables. Lo mismo no ocurriría si la sequía se produjera en el hemisferio sur como observamos el pasado verano en varios de los países productores que fueron afectados por una sequía más leve que la actual.

Donde si realmente todos debemos preocuparnos es por los países demandantes de alimentos y de ingresos bajos. Sin duda para ellos el actual weather market es algo bastante más complejo y duro que una mera coyuntura de los mercados mundiales.

Los organismos internacionales correspondientes ya deben activar los mecanismos necesarios para asegurar que el manejo de la crisis que se aproxima se realice respetando los beneficios de algunos pocos, pero asegurando la subsistencia de muchos millones de personas, y, seguramente sería deseable que los países beneficiados por la lotería mundial evalúen mecanismos de solidaridad complementaria a los actuales existentes.

 

Sobre el autor

Ex trader de commodities agrícolas
Coordinador Académico Adjunto, Estudios Internacionales
FACS, Universidad ORT Uruguay

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Publicado

2012-07-19

Número

Sección

Comercio y economía internacional