Los atentados en Francia y el terrorismo como campo de estudio

Autores/as

  • Guillermo Fremd

Resumen

Entre el 11 y el 19 de marzo pasado Mohamed Merah, un criminal autoidentificado como un jihadista vinculado con Al Qaeda asesinó a 3 militares y 4 miembros de una escuela judía en Francia, tres de ellos niños. Conociendo las dificultades que supone el análisis de un acto que a prori podría ser calificado de irracional, intentaremos abordar a partir de este hecho algunos conceptos inherentes al estudio de una de las amenazas a la seguridad más importantes de nuestra época: el terrorismo.

A pesar de que los actos terroristas suelen ser fácilmente identificables y podríamos citar rápidamente muchas organizaciones que practican o practicaron el terrorismo, su definición puede suponer un desafío y existe poco consenso en la academia en este sentido: Schmid y Jongman (1) identificaron 22 conceptos diferentes que son incluidos por analistas en diferentes proporciones en sus definiciones de terrorismo.

Según Rapin (2), el hecho de calificar al terrorismo como “aquello que produce terror” además de ser tautológico supone dos problemas fundamentales. En primer lugar, la falta de evidencia empírica que demuestre que los actos calificados como terroristas han causado terror en sus espectadores: de hecho, estudios indican que el terrorismo causa desórdenes psicológicos en una proporción mínima de las poblaciones afectadas y en formas que distan de poder ser calificados de “terror” (según lo define la psicología), y  la resiliencia (la capacidad de superar estos acontecimientos sin secuelas importantes) ha sido mucho más frecuentes (3). En segundo lugar, es necesario notar que los actos terroristas no buscan crear terror en los tomadores de decisiones sino que, por el contrario, buscan que estos respondan de forma racional ante sus amenazas, midiendo los costos y beneficios que pueden suponer sus decisiones.

La siguiente definición mínima de terrorismo, a pesar de haber recibido críticas por su ambigüedad y por la posibilidad de englobar en ella otros crímenes no terroristas, pueda sernos útil para introducirnos en una conceptualización un poco más exacta del tema, a través del análisis de sus componentes:

“Terrorism is a politically motivatedtactic involving the threat or use of force or violence in which the pursuit of publicityplays a significant role” (4)

Lo primero que se desprende de estadefinición, y que no es un detalle menor, es que el terrorismo es un táctica, es decir, un medio utilizado para alcanza ciertos fines: “Groups who want to dramatize a cause, to demoralize the government, to gain popular support, to provoke regime violence, to inspire followers, or to dominate a wider resistance movement, who are weak vis-a-vis the regime, and who are impatient to act, often find terrorism a reasonable choice”. (5) Es importante entender esto para no cometer el error de creer que existen organizaciones o personas inherentemente terroristas: el terrorismo es una táctica que algunas agrupaciones consideran efectivas para el logro de sus objetivos, no es un fin en sí mismo.

Entender esto será también esencial para combatirlo.

El siguiente punto que analizaremos será la naturaleza política del fenómeno en cuestión. A pesar de que a partir de los años noventa y principalmente luego de los atentados del 11 de setiembre muchos autores comenzaron a hablar acerca de un “nuevo terrorismo”, que sería identificable entre otras cosas por la persecución de fines religiosos, muchos trabajos concluyen que esto no es tan exacto y puede que la religión tenga un uso principalmente instrumental por parte algunos grupos que utilizan el terrorismo buscado cohesionar a sus miembros y obtener cierta legitimidad. (6) Con respecto a Al Qaeda, es revelador notar que a pesar de que la organización suele ser identificada como una agrupación terrorista de tipo religiosa, sus diferentes facciones ubicadas en distintas partes del mundo tienen objetivos políticos específicos para sus zonas.

Por último, es menester mencionar al papel fundamental que juega la propaganda en la estrategia terrorista. El papel que juega la propaganda puede ser rápidamente comprendido a partir del esquema que utiliza Rapin para definir al terrorismo. Según el autor, el terrorismo puede ser caracterizado por la utilización de la violencia contra un objetivo (direct target), con el fin de enviar un mensaje hacia otro actor (indirect target), que puede ser las autoridades públicas o la población civil: “terrorism is a means of communication, albeit a cruel one, and its medium (violence) transmits messages intended to pressure its addressee” (7)



Para ser efectivos, lo actos de terrorismo necesitan de su difusión: no resulta nada extraño que Merah haya grabado sus atentados con el fin de difundirlos luego en Internet: sus víctimas jugarían el rol de palomas mensajeras.

Uno de los asuntos más controversiales con respecto al terrorismo y que suele salir a flote cada vez que un acontecimiento como éste vuelve a ser noticia son las “causas del terrorismo”.

Durante mucho tiempo, se creyó que era posible encontrar condiciones que facilitaban la aparición del fenómeno, con la esperanza de una vez identificadas dichas raíces estructurales, poder atacarlas directamente para así evitar la germinación de nuevos terroristas. Seguramente, los factores más frecuentemente asociados con el terrorismo han sido la pobreza y la falta de educación. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que dicho correlación no se sostiene en la realidad y la frecuente asociación entre pobreza y falta de educación con el terrorismo está fundamentada en el sentido común más que en estudios científicos. (8) De hecho, debido a la diversidad de escenarios y contextos en los que han surgido organizaciones terroristas, parece ser difícil que la cuestión de las “causas del terrorismo” pueda tener una respuesta integradora.

En cambio, las últimas investigaciones han virado hacia el entendimiento de los procesos de radicalización violenta, una perspectiva que pretende ya no intentar contestar la pregunta“¿cuáles son las causas del terrorismo?” sino “¿Cómo es el proceso que lleva a un grupo o individuo a adoptar la violencia?”. Uno de las explicaciones más difundidas (entre otras cosas porque fue desarrollado para el FBI) es el modelo de 4 etapas de Borum. (9) Según el autor, el proceso de radicalización violenta comienza con la identificación de una situación que no está bien, que luego es caracterizada de injusta. El tercer paso consiste en la atribución de la culpa de dicha injusticia a un grupo en particular que será, en última instancia, identificado como “el mal”, deshumanizándolo y dando lugar a la reacción violenta. (10)



A pesar de que la mayoría de los analistas consideran que Al Qaeda se encuentra sumamente debilitada como organización, la posibilidad de que desde el seno de las ciudadanías occidentales surjan amenazas a la seguridad parecen no haber cedido. La posibilidad de que aparezcan lobos solitarios (individuos auto-radicalizados y que actúan por fuera de cualquier organización aunque se sientan identificados con alguna de ellas) parece ser hoy una de las mayores amenazas latentes.
Es posible que un aumento de la seguridad a través de un mayor involucramiento de los servicios secretos en asuntos privados, en detrimento de la libertad, sea un procesoal que Francia se esté enfrentando actualmente. Indudablemente, no será sencillo ni para Francia, ni para Europa ni para el resto del mundo deshacerse del terrorismo.

Queda mucho por hacer.


(1) Schmid  andJongman (1988).Political Terrorism: A Research Guide to Concepts, Theories,
Databases, and Literature. New Brunswick, NJ: Transaction Books.

(2) Ami‐Jacques Rapin (2011).What is terrorism?Behavioral Sciences of Terrorism and Political Aggression Vol. 3, Iss. 3, 2011

(3) Rubin, G.J., Amlot, R., Page, L., &Wessely, S. (2008). Methodological challenges in
assessing general population reactions in the immediate aftermath of a terrorist attack.International Journal of Methods in Psychiatric Research, 17, 29–35.

(4) Weinberg, L., A. Pedahzur and S. Hirsch-Hoefler (2004) ‘The challenges of conceptualising terrorism’, in Terrorism and Political violence, vol. 16, no. 4,pp. 777-794.

(5) M. Crenshaw (1981),The Causes of Terrorism, Comparative Politics, Vol. 13, No. 4, pp. 389. Program in Political Science of the City, University of New York

(6) I. Duyvesteyn (2004), How New Is New Terrorism?, Studies in Conflict and Terrorism, Volume 27, Number 5, September-October 2004 , pp. 439-454

(7) Rapin (2011)

(8) A. Krueger and J.Maleckova (2003). Education, Poverty And Terrorism: Is There A Causal Connection?, Journal of Economic Perspectives, v17(4,Fall), 119-144.

(9) Borum, R. (2003). Understanding the Terrorist Mind-Set. FBI Law Enforcement Bulletin72 (July), 7-10. Disponible enhttps://www.ncjrs.gov/pdffiles1/nij/grants/201462.pdf

(10) Idem. P. 9

*Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
FACS, Universidad ORT Uruguay

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Publicado

2012-06-28

Número

Sección

Enfoques