SÁBATO: UNA LARGA CEREMONIA DEL ADIOS

Autores/as

  • Alejandro Michelena

Resumen

A poco de cumplir cien años, el pasado otoño dejó este mundo y sus problemáticas –que  tantos desvelos le habían causado- el gran escritor e intelectual argentino Ernesto Sábato. Fue en su casa de toda la vida, en Santos Lugares, localidad cercana a Buenos Aires. Pese a su longevidad, y quizá también a causa de ella, la suya fue una muerte anunciada. Hacía años que estaba retirado de toda actividad y ya no escribía; estaba ciego y enfermo, y eran muy pocos quienes accedían a su intimidad. Es tiempo entonces de esbozar su trayectoria intelectual y literaria, que transcurrió por la ciencia y el pensamiento, por la literatura y la pintura, y que siempre tuvo presente el compromiso con su tiempo.
 
A partir de su novela mayor, Sobre héroes y tumbas, ocupó un lugar significativo en el concierto de la formidable explosión narrativa continental de los años sesenta. Cuenta en ella una historia que tiene como telón de fondo los sucesos y conflictos sociales previos a la caída de Perón, en 1955. Personajes atípicos y poéticos, como Alejandra, o reflexivos y lúcidos como Bruno, transitan por una Buenos Aires laberíntica y pletórica de inquietantes misterios. A partir de esa novela cosmogónica, barriadas porteñas como Barracas, el viejo parque Lezama que separa San Telmo de La Boca, la confitería La Biela de Recoleta, pasaron a ser referencias tan universales como los rincones de París lo han sido a partir de las novelas de Balzac.

Aparte de su narrativa –que se completa con su anterior y auspiciosa novela El túnel, y la posterior y hasta cierto punto fallida, Abbadón el exterminador,  donde profundiza sin embargo en el análisis de ciertas oscuridades humanas, siempre en un escenario porteño– Ernesto Sábato es autor de una lúcida y sostenida obra ensayística, en la que se destacan títulos como  Uno y el universo, Hombres y engranajes  y  El escritor y sus fantasmas.

Si tenemos que definir en pocas palabras los rasgos esenciales de este argentino universal, basta con decir que ha sido un intelectual inclaudicable en sus principios, crítico ante los poderes y arbitrariedades de este mundo, comprometido siempre. Pero sus preocupaciones han ido mucho más allá, abarcando la psicología profunda y los límites del psicoanálisis, los desafíos y fronteras de la ciencia, la metafísica y sus derivaciones.

Su peripecia existencial resulta atípica. En 1943, siendo un brillante doctor en física y matemática –habiendo tenido el privilegio de ser becado en París para trabajar junto a Madame Curie– abandona la ciencia para dedicarse a la literatura. Este cambio en su vida le valió el menosprecio de la comunidad científica; por tal decisión, el premio Nobel argentino Bernardo Houssay, quien lo había impulsado cuando estudiante, le quitó el saludo para siempre.

Luego, completada su exitosa trilogía novelística y teniendo ya una extensa producción ensayística, Sábato abandona la ficción y publicó cada vez menos textos reflexivos. Y cuando se agudizaron sus problemas de la vista, su afición por la pintura fue absorbiéndolo cada vez más.

Sus juveniles fervores anarquistas dieron paso a una no menos entusiasta militancia comunista. Pero el conocimiento de las purgas estalinistas de los años treinta lo decepcionó. En adelante, desde una postura independiente y libertaria, se mantuvo fiel a los ideales de justicia y solidaridad. Fue consecuente con ello cuando, en pleno gobierno militar y en medio del triunfalismo del Campeonato del Mundo del 78, denunció públicamente los crímenes de la dictadura argentina –sobre todo el drama de los desaparecidos– con riesgo de su vida.

En 1984, ocurrida la salida democrática en su país, el presidente Raúl Alfonsín puso a Ernesto Sábato al frente de la Conadep, la comisión que elaboró el informe conocido como “Nunca más”, donde se reunieron minuciosamente los datos sobre las desapariciones de personas en ese terrible segundo lustro de los años setenta.

Encarnó, en síntesis, desde la pasada dictadura de su país, el prototipo sartreano del intelectual comprometido. Y en lo que tiene que ver con la historia argentina, se lo puede ubicar perfectamente en esa línea de figuras de la cultura cuya palabra incide en lo político y social, como un Domingo Sarmiento y un Leopoldo Lugones en sus momentos respectivos. Y lo hizo –en curiosa concordancia con esa tradición- con marcadas contradicciones: no es casual que, a propósito de su fallecimiento, no faltó quien recordara aquel almuerzo con Videla –al que asistió Sábato y también Jorge Luis Borges- a dos meses de establecida la dictadura; si bien aprovechó la instancia para pedir la liberación de escritores y artistas entonces detenidos (hoy desaparecidos), y luego se arrepintió de haber sido parte de ese ágape siniestro. 

*Poeta, narrador, ensayista, periodista cultural,  investigador y autor de numerosas obras de crítica literaria,
docente de Facultad de Comunicación, Universidad ORT Uruguay
.

 

OBRAS DE ERNESTO SÁBATO:

Uno y el Universo (ensayo, 1945)

El túnel
 (novela, 1948)

Hombres y engranajes
 (ensayo, 1951)

El otro rostro del peronismo
 (ensayo, 1956)

Sobre héroes y tumbas
 (novela, 1962)

El escritor y sus fantasmas 
(ensayo, 1963)

Tango: discusión y clave 
(ensayo, 1963)

La cultura en la encrucijada nacional 
(ensayo, 1973)

Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo
 (ensayo, 1974)

Abaddón el exterminador
 (novela, 1974)

Apologías y rechazos
 (ensayo, 1979)

 Antes del fin
 (ensayo, 1998)

 La resistencia 
(ensayo, 2000)

Descargas

Publicado

2011-10-27

Número

Sección

Culturales