FRANCIA: PIONERAS PRIMARIAS SOCIALISTAS

Autores/as

  • Adolfo Castells Mendívil

Resumen

En la segunda vuelta de las primarias abiertas del Partido Socialista francés (PS) ganó François Hollande con 56,6 %, contra 43,4 % para Martine Aubry.

La primera vuelta del 9 de octubre, también la había encabezado Hollande, Diputado y Presidente del Consejo General de Corrèze, con 39,2%; detrás llegó Aubry, Intendente de Lille, (30,4%); luego el Diputado y Presidente del Consejo General de Saône-et-Loire, Arnaud Montebourg (17,2%); la Presidente de la Región Poitou-Charentes, Ségolène Royal con 6,9%; el Diputado-Intendente de Evry, Manuel Valls con 5,6%, y último el Presidente del Partido Radical de Izquierda, Jean-Michel Baylet, 0,6%.

FRANÇOIS HOLLANDE

Luego del desastre socialista en las elecciones europeas, pocos pensaron, en junio de 2009, cuando Hollande lanzó su campaña, que llegaría a ganar las primarias socialistas. En efecto, hace dos años y poco, el panorama le era muy adverso. Dominique Strauss-Kahn (DSK), que dominaba en las encuestas, y Martine Aubry significaban la renovación mucho más que Hollande quién había dirigido el PS durante 11 años (1997—2007) y que representaba el pasado. Por otra parte, estaba su ex pareja Ségolène Royal, que en 2006, siendo Hollande el candidato natural, lo desplazó de tal manera que éste no se presentó a la interna socialista y Royal fue electa candidata por los militantes del PS, ganándole a DSK y disputándole la presidencia a Nicolas Sarkozy, con quién perdió por solamente 6% de los votos.

En 2008, luego de la tercera derrota socialista a la presidencia de la República, Hollande anuncia que no se presentará a una reelección como Primer Secretario del PS, apoya al Intendente de París Bertrand Delanoë, pero en segunda vuelta Aubry le gana a Royal por 42 votos y se desata una guerra entre las dos, con acusaciones de fraude, dejando totalmente de lado a la figura de Hollande.Ahora, evidentemente ayudado por la ausencia de DSK, Hollande se toma la revancha de las dos mujeres que le habían complicado la vida.

MARTINE AUBRY Y SÉGOLÈNE ROYAL

La deserción de DSK provocó también que Martine Aubry presentara su candidatura, ya que había un pacto con éste de no largarse a la primaria del PS si DSK era candidato. De manera que la hija de Jacques Delors, se lanzó al ruedo con la desventaja de tener por delante solamente unos tres meses y poco, de campaña electoral. Por otro lado, acusó a Hollande de ser “la izquierda blanda” frente a “la izquierda fuerte” que ella representa.

Royal después de la infausta primera vuelta en la cual, pese a que las encuestas la daban tercera, entró cuarta quedando muy afectada por esa posición, ella que había logrado 17 millones de votos en el balotaje con Sarkozy. Pero ciertamente, nadie aprovechó esto para pegarle en el suelo a Ségolène que siempre humilló a los demás candidatos exhibiendo su carisma y sus ideas iconoclastas. Y entre su “íntima enemiga” como la califica a Aubry y el padre de sus 4 hijos, con el cual se peleó hace unos años, optó por éste último. Como, por otra parte, lo hicieron todos los demás candidatos que no llegaron a la segunda vuelta.

ARNAUD MONTEBOURG

Montebourg, ex portavoz de Royal hasta 2007, de la cual se apartó luego de espetar la “boutade”: “el único defecto de Ségolène es François Hollande” (a quién ahora apoyó a título personal),  fue el responsable de que las primarias fueran abiertas, para lo cual convenció a la Secretaria del PS, Martine Aubry. Y fue el que dejó mal a las encuestas con su tercer puesto y su porcentaje de votos: el doble de los que le atribuían. 

Pero, además, se dedicó a satanizar el modelo económico actual y a preconizar la “desmundialización”, emanciparse de las finanzas, crear un capitalismo cooperativo, pero por sobre todo: reforzar el proteccionismo y tutelar la banca para garantizar la economía de los franceses.

Ese proteccionismo que lo lleva a nivel internacional y a las fronteras de la Unión Europea, se presenta como de ideas de la izquierda radical, aunque no deja de ser demagógico y se emparenta en algo con lo que preconiza la extrema derecha del Frente Nacional de Marine Le Pen. Pero también a lo que sostiene el movimiento de los “indignados”.

No es, por supuesto, lo que opina el patronato francés, ya que un cuarto de los asalariados y muchos empresarios viven de la exportación y la única manera de competir es precisamente abrirse y no lo contrario.

De cualquier forma, el mérito de Montebourg es haber sacudido el inmovilismo y —como él mismo lo expresara: “haber sacado el PS del formol”.

LECCIONES DE LA PRIMARIA

Quedó una vez más demostrada la importancia del aparato partidario. Hollande fue y Aubry es, Primer Secretario del PS. Los barones y los apparatchik de la calle Solferino (sede del PS) apoyaban a uno u otro candidato, no a los demás. Con la victoria del políticamente correcto François Hollande, los socialistas optaron por la moderación y el centro-izquierda, luego de un amague de radicalización y ruptura que llevó a Montebourg a sacarle votos a Ségolène y a Valls. 

En el fondo, es lo mismo que han hecho en los últimos años, no surgen valores nuevos o se quedan por el camino y esa “izquierda blanda” se parece a la “derecha blanda” que está en el poder. De tal forma que la UMP de Sarkozy tendrá que derechizarse si quiere marcar un perfil diferente, pero sin hacerlo demasiado para no confundirse con el Frente Nacional.

Finalmente, la maquinaria del PS funcionó bien para organizar unas elecciones primarias abiertas (podía votar cualquier francés inscripto en las listas electorales), sin precedentes en Francia, en ninguna fuerza política, y sin apoyo del Estado. Es asombroso que un Partido que estaba en la lona hace dos años, haya podido realizarlas, movilizar a 2,5 millones de electores y sobre todo erigirse en ejemplo ineludible, para que los demás partidos sigan el camino de las democráticas primarias abiertas. 


*Escritor, Periodista, Analista Internacional, Ex Embajador.

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Publicado

2011-10-20

Número

Sección

Política internacional