Mujer, negra y presidenta: la liberiana Ellen Johnson-Sirleaf, designada Premio Nobel de la Paz

Autores/as

  • Lic. Martín Kalenberg

Resumen

Con casi 70 años sobre sus espaldas, es la primera y única mujer que accedió a presidir un país africano mediante una elección directa y democrática. Ellen Johnson-Sirleaf, presidenta de Liberia desde enero de 2006 y conocida como la “mujer de hierro”, mote con que la bautizaron sus seguidores, es abuela de 7 nietos y tiene un Master en Administración Pública de la Universidad de Harvard.

La historia liberiana tiene la particularidad de contar en sus anales con dos mujeres que ejercieron el liderazgo del país, pues a Sirleaf (apellido de soltera) se suma Ruth Perry, quien fue jefa del Consejo de Estado entre setiembre de 1996 y agosto de 1997. Pero las mujeres liberianas no sólo gobiernan, ya que en los conflictos civiles desarrollados entre 1989 y 1997, y 1999 y 2003, ellas integraron el 30% de las fuerzas bélicas, siendo comandantes, espías y guardias de seguridad, entre otros, según informa Amnistía Internacional.

Laura Bush, primera dama estadounidense, describió a la presidenta en la revista Time: “el coraje y compromiso con su país hacen de Johnson un ejemplo para mí y todas las mujeres del mundo”.

En 1965 Sirleaf empezó su carrera en el Departamento del Tesoro de Liberia. Fue durante el gobierno de William Tubman, quien presidió el país entre 1944 y 1971. Tubman intentó conciliar las posiciones entre los nativos liberianos, y los denominados liberianos americanos, aquellos que descienden de los esclavos africanos de Estados Unidos.

Precisamente, Liberia significa “la tierra de los libres”, ya que fue fundada en 1820 por afroestadounidenses recién liberados de la esclavitud y otros que nunca habían sido esclavos. Tal es la influencia norteamericana en la génesis de esta república que su capital, Monrovia, debe su nombre al presidente estadounidense James Monroe.

La actual Constitución del país advierte en su artículo 12 que: “Nadie estará sometido a esclavitud o trabajo forzado dentro de la República. Ningún ciudadano de Liberia, ni ningún residente negociará esclavos o someterá a otra persona al trabajo forzado o a la servidumbre por deudas”.

Según el sitio web de la Casa de Gobierno liberiana, en 1979, cuando ejercía como Ministra de Finanzas, Sirleaf intentó terminar con la “mala administración” de fondos del gobierno. En 1980 fue presidenta del Banco Liberiano para el Desarrollo y la Inversión y vicepresidenta de la oficina regional africana de la institución bancaria Citicorp.

En 1980 se produjo un golpe de estado comandado por Samuel Doe, nativo liberiano, con combatientes de diferentes grupos étnicos quienes derrocaron a William Tolbert, Jr., integrante del grupo de americanos-liberianos. Cinco años después, Doe condenó a la actual presidenta a 10 años de prisión por expresarse en contra de su régimen dictatorial y querer enfrentarse a él en las urnas. Asimismo, Doe suspendió durante 4 años la aplicación de la histórica constitución liberiana promulgada en julio de 1847.

En 1992, luego de su prematura liberación, la actual presidenta trabajó como asistente administrativa y directora del buró regional de África del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. En 1997 compitió por la presidencia en las elecciones nacionales liberianas; fue derrotada por Charles Taylor y ocupó el segundo lugar entre 13 contendientes.

Taylor es el primer presidente africano juzgado por crímenes de guerra en el Tribunal de Justicia de La Haya. Actualmente se le imputan: 5 tipos de crímenes contra la humanidad (entre otros, la esclavización), 5 categorías de crímenes de guerra (entre otros, atrocidades contra la dignidad personal) y la violación de la ley humanitaria internacional por el hecho de enlistar a jóvenes menores de 15 años en las fuerzas armadas. Su hijo, Charles Chuckie Taylor, quien fue jefe de la Unidad Antiterrorista liberiana durante 1997 y 2003 es juzgado en Estados Unidos, ya que posee la doble ciudadanía.

En 2003 luego del exilio de Taylor a Nigeria, se formó el gobierno de transición nacional en el cual Sirleaf ocupó el cargo de Jefa de la Comisión de Reforma del gobierno enfocándose en la reforma anticorrupción. En 2005 fue electa presidenta de Liberia, luego de derrotar en segunda vuelta al astro futbolístico George Weah, mejor jugador del mundo en 1995 según la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

En un artículo publicado en el libro Politics & Gender, editado por Cambridge University Press en 2008, Melinda Adams de la James Madison University publicó el artículo Liberia´s Election of Ellen Johnson-Sirleaf and Women's Executive Leadership in Africa, en el cual afirmó que el acceso de Sirleaf a la presidencia “parece paradójico tomando en cuenta que Liberia recientemente finalizó años de guerra civil y es uno de los países más pobres del mundo. Generalmente, el avance de las mujeres en la política de un país ha estado asociado con el avance económico de un país. Sin embargo, la victoria de Johnson-Sirleaf es consistente con la tendencia en el continente en relación al liderazgo político de las mujeres. Hace 10 años las mujeres africanas ocupaban apenas el 10,7% de los asientos parlamentarios, mientras que en el resto del mundo el promedio era del 12, 2 %. Actualmente, las mujeres africanas constituyen el 17% del cuerpo legislativo, integrándose así al promedio mundial. En Ruanda representan casi el 50% de la legislatura, mientras que sobrepasan el 30% en Mozambique, Sudáfrica, Burundi y Tanzania”.
 
Sin embargo, el 31 de marzo de este año Amnistía Internacional declaró que “las mujeres y las niñas liberianas siguen siendo objeto de abuso de sus derechos humanos y corren gran  riesgo de ser violadas y de otras formas de violencia sexual así como explotación y abuso en sus escuelas, hogares y comunidades”.

Pero no todos opinan lo mismo. “Ser mujer en Liberia hoy es como despertarse, a través de un sacudón, luego de un largo sueño. Ser mujer en Liberia hoy es reclamar tu propia humanidad como un derecho de nacimiento. Ser mujer en Liberia hoy es como haberse recuperado de un desorden psicosomático y darse cuenta que estabas condicionada para estar en desventaja” (Robtel Pailey, Asistente Especial de Comunicaciones de la Presidencia liberiana).

Licenciado en Comunicación Periodística.
Universidad ORT - Uruguay

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Publicado

2011-10-13

Número

Sección

Política internacional