La migración como oportunidad: La diáspora uruguaya en Estados Unidos

Autores/as

  • Alba Goycoechea

Resumen

Introducción

Las migraciones internacionales representan un elemento constitutivo de la historia nacional. Como señala Adela Pellegrino (2007), al igual que otros países americanos, Uruguay recibió parte de las corrientes originadas en Europa y Medio Oriente que se incorporaron al territorio americano en el proceso colonial y; más adelante, parte de la gran emigración europea del siglo XIX y primera mitad del XX. A partir de la década de 1960,  comienzan a desarrollarse corrientes migratorias hacia los países industriales, al igual que en otros países de América Latina, primero hacia los Estados Unidos y luego hacia Australia y Canadá; también hacia los países europeos, fundamentalmente España e Italia.

 A partir de la década de 1970, las tasas de emigración alcanzaron los niveles más altos conocidos en el Uruguay y se aceleraron los movimientos hacia Argentina y también los flujos hacia los Estados Unidos y otros países desarrollados. La persistencia de un contexto de saldo migratorio internacional negativo a lo largo de las últimas cuatro décadas del siglo XX ha convertido a la emigración internacional en un fenómeno estructural, que se ha manifestado con diferentes intensidades en los diferentes contextos políticos y económicos experimentados por el país.

De acuerdo a las estimaciones existentes, el número de nacidos en el Uruguay que pasaron a residir fuera del país es de aproximadamente 600.000 personas, lo cual representa cerca de un 18% del total de la población. La presencia de colonias uruguayas en los países de recepción ha alentado las salidas,  las redes y cadenas migratorias se han convertido en mecanismos de estímulo a la emigración, ayudando a las personas a suavizar las dificultades de la transición, brindando información, recursos y contactos para conseguir trabajo, vivienda y vinculaciones que les ayudan a integrarse a las sociedades de recepción. Los principales destinos de la emigración reciente son España y Estados Unidos que concentran casi el 70% de los destinos migratorios, mientras que Argentina, que en décadas anteriores incorporaba la mitad de los emigrantes uruguayos, solamente recibió el 12% y Brasil el 5%.

El objetivo de este trabajo consiste en realizar una breve descripción  estadística sobre la emigración en Uruguay, focalizándose en una caracterización de los uruguayos de la diáspora, especialmente en los EEUU. En segundo lugar, se hará un breve análisis de cómo desarrollar estrategias para promover las relaciones con las colonias uruguayas en ese país, sin descuidar que las estrategias de inserción regional, interamericana y global deben integrar los temas migratorios.

Las migraciones en la agenda global

A nivel internacional, las migraciones constituyen uno de los temas principales de la agenda política y económica. Además de los Estados, cada vez más los actores sociales y políticos que se dedican al tratamiento de la cuestión migratoria (organismos internacionales,  instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil) desempeñan un papel central en la construcción de la agenda política internacional de las migraciones.

De acuerdo a los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2010) se estima que existen en la actualidad 214 millones de migrantes en el mundo. Esa cifra podría alcanzar los 405 millones  en 2050, a raíz de las crecientes disparidades demográficas, los efectos del cambio ambiental,  la nueva dinámica política y económica mundial, las revoluciones tecnológicas y las llamadas redes sociales.

Las potencialidades de la migración y su contribución al desarrollo han sido abordadas en el  Encuentro Iberoamericano de Migración y Desarrollo en el año 2006. En dicho encuentro se  señaló  que uno de los objetivos de las políticas de los Estados debe ser facilitar la vinculación de los emigrados con sus países de  origen, permitiendo la transferencia de habilidades y oportunidades de inversión para contribuir al desarrollo de sus comunidades, al mantenimiento de la cultura de origen y a la organización de las colectividades de migrantes en las sociedades de  acogida.

Inmigración uruguaya en EE.UU.


Como señala Koolhaas (2010), a partir de la década de 1960 comenzó a manifestarse un empuje emigratorio hacia algunos países desarrollados: Estados Unidos, Canadá, Australia y  países europeos. Desde entonces, los Estados Unidos son el principal destino para los migrantes latinoamericanos. 

Las políticas migratorias se ajustaban a los requerimientos de una economía en plena expansión. Se implementaron preferencias para la selección de profesionales y una orientación a las calificaciones laborales de los candidatos a inmigrar. La ley migratoria promulgada en 1990 en los Estados Unidos, así como las disposiciones que  se pusieron en práctica hasta la actualidad, tuvieron el propósito de incluir a los diferentes tipos de calificaciones profesionales, con la intención explícita de incrementar la incorporación de personas altamente calificadas.

A partir de la década del 60´, los Estados Unidos se encuentran en el tercer lugar en cuanto al volumen de inmigrantes uruguayos. El censo norteamericano de 1960 registró 1170 personas nacidas en Uruguay. En el último año cuyos datos están publicados (2000), fueron registrados 25.040. Durante la crisis económica que tuvo alcance regional, los flujos migratorios más significativos de emigrantes uruguayos se dirigieron hacia España y los Estados Unidos.  De acuerdo a las estimaciones de Macadar y Pellegrino (2007) el 42% de los emigrantes recientes reside en España y el 26% en Estados Unidos. Por su parte, Koolhaas agrega que la más reciente estimación disponible sobre el stock de uruguayos residentes en Estados Unidos expresa que la cifra registrada en el censo 2000 prácticamente se duplicó en un período de aproximadamente siete años. En efecto, la American Community Survey (ACS 2006-2008) estimó 49.696 nacidos en Uruguay residiendo en Estados Unidos.

En cuanto a la composición, de acuerdo a los datos presentados por Koolhaas, el 30% de la migración estaba compuesta por profesionales y técnicos.

La larga trayectoria migratoria de uruguayos a los Estados Unidos ha contribuido a establecer diversas formas asociativas. Actualmente, de acuerdo a los datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, existen las siguientes asociaciones de uruguayos en ese país: Asociación Cultural de Orange (New Jersey);  Comunidad Uruguaya 2005 (Fitchburg-Massachussets); Cámara de Comercio Uruguayo – EEUU (Estado de la Florida); Asociación de Mujeres Uruguayas (Estado de la Florida); Reaching You; Centro Cultural Uruguayo; Uruguaya American Foundation (Washington D.C.);  Reaching U (Washington D.C.)

Migración y diáspora como oportunidad

Uruguay da inicio a un proceso de revisión de su política migratoria, particularmente de sus estrategias de vinculación con los emigrantes, con la creación en 2005 de la Dirección de Asuntos Consulares y Vinculación, también conocida como “Departamento 20” en la órbita del Ministerio de Relaciones Exteriores. Uno de sus principales objetivos es la generación de actividades que estimulen la vinculación de los uruguayos en el exterior con proyectos nacionales. El nuevo marco normativo bajo la Ley 18250 determina la creación de los Consejos Consultivos como mecanismos institucionales para canalizar la  relación con la diáspora.   Esta nueva institucionalidad abre camino para potenciar acciones para que la migración uruguaya en los Estados Unidos sea una oportunidad para el país.

Los antecedentes se encuentran en el programa de vinculación ejecutado por el Ministerio de Relaciones Exteriores con el apoyo de OIM que se instrumentó entre 2001 y 2004. Este programa contó con sitio Web, una base de datos de 3000 registros voluntarios y un boletín informativo. Se realizaron talleres y reuniones anuales en Uruguay en la que participaron, además de técnicos y académicos, uruguayos de la diáspora. En 2003, se elevaron un conjunto de recomendaciones: a) la creación de la Dirección General para la Comunidad de Uruguayos en el Exterior; b) el fortalecimiento del servicio consular; c) la promoción del intercambio científico y tecnológico; d) la promoción de la cultura y de la identidad nacional; e) la dinamización del intercambio económico y comercial; e) la generación de información sobre el tema migratorio, f) los apoyos a los compatriotas radicados en el exterior; g) el ejercicio de la ciudadanía por parte de la población emigrada; h) la revisión de la nacionalidad; y i) la promoción de instancias de intercambio. 

En materia de vinculación con los uruguayos altamente calificados, a partir de 1990, desde la Universidad de la República, se llevaron adelante programas destinados a apoyar a profesores que se encontraban en el exterior con el propósito de retornar a dicha institución. A su vez, se pusieron en funcionamiento programas con el objetivo de financiar visitas de profesores uruguayos radicados fuera del país con deseos de  realizar actividades académicas en la Universidad de la República (CSIC).

La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) ha implementado un programa llamado “Vinculación con científicos y tecnólogos uruguayos residentes en el exterior” con el propósito de desarrollar el fortalecimiento de las capacidades en recursos humanos calificados a través de la interacción con ese grupo de científicos.

Otros esfuerzos se enmarcan dentro del Diálogo para el Empleo (2011) que impulsa el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), donde se han establecido algunas recomendaciones para potenciar la vinculación con la diáspora, como la promoción de mecanismos para la generación de intercambios con uruguayos en el exterior altamente calificados, el fortalecimiento del rol de las embajadas y asociaciones existentes.

En un mundo en constante movimiento, los migrantes cobran un  papel crecientemente relevante. En el marco de una política garante de los derechos humanos, la migración constituye una oportunidad. Las colectividades en el exterior construyen diversos nexos con sus países de origen. Para optimizar estas formas de vinculación, el servicio exterior debe incorporar esta dimensión en la búsqueda de oportunidades para el desarrollo del país.

*Socióloga (Udelar), 
Magister en Estudios Latinoamericanos (Universidad Andina Simón Bolivar). Actualmente a Cargo de la Oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Uruguay


Bibliografía


Barcelata Chávez, Hilario (2008): “La Economía Mexicana frente a la Globalización,
del Proteccionismo al Libre Mercado”. Ediciones Grupo Eumednet, Universidad de Málaga. España. 

Cabella, Wanda y Pellegrino, Adela (2007): “Emigración. Diagnóstico y aportes para discutir políticas”. En Juan J. Calvo y Pablo Mieres (ed.), Importante pero urgente. Políticas de población en Uruguay.Montevideo: UNFPA-Rumbos. 

Macadar, Daniel y Pellegrino, Adela (2006): “Informe sobre migración internacional en base a los datos recogidos en el módulo migración”, UNFPA, UNDP, INE, Montevideo, 

Koolhaas, Martín (2006): “La inmigración uruguaya en Estados Unidos: características socio demográficas e inserción laboral”. Documento de Trabajo N°1. Proyecto CIDESAL

Ministerio de Trabajo y seguridad Social (MTSS, 2011). Documentos de trabajo. Diálogo Nacional de Empleo.

Vacotti, Luciana (2010): “Emigración internacional y políticas de vinculación: el caso de Uruguay”. Trabajo presentado en el IV Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población, realizado en La Habana, Cuba, del 16 al 19 de noviembre de 2010. 

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Publicado

2011-09-01

Número

Sección

Enfoques