Una aproximación al proyecto europeo
Resumen
El proyecto europeo de la posguerra es inédito en la historia universal. Descansa sobre dos partes principales: la construcción institucional y la idea de Europa. La construcción institucional supone un complejo entramado jurídico y político. Por ejemplo, el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia o la moneda común (Euro) reflejan esa construcción (1). Por otro lado, la idea de Europa descansa en la posibilidad de articular un conjunto de modus vivendi que no reflejen solo ámbitos de convivencia sino de florecimiento. En parte, la moderna idea de Europa descansa en los escritos de Sir Isaiah Berlín y, contemporáneamente, en el escepticismo post-iluminista de John Gray.
¿Cuándo comienza el milagro europeo? ¿Por qué Europa en algún momento de la historia consolidó un proceso de desarrollo estable en el mediano y largo plazo? Un estudio realizado por distintos autores para el Banco Mundial analiza por qué algunas naciones han podido desarrollarse y otras no, introduciendo brevemente el alcance histórico del “milagro europeo”. Los países se desarrollan por una complementación entre variables geográficas, institucionales y comerciales: “In an authoritative study on the long-run geographic determinants of development, social ecologist Jared Diamond (1997) argues that Eurasia had large geographical advantages over the Americas and Africa, and that these lie at the heart of current income disparities. He argues that since plant and animal species spread most effectively within ecological zones, the east-west orientation of the Eurasian landmass made it easier to diffuse early human technologies across the continent. As a result, Eurasia enjoyed a larger diversity of plant and animal species, and thus easier domestication of useful species, than did societies in America and Africa—continents that are oriented north-south. High-productivity agriculture led to large, dense, stratified societies, with subsequent advances in technology (weaponry, oceangoing ships) and political organization. Another important causal factor widely studied in economic history is international trade, and hence access to sea-based trade and proximity to export markets...Recent econometric and case studies have shown that even when controlling for historical endogeneity, institutions remain “deep” causal factors, while openness and geography operates at best through them (Acemoglu, Johnson, and Robinson 2001; Rodrik 2003b; Rodrik, Subramanian, and Trebbi 2002).”(2)
La posición geográfica revela otra cuestión: en parte, el milagro europeo se explica porque la ubicación este-oeste del continente permitía a las personas comparar el desempeño de otros y copiar aquello que funcionaba y descartar las experiencias fallidas. Particularmente, la posibilidad de comparar se daba en la utilización de tecnología agrícola. Sin embargo, la geografía europea generaba los incentivos para la aparición de otra variable central: la competencia. “Each factor can potentially reveal valuable insights about the true causes of countries’ development successes and failures. For instance, Western Europe benefited both from the geographical advantages of east-west continental orientation discussed by Diamond (1997), and from being predominantly a coastal region in the temperate ecozone (Gallup, Sachs, and Mellinger 1999). All of this made land scarce and valuable (Herbst 2000).Additionally, rugged mountainous relief effectively separated Western Europe into a system of “competing jurisdictions of decentralized power,” constantly warring with one another, none being able to completely defeat and control the others (Landes 1998). These factors raised returns to innovation, discovery, and adoption of new warfare techniques, which later gave Europeans first-mover advantage over other parts of the world.”(3)
El punto desarrollado es introductorio pero central para comenzar a comprender el significado y alcance del milagro europeo. La idea de Europa contemporánea es consecuencia de un lento proceso de descubrimiento que hizo posible consolidar un capital humano, social e institucional inédito en la historia de la humanidad.
El liberalismo es la filosofía política y ética donde descansa el proyecto europeo. Europa como idea y el liberalismo como filosofía política están histórica y analíticamente relacionados. ¿Cuando surgió el liberalismo? ¿En la ciudades italianas (Génova, Venecia o Florencia) en algún momento del siglo XV? ¿En el largo trayecto histórico que va desde la Carta Magna (1216) hasta el iluminismo escocés de Smith, Hume, Hutcheson o Ferguson (1700’s), pasando por la “revolución gloriosa” (1688) y los pesos y contrapesos implementados a los Estuardo? ¿En los Países Bajos, donde la aparición del crédito y la moneda generó los primeros mercados de capitales institucionalizados? ¿En la antigua Grecia, donde la filosofía sistematiza el sentido de la individualidad? ¿En la escuela de Salamanca (1600’s), donde los escolásticos tardíos reconcilian la fe religiosa y el ganar dinero como virtud? Finalmente, ¿Se consolida el liberalismo en la inédita experiencia contemporánea de las socialdemocracias escandinavas, donde la igualdad y la libertad han encontrado una manera virtuosa para interactuar?
Es imposible determinarlo, no solo por razones de verificaron histórica sino porque el liberalismo es una concepción ética y política plural en tiempo, espacio y alcance. Es decir, asume un individualismo metodológico y construye modus vivendi donde la principal filosofía (aunque no la única) consiste en respetar las distintas formas de prosperar que construyen las personas, con la salvedad de no amenazar los distintos (y a veces opuestos) modus vivendi de terceros.
El proyecto europeo ha contribuido a reconciliar la tradición de la libertad y la tradición de la igualdad. En parte, esta reconciliación entre igualdad y libertad ha comenzado a hospedarse en la nueva idea de Europa, que va desde el tratado de Roma de 1957 hasta la dinámica ampliación de la Unión, desde los 6 a los 12, de éstos a los 15 y de los 15 a los 27. La nueva Europa descansa en un proyecto inédito en la historia de la humanidad: el proyecto de la creciente convivencia no solo de distintos modus vivendi sino, en algunos casos, de modos opuestos de pensar y vivir una buena vida. El paradigma del proyecto europeo es particularmente liberal porque para consolidarse aspira a la creciente diversidad de sus partes. Es decir, su idea temporaria de todo es superior a la suma de sus partes en tanto descansa en la diversidad creciente de esas partes para consolidar una idea de todo plural, tolerante y pujante.
Así, cuantos más modus vivendi se incorporan a este nuevo proyecto europeo, más consolidada se encuentra la idea de Europa. Mientras más diversos son esos modus vivendi, mas consolidado se encuentra aquello que John Gray ha denominado Liberal Project. (4) Esta idea del nuevo proyecto europeo que incipientemente se consolida en la Europa de los 27 refleja dos supuestos metodológicos fuertes. Hay una definición filosófica del proyecto que delimita su alcance y, al hacerlo, asume que el liberal Project carece de un telos universal pero, a la vez, define como valor a ser respetado (universalmente) el modus vivendi europeo de la existencia de derechos en el otro, tanto en su proyecto personal y grupal. Siguiendo a Gray, vemos que el proyecto europeo termina como aspiración política en las fronteras geográficas de la Unión, pero prosigue como idea mas allá de toda geografía, porque (con Berlin y Gray) ha aceptado tácitamente que no hay en él búsqueda de universalidad sino una búsqueda de consolidar buenas formas de vida particular. En palabras de Gray: “El Estado liberal se originó en la búsqueda de un modus vivendi. Los regímenes liberales contemporáneos son floraciones tardías de un proyecto de tolerancia que se inició en Europa en el siglo XVI. La tarea que heredamos consiste en reacondicionar la tolerancia liberal para que pueda guiarnos en la búsqueda de un modus vivendi en un mundo más plural. La tolerancia liberal ha contribuido inconmensurablemente al bienestar humano. No estando en parte alguna tan profundamente arraigada como para darla por descontada, es un logro cuyo valor no podría ser más alto. No podemos prescindir de ese ideal tardomoderno, pero tampoco puede ser nuestra guía en las circunstancias tardomodernas actuales porque el ideal de tolerancia que hemos heredado encarna dos filosofías incompatibles. Vista desde un ángulo, la tolerancia liberal es el ideal de un consenso racional sobre el mejor modo de vida posible. Desde el otro, es la creencia en que los seres humanos pueden florecer en muchas formas de vida. Si el liberalismo tiene un futuro, este reside en el abandono de la búsqueda de un consenso racional sobre el mejor modo de vida posible…” (5)
Como sostiene el economista y filósofo político austriaco Friedrich Hayek, las instituciones más sólidas se construyen a través de un proceso de orden espontáneo. Es decir, a través de la interacción de personas que buscando un limitado fin en T1 alcanzan, sin quererlo, un objetivo mas amplio en T2, T3, Tn debido a la sistematización de determinados intercambios que, al haber sido crecientemente aceptados por su eficiencia, devienen normas informales y eventualmente formales (6).
La construcción del proyecto europeo recupera para la filosofía política contemporánea esta concepción hayekeana: sin buscarlo, el acuerdo formal de Roma de 1957 comenzó un derrotero que culminaría (momentáneamente) con una idea de Europa, donde 27 países y naciones se complementan en una creciente armonía. Como marcamos, la principal idea sobre la que descansa el proyecto europeo es que distintas partes, con diversas expresiones inconmensurables, se suman y son más grandes que un hipotético todo. A su vez, este hipotético todo deviene inconmensurable, ya que la complementación armónica de partes (en algunos casos sumables y en otros no) da como resultado un todo articulado pero de difícil definición.
Así, el orden espontáneo europeo es un ámbito de consenso creciente. Un ámbito del consenso se fortalece y enriquece cuando sus partes desarrollan sus potencialidades en un marco de respeto al desarrollo de las (distintas) potencialidades de los otros. Adquiere aquí una especial significación la existencia de un espacio público que no solo posee los mecanismos institucionales para respetar los derechos del otro sino también posee los valores, ideas y creencias morales como para respetar lo inconmensurable en ese otro. Aquí radica la importancia del “Value Pluralism” articulado por Sir Isaiah Berlin. Para Berlin “…pluralism (is) the recognition of an indefinite variety of cultures and systems of values, all equally ultimate, and incommensurable with one another, so that the belief in a universally valid path to human fulfillment is rendered incoherent…’ …The object of this investigation is the almost endless plurality of total views of the world, and this precludes his espousing any exclusive vision of man and his condition…”(7). Es posible pensar que en el inarticulado programa de investigación de Sir Isaiah Berlin descansa un orden espontáneo para una idea de Europa. En un sentido analítico, Berlin toma el orden espontáneo de Hayek y lo introduce en el milagro europeo. Paso seguido, Gray asume el ‘value-pluralism’ de Berlin para definir los límites del Liberal Project. Al hacerlo, no solo sistematiza el liberal Project sino el papel que para su consolidación tiene el nuevo proyecto europeo. Es decir, los limites que supone la idea de Europa para el liberalismo no es para Gray una derrota analítica debido a la imposibilidad de aspirar a la universalidad. En cambio, es donde el liberalismo se asienta y convive con distintos modus vivendi dentro y fuera de su ámbito de influencia. Al hacerlo, demuestra su fortaleza y vitalidad. Cuando, siguiendo a Gray, el liberalismo redescubre sus límites no está necesariamente anunciando su decadencia. Por el contrario, anuncia y expresa los buenos valores (la buena vida) que tiene para ofrecer. El proyecto europeo expresa parte de ese modus vivendi.
(1) Una Buena síntesis de las instituciones formales de la Unión Europea se encuentra enhttp://europa.eu/about-eu/institutions-bodies/index_en.htm
(2) “Economic Growth in the 1990s: Learning from a Decade of Reform”, versión online http://www1.worldbank.org/prem/lessons1990s/. Ver http://www1.worldbank.org/prem/lessons1990s/chaps/Cnote1_EconomicGrowth.pdf, Country Note 1, Página 58. A su vez, ver el trabajo de Kenneth Pomeranz, “The Great Divergence: Europe, China, and the Making of the Modern World Economy”, donde el autor sostiene que Europa Occidental no solo supone una geografía sino una construcción social, política y económica: “It should be noted here that “western Europe,” for most authors, is a social, economic, and political construct, not an actual geographic entity: Ireland, southern Italy, and most of Iberia, for instance, did not have much of the economic development usually held to be characteristically European or western European. I will generally use the term in a geographical sense, while pointing out that the areas often taken to stand for “Europe” in these comparisons (e.g., the southern Netherlands, or northern England), might be better compared, in both size and economic characteristics, with such units as China's Jiangsu province, rather than with entire subcontinents such as China or India”. Princeton University Press. 2000. Pagina 3.
(3)http://www1.worldbank.org/prem/lessons1990s/chaps/Cnote1_EconomicGrowth.pdf Obra citada, pagina 59.
(4) Es necesario remarcar que, como mencionaremos mas adelante, Gray le da al concepto de Liberal Project una connotación analítica e histórica negativa. Gray desarrolla ampliamente esta concepción en un programa de investigación que puede tener su inicio a principios de los 80’. Por ejemplo, ver “Liberalisms: Essays in Political Philosophy” (1989) y en “Post Liberalism: Studies in Political Thought” (1993), ambos publicados por Routledge. La filosofía política de John Gray y su relación con el proyecto europeo y la idea de Europa será desarrollada en posteriores trabajos.
(5) Gray, John (2001): “Las dos caras del liberalismo. Una nueva interpretación de la tolerancia liberal”. Paidos. Buenos Aires-Argentina. Pagina 11
(6) La idea de orden espontáneo recorre gran parte de la obra de Hayek. Sin embargo, no se encuentra sistematizada en un texto en particular. Es posible pensar que un trabajo como “The Sensory Order” revela una incipiente articulación en los primeros años de elaboración científica del autor (este trabajo se encuentra en el campo de la psicología). Mas adelante, el joven economista Hayek deja paso al maduro filósofo político. Una versión de esta madurez se encuentra en The Constitution of Liberty (1960), publicado por University of Chicago Press. En 1974 gana el Premio Nobel en Economía por sus estudios sobre los ciclos económicos y el papel de los precios como información necesaria para la asignación eficiente de recursos (ver
http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/economics/laureates/1974/press.html). La obra de Hayek es profusa en cuanto a su alcance (economía, filosofía, teoría del conocimiento, filosofía política, historia, psicología) y llega hasta el final de su vida (1899-1992).
(7) Berlin, Isaiah: “The Proper Study of Mankind. An Anthology of Essays”. Introducción. Página XXX y XXXIV. Farrar, Straus and Giroux. New York. 1997
*Profesor Depto. Estudios Internacionales, FACS - Universidad ORT Uruguay.
Master en Filosofía Política, London School of Economics and Political Science.
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