Articulando complicidades: Irán en América del Sur en el bienio 2010-2011. (Primera Parte)
Resumen
Ego te provoco: algunas consideraciones preliminares.
El continuo despliegue de potencias extra-regionales por el hemisferio ha adquirido nuevas connotaciones estos dos últimos años. En ambientes políticos, y comunidades epistémicas, han surgido visiones contrapuestas a la hora de evaluar estos despliegues. Por un lado, están quienes ven esta problemática de forma relativamente benigna y en lo medular acorde a las tendencias globalizantes que estarían abarcando todo el planeta sin excepciones de país, cultura, economía o sociedad. Por otro, están quienes matizan las intensidades y diferencian entre los objetivos buscados por una u otra potencia extra-regional. China, India, Rusia e Irán, los actores extra-regionales más activos, tendrían motivaciones distintas; y la receptividad también sería diferenciada. Sin embargo, en los nichos e intersticios por donde circula la influencia extra-regional queda al descubierto una característica común cual es la ausencia relativa del otrora omnipresente comportamiento de Estados Unidos.
En este contexto, plagado de factores multidireccionales, es la penetración iraní la que suscita mayor atención. También es sobre la que hay menor información en fuentes públicas. Ello no ha sido óbice, sin embargo, para que, desde 2005 en adelante, ésta penetración sea no sólo ostensible sino creciente. En visibilidad y en complejidad.
En efecto, Irán se está desplegando por América Latina a través de una hábil combinación de elementos propios de soft y del hard power. Emplea también una gama de otros elementos intermedios. Los énfasis de unos, o de otros, está relacionados no sólo con el diseño conceptual y praxis desplegada por Teherán, sino también con la receptividad que ha tenido en cada país de la región. De esta forma, se han generado tendencias que hacen de la relación de Irán con los países latinoamericanos un tema esencial de la agenda de seguridad hemisférica.
Siguiendo a dos de los más prolíficos autores en esta materia, Román Ortiz y Ely Karmon, y teniendo en consideración el carácter complejo del diseño conceptual y la praxis de la penetración iraní, se sostiene la hipótesis general de que la principal motivación de los iraníes es la obtención de influencia en el “patio trasero de EEUU”.
Aunque el despliegue iraní se observa en la mayoría de los países del hemisferio, cinco sudamericanos son los que concentran mayor actividad (en orden alfabético): Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela. Con cada uno, se registra una relación multifacética y no desprovista de elementos sui generis, que poco o nada tienen que ver con los cánones tradicionales de las relaciones bilaterales. En consecuencia, identificar y problematizar estos elementos coadyuva en la muy intrincada tarea de desentrañar las razones por las que, por primera vez en su historia milenaria, los persas se muestran interesados en esta zona del mundo.
Para alcanzar un foothold en América del Sur, el régimen iraní se procura diversos tipos de elementos categorizables en a) aquellos de poder suave (diplomacia pura y formal, lazos culturales inocuos, como el hermanamiento de ciudades, convenios universitarios y otros), b) elementos intermedios (apoyo material y espiritual a comunidades shií en la región, a mezquitas y centros religiosos) y c) elementos definitivamente duros (acuerdos militares o industriales vinculados a asuntos de seguridad y defensa o comerciales con dicha finalidad, o bien actividades encubiertas con grupos terroristas afines como Hizbollah). Denominador común de todos estos elementos es su ubicación en el contexto de una estrategia a prioridefinida.
La vastedad de los elementos señalados, así como el fortísimo sigilo con que son ejecutados, ha llevado a que analistas y académicos privilegien dos posturas para entender su impacto; ambas benignas. En efecto, la mayoría las ve como algo irrelevante, por momentos incluso con cierta indiferencia, casi como un sub-producto de las excentricidades del régimen de los ayatollahs, mientras que en otros momentos, buscan asociarla a cierta inevitabilidad de los cambios en el escenario mundial y a la pérdida relativa de la influencia estadounidense en América del Sur. Sin embargo, ambas relativizan las verdaderas consecuencias y no dan cuenta de su naturaleza.
Naturaleza y consecuencia van de la mano. La primera se entiende por su rasgo fundamental, cual es que toda la estrategia iraní está en manos del Pasdaran. Por cierto que ello no implica necesariamente que todas las consecuencias sean previsibles o inmediatas. Pero al ser el Pasdaran el principal instrumento de la penetración, no se puede sino asociar la penetración a los objetivos e imperativos estratégicos de Teherán, vale decir con los planes nucleares, con la competencia estratégica con EEUU, con la construcción de bases capaces de propinar golpes de represalia en el corazón mismo de Norteamérica y, last but no least, con el papel global asignado a la religión. En otras palabras, con la capacidad de disuasión iraní. Por lo mismo no es casualidad que los planes de desarrollo nuclear y misilístico estén bajo tuición del Pasdaran. Tampoco es casualidad que el despliegue esté tan estrechamente vinculado a su estrategia de promoción del fundamentalismo islámico y a la pretensión de aislar a Israel (1). Vista en el contexto de los imperativos estratégicos de Irán, la generación de complicidades con gobiernos afines es fundamental.
En esta materia, el despliegue iraní en la región registra novedades generales y específicas a lo largo del bienio 2010-2011.
Hannibal ante portas: Irán se despliega en América del Sur
Cuasi de forma paralela a la gira del Presidente Barack Obama por Brasil, Chile y El Salvador en marzo de 2011, el Viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Behrouz Kamalvandi realizó un periplo por Quito, Bogotá y La Paz. Pocas semanas más tarde, al iniciar junio de 2011, el influyente y controversial Ministro de Defensa iraní, Ahmed Vahidi, llegó a Caracas para desplazarse luego a La Paz. Asimismo, a fines de 2010, el régimen de Ahmedinejad destinó US$ 4.500 millones para esta nueva etapa de su despliegue en América del Sur (2).
Esta verdadera proliferación de recursos económicos, políticos abiertos y encubiertos, así como diplomáticos indica que los énfasis de estos dos últimos años se han comenzado a vincular crecientemente con el poder duro. De acuerdo a las previsiones de Elías Eliaschev, durante 2011 se completará la designación de 150 cargos para el staff que se dedica a América Latina en general, y de esa masa de US$ 4.500 millones, ya se han empezado a ejecutar US$ 87 millones (una transferencia supervisada por el propio comandante general de las brigadas Quds, Qassem Soleimani), de los cuales, a su vez, siete milllones han ido directo a Hizbollah(3).
Parece razonable entonces asumir la hipótesis de que el poder duro ha adquirido centralidad. Sin embargo, los ritmos e impulsos que vaya observando el despliegue iraní dependerá finalmente de los nioveles de receptividad de cada país sudamericano(4). Esta responde a necesidades y motivaciones específicas. De ahí que el despliegue deba tener también una atención relativa en aquellos elementos de poder blando y toda la gama intermedia. Los sucesos acaecidos en torno a la visita de Ahmed Vahidi a Bolivia, examinados infra, así como el objetivo de alcanzar pronto US$ 20 mil millones en inversiones diversas de Irán en la región, confirman esta necesidad que tendrá Irán de ir acomodando su estrategia a las citadas sensibilidades de cada país sudamericano.
En cuanto a los elementos de poder suave, el más importante verificador de tendencia del despliegue está dado por el incremento de embajadas iraníes en la región. Teherán tenía hasta el 2007 (5) sólo cinco embajadas en América Latina; de ellas únicamente tres en América del Sur. Hacia el 2011, el número de legaciones con embajador residente ha crecido ostensiblemente. Once suman hasta mediados de 2011 las embajadas iraníes en América Latina. Un dato anexo es que salvo Guyana y Surinam, la diplomacia iraní mantiene legaciones en todos los países de la región, y la única donde no hay embajador residente es aquella en Paraguay. Sin embargo, las visitas a Asunción del embajador concurrente -desde Montevideo- tienen la inusual frecuencia de una por mes; sin contar las constantes visitas de personeros de gobierno a Asunción (6). Finalmente, dentro del ámbito de poder suave, destaca también el apoyo manifiesto expresado por los embajadores de los países integrantes del ALBA en Teherán el 16 de julio de 2010, reiterando el “derecho soberano de Irán para generar energía atómica y utilizarla para fines pacíficos”. Declaración vista con satisfacción en Teherán ya que permite visualizar algunos signos homogéneos en la receptividad regional. Debe tenerse en consideración que en los asuntos concernientes al vínculo con Irán, son los países sudamericanos del ALBA (Venezuela y Bolivia) los que llevan la iniciativa (7).
En definitiva, se trata de un bienio lleno de connotaciones de alto significado, de una tendencia in crescendo, que, sin embargo, podría terminar abruptamente si la enfermedad del Presidente venezolano eclipsa su protagonismo.
a) Relatio in terrorem: Argentina
Las relaciones argentino-iraníes, a lo largo de estos dos últimos años, siguieron muy fuertemente marcadas por las reverberaciones de los brutales atentados a la embajada israelí y contra la AMIA en 1992 y 1994, respectivamente (8).
Antecedentes con poderosa significación fueron descritos y fundamentados por Pepe Eliaschev en el diario Perfil (26.3. 2011). El primero apunta a la propuesta de la Casa Rosada para negociar un acuerdo secreto entre los dos gobiernos para dejar de lado el proceso judicial que lleva a cabo el juez Alberto Nisman contra exdiplomáticos y altos funcionarios iraníes a cambio de un compromiso por mayor intercambio comercial (9). La revelación de este antecedente tuvo como resultado que la visita del canciller Hector Timmerman a Israel, anunciada para fines de marzo, estuvo a punto de ser cancelada debido al profundo malestar causado en el gobierno iraní. Declaraciones posteriores de la cancillería argentina, negando la propuesta, mitigaron el estado de crispación bilateral, y el canciller finalmente se desplazó a Jerusalén.
Un segundo antecedente de alta significación, y que causó gran molestia en el juez Nisman, es la revelación de tareas de reclutamiento y recolección de fondos en Brasil por parte de Hizbollah, Hamas y Al Qaeda en la zona de la Triple Frontera, en las que el iraní Moshe Rabbani, sindicado como autor intelectual del ataque a la AMIA, es fundamental. Rabbani ha visitado ocasionalmente Brasil utilizando pasaporte falso (10). Para ahondar aún más la controversia, Rabbani participó en abril de 2011 en un programa de radio junto al activista kirchnerista Luis D´Elía negando la versión de sus viajes a Brasil.
Anexo a esta problemática, durante el bienio continuó también la controversia en torno a las actividades de la embajada de Irán en Buenos Aires. El juez Rafael Rafecas, por ejemplo, denunció que desde esa legación se financia a muchas agrupaciones anti-judías y que el nexo es el activista pro-gubernativo Luis D´Elía (11).
El intento de revertir el estado de deterioro generalizado que existe en las relaciones bilaterales, y que Eliaschev adjudica a la influencia del canciller Timmerman, ocurrió meses después de que la Presidenta Cristina Fernandez, hablando ante la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2010, propusiera una solución a la Lockerbie, que comprendiera un proceso judicial a los iraníes acusados por el caso de la AMIA en un tercer país, por mutuo acuerdo entre Irán y Argentina (12). No queda muy claro la finalidad de la propuesta, ya que, como era dable esperar, provocó una agria carta respuesta de Irán dirigida al Presidente de la Asamblea General(13).
Finalmente cabe consignar que en el plano comercial, a inicios de abril de 2011, se anunció que Teherán empezará a incrementar sus compras de soya. La iniciativa surgió no sólo por el interés de Irán sino por la baja de las exportaciones argentinas de este producto a la India para las que era necesario encontrar otro poder comprador (14).
En suma, el bienio 2010-2011 ha servido para constatar que el vínculo iraní-argentino sigue alterado en sus cimientos (15). La intensidad de las reverberaciones que continúan emanando de los atentados a la embajada israelí y a la AMIA ponen necesariamente un signo de interrogación a la evolución ulterior que tenga este problema, cuya solución definitiva no se divisa. En tal sentido, el principal elemento a monitorear es la presunta oferta emanada de Teherán a mediados de julio orientada a re-tomar el diálogo.
b) Dulce periculum: las tentaciones bolivianas
El bienio 2010-2011 fue especialmente fructífero para la relación entre estos dos países. Mirado desde el punto de vista de la estrategia iraní, los antecedentes del período consolidaron a Bolivia, en términos cualitativos, como el segundo eslabón más importante en la región. Mirado desde la perspectiva boliviana, asistencia iraní en diversos ámbitos superó los US$ 1200 millones lo que convirtió a Irán en el segundo donante del país, superando a la Unión Europea (16).
En el plano diplomático adquirieron relevancia varios hechos como la inauguración de la embajada iraní en La Paz, en septiembre de 2010, el viaje del Presidente Morales a Teherán un mes más tarde (17), y los desplazamientos realizados por varios altos personeros del gobierno iraní por territorio boliviano durante el primer semestre de 2011. Desde el punto de vista comunicacional, lo más destacado del viaje de Morales a Teherán y Tabriz, fue el anuncio de que Irán asistiría a Bolivia en la construcción de una planta de energía nuclear. Dado que el asunto carece de toda viabilidad debido al precario nivel de masa crítica existente en Bolivia respecto a esta materia, el anuncio adquiere singularidad. Desde ahora en adelante habrá movimientos, algunos visibles, otros menos, de especialistas y personeros vinculados a elementos de poder duro iraní. En este marco, fuertes sospechas tiene la aprobación de un proyecto de ley por el Congreso boliviano en junio de 2011, destinado a facilitar el turismo entre los dos países, ya que, pese a no existir cifras oficiales sobre el tema, todas las estimaciones apuntan a un flujo prácticamente inexistente.
Otros dos elementos de poder duro son tanto la declaración conjunta emitida tras el viaje de Morales, en el sentido de que ambos países señalan a EEUU como enemigo común, como también el anuncio de crear un banco binacional que permitirá gestionar futuros proyectos. Esto último, ya se había visualizado un mes antes del viaje de Morales, cuando el ministro de Industrias y Minas de Irán, Ali Akhbar Mehravian asistió a la presentación de cartas credenciales del embajador Alireza Ghozeilee en La Paz, asunto que además, coincidió con la apertura física de la legación persa. La cartera del ministro constituyó una señal indicativa del énfasis que Irán está dando a este vínculo. Consecuentemente, durante la visita de Mahrebi, ambos países suscribieron acuerdos en materias de gas, petróleo y petroquímica. Además, Mahrebi inauguró las dependencias de la Iranian Oil en Santa Cruz y ofreció una nueva línea de crédito por US$ 254 millones que permitirá expandir los proyectos existentes y examinar nuevos proyectos en torno a la extracción del litio.
Posteriormente, en marzo de 2011, la visita del Vicecanciller Behrouz Kamalvandi hizo anuncios que reforzaron el carácter estratégico que está asumiendo Bolivia en el despliegue iraní en la región. Kamalvandi anunció tanto la creación de un Centro Geocientífico, que se dedicará a estudiar datos geológicos de Bolivia, como de una red de transmisión y de antenas que permita crear un canal nacional de televisión. El objetivo central del Centro Geocientífico es localizar yacimientos de uranio. Hasta ahora, los estudios sobre localización y caraterísticas de depósitos uraníferos bolivianos son confusos, debido a su obsolescencia y poca acuciosidad. Uranio existiría en la Cordillera de Los Frailes, en Cotaje (Potosí) y en Mamonó, el este del país cerca d ela frontera con Brasil, en el Parque Noel Kempff Mercado y bajo el Bosque Seco Chiquitano (ambos forman el ecosistema El Pantanal). Tras la visita de Mehravian, la ministra boliviana de Planificación, Viviana Caro manifestó, “hay intenciones de realizar trabajos, pero lo que se necesita es una carta geológica actualizada en la que colaborará Irán” (18). Jorisch sostiene que el litio podría ser utilizado como un acelerador alternativo en el enriquecimiento de uranio. Durante su visita, Kamalvandi firmó acuerdos justamente para explotar litio (algo acordado inicialmente durante la visita de Ghozeilee)(19). Además, comprometió una línea de crédito adicional a la de US$ 270 millones ya existente para construir represas. Se trata de una línea crediticia abierta que se materializará apenas lo disponga el gobierno de Morales.
Una significancia mayor tiene la llegada a Bolivia, en junio de 2011, del ministro de Defensa iraní, Ahmed Vahidi (20), quien visitó La Paz y Santa Cruz. Declaraciones de Vahidi ofreciendo todo tipo de ayuda militar que Bolivia demande y la invitación a la inauguración de la Escuela Militar del ALBA, ratifican la hipótesis sustentada acerca de la especificidad estratégica que tiene el despliegue iraní en Bolivia. Como trascendió por la prensa, Vahidi debió interrumpir su estadía en Bolivia, cuando fue detectado por el servicio de inteligencia argentino (SI) mientras se efectuaba una ceremonia en el Colegio Militar de Aviación (COLMILAV) en la que se entregaban licencias de pilotos a cadetes de Bolivia, Venezuela y Panamá. Ello motivó la rápida queja del gobierno de Cristina Fernández, quien advirtió al Presidente Morales sobre el retiro de la invitación que se le había cursado para que visitara Buenos Aires la semana siguiente (21). Bolivia presentó sus excusas al gobierno argentino, y ni Morales ni su ministra de Defensa, Cecilia Chacón se refirieron públicamente al incidente. Vahidi, sin comentarlo directamente, valoró positivamente su paso por Bolivia y reiteró que “la cooperación total con los países latinoamericanos goza de prioridad para Irán”(22).
El carácter estratégico de Bolivia en el despliegue iraní en la región, había quedado esbozado en octubre de 2010, cuando el ministro de Economía y Finanzas de Bolivia, Luis Arce informó de un acuerdo entre los dos países para la compra de equipos militares iraníes, el mantenimiento de las aeronaves de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), así como un acuerdo para entrenamiento militar. Ese anuncio ministerial ocurrió dos semanas después que Morales llegara procedente de Teherán (23).
En síntesis, la relación bilateral ha entrado en una etapa cualitativamente distinta estos dos últimos años, marcada por claras intenciones de fortalecer un compromiso que adquiere visos de estratégico. El interés manifestado por ambos en esta línea indica que se debería generar mayores niveles de asociatividad bilateral en el futuro cercano. En todo caso, si Bolivia no cautela los aspectos políticos formales de este acercamiento, se producirán inevitablemente fricciones inesperadas con terceros, tal cual de desprendió de la tensión argentino-iraní en relación a Vahidi. La experiencia de este hombre clave del Pasdaran en Bolivia es una señal que los próximos pasos del acercamiento bilateral se caractericen por la opacidad y el sigilo.
c) De omnibus dubitandum, las aprehensiones del neo-lulismobrasileño
Las relaciones bilaterales durante el bienio, sometidas a las reverberaciones del viaje del Presidente Ahmedinejad a Brasil, ocurrido en las postrimerías del 2009, siguen mostrando señales ambivalentes. Sin embargo, la fuerza ex intra de algunas de éstas indican que, paulatinamente, se ha ido instalando la idea de poner las relaciones bilaterales bajo premisas nuevas. Son señales que, decodificadas, ofrecen matices diferenciadores respecto a los años de lulismo puro.
En efecto, a lo largo de casi todo el 2010 se observó una atención brasileña muy deferente hacia problemática iraní, ejemplificada en la crítica que hizo el canciller Celso Amorim en marzo de ese año a la imposición de sanciones contra el régimen de Teherán. El pragmatismo del lulismo puro cobró expresividad en el acuerdo Brasil-Turquía (marzo 2010), que provocó desconcierto en varios países centrales, malestar en Washington y preocupación en Israel (24). Ese acuerdo, percibido positivamente por Ahmedinejad, se suscribió en el marco de la cumbre de los G-15 realizada en Teherán.
Otra señal proveniente del pragmatismo lulista había ocurrido poco antes, en abril de 2010, cuando Petrobras anunció que mantendría sus oficinas en Teherán y todas sus inversiones en el Mar Caspio, pese al clima internacional desfavorable. Prosiguió al mes siguiente, cuando de forma demostrativa, Lula realizó una visita oficial a Teherán, que culminó en el controversial acuerdo con Turquía. Continuó en junio de 2010, cuando, en votación dividida, el Consejo de Seguridad aprobó sanciones (Resolución 2040) con los votos en contra de Brasil y Turquía (ambos miembros no permanentes del órgano en ese momento).
En esta postura pragmática subyacía una visión muy clara. Lula veía los asuntos internacionales con un prisma que favorecía la mantención del diálogo con todo tipo de regímenes y de rechazo a la imposición de sanciones. Para Lula, el efecto de las sanciones terminaban recayendo en los más pobres. Lula, además, insistía en el necesario respeto a la cultura, costumbres y leyes de todos los países, alegando que de lo contrario se alimentaba las tendencias al caos en el sistema internacional.
Sin embargo, la asunción de Dilma Roussef comenzó a ofrecer matices respecto allulismo puro, denominación que parte del supuesto que con Dilma el lulismo sigue representando el prisma central de la política exterior brasileña.
Sin embargo, los nuevos matices, advertibles en las primeras decisiones de Dilma en torno a la problemática iraní, sugieren que subyacen ideas nuevas. Aunque es prematuro visualizar la intensidad que estas ideas nuevas, se pueden conjeturar énfasis de tipo cuasi doctrinario, por ejemplo en materia de derechos humanos, vistos tanto genéricamente como en lo relativo al de las mujeres. Tal inclinación salpicará directamente la relación con Irán.
Dos novedades interesantes sobre esto son las siguientes. Dilma, por ejemplo, fue mucho más dura que su antececesor en cuanto a criticar la lapidación de Sakineh Ashtiani, por presunta complicidad en asesinato de su esposo. Indicó que era “inaceptable y medieval”. Apenas ocurrido el hecho, y en su calidad de candidata presidencial, Dilma, solicitó al entonces Presidente Lula, que diera indicaciones a su embajador en Teherán, Antonio Luis Salgado para reunirse con autoridades de la cancillería persa e informarles que Brasil estaba en condiciones de garantizar asilo a Ashtiani.
Luego, ya en funciones, invitó a la abogada disidente Shirin Ebadi, Premio Nobel de la Paz 2003, asunto que irritó a la cancillería iraní. Luego, el ministerio de Cultura brasileño formuló críticas a la censura de las obras del escritor Paulo Coelho en Irán.
Probablemente el dato más significativo ocurrió en 2011, cuando, por primera vez en 10 años, Brasil (junto a Panamá y Colombia y contra Cuba y Ecuador) votaron a favor de una moción en la Comisión de Derechos Humanos para monitorear la situación de éstos en Irán. Baste recordar que el año previo -2010, es decir bajo ellulismo puro- Brasil se abstuvo (25).
Aunque el re-enfoque brasileño implicará que Brasil ya no tendrá un papel tan relevante en el establecimiento del foothold iraní en la región, el régimen de Ahmedinejad ha reaccionado con cautela ante las nuevas señales provenientes de Brasilia. No ha hecho ver sus molestias y pareciera optar por darle preeminencia a los espacios e intersticios que se muestren disponibles. En esa línea, anunció que establecerá un centro comercial durante el segundo semestre 2011 para facilitar negocios entre los dos países (26). El régimen iraní es consciente que el deterioro de la relación bilateral perjudicará más a Irán que a Brasil. Además, también hay señales de continuidad.
Vital en este aspecto es la mantención del negocio de la triangulación de alimentos, carnes y azúcar que realizan empresas brasileñas instaladas en Dubai y Emiratos Arabes Unidos.
Huelga subrayar que este recalibramiento seguirá siendo monitoreado por Washington y las potencias centrales. A lo largo del bienio ha habido varios motivos de preocupación que podrían repetirse. Por ejemplo, según revelaciones de Wikileaks, a fines de 2010, se produjo una situación que generó preocupación en EEUU y en Alemania, ya que la empresa Machine Sazi Tabriz (MST) habría estado adquiriendo material de uso dual a la brasileña Mello SA Maquinas e Equipamentos. Siemens habría detenido a última hora importantes envíos a Mello SA que iban a ser entregados a MST (27).
En definitiva se puede establecer que la relación brasileño-iraní pasa por momentos de ciertas re-definiciones producto de los cambios políticos internos en Brasilia. Dado que la cautela dominará la apreciación de ambos, es probable que la agenda bilateral no oscile entre elementos de poder duro ni blando, sino descanse en aquellos intermedios, donde las cuestiones estrictamente comerciales vayan adquiriendo centralidad.
(1) Los dos principales instrumentos globales de la línea estratégica anti-israelí son ese híbrido llamado Hizbollah y el Pasdaran; ambos con capacidades para operar en cualquier parte del globo. Los mortíferos ataques en Buenos contra la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y contra la AMIA en 1994, ejecutados conjuntamente, son los mejores ejemplos de dicha capacidad. Karmon sostiene que la amenaza terrorista es el principal desafío a la seguridad internacional y que después de la guerra fría no se podría hablar de un conflicto armado donde no se haga uso del instrumento terrorista. En tal sentido –añade- la gran amenaza actual proviene de lo que denomina la “coalición iraní”, compuesta por Irán y su proxy organization, Hizbollah, creado por el Pasdaran, por Siria, por Hamas.
(2) La cifra aparece en varias de las referencias utilizadas en este texto. Según Eliaschev, las prioridades de esta nueva fase del despliegue iraní son: la Triple Frontera (Brasil, Paraguay, Argentina), Venezuela y Panamá.
(3) Ver: “Venezuela e Irán”.
(4) Otros elementos de poder duro son el esfuerzo por instalar en la región bancos iraníes o bien formar instituciones bancarias asociadas así como la cooperación para la prospección y explotación de recursos energéticos específicos (uranio, litio, petróleo y gas).
(5) Fecha referencial clave. El despliegue iraní adquirió contornos más precisos y sistémicos con la Conferencia Internacional sobre América Latina, denominada “Desarrollo en América Latina: su papel y su estatus en el futuro sistema internacional” (febrero, 2007) y en la que participaron invitados de Argentina, Venezuela, Colombia, Cuba, Brasil, Uruguay y Ecuador aparte de latinoamericanistas de Italia, Rusia, y China”. Fue un seminario auspiciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní y sirvió para dar luces acerca del diseño conceptual y modelos de praxis para materializar la iniciativa. Procuró insertar conceptualmente el despliegue en las corrientes revolucionarias de la época, buscando asociar las figuras de los comandantes Chamran y Guevara como simbólicas del encuentro revolucionario entre Irán y América Latina. El gobierno iraní invitó a exponer al seminario a dos hijos de Guevara. Pocos meses más tarde, en Teherán e Isfahan, también con auspicio de organismos de gobierno, se efectuó el Primer Congreso Internacional de Literatura Latinoamericana. Ver Witker, op cit. pp. 171-172.
(6) La relación de Irán con Paraguay se inicia bajo mandato del Presidente Lugo el 15 de agosto de 2008. Un trascendido relevante en las relaciones de Irán con esta zona del mundo es la presunta petición formulada a inicios de abril de 2011 por Ahmedinejad al Presidente paraguayo, Fernando Lugo en orden a garantizar asilo para Muammar Gaddafi.
(7) Ver “Apoyo del ALBA a Irán” en el sitio http://www.noticiasdeiran.com (accesado el 01.06.2011).
(8) La trayectoria y los eventos dramáticos ocurridos en la capital argentina apuntan a un diseño conceptual y praxis específicas del interés de Irán en Argentina, pues no se divisan motivos demográficos o migratorios, ni económicos, ni gran colaboración militar, aunque sí hay versiones, no confirmadas, de interés en la industria nuclear argentina a comienzos de los 90. Sí tiene fuerza explicativa la numerosa población judía en Argentina. Al asumir a los aproximadamente 250 mil judíos argentinos como blanco de su despliegue global, se advierten elementos coherentes con el esquema antijudío que marca la diplomacia iraní desde fines de los 80.
(9) El acuerdo habría nacido tras una oferta hecha por Timmerman mientras efectuaba una visita a Aleppo, Siria entre el 23 y 24 de enero de 2011. Los mediadores iban a ser el Presidente sirio Bashar al Assad y su canciller Walid al Mohalem. El texto de Eliaschev asegura que en septiembre de 2010 y febrero de 2011 se produjeron tratativas directas, aunque discretas, entre Argentina e Irán a nivel de “funcionarios poco conocido”.
(10) Pagina 12 y Perfil (7 de abril). El juez Nisman identificó una casa de seguridad de Rabbani y otros 20 terroristas en Sergipe N° 67 en la ciudad Foz de Iguacú.
(11) Rafecas instruye casos contra algunos grupos terroristas como Quebracho. Esas afirmaciones las hizo en una reunión realizada en la Sociedad Hebraica del Pilar, Buenos Aires el 30 de marzo de 2011.
(12) Hay versiones que indican que esta fórmula habría sido propuesta en 2003 y que no se habría encontrado ningún país dispuesto a servir como tal.
(13) “Respuesta de Irán a Argentina en Naciones Unidas” en http://www.noticiasdeiran.com (accesado 14.6.2011).
(14) El intercambio comercial entre Irán y Argentina llegaba en 2011 a US$ 1.200 millones anualmente.
(15) Inicialmente, las investigaciones tropezaron con las enormes dudas acerca de qué pudo haber motivado esta expansión terrorista hacia América del Sur. También se hicieron públicas varias hipótesis argentino-céntricas de un presunto descontento del mundo musulmán por la participación de Buenos Aires en la primera guerra desatada por Estados Unidos contra Irak, aunque Irán era muy hostil al Irak de Saddam Hussein 1980-1988. Ese resentimiento musulmán se habría visto alimentado también por otros motivos. Los daños causados a Irak, financista de Egipto, y potencial beneficiario del proyecto misilístico Cóndor (desarrollado por Argentina y Egipto), abandonado por Menem por imposición de Estados Unidos. Luego estaría la decepción de Trípoli tras haber invertido fondos en la campaña electoral de Menem. Otro elemento de resentimiento musulmán con Argentina sería la distancia que tomó Buenos Aires respecto del Movimiento de No Alineados en 1991 y su acercamiento a Estados Unidos. Por último, la desilusión experimentada por Damasco ante los diversos viajes de Menem a Medio Oriente en los que no visitó Siria (el país de sus ancestros), a la vez que se convertía en el primer Presidente argentino en viajar a Israel. Todas hipótesis excesivamente argentino-céntricas y carentes de efectivo poder explicativo.
(16) Irán ha financiado una fábrica de textiles, una de cemento, un hospital en El Alto, una procesadora de lácteos y ha iniciado estudios para una ensambladora de tractores. La suma es un conjunto de créditos que forman parte del llamado Plan de Cooperación Industrial válido por cinco años firmado en 2007 durante la visita de Ahmedinejad a La Paz. Notoriedad tiene un reportaje de la BBC (27.11.2009) alerta sobre la posible obligatoriedad que existiría en el centro hospitalario construido en El Alto para que las mujeres porten velo.
(17) La visita de Morales incluyó un desplazamiento a la ciudad de Tabriz donde visitó una fábrica de tractores. Irán tiene la oferta de instalar una ensambladora similar a la levantada en Venezuela.
(18) Ver: “Uranio y agua para Irán” en http://www.noalamina.org (accesado 10.6.2011).
(19) Sobre este punto, las negociaciones se habían iniciado en octubre de 2010 durante la segunda visita de Morales a Teherán. Bolivia tiene un depósitos estimados de 100 millones de toneladas métricas (TM) de litio, lo que correspondería al 70% de las reservas mundiales.
(20) Excomandante general de la Fuerza Quds del Pasdaran. Existe orden de captura internacional por su participación en el atentado contra la AMIA en Buenos Aires en 1994. Por años nexo entre Teherán y Hizbollah. Su cargo actual implica una tuición directa en el programa de desarrollo nuclear de Irán. La orden de captura de Interpol se extiende a Moshen Rabbani (ex agregado de prensa en la embajada iraní en Buenos Aires), Ali Akhbar Velayati (excanciller), Alí Fallahijan (exministro de Informaciones), Alí Rafsanjani (expresidente), Moshen Rezai (exasesor presidencial), Hadi Soleimanpour (exvicecanciller).
(21) Gran parte de la prensa mundial consignó esta nota ese día. El canciller David Choquehuanca endosó responsabilidades a funcionarios medios del Ministerio de Defensa. Otro antecedente que apoya la sospecha de una circunstancia embarazosa es que Vahidi se encontraba alojado en el mismo hotel (Casa Blanca), que el Presidente Morales. Ver La Tercera, Santiago de Chile 6.6. 2011.
(22) La Prensa (Bolivia) 03.06.2011.
(23) El anunció precisó que podrían adquirirse FAJR-3, S-68 e IRAN-140 así como helicópteros. Ver Los Tiempos, Cochabamba 1.11.2010.
(24) El acuerdo consistía en que Irán se comprometía a enviar 1200 kilos de uranio enriquecido al 3,5% hacia Turquía y recibiría el producto enriquecido al 20% para usos médicos, en un proceso supervisado por EEUU, Francia y Rusia más el Organismo Internacional de Energía Atómica.
(25) Aprobada por 22 votos a favor , 7 en contra y 14 abstenciones.
(26) Aunque la relación entre ambos países también se remonta a comienzos del siglo 20 sólo a partir de los 90 comenzó a registrar cierto volumen al intercambiar alimentos. Sin embargo, a partir de 2003, Petrobras obtuvo una primera licencia de exploración de petróleo en el Mar Caspio con lo que la relación bilateral aumentó fuertemente. En 2004, Petrobras obtuvo una segunda licencia y en 2007 una tercera. El 2009, asociada con Repsol, obtuvo derechos de explotación del bloque Tosan, también en el Caspio.
(27) State 123431 SIPDIS E.O. 12958: DECL:12/12/2034
*El autor es politólogo y periodista de la Universidad de Chile,
PhD en Comunicaciones por la Universidad Carlos IV de Praga, República Checa y egresado del Centro Hemisférico de Estudios de la Defensa, National Defense University (CHDS-NDU).
Ha sido jefe de la Mención en Relaciones Internacionales del Doctorado en Estudios Americanos de la Universidad de Santiago
y jefe de Cátedra de Estudios Internacionales de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE) de Chile.
En la actualidad es profesor de la ANEPE y la Universidad Alberto Hurtado de Santiago de Chile,
profesor visitante del Colegio Interamericano de Defensa, Washington DC.
Ha publicado varios artículos sobre terrorismo y seguridad internacional en revistas académicas, destacando “Los guiños de Mefisto. Relaciones Irán-América Latina, los casos de Chile y Argentina”, “El síndrome de Herostratos o la conversión de terroristas en íconos”. “Momentos palmerstonianos: retórica integracionista y conductas divisivas a la luz de la cumbre energética de 2007”.
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