VENEZUELA: UN INCIERTO FUTURO

Autores/as

  • Adolfo Castells Mendívil

Resumen

El 17 de julio pasado el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, volvió a La Habana para proseguir con la segunda parte de su tratamiento contra el cáncer. Retornó el mandatario un par de semanas después de su vuelta a Venezuela, luego de haber estado casi un mes en Cuba, en la primera fase de su dolencia. En ella, Chávez había sido operado dos veces de un tumor que él mismo posteriormente anunció, pero sin dar detalles del tipo de cáncer que lo aquejaba.

Eso forma parte de la equivocada estrategia informativa que ha llevado a cabo el gobierno venezolano en todo este asunto, que conduce a un clima enrarecido de incertidumbres. Y de ahí, las especulaciones a nivel nacional e internacional sobre el verdadero estado de salud del Presidente.

“CUBANIZACIÓN” DE VENEZUELA

Chávez recibió ofrecimientos de Brasil para tratarse en ese país, aunque prefirió a Cuba, por la cercanía de su admirado Fidel Castro y —más que por las bondades médicas— porque ese país totalitario le ofrece las garantías de “omertá” de sus autoridades y de medios de difusión controlados todos por el régimen, que ni tan siquiera publican en cuál centro hospitalario está internado.    

Y, además, Venezuela está cubanizada, con unos 60.000 isleños en su territorio. Así, los tres sectores claves del modelo chavista, como son la salud, la educación y las Fuerzas Armadas, están en manos de asesores cubanos; también hay médicos, entrenadores deportivos, maestros, técnicos en informática, guardaespaldas, especialistas en espionaje sobre la población, y otros. En las embajadas y consulados venezolanos trabajan funcionarios cubanos. Técnicos cubanos diseñaron el Sistema Integral de Gestión de Emergencias y Seguridad Ciudadana y el Sistema de Gestión Policial (Sigepol). Cubanos son los principales de los sistemas de información policiales y de la base de datos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sabin). (Datos de El Nacional, 28/02/10).

Por eso a los Castro les va la vida un cambio de régimen en Venezuela. No sólo por los 100.000 barriles de petróleo que reciben diariamente de ese país para revenderlos en el mercado internacional, sino por lo que el economista independiente Oscar Espinosa, calcula que Cuba recoge, a más: entre 5 y 6.000 mil millones de dólares anuales, producidos por la exportación de esos servicios técnicos a Venezuela. (Economía Cubana, 9/7/2011)

CON O SIN CHÁVEZ SE AVIZORAN PROBLEMAS

En una Venezuela que atraviesa por su  peor momento económico y social, por segunda vez Chávez se ausenta sin dejar formalmente a su Vicepresidente a cargo de la Jefatura del Estado, como lo dispone la Constitución venezolana en su artículo 234. En esta oportunidad, sin embargo le delegó algunas funciones, cosa que no había hecho antes, a él y al Ministro de Planificación, Jorge Giordano. Pero al mismo tiempo dijo que él tendrá una tarjeta electrónica para poder firmar a distancia todos los documentos oficiales que lo requieran.

Enrique Sánchez Falcón, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Central de Venezuela (UCV), afirma: “Hay una falta temporal. En consecuencia, el Vicepresidente debe asumir provisionalmente”. (El Universal, 16/6/2011)

Hasta hace poco, la principal pregunta que se hacían los observadores de la realidad venezolana era si Chávez estaría preparado para dejar el poder si pierde la próxima elección, ya que estaba en su peor momento de popularidad, de los últimos 12 años.

Ahora las preguntas principales se han convertido en ¿qué pasaría si Chávez se viera incapacitado para seguir o falleciera? ¿Quién  lo sucedería?

La Constitución —lo hemos dicho— es clara: es al Vicepresidente que le toca cubrir una ausencia por incapacidad del Presidente o por fallecimiento. Pero ¿alguien en Venezuela y fuera de ella puede creer que el Vice Elías Jaua, llegaría a asumir la más alta magistratura en forma permanente, cuando no se le dejó hacerlo en forma temporal como era lo constitucionalmente correcto?

Lo más probable es que en el chavismo se desate una lucha por el poder. Por lo pronto su hermano mayor Adán Chávez, Gobernador del estado familiar de Barinas, ha repetido que una auténtica revolución bolivariana, puede incluir otro métodos, hasta la lucha armada, para asegurar la continuidad del chavismo. Y el jefe del Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas de Venezuela, General Henry Rangel Silva, fue designado en ese cargo —máxima jerarquía de los militares— luego de haber declarado que si Chávez llegaba a perder las elecciones, los mandos castrenses no reconocerían el resultado.

A pesar de que sus gobiernos hayan sido desastrosos, si tenemos en cuenta los ingresos por ventas de petróleo; a pesar de tener un 30% de inflación, la más alta de Latinoamérica; a pesar de los problemas con la energía eléctrica y los cortes de luz; a pesar del aumento sideral de la inseguridad y de la cifra de asesinatos; a pesar de que según un informe del “Latin Business Chronicle”, Venezuela es el país del continente americano con el más bajo nivel de Inversión Directa Foránea (por debajo de Haití); y a pesar de la corrupción, la menor reducción de la pobreza, la escasez de alimentos; no se ve claro a una oposición con vocación de ganar en febrero de 2012, si bien hay algunos signos positivos y es de pensar que se unirán para vencer.

Por lo pronto tienen que ir a una primaria abierta donde compitan entre sí, Henrique Capriles, Gobernador del Estado de Miranda y líder del Partido Primero Justicia; Pablo Pérez, Gobernador del estado de Zulia y líder del Partido Nueva Era;  el Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma y líder del Partido Alianza Bravo Pueblo; y algún otro que pueda aparecer.

 Ahora bien, ¿se acerca el fin de Chávez?  Si no es por razones biológicas, es difícil. Y aún así, el bolivariano Comandante se encargó durante años de presentarse como el hombre providencial, el heredero de Bolívar, como la única opción para frenar a “las fuerzas del mal” del imperio del Norte y del capitalismo. Su permanencia provoca la tremenda angustia de un populismo autoritario y su ausencia —si no aparece una oposición aguerrida y un ejército legalista—puede provocar el caos.

Parafraseando a Porfirio Díaz: Pobre Venezuela tan lejos de Dios y tan cerca de Cuba…


*Escritor, Periodista, Analista Internacional, Ex Embajador.

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Publicado

2011-07-21

Número

Sección

Política internacional