¿Antesala del cambio?

Authors

  • Diego Mosera

Abstract

Si de problemas políticos en países con democracias cuestionables se habla, dejando de lado los ya clásicos latinoamericanos, a todos nos vienen a la mente los mismos casos en una región que es furor del momento: Oriente Medio. Sin embargo, en medio de tanta revuelta internacional, solemos olvidarnos del país más aislado del mundo, cuyo desarrollo nuclear y posteriores ensayos han sido noticia en los últimos años, y que representa según algunos expertos, el último estado estalinista de la Tierra: Corea del Norte.

La historia de este país se remonta a fines de la Segunda Guerra Mundial, cuando la ocupación japonesa en Corea cae. Consecuentemente, Corea quedó dividida en dos: la conocida como Corea del Norte, en la cual la URSS tenía gran influencia, y Corea del Sur, tomada por el ejército de los Estados Unidos; la división geográfica entre ambas era el “paralelo 38”. La separación de Corea, llevó a que para 1948 hubiese dos gobiernos establecidos independientes, uno en el Norte y otro en el Sur, reclamando cada uno por la soberanía sobre el total del territorio de Corea.
            
Desde 1948 el país fue dirigido por Kim Il-sung, comunista ortodoxo seguidor de Stalin, quien comenzó siendo Primer Ministro cuando su partido, el Partido de los Trabajadores de Corea, estaba en el gobierno.

Como consecuencia de la situación de grandes tensiones que se estaba viviendo en la Península, el 25 de junio de 1950 el ejército de Corea del Norte cruzó el paralelo 38 y atacó la frontera con Corea del Sur, dando comienzo a la Guerra de Corea. Dicha guerra terminó el 27 de julio de 1953 cuando se firmó el armisticio.
            
Una vez finalizada la guerra, Corea del Norte quedó devastada. Al estilo de la URSS comunista, en Corea del Norte también se implementaron planes quinquenales para desarrollar el país, basándose en la industria pesada, el desarrollo militar y la colectivización de la agricultura.

Corea del Norte se autodescribe como una república socialista autodependiente, donde una de las columnas vertebrales del país son sus Fuerzas Armadas. En este marco, es uno de los países más cerrados del mundo, con muy fuertes restricciones de entrada y salida del país, la totalidad de la prensa bajo el control del Estado, y la ideología Juche (1) como motor del país. 
            
A pesar de su muerte, el 8 de julio de 1994, el cargo de Presidente o Gran Líder, como es denominado localmente, quedó destinado a Kim Il-sung, quien fue nombrado Presidente eterno. Para el 8 de octubre de 1997, su hijo KimJong-il, fue designado Secretario General del Partido de los Trabajadores Coreanos. Finalmente, en 1998, fue nombrado Presidente de la Comisión Nacional de Defensa y su posición fue declarada como “el cargo más alto del Estado”, debido a que la presidencia había quedado a perpetuidad para su padre.

El hecho de que Corea del Norte continúe hoy día bajo un régimen dictatorial, es trascendente. Su desarrollo militar en detrimento del de su sociedad es un hecho que marca tradición en el país, ya que de la mano con el desarrollo nuclear, es usado como herramienta de coerción política internacional para obtener, por ejemplo, ayuda de alimentos cuando se enfrenta a hambrunas nacionales por escasez, que en el pasado han costado la vida de centenares de miles de coreanos.

Las características de este país hacen muy dificultosa la tarea de los investigadores y periodistas para obtener datos certeros de la realidad. Las estimaciones cuantitativas constan de aproximaciones someras, y las pocas informaciones cualitativas basadas en habitantes que logran escapar al régimen, o en investigadores que viajan en secreto por un tiempo, tampoco son abundantes.

Así, se estima que el año pasado Kim Jong-il sufrió un ataque al corazón. La relevancia de ello no es el problema de salud per se, sino lo que representa en un dictador de ya 69 años de edad: es hora de pensar en la sucesión para su cargo. En su fiesta de cumpleaños número 69, Kim Jong-il presentó a Kim Jong-un, su hijo menor. Jong-un, quien se estima tiene unos 28 o 29 años, comenzó su carrera política hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, fue condecorado general de cuatro estrellas, y más importante, se le fue dado el segundo puesto más importante de la Comisión Nacional de Defensa, presidida por su padre.

Si bien aún no fue nombrado formalmente como su sucesor, cabe plantearse la hipótesis de que sí lo sea, ya que es lo más esperable que suceda. Poco se sabe de sus estudios o experiencias en temas de política o gobierno, debido al aislamiento y carencia de información, lo que nos puede hacer pensar en cómo sería una Corea dirigida por Kim Jong-un. ¿Seguiría acaso las mismas líneas de su padre y abuelo? ¿Sería el principio del fin de la dictadura? ¿Podrá el pueblo norcoreano comenzar a vivir el sueño de una democracia con respeto de las libertades individuales? ¿O sería simplemente como dice el proverbio “de tal palo tal astilla”?

En vísperas del centenario del nacimiento del Gran Líder en el 2012, muchas son las incertidumbres que quedan planteadas de cara al futuro de la República Popular Democrática de Corea. 

(1) Concepto llevado al gobierno por Kim Il-sung, y consiste básicamente en no depender de los demás, o sea, autoabastecerse.

 

.


*Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
FACS - Universidad ORT Uruguay.

Published

2011-06-02

Issue

Section

Política internacional