La Cumbre ALC-UE

Authors

  • Juan José Arteaga

Abstract

La V Cumbre América Latina y Caribe (ALC) y Unión Europea (UE) reunirá esta semana en Lima,  la capital del Perú, a representantes de 60 naciones ubicadas a ambas márgenes del Atlántico, naciones que comparten muchos valores culturales y políticos  y una larga historia de encuentros y desencuentros que lleva más de cinco siglos.

En el mundo globalizado, el objetivo trascendente que se han fijado América Latina  y el Caribe y la Unión Europea es constituir una Asociación Estratégica Birregional, basada en a) el diálogo político en democracia,  b) la apertura económica y comercial y la integración y c)  la cooperación para construir el desarrollo social. Las cumbres como ámbito privilegiado del diálogo político interregional comenzaron en Río de Janeiro (1999), continuando en Madrid (2002), Guadalajara (2004) y Viena (2006) con resultados disímiles.

Para América Latina  y el Caribe las relaciones con Europa son de vital importancia y lo mismo se puede decir del Uruguay en particular ya que es el principal origen de sus inversiones y a la UE exportamos en el 2007 por casi 844 millones de dólares  e importamos por casi 600 millones de dólares.

En el caso del Perú, el país sede, que copreside esta Cumbre con Eslovenia, debe señalarse que la UE es el segundo socio comercial y el principal inversionista y cooperante.

Los dos temas principales que se abordarán en los plenarios del día 16  destinados a Jefes de Estado y de Gobierno son: a)  pobreza, desigualdad e inclusión y  b) desarrollo sostenible; medio ambiente,  cambio climático y energía.

Para facilitar el diálogo se reunirán en cuatro grupos de 15 estados cada uno rotando tanto en la mañana como en la tarde. La sesión matutina está dedicada a la pobreza y la vespertina al cambio climático.

Los temas elegidos constituyen aspectos centrales de la agenda internacional no sólo birregional, y ojalá la Declaración de Lima recoja mecanismos lo más  concretos posibles para enfrentar y superar los graves problemas planteados.

La UE tiene Tratados de Libre Comercio con Chile y México y está negociando otros con la CAN, el Mercado Común Centroamericano y desde el 15 de diciembre de 1995 con el Mercosur, pero debe tenerse en cuenta que la Cumbre es ante todo un foco político y no un ámbito de negociación comercial.

Al respecto, la CAN  se encuentra negociando con la UE un acuerdo de asociación con sus tres pilares (comercial, diálogo político y cooperación) y lo mismo viene haciendo Centroamérica.

La CAN no se presenta unida y es obvio que existen intereses distintos entre sus miembros. Colombia y Perú se encuentran más proclives al acuerdo que Bolivia y Ecuador. Esta situación que enlentece la negociación ha llevado a que Perú solicitara un acuerdo bilateral (como Chile) pero hasta ahora la UE siempre ha sostenido que sólo negocia de bloque a bloque.

Las negociaciones con el Mercosur llevan tanto tiempo sin que se vislumbre su finalización que se puede decir que están  estancadas. Por acuerdo de las partes, las negociaciones del Mercosur con la UE han quedado supeditadas a los avances de la Ronda de Doha.  El Uruguay otorga mucha importancia a todo avance que se pueda consensuar y aunque la Cumbre, como ya señalamos, no es el ámbito adecuado de negociación, puede ser la ocasión para dar un impulso al proceso al máximo nivel político.

A los países productores de materias primas nos preocupa mucho la PAC (Política Agraria Común) de la UE que tiene uno de sus pilares en los subsidios que afectan el libre y justo comercio pero sabemos que esto no tiene solución inmediata y que está relacionado con las negociaciones de la Ronda de Doha en la OMC.

Por encima de estas contingencias, trascendentes sin duda, la Cumbre es importante porque habilita un diálogo birregional. Peor sería que esa instancia no existiera. Que dos regiones representativas de más de 1.000 millones de personas se reúnan a dialogar en paz y en un ámbito de respeto mutuo es sin duda un valor en sí mismo.

Por otra parte esta V Cumbre será un oportuno ámbito para los encuentros bilaterales que permiten abordar múltiples problemas comunes.

Por último, debe señalarse que el sábado 17 se producirán las “Mini Cumbres” de la UE  con naciones o sistemas de integración por separado. Allí se reflejará con más claridad las convergencias o divergencias euro-latinoamericanas. La Troika de la UE se reunirá con Chile y México separadamente ya que éstos países tienen Acuerdos de Asociación plenamente vigentes. Del mismo modo se reunirá con CAN, MERCOSUR y SICA. La situación es diferente con CARICOM ya que se rige por el “Convenio de Cotonou”. Obsérvase una cierta contradicción de la UE al insistir en negociar bloque a bloque, exigiendo la integración interna como requisito ineludible para avanzar en su relacionamiento con CAN, MERCOSUR y SICA, al mismo tiempo que ha suscripto Acuerdos de Asociación con dos países individuales de la región, no pertenecientes a ninguno de los sistemas de integración regional.

Al concluir esta V Cumbre de Lima será necesario evaluar la distancia entre objetivos y realidades, entre propósitos y resultados.
Inclusive, por encima de la importancia de los temas en sí mismos, habrá que hacer un balance sobre el objetivo final, es decir si se avanzó, por poco que sea, o no, en el camino de la Asociación Estratégica Birregional, en definitiva se evaluará la voluntad política que superando dudas, indecisiones y contramarchas marque el rumbo de los próximos dos años.

 

* Embajador de Uruguay en Lima - Perú

Published

2008-05-15

Issue

Section

Política internacional