ALEMANIA 2013: UN RESULTADO ARRASADOR

Authors

  • Marcos Rodríguez Schiavone

Abstract

A cinco escaños de la mayoría absoluta ha quedado el partido de la actual canciller Angela Merkel. Cinco escaños que duelen un poco, pues el huracán de los democristianos se ha llevado todo por delante, incluidos sus socios naturales del FDP, quienes quedan sin representación parlamentaria. El escenario pos electoral deja dos alternativas (si es que el SPD no logra o no quiere convencer a los ultraizquierdistas, cosa harto difícil): una “gran coalición” con los socialdemócratas o una pequeña coalición con los “Verdes”… probablemente se termine dando la primera opción.

La “expulsión” de los liberales del FDP del Bundestag es, sin duda, la gran novedad que han traído consigo estos comicios. Uno podría pensar que la CDU/CSU debería haber hecho un poco más por sus aliados de coalición, pero los democristianos poco querían saber de una catástrofe anunciada.

Catástrofe que comienza con unos excelentes resultados en las elecciones pasadas. El FDP, habiendo olvidado su liberalismo social (su exlíder Guido Westerwelle se oponía al matrimonio homosexual, incluso siendo gay) –y el cual dejara como “presente” principalmente a los Verdes-, se dedicó a liberalizar en temas económicos. Al menos en campaña, dado que pocas veces se ha visto que un socio de coalición lograra tan poco de lo que había prometido en primera instancia.

Los recortes impositivos prometidos por el FDP incluían una sensible rebaja a la industria hotelera. Esto es en principio muy loable, pero deja de serlo cuando la prensa descubre que los mayores mecenas de la campaña eran hoteleros multimillonarios. Los liberales ya no eran unos inútiles; eran inútiles y presuntamente corruptos, cosa que al electorado alemán no le causó mucha gracia.

Hagamos un recuento de los peores resultados regionales del FDP. 2011: -5% en Baden-Wurttemberg, -5,8% en Berlín, -3,8% en Bremen, -6,9% en Mecklenburgo-Pomerania, -3,8% en Renania-Palatinado, -2,8% en Sajonia-Anhalt; 2012: -8% en el Sarre, -6,7% en Schleswig-Holstein. 2013: -2,2% en Baviera.

Sin un discurso que se trasladara a los hechos, varios errores estratégicos y una mayoría de CDU/CSU que decía –según las encuestas- que no había que ayudarlos, el FDP queda finalmente por debajo de la barrera del 5%, lo que lo convierte en uno más de la ilustre lista de partidos sin representación parlamentaria.

Por el otro lado, los Verdes tienen una buena performance electoral, aunque sorpresivamente, quedan en cuarto lugar. Dicho partido, de gran llegada en las grandes urbes, tiene como discurso una mescolanza entre ecologismo y derechos sociales. El tsunami japonés también tuvo repercusiones en el Atlántico Norte, y el fatídico incidente de Fukushima sin duda colaboró con el ideario del partido de cerrar las plantas nucleares.

La gran sorpresa, no obstante, la dan los izquierdistas de Die Linke, que probablemente pasen a conformar la oposición oficial. Hay quien dice que dicho partido representa a los nostálgicos de los autos Travant, los partidos únicos, la estabilidad laboral y otros “logros” del comunismo. Esto, probablemente, sea cierto, aunque un progresivo aggiornamiento derivado de su “expansión” hacia el occidente alemán –Oskar Lafontaine mediante- también los ha convertido en la principal opción de los antisistema de toda la vida. En un momento donde el capitalismo y las grandes corporaciones no gozan de demasiada popularidad, el relativo buen resultado (en realidad pierden algunas bancas) tal vez no resulte tan sorprendente.

Pero la gran ganadora es –sobra decirlo- la propia Angela Merkel. Con una popularidad bastante más alta que su apoyo electoral, fundamentalmente basada en el no-colapso económico tantas veces anunciado y un férreo pragmatismo, Merkel ha sabido llevar al elefante alemán por el bazar europeo sin siquiera acusar una herida. Suyo será el puesto de Canciller por otros cuatro años más.

 

Sobre el autor

Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales

FCS-ORT-Uruguay

Published

2013-09-26

Issue

Section

Política internacional