La situación en Siria

Autores

  • Trilce Gervaz

Resumo

Luego de la Primera Guerra Mundial Siria quedó bajo el dominio de Francia, quien se apoyó en los alauí, una minoría dentro de la secta chií, menos renuente a la ocupación extranjera. El país obtuvo su independencia en 1946. El nacimiento de la vida política se vio muy marcado por una sucesión de golpes de Estado. 

Para 1963 el partido dominante ya era el Baaz, afín al nacionalismo árabe. En 1970, a partir del golpe de Estado de Hafez el Asad, el Baaz se convirtió en partido único en el poder, hasta el día de hoy. Fue un partido político que se convirtió en el eje del totalitarismo aplicado en el Estado, y que aseguró la presencia de un miembro de la minoría alauí en todas las cúpulas de poder.  

La muerte de Hafez el Asad determinó el ascenso al poder de su hijo en 2000, Bachar el Asad. Quedó así en el poder un régimen esencialmente familiar y con una gran corrupción en algunas de sus principales figuras. En mayo de 2007, Bachar el Asad fue electo para su segundo mandato presidencial, cargo que aún ocupa. 

Los primeros indicios de una sociedad desbordada se dieron a mediados del pasado febrero con disturbios en las ciudades de Damasco y Deraa. Los ciudadanos exigían, entre otras cosas, la legalización de los partidos políticos y la eliminación de la Ley de Emergencia, vigente hace más de 45 años, y que provee de poderes irrestrictos a las fuerzas del Presidente.  La ciudad de Deraa en particular ha sido testigo de las mayores revueltas y represiones, así como ha sido víctima de bloqueos de suministro por parte del régimen. 

Pero de forma general el número de manifestaciones pacíficas ha ido creciendo en todo el país, así como lo hizo también la represión a manos del gobierno. Esto ha afectado seriamente la imagen internacional de Siria, aspecto que el Asad ha querido mejorar hace tiempo, pero que ha colapsado con su accionar respecto a las protestas.  Países como Francia, Italia, Alemania, España, Estados Unidos y Canadá, han retirado a sus embajadores del país, en protesta por el uso de fuerza contra los manifestantes. Estados Unidos fue más lejos incluso, al firmar un decreto que impone sanciones económicas a varios oficiales del régimen sirio, entre ellos  Maher el Assad, hermano del presidente.Por su parte el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido a las autoridades sirias máxima contención. 

Todas estas protestas en Siria no deben dejar de ser enmarcadas en dos acontecimientos de vital importancia. El primero y más reciente, son las conocidas revueltas originadas a partir del derrocamiento de Ben Ali en Túnez, con diversos efectos en países como Yemen, Egipto, Libia, Marruecos y la propia Siria, entre otros. Por otro lado, está el hecho que el régimen sirio es uno de los más intransigentes y con menos libertades para sus ciudadanos, y ello no es reciente. En 1982, el padre del actual presidente, ordenó una brutal represión a una revuelta de los Hermanos Musulmanes en la ciudad de Hama, que terminó con más de 15.000 muertos.  

Tenemos entonces, un Estado autoritario con una población desconforme y dispuesta a demostrarlo. Asimismo, un proceso enmarcado en una serie de revueltas que si bien son distintas, están enmarcadas en la lucha contra gobiernos autoritarios, represores y corruptos.

No está claro qué pasará en Siria, así como tampoco está claro que pasará en el resto de los países árabes que enfrentan la posibilidad de un cambio de régimen. Se necesitaría un cambio de toda una cúpula de poder enraizada en distintos ámbitos del país. Pero el riesgo es el de caer en una guerra civil o en un gobierno islamista. Por estos días, la Historia se está construyendo también en Siria.


* Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. 
Depto de Estudios Internacionales. 
FACS - ORT Uruguay.

Publicado

2011-05-12

Edição

Seção

Política internacional