Concertación: Después de 20 años, derrota, alternancia y renovación
Resumen
La alternancia en el poder es saludable y necesaria para la calidad del sistema democrático y para la renovación de los partidos políticos. Después de 20 años consecutivos en el ejercicio del poder, un sector creciente de la opinión pública chilena comenzaba a sentirse decepcionado por el proceso de burocratización que aquejaba a los principales dirigentes de la Coalición. Sebastián Piñera llevó a cabo una campaña donde por un lado reconocía los progresos logrados por la Concertación pero, por otro lado, hacía hincapié en la imperiosa necesidad de cambiar para seguir avanzando.
Al retornar al llano, la Concertación vuelve a relacionarse con un sector importante del electorado desde su condición de símbolo de una transición ordenada. Esa condición de la Concertación como expresión de una democracia recuperada, que se ha ocupado de generar consensos y convivir con los disensos, será un legado central que acrecentará su valor simbólico y político con el tiempo. Sin embargo, ello había pasado a un segundo plano a partir de la creciente percepción de una parte de la ciudadanía sobre la burocratización de sus cuadros.
Por ende, la derrota de la Concertación no solo contribuye a la alternancia sino a consolidar en el mediano plazo a la coalición entre socialistas y democristianos ya que la acerca nuevamente a la sociedad civil, posibilitando una eficiente renovación en los cuadros políticos y técnicos. La llegada de la alternancia consolida a la democracia chilena y la posibilidad de ser oposición consolida a la Concertación. A su vez, una Concertación consolidada simbólica y políticamente como gobierno y oposición contribuye a la calidad de la democracia en Chile.
Si la coalición de centro derecha realizara un buen gobierno en el periodo 2010-2014, el sistema político chileno se encontraría con dos expresiones políticas en condiciones tanto de gobernar como de ser oposición. Como mencionamos, este último punto es analíticamente central: un sistema político se consolida no solo cuando las coaliciones A y B son eficientes para gobernar sino cuando a su turno demuestran estar a la altura de su condición como opositores. La ciencia política ha hecho demasiado hincapié en la capacidad de ejercer el poder eficientemente como condición para un país estable. En el camino, ha relegado a un segundo plano el papel central que debiera cumplir esa misma fuerza política en el ejercicio de la oposición. Erróneamente, la capacidad de gobernar de una fuerza política A solo se asocia al uso que hace del poder y no al uso responsable que hace del ejercicio de la oposición.
¿Cuáles son las características positivas principales de la experiencia chilena? La creciente calidad de la democracia, la consolidación del Estado de Derecho, la vigencia de los consensos, la inserción de la economía en el mundo y, a partir de las elecciones presidenciales de 2009, la existencia de la alternancia. Como marcamos, la llegada de la alternancia en el poder no solo no significa el fin de la Concertación como proyecto político sino que la consolida como opción política capaz de demostrar previsibilidad en el poder y en la oposición. Después de 20 años de administrar el país cumpliendo las reglas de juego, mejorando los indicadores sociales y generando un marco de armonía, la Concertación enfrenta la posibilidad de consolidarse como la fuerza política más relevante en la historia de Chile. Así, las fuerzas o coaliciones políticas que mejoran la vida de las naciones lo reflejan por una eficiente administración del poder y por una constructiva utilización del espacio opositor.
La concertación ha realizado una parábola casi perfecta porque ha llevado a cabo con responsabilidad la transición de la dictadura a la democracia, el ejercicio del gobierno a lo largo de 20 años y la transición para convertirse en una oposición responsable. Los círculos virtuosos del consenso se profundizan cuando la oposición se propone como alternativa de poder a partir de aspirar a mejorar las cosas que se hicieron bien y no a partir de proponer modificar la esencia de las políticas existentes
A través de 20 años y 4 gobiernos sucesivos con presidentes distintos, la Concertación ha sido el actor clave para consolidar la democracia, reconciliar a la dividida sociedad chilena, recuperar el respeto internacional por la histórica institucionalidad del país, insertarse comercialmente en el mundo, reducir la tasa de pobreza de 40 a 13% y entregar el poder a una coalición de centro derecha, alternando así virtuosamente en el poder. Con la llegada de la alternancia, ha concluido un ciclo político inédito en la historia de América Latina. Solo el tiempo dará la real dimensión del progreso que ha significado para Chile 20 años de democracia y economía de mercado.
*Profesor adjunto de Ciencia Política en la
Universidad Abierta Interamericana de Buenos Aires.
Master en Filosofía Política de London School of Economics and Political Science
Descargas
Publicado
Número
Sección
Licencia
Reproducción y/o transcripción total o parcial, con fines académicos o informativos, solo es permitida, siempre que sea citada la fuente "Revista Letras Internacionales, Universidad ORT Uruguay".
Todos los links a los que se hace referencia en esta publicación corresponden a artículos y documentos disponibles en Internet con acceso totalmente gratuito. Las reflexiones y/o comentarios realizados a la información que aquí se envía y las opiniones contenidas en los artículos, son de exclusiva responsabilidad de los autores. La Editorial que se incluye en nuestras ediciones es de responsabilidad del equipo de Letras Internacionales.