Lecciones aprendidas
Resumen
Existen pocos casos en la historia financiera contemporánea que se puedan comparar con el caso AIG. Probablemente el más cercano a éste, haya sido la quiebra en 1931 del banco austríaco Credit-Anstalt, el cual para muchos de los historiadores significó el momento en que la crisis financiera empezó a profundizarse
Es que desde el corazón de Europa, el impacto se sintió rápidamente en el sistema bancario de Polonia, Hungría, Checoeslovaquia, Rumania y Alemania, para pronto sumar nuevas dificultades a la situación bancaria del Reino Unido, llevando a una fuerte devaluación de su moneda con consecuencias a lo largo del planeta.
En el libro “The Credit-Anstalt crisis of 1931” (Cambridge University Press 1991), Aurel Schubert analiza de forma detallada el proceso de deterioro del Credit-Anstalt y las consecuencias que a lo largo y ancho del globo tuvo su quiebra, especialmente en lo relacionado a las dificultades que en ese momento hubieron para lograr un apoyo financiero internacional al banco, como prestamista de última instancia, de forma de evitar su quiebra y sus lamentables consecuencias.
En 1987 John Kenneth Galbraith señalaba que “little is ever really new” en el mundo de las finanzas. Posiblemente la frase mantiene su vigencia indiscutida en muchos aspectos de las finanzas internacionales, pero la reciente crisis del sistema financiero internacional nos ha mostrado que hay novedades tanto desde el punto de vista de los instrumentos utilizados, como de las soluciones propuestas.
Es difícil en un período tan cercano en el tiempo, extraer conclusiones ciertas y finales sobre la forma en la que los gobiernos de las potencias centrales han tratado de resolver la actual crisis, sobre todo teniendo en cuenta que si bien la crisis financiera ha pasado, la crisis económica permanece entre nosotros.
Tal vez uno de los elementos diferenciales de las soluciones previstas en la presente crisis en comparación con la de la Gran Depresión y en especial la del Credit-Anstalt, haya sido el rescate por parte del gobierno de los Estados Unidos a la aseguradora AIG.
Ya hemos analizado en artículos anteriores las características principales que el caso AIG tuvo, pero resulta interesante destacar algunos puntos de la misma, a la vista del reciente informe enviado al Congreso de los Estados Unidos por parte de la United States Government Accountability Office, en relación al estado de la asistencia gubernamental provista a AIG.
Sin duda uno de los aspectos centrales a destacar, ha sido que el millonario rescate por parte del gobierno norteamericano, tuvo como principales beneficiarios a bancos europeos. De acuerdo a las cifras oficiales, de las siete principales contrapartes de AIG en el último trimestres del 2008 (es decir en el momento del rescate gubernamental), solamente dos de ellas eran bancos de los EE.UU., mientras que los restantes cinco correspondían a bancos europeos (Société Générale, Deutsche Bank, Barclays, UBS y BNP Paribas).
Esto quiere decir en pocas palabras, que si AIG caía, entonces los compromisos asumidos por parte de la aseguradora con estos bancos europeos también caían, con lo cual existían posibilidades reales de que dichos bancos enfrentaran problemas graves de liquidez o situaciones de mayor gravedad.
Esto no es un tema menor. Mucho se ha criticado la gestión del gobierno de Bush en lo relacionado al rescate, pero sin duda en el caso de AIG se puede hablar de las lecciones aprendidas de crisis anteriores.
Es que, y está claramente comprobado, la quiebra de AIG hubiera significado un daño de escala global para la economía en su conjunto. Como señaló Ben Bernanke ante el House Financial Services Committee del Congreso de su país, “the consequences of AIG´s failure would have been a significant intensification of an already severe financial crisis and worsening of global economic conditions. Conceivably, its failure could have result in a 1930s style global finance and economic meltdown, with catastrophic implications for production, income, and jobs”
Más allá de que el Sr. Bernanke esté realizando una defensa de decisiones tomadas durante su mandato en la FED, sobre todo teniendo en cuenta las críticas recibidas hacia su falta de apoyo a un potencial rescate de Lehman Brothers, lo cierto es que hay un componente de aprendizaje acerca de lo que se debe y no se debe hacer en el rescate de instituciones con componentes de riesgo sistémico.
El debate sobre lo conveniente o no del rescate a Lehman sigue vigente, y para muchos era indistinto en lo relacionado a la salud del sistema financiero internacional, ya que si Lehman era rescatado, el mundo hubiese presenciado en poco tiempo más la caída de algún otro gigante financiero.
En el caso de AIG la lección ha sido clara al momento de rescate: la compañía no podía caer, sin importar el monto que el gobierno norteamericano tuviese que pagar. Seguramente que dentro de los cambios propuestos por Obama está la preocupación de que, manteniendo las reglas del capitalismo, evitemos que se vuelva a generar una nueva crisis en otro banco o institución similar con riesgo real para todos nosotros.
*Coordinador Académico Adjunto
Depto. de Estudios Internacionales.
FACS - ORT
Descargas
Publicado
Número
Sección
Licencia
Reproducción y/o transcripción total o parcial, con fines académicos o informativos, solo es permitida, siempre que sea citada la fuente "Revista Letras Internacionales, Universidad ORT Uruguay".
Todos los links a los que se hace referencia en esta publicación corresponden a artículos y documentos disponibles en Internet con acceso totalmente gratuito. Las reflexiones y/o comentarios realizados a la información que aquí se envía y las opiniones contenidas en los artículos, son de exclusiva responsabilidad de los autores. La Editorial que se incluye en nuestras ediciones es de responsabilidad del equipo de Letras Internacionales.