¿Por qué Irán quiere ser un actor nuclear? - Primera parte

Autores/as

  • Ilan Bajarlia

Resumen

¿Por qué Irán actúa como actúa? ¿Por qué es tan importante entender sus posibles consecuencias? Partiendo del hecho de que la República Islámica está avanzando hacia su status de Estado nuclear (1), tanto la consecución de su objetivo como todo lo que pueda llegar a suceder en el proceso tendrán relevantes implicancias para la política internacional y regional. Sin embargo, dependiendo de las decisiones que tomen los protagonistas, las consecuencias variarán desde la guerra y la tensión permanente hasta la calma y la estabilidad. Utilizaremos las herramientas teóricas que nos proveen las Relaciones Internacionales para intentar comprender los incentivos de Irán para obtener una bomba atómica (2). El objetivo es profundizar un tema tan presente en los medios como poco comprendido en su profundidad.


La primer gran pregunta no es si Irán tiene intenciones de conseguir uranio con fines militares, sino qué quiere hacer con esa bomba nuclear una vez conseguida: si lo primero parecería ser un hecho indiscutible, lo segundo es contestable y opinable . ¿Qué sostienen los representantes de la escuela Realista? Muchos de ellos coinciden en que la razón principal por la cual Irán pretende armarse de capacidad nuclear está relacionada con estabilizar la región en un intento por proteger su supervivencia y, así, su interés nacional más vital, en términos de Raymond Aron (3). Para estos analistas, lo más relevante a entender es que fue Israel quien desestabilizó Medio Oriente primero y, por tanto, lo único que procuran los iraníes es devolver a la región la regla deseada en un sistema anárquico: el equilibrio de poder. La disuasión nuclear, sostiene el teórico de la Universidad de Stanford, Avery Goldstein (4), es acaso un medio para equilibrar fuerzas y hacer que el otro lo piense dos veces antes de hacer algo en tu contra. Cuanto más fuerza tiene “B”, más disuadirá a “A” a acercársele.


Dicho lo anterior, quien fuese originador de la escuela neorrealista, Kenneth Waltz, ha reaparecido en los medios con un fulgurante titular en la última edición de la revista Foreign Affairs, afirmando “Why Iran should get the bomb” (5), continuando con una seguidilla de polémicas tan subjetivas como relevantes. El debate desatado, antes y después de él –y sobre todo en Estados Unidos- se convirtió en un bestseller brillante en cuanto a la calidad de su reparto así como a la acción e incertidumbre que hubo de desatar en los espectadores.


Allí, Waltz sostuvo que entender la conducta iraní era tan sencillo como mirar el mapa: por un lado, Irán está rodeado por Pakistán e India, ambos con poder nuclear. Por otro lado, se encuentran Iraq y Arabia Saudita, dos aliados de Estados Unidos y enemigos íntimos suyos. La bomba serviría, en su opinión, para “balancear los tantos”, esto es, fortaleciéndolos allí donde la inseguridad ha reinado desde poco después de finalizada la Segunda Guerra Mundial (6).

En otras palabras,“History shows that when countries acquire the bomb, they feel increasingly vulnerable and become acutely aware that their nuclear weapons make them a potential target in the eyes of major powers” (7). Vale agregar que en su opinión, China, India y Pakistán son ejemplos de que Irán no se saldrá del molde de la historia. Para ello, Waltz argumenta que dicho país no está liderado por irracionales ideológicamente trastornados, sino por “perfectly sane ayatollahs who want to survive just like any other leaders” (8). En esto es apoyado por otros académicos, como el profesor iraní-israelí de la Universidad IDC de Herzlia, Meir Javedanfar. Sin embargo, hay aquí una diferencia sustancial que es importante remarcar: Javedanfar no ve una raison d’etat en la construcción de la bomba (como basa Waltz su análisis al mejor estilo cardenal de Richelieu (9)), sino la mera existencia de intereses particulares del régimen, particularmente del Ayatolah.


Otro tema importante es la proliferación que podría generar en la región el hecho de que un país como Irán accediese a la bomba. Si antes dentro del bando árabe-islámico de la región nadie tenía poder nuclear y ahora uno de ellos sí, ¿Acaso eso no generaría un nuevo desequilibrio que llevará a países como Egipto, Turquía y/o Arabia Saudita a sentirse amenazados por Irán y el nuevo status quo, queriendo también acceder a la bomba? Waltz dice que no. Para él, contestándole a Scott Sagan en un famoso debate publicado en The National Interest (10), “Many more states can make nuclear weapons than do”, pero sólo lo han hecho pocos por necesidades de supervivencia, como son el caso de Corea del Norte, China o Pakistán. El análisis del padre del neorrealismo es apoyado por otros analistas, como el Politólogo de la Universidad de Chicago, John Mearsheimer (11). Stephen Walt, de la Universidad de Harvard, también se le puede añadir a esta línea (12).

De este lado de la moneda puede ubicarse además a dos ex secretarios de Estado de los Estados Unidos, Zbigniw Brzezinski y Brent Scowcroft que, a pesar de no haber expresado explícitamente su opinión de por qué Irán se conduce de la manera en que lo hace, sí han discutido en un reciente libro (13) que es mucho más peligroso el proceso de construcción de la bomba y todo lo que pueda pasar allí que un Irán nuclear.

Pero vale la pena subrayar un punto distinto desde el mismo ángulo de comprensión de las Relaciones Internacionales, sostenido por el Profesor Shlomo Ben Ami (14), ex canciller israelí. Según él, todo el discurso anti israelí por parte de Ahmadinejad y compañía es un disfraz diseñado con el objetivo de desviar la atención de los verdaderos enemigo de Irán: el mundo islámico-sunita y el árabe. Vale decir, Irán puede definirse grosso modo como un país persa y de corriente islámica chiita, razón por la cual se siente tan amenazado que la única forma de lograr la atención de los países árabes y suníes como de conseguir su bomba nuclear sin levantar sospechas es escogiendo y atacando a un chivo expiatorio externo a sus múltiples diferencias y, el más sencillo, lo dice la historia, es Israel.

Lo último es posible sostenerlo con dos hechos que han sucedido en el pasado reciente y que pueden ser ilustres al respecto: lo que ha develado Wikileaks sobre las acciones diplomáticas del Rey Saudí para derrocar a la “cabeza de la serpiente” (15) (Irán) y los intentos iraníes por matar al embajador saudí (16).

En síntesis, un sector relevante de la academia y de los hacedores de política internacional entienden que esta guerra diplomática sin precedentes en cuanto a la impresionante participación de los medios de comunicación mundiales y de la opinión pública no es lo que parece. Mientras la guerra de los misiles de Cuba de 1962 fue tan silenciosa como manejada prudentemente por las administraciones Kennedy y Kruschev –en pleno clímax de la Guerra Fría-, ahora los protagonistas de esta lucha de narrativas dan entrevistas al New York Times sobre lo que opinan del asunto de la misma manera en que lo hacen sobre el desempleo o la salud.

Antoine de Exupery (autor de El Principito) habría hecho bien en cederle a este grupo de analistas su frase de que “lo esencial es invisible a los ojos” para este caso puntal: la percepción y la intención real son dos cosas distintas también en la estrategia de los países a la hora de trazar su política exterior. La estrategia verdadera estaría, desde este lado del entendimiento, escondida detrás de una actuación teatral cuyo escenario vendría a ser el mundo entero, y en donde los discursos enfrentados representarían tan sólo a los libretos de la obra. Eso sí: con actores de primer nivel.

En fin, este conjunto para nada conciso de respuestas al por qué de la bomba atómica iraní basa su argumentación, en líneas generales, en que Irán responde a intereses nacionales de forma racional, en el cual la supervivencia en un medio hostil es la premisa básica de su accionar. La piedra angular está en que conforme cuenten con una bomba atómica podrán disuadir mucho mejor a cualquier otro Estado que les quiera hacer daño. Además, dicen que no debería existir proliferación una vez que ellos la consigan y que las verdaderas amenazas que siente Irán no son meramente por parte de Israel, sino de sus vecinos árabes y musulmanes sunitas, aunque en esto no hay un verdadero consenso.

Próximamente intentaré esbozar el otro gran grupo de puntos de vistas en una segunda entrega de este análisis: uno que ve en Irán una amenaza radical a la estabilidad y a la paz; en la ideología a la comandante principal de la la razón de estado, la cual la aleja de la benevolencia y la acerca al terror de Hizbolla y Hamas, a la negación del Holocausto y a la reencarnación de Hitler en la figura de Ahmadinejad.

(1) Por ejemplo, OIEA. Implementation of the NPT Safeguards Agreement and relevant provisions of Security Council resolutions in the Islamic Republic of Iran. Board of governors. 08.11.2011. http://graphics8.nytimes.com/packages/pdf/world/2011/IAEA-Nov-2011-Report-Iran.pdf;

HAARETZ. Mossad, CIA agree Iran has yet to decide to build nuclear weapon. 18.03.2012.

http://www.haaretz.com/news/diplomacy-defense/mossad-cia-agree-iran-has-yet-to-decide-to-build-nuclear-weapon-1.419300

(2) Sostenemos que existen dos grandes líneas de opinión respecto de las intenciones de Irán. Nos basamos para ello en el siguiente análisis: DALTON, Richard. Gulf Kaleidoscope: reflections on the iranian challenge. Center for Strategic and International Studies. Mayo 2012. p.88.
http://csis.org/files/publication/120518_%20Alterman_GulfKaleidoscope_Web.pdf

(3) ARON, Raymond. Paz y guerra entre las naciones. 1) Teoría y sociología”. Alianza Universidad. p.25-132.Madrid, 1985.



(4) GOLDSTEIN, Avery. Deterrence and security in the 21st century. Stanford University. EE.UU., 2000. Además, ver: GREEN, Jerrold; WEHREY, Frederic; WOLF, Charles Jr. Understanding Iran. RAND Corporation. 2009; y MAYER, Charles C. National security to nationalism myth: why Iran wants nuclear weapons. Naval postgraduate school. California, 2004.

(5) WALTZ, Kenneth. Why Iran should get the bomb. Foreign Affairs. Julio-Agosto 2012.
http://www.foreignaffairs.com/articles/137731/kenneth-n-waltz/why-iran-should-get-the-bomb

(6) COLUMBIA UNIVERSITY (SCHOOL OF INTERNATIONAL AND PUBLIC AFFAIRS). A Nuclear Iran - Promoting Stability or Courting Disaster? EE.UU., 08/02/2007.
http://www.youtube.com/watch?v=Xupuaqu_ruk

(7) Waltz, Kenneth. op.cit.

(8) Ibídem.

(9) KISSINGER, Henry. La diplomacia. Fondo de Cultura Económica. p.51.73. México, 1995.

(10) THE NATIONAL INTEREST. It’s nuclear zero the best option? The great debate. 2010. http://nationalinterest.org/greatdebate/yes-3950?page=1

(11) PBS NEWSHOUR. Nuclear-Armed Iran Would Bring 'Stability' But Risks. 09/07/2012. http://www.pbs.org/newshour/bb/world/july-dec12/iran2_07-09.html

(12) WALT, Stephen. Top ten failures on the Iran war debate. Foreign Policy. 11.03.2012. http://walt.foreignpolicy.com/posts/2012/03/11/top_ten_media_failures_in_the_iran_war_debate

(13) IGNATIUS, David. America and the world. Conversations on the future of American Foreign Policy. Basic Books. p.72-78. EE.UU., 2008.

(14) BEN AMI, Shlomo. The basis of Iran’s belligerence. Haaretz. 07/09/2006. http://www.haaretz.com/print-edition/opinion/the-basis-for-iran-s-belligerence-1.196710;
The abuse of history and the Iranian bomb. Project Syndicate. 03/05/2010.
http://www.project-syndicate.org/commentary/the-abuse-of-history-and-the-iranian-bomb

(15) LA VANGUARDIA. Arabia Saudí y los países árabes exhortaron a EE.UU. a destruir el programa nuclear iraní. 28.11.10.
http://www.lavanguardia.com/internacional/noticias/20101128/54077636899/arabia-saudi-y-los-paises-arabes-exhortaron-a-ee.uu.-a-destruir-el-programa-nuclear-irani.html

(16) MILANI, Moshen. Iran and Saudi Arabia square off. Foreign Affairs. 11/10/2011.
http://www.foreignaffairs.com/articles/136409/mohsen-m-milani/iran-and-saudi-arabia-square-off.


Sobre el autor

Estudiante de Estudios Internacionales.
FACS. Universidad ORT Uruguay.

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Publicado

2012-08-16

Número

Sección

Enfoques