La encrucijada norteamericana

Autores/as

  • Ec. Hernán Bonilla

Resumen

Resueltas las internas partidarias Estados Unidos se encamina a una nueva elección entre demócratas y republicanos. El presidente Obama va por una reelección que se le presenta cuesta arriba debido a la lenta recuperación económica que genera malestar entre los votantes, mientras que los republicanos luego de una larga y cambiante interna optaron por el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney. No es novedad que el gobierno de la primera economía del mundo tiene una importancia que trasciende sus fronteras, por lo que intentaremos otear el horizonte de lo que cabe esperar en lo económico de acuerdo al resultado de los próximos comicios.

Obama llegó al gobierno con un nivel de popularidad inusitado en la historia de los Estados Unidos. Ya se vio en la campaña de las elecciones 2008 dónde se animó a llenar estadios en actos multitudinarios, algo poco común en la tierra de Franklin. Sin embargo la economía que está demostrado juega un papel clave en las elecciones norteamericanas le jugó en contra y la alta tasa de desempleo así como un crecimiento económico que no termina de dejar atrás la crisis financiera de 2008 pone en entredicho su reelección. Los grandes datos de la macroeconomía le juegan en contra; en 2011 el déficit fiscal fue de 9,6%, la deuda bruta el 103% del producto y el desempleo de 8,2%. El crecimiento en el primer trimestre fue de sólo 1,9% anualizado, lo que no augura un buen año 2012. Sin embargo, no puede descartarse que finalmente los tiempos políticos calcen con los económicos y un mayor crecimiento en los próximos meses ayude al presidente Obama.

Por su parte los republicanos luego de una áspera elección interna eligieron a Mitt Romney como candidato presidencial. Luego de meses en que se alternaron en los primeros lugares de las encuestas el ex presidente de la cámara baja Newt Gingrich, el actual gobernador de Texas Rick Perry, el ex senador por Pensilvania, Rick Santorum y el empresario Herman Cain, Romney que era el favorito en un comienzo se terminó imponiendo con más dificultades de las previstas. Romney cuenta a su favor con numerosos recursos y una experiencia reconocida como empresario y gobernador, pero en su contra con la imagen de cambiar constantemente de opinión (estuvo a favor y en contra del aborto, por ejemplo) y no ser el clásico conservador que enamora a los republicanos.

¿Qué esperar de las posibles políticas económicas de ambos candidatos? A Obama lo conocemos, ha llevado adelante una política económica típicamente keynesiana que ha llevado a Estados Unidos a la peor situación fiscal de su historia, al punto de que estuvo a algunas horas de la cesación de pagos hace unos meses. Es una nueva demostración -¡y van!- de como la intervención del estado, el salvataje de bancos y empresas, el exceso de poder y de intervención del estado en la economía incluso pueden perjudicar a una economía fuerte y dinámica como la de la primera economía mundial. Todo aquello que bloquea el proceso de creación destructiva que lleva a que la incorporación de nuevas tecnologías, métodos de producción, formas de distribución, etc., sustituya a unas empresas por otras que satisfacen mejor las necesidades de las personas lleva a las economías al fracaso. Si Obama es derrotado luego del aurea de estrella de rock que despertó será por su nefasta política económica.

Mitt Ronmey no ha sabido aprovechar hasta el momento debidamente esta debilidad de la administración demócrata. Tendrá que hacer mucho más por convencer al corazón del Partido Republicano de que no es un “moderado de Massachusetts” y llevará adelante en caso de ser electo el programa de recuperación económica que Estados Unidos necesita. Si logra elaborar un programa concreto de recorte de gastos o eliminación de ministerios como incluían los precandidatos Ron Paul o Rick Perry, reducción de impuestos, eliminación del exceso de regulación, desandar los pasos del plan de salud socializante llamado irónicamente “Obamacare”, disminuir la presencia militar en el exterior que resulta económicamente insostenible y auditar a la Reserva Federal se encaminará a una buena elección. Si pretende ser un tibio moderado, Obama tiene todas las de ganar.

La formidable experiencia norteamericana, tierra de esperanza para los amantes de la Libertad de todo el mundo, sigue siendo una antorcha inextinguible. Pero la historia de los países la construyen los hombres con sus acciones, más allá de sus designios. Es hora de que Estados Unidos se reencuentre con sus mejores tradiciones para que se despierten las fuerzas que malas políticas económicas aletargaron en los últimos tiempos.



Sobre el autor

Licenciado en Economía.
Director Instituto Manuel Oribe
Vice Presidente Fundación Libertad

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Publicado

2012-07-12

Número

Sección

Comercio y economía internacional