MÚSICA: CRÍTICOS Y ESTUDIOSOS
Resumen
NO voy a referirme hoy y aquí a aquellos insignes investigadores cuya noble estirpe inició don Lauro Ayestarán. Tampoco a figuras de la trascendencia de Carlos Estrada, fundador de la Escuela Universitaria de Música. Tampoco a personalidades que hicieron de la nota periodística un legítimo ejercicio paralelo de sus tareas como compositores, como es el caso de Roberto Lagarmilla en el diario “El Día”, ni a periodistas culturales como Washington Roldán, en El País de Montevideo.
Ni siquiera deseo restringirme a la denominada música “culta”, sino expandirme en distintas direcciones para poder poner ejemplos muy diferentes. Pero sí deseo limitarme al caso uruguayo y dentro de éste al de algunos nombres de su historia reciente (de críticos y estudiosos de la música).
Adviértase que es algo redundante el título que hemos elegido: salvo casos sobre los cuales sería mejor extender el consabido y piadoso manto del olvido, en general “críticos”, esto es, “comentaristas” o “periodistas culturales”, suelen coincidir con lo que entendemos por “estudiosos”. No hagamos cuestión acerca de si se trata de “musicólogos” con título “habilitante” o de autodidactas inteligentes. Es menos importante de lo que parece este punto, incluso en medio de la actual boga del turismo académico, basado en acreditar lo que no se puede evaluar más que por sus frutos en el largo plazo.
Hagamos hoy una breve lista, arbitraria, basada en exceso en preferencias personales, a cuenta de futuros y mayores abundamientos sobre el tema, acaso más “rigurosos”. Un primer ejemplo, que debe ser atendido cualquiera sea la tendencia política del lector, es el de Daniel Viglietti. Músico de formación refinada, cantante folklórico popular, es digna de encomio su labor de décadas para cubrir las expresiones populares de la música, especialmente cuando ellas expresan rebeldía, compromiso político o, al menos, marcada sensibilidad social. Entrevistas personales con creadores de todos los continentes y el registro de sus aportes, se desgranan todos los fines de semana en su programa “Tímpano”, en la radio El Espectador AM 8.10.
Un segundo ejemplo, nunca destacado lo suficiente, es el caso del excepcional crítico musical Hugo García Robles. Poeta y avezado lector de poesía, novelista, ensayista plural, crítico literario, asesor de editoriales, docente de varias asignaturas pero mucho más conocido por su imagen mediática vinculada a la gastronomía, García Robles es capaz de una notable fineza para moverse entre lo culto y lo popular (división que él rechaza en realidad), y en ambos casos de entusiasmar a su audiencia o su público de lectores de una manera que sólo los grandes docentes vocacionales saben lograr. Algunas de sus columnas, a vía de ejemplo, se incluyen en las referencias.
El caso de Coriún Aharonian es algo diferente, dado que su peso como músico innovador, compositor fecundo, docente universitario, investigador riguroso, hombre comprometido con su tiempo, puede que hagan perder de vista el valor de sus artículos (y el de algunas de sus intervenciones en medios de comunicación) como democratizadores de conocimiento musical y de los contextos sociales globales que le dan sentido. Incluimos en las referencias finales una breve pero jugosa reseña de García Robles, precisamente, sobre Aharonian, cuando fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Montevideo.
Por su parte, Egon Friedler, colaborador de la revista Relaciones dirigida por Saúl Paciuk, es una persona de referencia ineludible por la densa fundamentación y la erudición que da sustento a sus comentarios sobre temas culturales, especialmente, sobre música “clásica”. En las referencias hemos incluido un texto de Friedler vinculado a la historia cultural judía y otros referidos más específicamente a asuntos musicales.
A la espera de prolongar esta especie de antología rápida de críticos y estudiosos de la música, mencionemos dos casos más. Uno es el de Guillermo Pellegrino, autor de una obra sobre Alfredo Zitarrosa y divulgador de los más variados talentos musicales populares y latinoamericanos. A él dedicaremos un más extenso comentario en una próxima entrega. Veamos el otro.
Ocurre que nos gustaría culminar provisoriamente con alguien que es difícil dejar de leer, incluso cuando no se conoce al artista o colectivo involucrado en el artículo. Nos referimos a Agustín Acevedo Kanopa, a quien no tenemos el gusto de conocer personalmente (extremo que debe ser aclarado, en culturas como la nuestra donde la crítica endogámica y amical ha hecho estragos). Vamos a sustituir el nombre del grupo objeto del comentario por la letra “X”, célebre por su perfil para representar incógnitas.
Nuestro propósito es dar a saborear un estilo de escritura, un manera visceral de pensar la música. Cerremos temporariamente, pues, nuestra rápida revista a la música, sus críticos y sus estudiosos, con estas frases de Acevedo Kanopa:
“Aun remitiéndonos a esto, sería insuficiente para justificar el atractivo de una banda como X. Ahí es donde la labor de crítico se vuelve más espinosa, cuando uno se da cuenta de que le gusta X porque le cree, les cree a sus historias. Creer no debe entenderse desde la constatación en la vida cotidiana de la simetría entre lo que uno es y sobre lo que uno canta (…) Hay algo en ese creer que proviene más de la fe o de la empatía inmediata; basar la defensa de una banda en un detalle tan subjetivo como creerle, parece poco convincente, pero es la forma más exacta con que se puede definir el atractivo de X…” (la diaria, jueves 15/9/11, pág. 7)
Es por motivos similares que hemos confeccionado la variopinta lista de nombre precedentes (o las que habremos de confeccionar en el futuro). Es así de sencillo: porque uno les cree a los Lagarmilla, los Coriún, los García Robles, los Viglietti, los Friedler, los Pellegrino, los Acevedo Kanopa, y todos los que integran una larga fila de omisiones imperdonables (incluidas las numerosas revistas de excelente calidad que los nuclean). Lo único mejor que leerlos es escuchar música. Eso sí.
* Profesor de Cultura y Sociedad Contemporánea
FACS – LI – Universidad ORT Uruguay
REFERENCIAS
AHARONIAN, Coriún. Ver:
http://www.latinoamerica-musica.net/bio/aharonian.html
http://www.latinoamerica-musica.net/puntos/aharonian/otredad-es.html
http://www.elpais.com.uy/100303/pespec-474360/espectaculos/coriun-aharonian-ciudadano-ilustre/
FRIEDLER, Egon. Ver:
http://letras-uruguay.espaciolatino.com/friedler/un_selecto_estante_judio.htm
http://www.revistadossier.com.uy/content/view/155/68/
http://fp.chasque.net/~relacion/0010/barroco.htm
GARCÍA ROBLES, Hugo. Ver distintos artículos disponible en El País:
http://www.elpais.com.uy/110706/pespec-577898/espectaculos/-Eugenio-Oneguin-temporada-de-opera/
http://www.elpais.com.uy/Suple/Cultural/06/02/10/cultural_200465.asp
http://www.jornada.unam.mx/2000/10/15/sem-bach.html
LAGARMILLA, Roberto. Ver “Gardel, el músico”. En el blog de Walter Ernesto Celina. Disponible en:
http://carlosgardelyyo.blogspot.com/2008/04/gardel-el-msico.html
NICROSI OTERO, Alfredo. Ver “Los cincuenta años de la escuela universitaria de música y su olvidado fundador Carlos Estrada”. Disponible en:
http://www.puntoclasico.com/Archivo/los_50_anos_de_la_escuela_universitaria.html
PELLEGRINO, Guillermo. Un comentario sobre su libro sobre Alfredo Zitarrosa:
http://www.focoblanco.com.uy/2011/10/cantares-del-alma-guillermo-pellegrino/
VIGLIETTI, Daniel. He aquí una entrevista:
http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/aquello/revaquello064.htm
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