Estado de situación de la Libertad Económica
Resumo
Existen varias formas de evaluar cuál es el estado de la Libertad en el mundo y, de hecho, existen muchas universidades, centros académicos, fundaciones y diversas instituciones que elaboran indicadores. Pueden referirse a la libertad política, libertades sociales, derechos individuales o libertad económica, por ejemplo. Hoy vamos a comentar uno de los indicadores más utilizados analizar el estado de la libertad económica en el mundo, el índice de Libertad Económica (ILE) de la Heritage Foundation de los Estados Unidos.
Con el paso del tiempo se ha convertido en un indicador ampliamente reconocido y utilizado para una gran variedad de estudios académicos, por lo que vale la pena detenerse a analizar las principales conclusiones de su última edición 2011. La información completa puede consultarse en: http://www.heritage.org/index/
El ILE mide 10 aspectos distintos que hacen a la libertad económica de cada país. A cada componente se le asigna un puntaje entre 0 y 100, dónde 0 es la ausencia de libertad y 100 libertad perfecta. La nota de cada país es sencillamente el promedio de cada uno de los 10 ítems, que son, a saber: 1) Libertad de empresa, que mide la facilidad con que se puede abrir una empresa. 2) Libertad de comercio, que mide la libertad y seguridad con la que pueden intercambiarse bienes con otros países. 3) Libertad fiscal, que mide cuánta de la riqueza que genera cada individuo es capaz de conservar y controlar, luego de la intervención del estado. 4) Gasto Público, mide que porcentaje representa el gasto sobre el producto del país. 5) Libertad monetaria, mide cuán confiable y estable es la moneda nacional y en qué medida los precios son el resultado de procesos de mercado. 6) Libertad de inversión, mide qué tan proclive es el ambiente institucional para la inversión y en qué medida se incentiva. 7) Libertad financiera, mide la transparencia y apertura del sistema financiero. 8) Derechos de propiedad, mide la firmeza con que están establecidos los derechos de las personas a conservar sus bienes. 9) Libertad de la corrupción, mide si en un país es posible desarrollar una actividad económica con igualdad de oportunidades, sin tener que recurrir a sobornos u otro tipo de conducta deshonesta. 10) Libertad de trabajo, mide la capacidad que tienen los trabajadores de trabajar dónde y cuánto quieran. Como señalamos antes, el puntaje que recibe el país es el promedio simple de los 10 puntajes.
¿Qué novedades presenta la edición 2011? El ILE global, o sea el promedio de los 183 países evaluados es de 59,7 por lo que sube 0,3 puntos respecto a 2010 pero sigue siendo menor al dato de 2009 de 60,2. En los últimos años se ve una cierta estabilidad del indicador, con altibajos, pero sin grandes variaciones. El país que más avanzó fue Ruanda que creció 3,6 puntos y el que más retrocedió fue Islandia que cayó 5,5 puntos. La mayoría de los países (117) mejoraron su puntuación, mientras que 58 empeoraron. También se observan importantes diferencias entre regiones. Mientras que Europa y América del Norte retrocedieron, África fue la zona que más avanzó y América del Sur, Central y el Caribe la segunda. Tan sólo 6 países tienen puntajes mayores a 80, por lo que son los únicos que entran en la clasificación de economías libres: Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelanda, Suiza y Canadá. Es de destacar que Hong Kong es la economía más libre del mundo desde que se realiza el índice en 1995.
Se confirman algunos resultados de las mediciones anteriores que son avaladas por la teoría económica. La más importante sin dudas es que la libertad económica está altamente correlacionada con la prosperidad de los países. En este sentido la evidencia es contundente, a mayor libertad económica mayor producto por habitante, pero también mejores indicadores en educación y salud por ejemplo. También es interesante analizar los puntajes globales en cada ítem. La libertad de empresa retrocede levemente y se ubica en 64,3, fundamentalmente debido a reformas equivocadas en varios países. La libertad de comercio avanzó a 74,8 lo que es una muy buena noticia dado el complejo ambiente en el comercio internacional luego de la crisis de 2008 en Estados Unidos y los problemas actuales en Europa.
La libertad fiscal aumentó casi un punto dado que 36 países realizaron reformas adecuadas y reducciones de impuestos, llegando a 76,3. En gasto público el puntaje global retrocede más de un punto debido a los planes keynesianos para enfrentar la recesión y al aumento de los déficits fiscales y las deudas públicas. Su puntaje es 63,9. La libertad monetaria es la que más avanza en 2011, alcanzando 73,4 puntos, debido a una baja global en la inflación. La libertad de inversión de 50,2 aumentó pero sigue siendo baja, lo que será posible en la medida que la recuperación se comience a sentir en el primer mundo y los capitales empiecen a dirigirse a los países emergentes que presenten mejores condiciones. La libertad financiera con 48,5 puntos no presenta cambios relevantes. El puntaje en derechos de propiedad retrocedió a 43,6 debido esencialmente a las expropiaciones y estatizaciones realizadas en algunos países.
El indicador con menor puntaje es el de la libertad de la corrupción de 40,5. No ha avanzado lo que resulta especialmente preocupante para los países que necesitan crecer a tasas importantes para derrotar el subdesarrollo. La libertad de trabajo retrocede y se ubica en 61,5 puntos, lo que da cuenta de la ausencia de reformas importantes que fomenten el empleo por la vía de fomentar la contratación y permitir el aumento de la productividad del trabajo.
En balance, la situación de la libertad económica en el mundo muestra resultados mixtos. La gran mayoría de los países siguen estando en las categorías centrales, moderadamente libres (57) y mayormente controlados (también 57). Es evidente que queda mucho por hacer a nivel mundial, ya que incluso hay 32 economías que están directamente reprimidas. La importancia de estos estudios es, al menos, doble. Nos permite ver si avanzamos o retrocedemos en cuanto a la libertad económica, y de esa forma tener claro si vamos bien o mal. Pero también es importante no olvidarse la vital relación que tiene la libertad económica con el desarrollo y con la Libertad, a secas y con mayúscula.
No hay estudio que no demuestre que la libertad económica y el desarrollo van de la mano, y que por lo tanto, no deben caber dudas en cuanto a que el avance que logre un país en su integración al mundo, al establecer su sólido estado de derecho que garantice los derechos de propiedad, que baje impuestos, facilite trámites, de libertad de contratación a trabajadores y empresarios, redundará en mejor calidad de vida para sus habitantes. Y, lo que tampoco es menor, que sin libertad económica tampoco hay plenas libertades políticas y sociales. Que los avances en cuanto a la libertad económica ayudarán a impulsar la democracia en dónde aún no existe, que sin medios de prensa privados e independientes no hay libertad de expresión, en que sin propiedad privada no es posible que prosperenla libertad de religión ni la personal. En fin, que libertad económica es un componente indispensable de la Libertad, lo que no podemos olvidar sino queremos arriesgarnos a perderla.
*Licenciado en Economía.
Director Instituto Manuel Oribe
Vice Presidente Fundación Libertad
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