WIKILEAKS: NO TODO ES TORMENTA EN UN VASO DE AGUA

Autores

  • Adolfo Castells Mendívil

Resumo

Cualquiera que conozca por dentro el funcionamiento de una Embajada, sabe que la mayor parte de las revelaciones de Wikileacks son rutina diplomática. Personalmente, pasé 45 años de mi vida en esas representaciones y lo puedo afirmar, de acuerdo a la información actualmente disponible sobre los 251.287 “telegramas” o “cables” (se le sigue llamando así, pese a que no se usa más ni el telégrafo ni el cable submarino) de la diplomacia estadounidense –y por eso es el lío- que están siendo publicados por El País, de España; el Spiegel, de Alemania; Le Monde, de Francia; The Guardian, de Inglaterra y The New York Times, de Estados Unidos. Ahora bien, no todos son inocuos y algunos comprometen las relaciones entre EE.UU. y otros países, sin llegar a ser lo que ha declarado el Ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Franco Fratini: “Un 11 de septiembre diplomático”.

LO QUE SABÍAMOS

Los malos humores de Nicolas Sarkozy que es hiperactivo, impulsivo y autoritario con su entorno directo; la falta de ideas de Angela Merkel, que siempre evita el riesgo y ve la política internacional desde los beneficios que le pueda significar para su política interna; las obsesiones de Silvio Berlusconi por las polleras, las noches sin dormir y el sexo, su megalomanía, sus delirios omnipotentes y vanidosos; o que Rusia es un Estado mafioso y corrupto, dominado por Vladimir Putin, frente a un Dmitri Medvedev, débil y vacilante.

Más cerca nuestro, las interrogantes que suscitan al Departamento de Estado la salud mental de Cristina Fernández de Kirchner, la ineptitud de los Kirchner para la política exterior o que la pareja presidencial (aún estaba en vida Néstor Kirchner) se muestra paranoica con respecto al poder; que Hugo Chávez en un “perro que ladra más de lo que muerde” y que los Estados Unidos procuran aislarlo de los otros países latinoamericanos; que el país del  Norte se haya alegrado de la victoria de Alan García sobre Ollanta Humala y que lamente el sesgo izquierdista de Evo Morales y la influencia que en él tiene Chávez;  que Washington pretendería que Rafael Correa “sea más maduro, más moderado, más equilibrado en su relación con Colombia”; que se confía más en Lula que en cualquier otro líder para sacarle protagonismo a Chávez a nivel regional; o que Tabaré Vázquez es un “líder más cauteloso” que algunos de sus vecinos.

Todo lo anterior, así como la mayoría de los temas que han trascendido, ponen en blanco y negro lo que los periodistas, los analistas políticos y casi, casi, que el público que se interesa por las relaciones internacionales, ya sabía.

ALGO DE LO NUEVO

Sin embargo, hay informaciones delicadas. Así son los documentos filtrados que se refieren a la presencia de la inteligencia cubana en Venezuela, lo cual no es sorprendente dada la alianza Castro-Chávez. Pero lo que no se sabía es que esa inteligencia cubana “tiene acceso directo a Hugo Chávez,  frecuentemente le hacen llegar información no compartida con los servicios de inteligencia locales”, y ha influido notablemente en la política bolivariana.

Como ejemplo: a César Pérez Rivas (opositor), gobernador del Estado Táchira,  los servicios de inteligencia cubanos le confeccionaron un informe relacionándole con los crímenes de los grupos paramilitares colombianos. Y el despacho 241522, agrega que los cubanos pueden haber jugado un papel importante en el desenlace de las pugnas internas, que desplazaron de sus cargos cercanos a Chávez a determinados políticos bolivarianos para dar entrada a otros.

Todo esto preocupa a Washington y otro de los “cables” expresa: “El impacto de la penetración de Cuba en los servicios de inteligencia venezolanos podría afectar directamente a los intereses de Estados Unidos, ya que los servicios de inteligencia venezolanos figuran entre los más hostiles hacia Estados Unidos, pero les falta la destreza que los cubanos pueden aportar”.

Hay otras informaciones delicadas y para mencionar sólo dos (por razones de espacio): las que se refieren a Arabia Saudita. Según las comunicaciones de Embajadas estadounidenses en Oriente Medio, el rey Abdalá de Arabia Saudita realizó “frecuentes exhortaciones a Estados Unidos para atacar Irán y poner fin a su programa de armas nucleares". Los documentos dicen también que el monarca saudita llamó a Estados Unidos a "cortarle el cuello a la serpiente", y que afirmó que trabajar con Washington para contrarrestar la influencia iraní en Irak, era "una prioridad estratégica para el rey y su gobierno".

Y el segundo y más espinoso, es que de acuerdo a un informe clasificado, el año pasado los mayores donantes de fondos a grupos militantes sunnitas procedieron de Arabia Saudita.

Entre los grupos islamistas que recibieron fondos de donantes de los sauditas, se encuentran al-Qaeda, los talibanes, Lashkar-e-Taiba (que actúa principalmente en Pakistán) y Hamas. Eso es grave y pone en dificultad las relaciones entre los Estados Unidos y Arabia Saudita.  

¿UN ANTES Y UN DESPUÉS DE WIKILEAKS?

Evidentemente en cierto modo, sí. Los diplomáticos en serio, aquellos que no se limitan a copiar las noticias de los diarios, los que indagan directamente de las  fuentes responsables, en sus visitas a gobernantes o en los tan denostados “cocktails”, que son ocasiones muy propicias para intercambiarse datos, van a ver su labor complicada ya que los interlocutores lo pensarán dos veces antes de darle cierta información que meses o años después integren los titulares de la prensa.

En cuanto a las reacciones ofuscadas de algunos gobernantes, estimo que son equivocadas. Admito que les pueda fastidiar, pero mal se puede protestar o desmentir informaciones internas de funcionarios a sus gobernantes. Y menos dar explicaciones –como hizo Hillary Clinton- cuando propósitos vertidos confidencialmente entre el subordinado y el jerarca, no deberían comprometer (aunque de hecho lo hacen, porque se trata de Estados Unidos) a la Nación que representa el diplomático.

Y por eso mismo consignamos nuestra estupefacción, de la flojedad –por decir lo menos- demostrada en el sistema de seguridad que debe rodear la información confidencial, en una superpotencia como los Estados Unidos. Gigante con pies de barro, si los hay. 


*Escritor, Periodista, Analista Internacional, Ex Embajador

Publicado

2010-12-16

Edição

Seção

Política internacional