ACERCA DEL TLC PERU-JAPON

Autores

  • Juan José Arteaga

Resumo

Negociar un TLC con Japón no parecía en principio tarea fácil. Es cierto que Perú partió con algunas bases que le favorecían al emprender esta negociación.

En primer lugar el gobierno peruano tenía una firme decisión política de llegar a un TLC con Japón y prácticamente ninguna oposición interna.

En segundo lugar su pertenencia a la cuenca del Océano Pacífico y a APEC le permite un gran acercamiento a quienes están destinados a ser sus socios naturales como China, Corea del Sur y el propio Japón.

En tercer lugar Perú supo aprovechar muy bien el haber sido sede en noviembre de 2008 de la Cumbre APEC. En esa ocasión el presidente peruano Alan García mantuvo una reunión bilateral con Taro Aso, primer ministro japonés y allí mismo le planteó el interés peruano de negociar un TLC.

En cuarto lugar es oportuno recordar que Perú tiene una importante colonia japonesa con destacada presencia económica, política y gastronómica lo que a su vez por las idas y venidas de los ciclos económicos ha llevado a que también Japón sea sede de una importante y más reciente emigración peruana.

Dado el primer paso, debe destacarse que a fines de febrero de 2009, durante  la visita oficial de los Ministros de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior y Turismo de Perú a Tokio, con motivo de la EXPO PERU, el gobierno japonés extendió una invitación formal a Perú para sostener reuniones preparatorias, durante el mes de marzo, con miras a la posibilidad  de iniciar  negociaciones con el fin de alcanzar un Acuerdo de Asociación Económica (AAE).

Luego, bastaron seis rondas de negociación realizadas entre mayo de 2009  y agosto de 2010, alternativamente convocadas en Lima y Tokio, para concretar el cierre del AAE. Fue en el marco de la XVIII Cumbre de Líderes de APEC realizada en Japón (13 y 11 de noviembre de 2010) cuando el presidente de Perú y el Primer Ministro de Japón suscribieron una Declaración Conjunta confirmando la conclusión exitosa del proceso de negociación del Acuerdo de Asociación Económica con el propósito de aprobar un instrumento que beneficie a ambas naciones posibilitando el crecimiento del comercio, la inversión y la generación de empleo.

El acuerdo elimina los aranceles al 99% de las importaciones y exportaciones entre ambos países durante los próximos 10 años. Japón, una de las potencias tecnológicas, exporta a Perú automóviles y productos electrónicos y éste a su vez logra reducir los aranceles a productos de gran interés que exporta al país asiático como espárragos, maíz pota, café, sacha inchi, aceite de pescado, calamares, plomo, zinc, pez espada, etc. Desde 2004 el comercio entre ambos países creció 235% y en el 2007 alcanzó un record de 2.200 millones de dólares.

El Ministro de Comercio Exterior de Perú, Eduardo Ferreyros, señaló que en el sector pesquero la mayoría de las especies de interés para Perú tendrán desgravación en el mercado japonés por un período  de 10 años, resaltando que en el caso de la pota es la primera vez que un país logra acceso preferencial al mercado japonés. Adicionalmente, las reglas de origen para exportaciones pesqueras son las más flexibles que ha otorgado Japón hasta la fecha.

A su vez, el sector textil y de confecciones será uno de los grandes   beneficiados con el TLC negociado con Japón, debido a que este país es el más grande importador de ese tipo de productos en la zona Asia-Pacífico. Sobre este punto, el presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Caros Durand, manifestó que el principal proveedor de textiles y confecciones de Japón en China, seguido de Vietnam e India, mercados que destacan por un mayor nivel de competitividad, estacionalidad planificada y un sistema agresivo de promoción. “Los japoneses, en el campo textil, aprecian  la calidad y la presentación de los productos teniendo mayor preferencia por las fibras naturales y productos hechos a mano”, lo que permite ser optimistas dada la calidad del producto peruano.

Por su parte Perú ha atendido los principales intereses de Japón en productos como teléfonos celulares, computadores, televisores, automóviles, entre otros, los cuales llegarán a las familias peruanas con menores precios beneficiando la economía y el nivel de vida de la población.

Al mismo tiempo, Japón permitirá la entrada de profesionales y técnicos a través de facilidades migratorias. En particular, para el caso de los chefs peruanos, Japón reducirá los requerimientos usualmente exigidos a profesionales de este ramo provenientes de terceros países.

El acuerdo cuenta con disposiciones relativas a Acceso de Mercados, Reglas de Origen, Defensa Comercial, Servicios, Obstáculos Técnicos al Comercio, Medidas Sanitarias  y Fitosanitarias, Políticas de Competencia, Cooperación, Mejora del Ambiente de Negocios, Medio Ambiente, Propiedad Intelectual, Compras Públicas, Procedimientos Aduaneros, Solución de Controversias y Asuntos Institucionales, Entrada y Estadía Temporal de Nacionales para fines de Negocios, Servicios de Telecomunicaciones, entre otros.

Finalmente se espera que el TLC entre Perú y Japón entre en vigencia en el primer semestre de 2011.

Cuando se firmó en Yokohama la Declaración Conjunta el primer ministro Naotokan resaltó que ambos países son vecinos del Pacífico y que Perú es un puente que une a Japón con los demás países latinoamericanos.

A su vez el presidente García agradeció la decisión del Japón de dar un impulso a las negociaciones de acuerdos comerciales integrales. Mencionó, también que el acuerdo logrado fortalecerá el crecimiento del comercio entre ambos países, llevando a un mayor crecimiento económico y a la reducción de la pobreza y favoreciendo el intercambio de conocimiento y tecnologías.

Es cierto que Japón no es lo que era en la década del 80 y 90 cuando era la segunda economía del mundo. En 2010, la economía china superó a la japonesa en tamaño total, aunque sólo es una sexta parte de su tamaño desde el punto de vista de la renta por habitante. En 1988, 8 de las 10 empresas más importantes del mundo por su capitalización en el mercado eran japonesas; hoy ninguna lo es.

“Pese a sus recientes resultados, señala Joseph S. Nye (El País,  Madrid, 16.XI.2010), Japón conserva unos recursos de poder impresionantes. Su economía ocupa el  tercer puesto de las economías nacionales por su tamaño y cuenta con industrias avanzadas y las fuerzas no atómicas mejor equipadas de los países asiáticos”.

Sin duda que Japón está llamado a convertirse en un socio preferencial de Perú ya que sus economías son claramente complementarias. Para Perù, la asignatura pendiente es incorporar mayor valor agregado a su oferta exportadora.   

Con este acuerdo comercial, siguiendo el camino de Chile, Perú ya ha firmado TLC’s, entre otros, con las tres economías individualmente más grandes del mundo: Estados Unidos, China y Japón, sin olvidar que también se espera que en el 2011 entre en vigencia el TLC firmado con la UE por Colombia y Perú, en su calidad de socios de la CAN.

*Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, 
Embajador del Uruguay en Perú 
y Profesor de la Universidad ORT.

Publicado

2010-12-16

Edição

Seção

Comercio y economía internacional