MERKEL PONE EN CUESTIÓN LA “MULTIKULTI”
Resumo
Durante un congreso de las Juventudes Democristianas celebrado el sábado 16 de octubre en Potsdam, Angela Merkel dijo que los inmigrantes son bienvenidos en Alemania, pero que es necesario que aprendan alemán y acepten las normas culturales de ese país.
“El enfoque multicultural según el cual todos podemos vivir en armonía sin verdaderamente adaptarnos ha fallado completamente” afirmó Merkel, y agregó: "los esfuerzos por construir una sociedad multicultural han fracasado absolutamente", desatando así un fuerte debate sobre la polémica del Islam en Alemania.
Por un lado, esos comentarios fueron recibidos con aplausos y ovaciones por parte de los miembros más conservadores del partido. “Muchos inmigrantes hablan poco o nada de alemán, trabajan en empleos con baja remuneración o viven gracias a la ayuda económica del gobierno. Nuestro país necesita de empleados calificados para mantener una economía competitiva y regular nuestros índices demográficos", dijo el legislador Volker Beck.
Por el otro, en la cosmopolita Berlín, sus declaraciones no fueron siempre bien recibidas."Están demasiado polarizadas. Merkel ve en blanco y negro, sin verdaderamente captar el modo de vida de la gente que vive aquí” dijo Daniela Jonas, una ciudadana alemana residente en el distrito Kreuzberg, donde inmigrantes y alemanes nativos coexisten exitosamente.
Escéptica a la idea de construir una sociedad multicultural que incluya a los 5 millones de musulmanes que viven en Alemania, Merkel parece representar a un sector considerable dentro de su partido. “Nosotros nos sentimos vinculados a los valores cristianos y quien no lo acepta no tiene lugar aquí”, dijo Merkel, aunque luego relativizó sus palabras, al darle razón al presidente alemán Wulff que dijo que "el Islam forma parte de Alemania, al igual que el judaísmo y el cristianismo”.
Afirmar que la integración armoniosa de culturas diferentes es un rotundo fracaso en uno de los países más importantes de Europa, no puede sino desatar una honda preocupación en todo el continente europeo.
Pero ¿a qué se debe este inesperado giro a la derecha de la ex-mandataria alemana? Como es de común saber, Merkel está viviendo tiempos difíciles. Su popularidad ha descendido fuertemente, lo que resulta particularmente crítico puesto que el año próximo deberá afrontar seis pruebas electorales regionales.
Frente a esta situación, Angela Merkel parece recurrir a una solución salvadora y conocida: correrse más hacia la derecha y ganar en popularidad.
En efecto, Merkel sabe que los tintes de intolerancia y de racismo dominan hoy a la opinión pública nacional. De hecho, un 55% de la ciudadanía germana declara que los inmigrantes musulmanes “son desagradables” y un 58% cree que “hay que prohibirles la práctica de su religión”. Otro 35% afirma que “Alemania está sumergida de extranjeros”, lo que parece contradecirse con la realidad del país (los inmigrantes musulmanes son cinco millones, cerca del 5% de la población). Completando este sombrío escenario, según las encuestas nacionales se estima que el porcentaje de los alemanes que sienten nostalgia de un “Führer”, un líder al estilo Adolf Hitler, ha crecido en un 10%.
El ex alto funcionario del Banco Central alemán, Thilo Sarrazin, fue relevado de su cargo tras la publicación de su libro “Alemania salta en pedazos”, uno de los mayores best sellers alemanes. En él, Sarrazin asevera que los inmigrantes musulmanes tienen un nivel intelectual inferior al de la media alemana, lo que resultaría perjudicial para el nivel educativo nacional y la vida social. Esto resulta particularmente preocupante si tenemos en consideración el que uno de los principales pilares del nazismo fue la clasificación y desvalorización de las razas consideradas “inferiores”.
Si bien Sarrazin fue censurado por sus opiniones y despedido del Bundesbank, la popularidad de su libro probó el alto grado de intolerancia mostrado por un gran sector de la ciudadanía alemana.
Todas estas declaraciones de actores políticos claves resultan particularmente preocupantes en la nación alemana. Conviene seguir de cerca la evolución de este país, en tiempos de mayor intolerancia hacia la diferencia en el continente europeo.
*Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
FACS - ORT
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