LA CRISIS ENERGETICA Y LAS RECIENTES MEDIDAS ALEMANAS

Autores

  • Emb. José Araneo

Resumo

La actual crisis económica internacional lleva imprescindiblemente a que los países procuren ajustar su situación financiera para disminuir su déficit, pero evitando en la medida de los posible una disminución sustancial del estado de bienestar social.

Nadie discute que la economía de mercado social constituye la base para un mayor crecimiento económico y de justica social; esto no impide que en las actuales circunstancias se procese un replanteo de temas que eran tabú, y muy sensibles a nivel político.

La mayoría de los países desarrollados lanzan propuestas para hacer más eficaz sus gastos sociales, especialmente sanidad pública, enseñanza, jubilación, y no provisión de vacantes en la Administración.

El reciente consenso en el gobierno de Alemania de extender una media de 12 años la vida de diecisiete centrales nucleares generadores de electricidad, señala claramente que las circunstancias económicas obligan a adoptar este tipo de decisiones a pesar de compromisos electorales previos.

El tema energético

Se estima que la demanda mundial de energía será en el 2030 un 60 % superior a la del año 2002, la demanda de electricidad se duplicaría y las emisiones de C02 aumentarían un 60%, por lo tanto, es necesario encontrar una respuesta racional y lógica a este desafío.

Tomando en cuenta que la sociedad avanza constantemente hacia un mayor desarrollo económico y social, el incremento del consumo de energía resulta imparable; a vía de ejemplo, se puede citar el caso de España donde, desde 1997, el consumo neto de electricidad ha tenido un incremento neto acumulado del 54%.

Actualmente el modelo energético se basa principalmente en la utilización de recursos fósiles, es decir: petróleo, gas y carbón, elementos éstos que constituyen el factor principal del deterioro del medio ambiente; la demanda energética mundial se satisface, a vía de ejemplo, actualmente, con un 85% de éstos combustibles, correspondiendo el 40% al petróleo. La mayoría de los expertos señalan que la producción del petróleo y gas no podrá seguir el crecimiento de la demanda de energía dado que, además, son recursos finitos en un mediano plazo.

Nadie discute que para alcanzar un modelo energético sostenible es necesario dar satisfacción a tres elementos básicos: económico, es decir un acceso fiable y duradero a fuentes primarias de energía del menor costo posible; social, que permita alcanzar una mayor equidad en el acceso a la energía; y medioambiental, de forma que el impacto ambiental sea tolerable.

La energía nuclear y Alemania


Actualmente existen en el mundo 440 centrales nucleares en activo, se construyen 59, planificándose 149 y nuevas propuestas 344, lo que constituye un decisivo impulso a la energía nuclear. En los países europeos el peso de la energía nuclear, a excepción de Lituania y Francia que alcanza un 75 %, se encuentra por debajo de un 20 %, mientras Alemania es de un 27 %.-

La utilización de energías caras y contaminantes tiene su consecuencia en la competitividad de la industria, el agro y los servicios. Mientras el costo promedio de un megavatio/hora de energía nuclear cuesta 35€, el producido por ciclo combinado es de 60 €, el de energía eólica es de 80€ y el de energía fotovoltaica 400€.

El plan alemán implica que las usinas nucleares pagarán en seis años un importe anual de 2.300 millones de euros, e invertirán determinadas cantidades en un fondo de energías renovables, cuyo aporte total significaría a las arcas del Estado 30 mil millones de euros.

Cierto es que una central de gas es más económica en su construcción. Pero su combustible es mucho más caro y la riqueza generada queda sobre todo en el país de donde se extrae el combustible. La construcción de una central nuclear produce más inversiones y puestos de trabajo en el propio país que la construye.

La producción de energía nuclear disminuye el ritmo de emisiones de CO2 frente a los combustibles fósiles. Los ecologistas critican sin embargo, el incremento de los residuos radiactivos, que para el caso de Alemania, de 12 mil toneladas actuales pasaría a más de 25 mil en las próximas dos décadas.

Sabido es que la tecnología nuclear permite reducir el impacto del C02 en la atmósfera, con todo lo que ello pueda representar, para frenar el cambio climático. Pero también es conocido que una de las cuestiones instaladas en el debate político y social es qué hacer con los residuos nucleares, sin perjuicio de lo cual, existe hoy una mayor seguridad tecnológica y medioambiental del tratamiento y almacenamiento de los residuos, incluso de los de mayor duración.

Los expertos destacan además que las reservas de mineral de uranio son abundantes, y proceden mayoritariamente de países estables, como Australia, Canadá o EEUU, lo que da seguridad de abastecimiento por la diversidad geográfica y estabilidad política de los países productores; mientras los combustibles fósiles se encuentran mayoritariamente en países inestables desde el punto de vista político, económico y social a lo que se agregan las espectaculares subidas del precio de los productos petrolíferos.

Enfrentar una independencia mayor de las fuentes energéticas, mejores costes de producción y ayudar a evitar una catástrofe natural por el calentamiento global, implica la instalación de plantas nucleares lo que lleva a una alta definición política, para lo cual es imprescindible encontrar el mayor consenso posible e informar a la ciudadanía de la realidad de la energía nuclear.

*Embajador ante ONU (Ginebra), UE, Bélgica, Luxemburgo, Reino de España y otros destinos diplomáticos.

Publicado

2010-10-14

Edição

Seção

Política internacional