VOLVER A GRECIA

Autores

  • Prof. Agustin Courtoisie

Resumo

Nobleza obliga a confesar que el detonante de esta reflexión fue un opúsculo de fecha tan reciente como 1956 –yo mismo había nacido en febrero de ese año– y que una versión de las líneas que siguen fue publicada con anterioridad en la hospitalaria y siempre imprescindible revista montevideana dirigida por Saul Paciuk, “Relaciones”.

El entrañable opúsculo –por lo menos así lo fue para mí, desde mis viejos tiempos del IPA y hasta hoy 2009– se titulaba “La cultura griega”. La publicación era tan modesta como oficial (SODRE, Uruguay). El contenido: un lujo. A las pruebas me remito. El volumen de cien páginas exactas recogía las conferencias del ciclo realizado por el servicio oficial de radiodifusión en el mes de julio de 1956.

Entre otros investigadores y figuras de la cultura uruguaya, el profesor Secco Ellauri se había referido a “El espíritu del helenismo”, Carlos M. Rama a “Los historiadores griegos”, el arquitecto Juan Giuria a los “Rasgos fundamentales de la arquitectura griega”, Emilio Oribe a “La filosofía neoplatónica”, José Pedro Díaz a “El hombre y su destino en el teatro griego”, el arquitecto Leopoldo Carlos Artucio a “La concepción helénica de la ciudad”, Jorge Romero Brest a “La escultura griega” y Lauro Ayestarán, nada menos, a una “Consideraciones sobre la música griega”. Interrumpo la larga enumeración aquí pero aseguro que el resto de los nombres eran personalidades que calzaban todas puntos similares a los de quienes acabamos de mencionar.

El lector inquieto puede acudir a las “librerías de viejo” para buscar esta noble publicación, o cualquier domingo a la Feria de Tristán Narvaja.

Aquel noble librillo despertó muchas cosas en mí. La sensación de haber encontrado un cimiento, una base tan firme como encantadora. Voy a tratar de explicarlo mejor y voy a usar una obra de Cornelius Castoriadis como excusa para fundamentarlo.

Algunos investigadores sostienen que la TV y el cine, al margen de lo que opinemos sobre la calidad de sus contenidos, cumplen una función social importantísima en un mundo escaso en lectores (o de lectores con escaso tiempo): la de ofrecer referentes compartidos y hacer las veces de un fondo cultural común, donde encontrar los ejemplos y los temas a partir de los cuales aumentamos nuestra chance de comunicarnos mejor.

He aquí una alternativa de mayor calidad: volver a Grecia. Ello sería un buen antídoto para algunos males del mundo contemporáneo, entre ellos, el de que la globalización embandera demasiado rápido a la gente, o el de esa fragmentación que llega al borde del autismo.

¿Qué otro referente histórico, qué otro referente mítico podría aspirar a unir a las personas? Basta pensar en que, por ejemplo, “Oriente” es un término equívoco, o al menos demasiado abarcador y quizás hasta una entidad con personalidades múltiples. Por otra parte, el Imperio Romano y la cristiandad generan siempre interpretaciones encontradas. Pero, ¿quién no ha sido seducido por Grecia?

Ahora bien, el lector tiene a disposición varias “embarcaciones” –y no necesariamente trirremes– para volver a Grecia. Castoriadis es una de ellas.

“Lo que hace a Grecia”, primer tomo (“De Homero a Heráclito”) reúne el primer tramo de enseñanza de Cornelius Castoriadis en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (1982-1983). El plan de conjunto de la publicación de los seminarios lleva por título “La creación humana”, y su contenido transita como es usual en el autor por varias disciplinas y nudos temáticos: la creación griega de la democracia y en paralelo la creación de la filosofía, la experiencia de la muerte en el mundo homérico, la naturaleza de la religión y la mitología, entre muchos otros sabrosos asuntos.

El índice del libro adopta el molesto criterio, al principio, de identificar los capítulos por las fechas de los seminarios, en vez de identificar o por lo menos insinuar los tópicos tratados. Sin embargo, eso a la larga es un acierto, porque al obligar al lector a ir a parar a un determinado número de página sin saber qué va a encontrar, al demorar el goce termina por acrecentarlo.

Conviene agregar que Castoriadis, tan asociado a cuestiones políticas, filosóficas o psicoanalíticas, todas ellas muy contemporáneas, entiende por “Grecia” algo así como una abreviatura de la Grecia de los siglos VIII al V antes de Cristo: “aquella que vio la creación de la polis y, en ciertos casos, la institución de poleis democráticas”, al decir de los autores del informativo y útil prefacio de Enrique Escobar, Myrto Gondicas y Pascal Vernay.

El prefacio es seguido por un elegante artículo de Pierre Vidal-Naquet, “Castoriadis y la antigua Grecia”, que sitúa su exposición con un triple rótulo: la palabra polis, la palabra historia (historíe) y la palabra poesía (póiesis). La terna da también la idea de los ejes de la labor de Castoriadis en sus seminarios, pero ello no le impide a Vidal-Naquet advertir sobre la extraordinaria conexión de estas reflexiones sobre Grecia con las preocupaciones del autor por la sociedad contemporánea: “Castoriadis fue un teórico de la autocreación y fue precisamente la autocreación –de la que él mismo se convirtió en ejemplo con su vida y su obra-, lo que encontró en la polis griega, y en Atenas en particular, claro está”.

Vidal-Naquet recuerda al lector que lo que Castoriadis entendía por “socialismo” y que más tardó llamó “la autoinstitución de la sociedad”, era tributario del ideal de democracia ateniense “tal como representa, de manera positiva, la ‘oración fúnebre’ que Tucídides pone en boca de Pericles”, o el relato de Protágoras en el diálogo de Platón con el mismo nombre del ilustre sofista.

No olvidemos quién fue Cornelius Castoriadis (1922-1997): pensador irreductible a categorías simplistas, hombre de orígenes marxistas pero enemigo de las burocracias, cofundador de la revista Socialisme ou Barbarie, economista de la OCDE, psicoanalista a partir de 1974, y autor de obras como “Figuras de lo pensable” y “Sujeto y Verdad en el mundo histórico-social”. Tal como lo sostuvo Luis Balcarce en el “Diccionario de pensadores contemporáneos” -coordinado por Patricio Lóizaga-, para Castoriadis “las sociedades modernas se constituyeron en base a dos proyectos contradictorios, antinómicos: por un lado, el de la dominación capitalista; por el otro, anterior, el de las autonomías individuales y colectivas. Este impulso filosófico iniciado en Grecia, desaparecido con el Imperio Romano, y vuelto con las primeras burguesías de Europa Occidental, dio vida al Renacimiento y a la Ilustración y fue recogido por el movimiento obrero que tenía en sus principios un carácter emancipador antes de caer en las garras del marxismo”.

El coraje de Balcarce para expresarse con esos términos a propósito de Castoriadis, y para despejar equívocos, no le impide puntualizar que “los movimientos feministas de la segunda década del siglo y los juveniles del Mayo del 68 tuvieron la misma insignia”. Y culmina exponiendo así el pensamiento de Castoriadis, cuando afirma que hoy “La democracia pierde su cauce, precisamente, porque, desde el momento en el que le damos a otros el lugar de la representación política, nos olvidamos del significado que puede tener el vivir activamente en una sociedad”.

En suma, este primer tomo de “Lo que hace a Grecia” podría convertirse en una referencia para recomendar y compartir entre muchos. Y para leer en una postura semejante a la del verso de Rilke, citado al final del texto preliminar de Vidal-Naquet con otros propósitos: “echado entre las flores y con la cara al cielo”.

 

*Profesor de Cultura y sociedad contemporánea.
Depto. de Estudios Internacionales
FACS – ORT Uruguay

FUENTES

CASTORIADIS, Cornelius. LO QUE HACE A GRECIA. Tomo 1. De Homero a Heráclito. (Seminarios 1982-1983). Traducción de Sandra Garzonio. Editorial: Fondo de Cultura Económica,Buenos Aires, 2006.

SERVICIO OFICIAL DE RADIO DIFUSIÓN ELECTRICA DEL URUGUAY (SODRE), Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social, LA CULTURA GRIEGA, Oscar Secco Ellauri, Carlos M. Rama y otros (volumen colectivo), Montevideo, 1956.

Publicado

2009-09-24

Edição

Seção

Culturales