Turning point en el sistema bancario de los Estados Unidos

Autores

  • Lic. Andrés Bancalari

Resumo

No es ninguna novedad que el sector financiero de los Estados Unidos está pasando por una de las peores crisis en las últimas décadas, no en vano, la caída de Lehman Brothers hacia finales del año pasado ha sido el mayor default en la historia de la humanidad, record que hasta la fecha, mantenía de forma muy decorosa la República Argentina con el default de su deuda externa en diciembre del año 2001. 

No sólo la caída de Lehman hizo mucho ruido. También ha sido muy fuerte el impacto de la compra a último momento de Merrill Lynch por parte del Bank of America, evitando de esa forma un destino similar al de Lehman, o, los graves problemas del Citi que lo llevaron al borde del colapso hace unos pocos meses. 

En fin, desde el comienzo de la crisis hemos estado invadidos de este tipo de noticias, para alegría de muchos que creían ver con ingenuidad, en estos procesos, el fin del capitalismo.

El mundo está lleno de ingenuos, eso sí que no es una novedad. Las noticias de los últimos días desde el sector bancario de los Estados Unidos no dejan de sorprender a la mayoría de los analistas e incluso a los propios bancos, que han visto con asombro, pero también con tranquilidad, lo fácil que les ha resultado capitalizarse en los mercados internacionales.

Esta situación genera que diez de las mayores instituciones bancarias de ese país, hayan solicitado el martes 9 de junio, al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, la autorización para devolver un total de 68.000 millones de dólares, que habían recibido como fondos de auxilio desde el comienzo de la crisis. El origen de éstos préstamos instrumentados por el Departamento del Tesoro, tenía la función de sustentar sus delicados y frágiles balances.

Sin duda la noticia es positiva para el sistema financiero de los Estados Unidos, aunque, aún persisten varios de los grandes bancos que enfrentan problemas importantes, lo cual puede llevar a un cambio radical en su modelo de negocio o una transformación de los mismos.

Pero más allá de estos hechos puntuales, la buena noticia es que el Departamento del Tesoro aceptó rápidamente la devolución de los fondos, en una clara señal a los mercados de que el objetivo del gobierno de los Estados Unidos no es administrar bancos.

Esta señal, en una región como la nuestra es muy relevante. Cuando vemos que muchos de nuestros vecinos y socios nacionalizan de forma constante, alegre y despreocupada de las consecuencias, sectores variados de la producción, o incluso del sector financiero, bajo el principio de que se está salvaguardando los recursos nacionales y defiendo la mano de obra local, es importante tener presente de que éstos actos son muy distintos de los que vemos en los Estados Unidos.

Con la aceptación por parte del Departamento del Tesoro de estos 68.000 millones, el mensaje es más que claro: podemos llegar a nacionalizar algunos sectores, pero no es, bajo ningún concepto, una cuestión de principios, ni de ideología. Se trata únicamente de evitar un mal mayor, saneando y auxiliando a sus grandes empresas hasta que pase el mal momento, para que luego vuelvan a operar en el ámbito privado, sin participación del estado.

El tiempo nos dirá cual de los dos modelos tenía la razón.


Profesor de Comercio Internacional. FACS - ORT

Publicado

2009-06-11

Edição

Seção

Comercio y economía internacional