¿DÓNDE ESTÁ IRAK?

Autores

  • Javier Maseiro

Resumo

Durante los últimos años el tema de mayor preocupación entre los estadounidenses ha sido la solución al conflicto en Irak y la guerra contra el terrorismo. Sin embargo, como todos pudimos atestiguar, durante la puja entre John McCain y Barack Obama por la presidencia de los EE.UU. la entonces ya inevitable crisis económica pasó a ser el tema número uno de debate, secundada por la solución al conflicto en Irak.

El pasado día 15 de abril, Tax Day  (día final para la liquidación de impuestos en los EE.UU.), miles de personas se concentraron en las principales ciudades del país, así como también en otros centros urbanos. Tal es el caso que cientos también se concentraron en Bozeman, Montana, donde me encuentro actualmente, ciudad de 35.000 habitantes. El motivo de su protesta: el plan de recuperación económica impulsado por Obama. Dicha campaña, que además de las protestas incluyó un concierto donde se entonó el himno estadounidense frente al Alamo, y referencias a los Founding Fathers, fue bautizada como “Tea Party” en honor a los hechos que se suscitaron en Boston en 1773. En aquel entonces, la corona británica había decidido cargar con impuestos a los cargamentos de té a ser comercializados en las colonias. Dado que el reclamo de las colonias norteamericanas era la representación parlamentaria en Londres, se rehusaron a pagar impuestos hasta no tener dicha representación. Por tal motivo, en un acto de protesta, el 16 de diciembre de 1773, en la ciudad de Boston, tres cargamentos completos de té fueron arrojados a la bahía, lo que luego se conoció como Boston Tea Party. Es entonces que el pasado 15 de abril, gracias a la coordinación de distintos grupos conservadores y el sorprendente apoyo, auspicio y cobertura de la cadena Fox News, miles de personas decidieron protestar en contra del paquete de estímulo económico propuesto por Obama, y su nueva política impositiva. 

El plan de recuperación económica implica un gasto de unos 790 mil millones de dólares, destinados a estimular distintos sectores de la economía, pagaderos al pueblo estadounidense. Aquellos quienes comparten la visión de Obama, sienten que por más que esto implique una mayor carga impositiva y participación estatal en la economía, no hay otra solución, o al menos eso quieren creer. Sin embargo hay sectores de la población, que se hicieron sentir en el pasado Tea Party, que se oponen fuertemente a esta iniciativa. Desde aquellos que temen por una mayor carga impositiva, hasta aquellos que aclaman que esta iniciativa va en contra del los principios fundamentales de EE.UU. y significan volverse un estado socialista, sí, socialista, como Venezuela.

Sumado a que el plan de recuperación económica está unificando la oposición de Obama, bajo una causa común, ya que el Partido Republicano hace tiempo carece de un discurso, liderazgo y organización  capaz de brindar una oposición digna, se suman problemas como el de la industria automotriz, donde la población norteamericana se encuentra totalmente dividida en cuanto a las políticas de Obama. 

Pero lo más importante de esto, es que hasta ahora, y durante su campaña, Barack Obama fue sumamente exitoso al adjudicar cada problema al ex presidente Bush, pero en este momento, y dado el compromiso de sus políticas, en cualquier momento esta está por transformarse en su crisis. 

Obama no solo está enfrentando grandes retos en el ámbito local. Recientemente Corea del Norte decidió expulsar a los observadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica para reiniciar sus actividades de enriquecimiento de materiales radiactivos. Esto luego de haber hecho una prueba de un cohete de fases múltiples, capaz de depositar un objeto en el espacio, ya sea un satélite o una cabeza nuclear. Tecnología que además se sospecha comparte con Irán y Siria.

Los problemas en el campo internacional que actualmente afectan a EE.UU. tampoco se encuentran en lugares tan remotos, ya que la frontera entre México y EE.UU. se ha vuelto tierra de nadie, y de dominio exclusivo de los carteles del norte de México. Actualmente los carteles de México han montado una red capaz, no solo de introducir drogas a EE.UU. de mejor calidad, y más económica, lo que permite su posterior fragmentación y por ende más volumen, sino que también de traficar armas y cometer todo tipo de asesinatos, torturas y secuestros. Las muertes producto del negocio de las drogas en México asciende a centenares, y el ejército mexicano se encuentra combatiendo contra oponentes igual o mejor armados gracias a todo el armamento que adquieren libremente en EE.UU. La actual violencia y nivel de poder adquirido por los carteles de la droga han hecho que EE.UU., no solo considere enviar a la National Guard a la frontera, sino que declare oficialmente por primera vez responsabilidad propia en el problema del tráfico de drogas. 

Sumado a esto, la visita de Obama a México las nuevas decisiones en cuanto a las remesas a Cuba y la visita de cubano-americanos a la isla, y las repercusiones de la cumbre en Trinidad y Tobago, muestran un fuerte mensaje de la administración Obama hacia América Latina. Durante la campaña presidencial América Latina ni siquiera estaba considerada dentro de los temas de debate, pero sin embargo, dentro de los primeros cien días de Obama en la Casa Blanca hasta pudimos presenciar un apretón de manos entre un presidente estadounidense y Hugo Chávez. Donde además quiero agregar, que producto del regalo que Chávez le otorgó a Obama, Las Venas Abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, el lunes posterior a la cumbre la obra del periodista uruguayo se encontraba en el puesto número dos de ventas en Amazon.com, principal portal de venta de libros,  al punto que parecen haberse agotado las ediciones en inglés de la obra. Sí señores, Galeano se volvió unbest seller en los EE.UU. 

En definitiva, no voy a mencionar la situación con Irán, las nuevas resoluciones en cuanto al conflicto en Afganistán, la reforma del sistema de salud o las recientes y controversiales decisiones de Obama en cuanto a los interrogatorios de la CIA. Simplemente puedo decir, que en estos últimos cuatro meses en los EE.UU. fui testigo de cómo sistemáticamente el conflicto en Irak, lejos de todavía estar resuelto, perdió peso dentro de las preocupaciones del público estadounidense, algo que ninguno de nosotros imaginaba no tantos meses atrás podía pasar. El lunes 20 de abril de 2009 mientras leía el Bozeman Daily Chronicle pude enterarme en las noticias internacionales que un autor uruguayo se volvía un best seller en los EE.UU., a lo que me pregunté “¿Dónde está Irak?”, pues no había ninguna noticia de ese país. 

* Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. 
FACS - ORT- Uruguay.

Publicado

2009-04-30

Edição

Seção

Política internacional