El Salvador eligió su primer presidente de izquierda: lo que las armas no pudieron, el voto lo consiguió

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  • Lic. Martín Kalenberg

Resumo

Imagínese que el Movimiento de Participación Popular (MPP) decide que su candidato a las internas presidenciales del Frente Amplio no sea el ex ministro y ex guerrillero tupamaro José Mujica sino un “joven”, 30 años menor que él, que jamás levantó un arma contra las instituciones democráticas. Y vaya aún más allá, y piense que ese candidato llegue a la Presidencia de la República. Utópico, ¿verdad?

Pero para el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)  salvadoreño no fue utópico, sino todo un éxito. La ex guerrilla, que durante la década del ‘80 provocó miles de muertes en una guerra civil que la enfrentó a los gobiernos nacionales (militares, provisorios o cuasi democráticos), y a los paramilitares de derecha, decidió que su candidato a la presidencia debería ser un civil, con formación universitaria en Letras, quien ejerció el periodismo y jamás empuñó un arma.

Los salvadoreños le dieron un espaldarazo al proceso de ¿democratización? del FMLN al elegir, el domingo 15 de marzo, a Mauricio Funes como su presidente para el período 2009-2014. Lo que el FMLN no logró por las armas sí lo consiguió por las urnas. El mérito es de Funes, acompañado por la futura primera dama, la brasileña Wanda Pignato, quien juega un rol muy activo en la actividad política de su esposo.

“El Salvador es un país apasionante. Su pueblo es caluroso, tiene un gran espíritu de lucha y mucha conciencia política. A pesar de la campaña sucia hecha contra Funes y el FMLN, los salvadoreños lo eligieron y no se doblegaron ante las calumnias y la campaña destinada a provocar el miedo, que hablaba de una ola de desempleo y de la creación de dificultades en las relaciones con los Estados Unidos (principal socio comercial de los salvadoreños)”, dijo Pignato luego de conocerse el resultado electoral.

Pero la campaña “sucia” no fue sólo patrimonio de la derecha. Tal como lo consignó “El País” de Madrid, ambos bandos cayeron en un enfrentamiento feroz, que no derivó en un mal mayor merced a la actitud tolerante demostrada por la ciudadanía

Pignato es la representante para Centroamérica del partido de los Trabajadores de Brasil, y por ello, no es casualidad que una de las primeras felicitaciones que recibió el presidente electo fue del mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. “Para mí, el presidente Lula y su gobierno constituyen una referencia de ejercicio democrático de un gobierno de izquierda que puede mandar señales de confianza a los inversionistas extranjeros”, afirmó Funes luego de reunirse con Lula el jueves 19 en San Pablo.

¿Y Chávez? El presidente venezolano, Hugo Chávez, no le quiere perder pisada a Funes. “En el día de hoy, el pueblo salvadoreño no vaciló, dio un paso al frente y demostró su claridad y valentía, derrotando la campaña de mentiras, basura y manipulaciones que se desencadenó contra la Revolución Bolivariana y contra líderes progresistas y dignos de América Latina y el Caribe. Estas campañas de infamia que la derecha internacional ha fomentado en nuestro continente, fueron hoy pulverizadas por la conciencia mayoritaria del pueblo salvadoreño”, sostuvo Chávez en un comunicado emitido por la cancillería venezolana.

Un hecho significativo es que, luego de conocerse los resultados, Funes pronunció un discurso para sus partidarios en el que no nombró a Chávez, ni al presidente ecuatoriano Rafael Correa, ni al boliviano Evo Morales.

Una caricatura del diario salvadoreño La Prensa Gráfica, publicada el viernes 20, deja en claro la relación que Funes pretendería mantener con ciertos mandatarios extranjeros. En la primera viñeta, el presidente estadounidense Barack Obama llama a Funes y le dice: “Hi, Funes, me gustaría reunirme contigo”. En la segunda viñeta, Chávez llama a Funes: “Funes, me gustaría reunirme contigo”. En la tercer viñeta, Funes llama a Lula: “Lula, me gustaría reunirme contigo”.

Lo cierto es que, además de Lula, Funes también se reunió con el estadounidense Thomas Shannon, secretario adjunto de Estado para Asuntos Hemisféricos del gobierno de Obama.

“Ya lo he dicho, y lo repito... Mi gobierno estará motivado por un espíritu de unidad nacional, el cual nos demanda, desde este momento, dejar de lado la confrontación y el revanchismo”, dijo Funes al asumir según el diario New York Times. Una confrontación que recién comenzó a superarse cuando el FMLN se integró a la actividad  político-partidaria para las elecciones de marzo de 1994, luego de los acuerdos de paz de Chapultepec (México, enero de 1992) con el gobierno nacional que acabaron con 11 años de enfrentamientos armados y casi dos de negociaciones formales.

El 1º de junio comienza un camino de cinco años para el primer presidente de izquierda de El Salvador. Mauricio Funes, ¿logrará desplazar a “Funes el memorioso” de Jorge Luis Borges o quedará para la historia como un Funes más?

 

Licenciado en Comunicación Periodística.
ORT - Uruguay

Publicado

2009-03-26

Edição

Seção

Política internacional