ESCÁNDALO DE CORRUPCIÓN EN ESPAÑA: Breve crónica de lo acontecido - Parte I

Autores

  • Marcos Rodríguez Schiavone

Resumo

Contabilidades secretas, financiaciones ilegales, sobresueldos, lavado de dinero, cuentas en Suiza, conferencias de prensa confusas y contradictorias, regalos de criminales a funcionarios como autos de lujo o miles de euros en confeti para una fiesta infantil.. No se trata de una esquizofrénica telenovela en torno al mundo del narcotráfico o del renacimiento de Propaganda Due, sino de las actuales peripecias del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy y de un buen puñado de políticos del gobernante Partido Popular (PP).

Realizar un repaso exhaustivo de todo lo acontecido desde el 2009 (cuando comenzaron las investigaciones por parte de la justicia) hasta el presente momento se hace imposible. No sólo por la impresionante extensión de la supuesta trama corrupta (que no deja títere con cabeza), sino también porque cada día aparece alguna nueva “sorpresa”, ya sea por filtraciones a la prensa, actuación de la justicia o investigación policial.

Pretenderemos, por lo tanto, que nuestra crónica se limite a los hechos imprescindibles para entender el meollo del asunto y ya luego, en nuestro próximo artículo, analizar el trasfondo y las potenciales consecuencias de semejante melodrama.

Todo comenzó por unos trajes. La particularísima “donación” de los mismos –valor 30 mil euros- al entonces Presidente de la Comunidad Valenciana, el popular Francisco Camps, lo relacionaba directamente con la “Operación Gürtel”, una ofensiva judicial del ya célebre Baltasar Garzón que pretendía desenmascarar a un grupo de empresas acusadas de blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias.

Probablemente todo habría quedado en lo anecdótico (o en algo así como “lo corruptamente aceptable”) si el tema se hubiese quedado en Valencia y con Camps (quien eventualmente renunciaría). Pero mientras más se investigaba, el tema del clientelismo en torno al “grupo empresarial” de marras se extendía cual metástasis por municipios, gobiernos provinciales y comunidades autónomas gobernadas por el PP en toda España. Peor aún; mientras más se estudiaba el tema surgían nuevas sospechas o pruebas de clientelismo no relacionadas con la trama central. A esta segunda etapa la podríamos denominar la carnicería de los cargos medios… un verdadero desfile de políticos por juzgados sucedido por procesamientos y renuncias, fueran por voluntad personal o cínicamente forzadas por la estructura central del partido.

La corrupción al desnudo y su exuberancia daba para todo: de este modo el Alcalde de Pozuelo (el Carrasco de Madrid) repentinamente se encontraba con un Jaguar en su garaje y no sabía explicar de dónde había salido. Su ex esposa Ana Mato, Ministra de Sanidad, no se quedaba atrás y hacía gala de su instinto maternal (cabe recordar que al fin y al cabo el PP es el partido de la familia tradicional) aceptando 4.680 euros de confeti y 1.350 euros de globos para el cumpleaños de su hija…todo al mismo tiempo que los recortes en salud ponían en jaque a buena parte de los hospitales públicos.

Para desgracia de la cúpula del PP, los problemas recién comenzaban. Fines de 2012: la Justicia empieza a investigar más a fondo a uno de los primeros imputados: Luis Bárcenas, amigo de Rajoy, ex gestor, ex senador, ex tesorero del partido y desde entonces protagonista indiscutible de esta maravillosa historia. A inicios del presente año Suiza informa a la justicia española que Bárcenas tuvo “por lo menos” una cuenta abierta por 22 millones de euros que –discurso oficial- en absoluto tenía que ver con las finanzas del partido y el blanqueo de capitales. La prensa española (incluida la caverna mediática, cariñoso nombre que reciben los medios afines al PP) no se queda atrás, y de este modo se descubre que Bárcenas cuenta con más cuentas en el exterior e incluso un latifundio en Argentina en sociedad con otro ex tesorero del partido.

Llueve sobre mojado: el 19 de enero tanto El Mundo como El País “lanzan la bomba”: existe una “Contabilidad B” en el PP donde se reproducen sobresueldos ilegales para los jerarcas del partido. Y en este momento ya no hablamos de un alcalde o un concejal, sino del propio Mario Rajoy, o del mesías económico del aznarismo, Rodrigo Rato, o de los “barones” regionales Jaime Mayor Oreja (País Vasco) y Javier Arenas (Andalucía). Para demostrarlo, El País se encarga de publicar fotocopias de la supuesta contabilidad secreta (reproducciones de un original que terminaría eventualmente en manos de Pedro J. Ramírez -director de El Mundo-, quien no tardaría en derivarlas a la justicia).

La reacción del gobierno en materia de relaciones públicas fue espeluznante.

Las conferencias de prensa de los portavoces del gobierno se contradecían sistemáticamente: “Bárcenas sigue trabajando para el PP”; “Bárcenas fue despedido hace meses”; “Tiene un despacho en la sede”, “Ya no lo tiene”, etc. De estos despropósitos se gestaría una máxima que marcaría al futuro accionar ante cualquier pregunta sobre el tema: “Todo es falso salvo alguna cosa”. [1] http://www.youtube.com/watch?v=iiZWSNuoxOc

Finalmente tuvo que poner la cara la secretaria general, María Dolores de Cospedal, con estas extrañas declaraciones sobre el despido de Bárcenas y de por qué, estando despedido, seguía cobrando un sueldo:

“La indemnización que se pactó fue en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en partes de una… de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social”. [2] http://www.youtube.com/watch?v=S7o-h4KJfN8

En otras palabras, una confesión de que se había violado la ley manteniendo la cotización de un trabajador despedido y simulando una relación de trabajo inexistente. Aclarar para oscurecer, que le dicen.

Bárcenas se ofusca cada vez más con sus ex colegas y presenta una denuncia por “despido improcedente” por la cual reclama 900 mil euros. La prensa, en tono jocoso, le pregunta al inexplicable multimillonario si se sumará a la lista de paro para recibir ayudas sociales y éste responde de forma solemne que por el momento no tiene pensado hacerlo. Tampoco podría, ya que poco después sería procesado con prisión.

Por fin Rajoy comparece ante la prensa…a través de un plasma y sin preguntas, como si fuera una mala parodia de “1984”. Desde entonces practicaría la célebre táctica del avestruz que esconde la cabeza. No más encuentros formales o informales con la prensa. No más preguntas ni respuestas. Todo queda en manos de los portavoces que, para variar, siguen cayendo en contradicciones: de esta forma en poco menos de un año Bárcenas pasaría a convertirse en un malvado mentiroso y chantajista.

La nueva comparecencia de Bárcenas ante el juez prometía y no decepcionó. Unas cinco horas de declaraciones y bastantes pruebas, incluido un pendrive con toda la supuesta contabilidad en B. Los opositores al gobierno comienzan a oler sangre y piden su dimisión o una moción de censura.

Y es así como se encuentra España ahora. La crisis económica se ha acentuado moralmente con todos estos hechos y una enorme mayoría de los ciudadanos, según las encuestas, piensa estar en manos de básicamente una pandilla de bribones. El PSOE, también agotado por sus propios escándalos y por el recuerdo de Zapatero, no sabe aprovechar electoralmente las circunstancias. Los próximos días serán muy importantes e incluso el presidente de gobierno ha prometido (sin mencionar fecha) “comparecer ante Las Cortes para dar su versión del asunto”.

¿Sobrevivirá Rajoy? ¿Quién lo sucederá si dimite? ¿Quién se beneficia? ¿Puede este escándalo señalar el fin del bipartidismo clásico en España? Todas estas cuestiones las trataremos en nuestro próximo artículo.

 

Sobre el autor

Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales. FACS-ORT-Uruguay

Publicado

2013-08-01

Edição

Seção

Política internacional