Una introducción a la nueva historia económica o Cliometrics - Daron Acemoglu, Economista e Historiador Económico (Parte II)

Autores

  • Cristina Edbrooke y Pedro Isern .

Resumo

Para la comprensión de la importancia que ha poseído y posee la interacción entre historia y economía podemos introducir a un gran economista nacido en Turquía, que ha estudiado en Inglaterra y que enseña en EE.UU. El genial Daron Acemoglu muy posiblemente reciba el Premio Nobel de Economía en algún momento de los próximos 30 años. Acemoglu nació en 1967 (cumplirá apenas 45 años el próximo 3 de septiembre), obtuvo su grado en economía (1989) en la Universidad de York (Inglaterra), su master (1990) y doctorado (1992) en el London School of Economics and Political Science (LSE). Su tesis doctoral se tituló “Essays in Microfoundations of Macroeconomics: Contracts and Economic Performance”. En LSE fue lecturer en Economía en 1992 y 1993 y desde entonces enseña en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (M.I.T)


El programa de investigación del profesor Acemoglu tiene un hito en dos influyentes artículos: “The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation”, escrito en co-autoría con los profesores Simon Johnson y James A. Robinson en 2001 (1) y “Reversal of Fortune: Geography and Institutions in the Making of the Modern World Income Distribution”, escrito también con Johnson y Robinson, en el año 2002 (2). Estos dos trabajos tienen una clara vinculación con su último libro, “Why Nations fails, the origins of power, prosperity and poverty” (3) (http://whynationsfail.com/). En ese lapso el autor ha desarrollado un notable programa de investigación donde ha logrado articular una hipótesis principal: ni la geografía ni el clima ni la raza ni la religión explican la prosperidad y la pobreza. En cambio, ellas se explican por las instituciones o reglas de juego.


La relevancia que ha tenido “The Colonial Origins of Comparative Development” en su carrera académica queda reflejada en las sucesivas respuestas a críticas recibidas tanto en notas de opinión como en otros artículos académicos. En su CV aparece como último trabajo una de estas respuestas (“Hither Thou Shalt Come, But No Further - Reply to The Colonial Origins of Comparative Development - An Empirical Investigation” - Comment, forthcoming American Economic Review. Nuevamente, en coautoría con Simon Johnson y James Robinson). Allí es posible ver la variedad de temas y enfoques del autor. También es posible ver en su CV que dentro de sus campos de interés o “Fields of interest” no hay menciones a la disciplina de la historia, ciencia política o análisis institucional. Acemoglu sostiene que sus campos de interés son “Political Economy, Economic Development, Economic Growth, Economic Theory, Technology, Income and Wage Inequality, Human Capital and Training, Labor Economics, Network Economics”. Notablemente, uno de los mas importantes historiadores económicos contemporáneos no menciona este área como parte de su carrera académica.


La singularidad de su programa de investigación es que para articular la hipótesis sobre el papel de las instituciones en la prosperidad, que en si misma no es particularmente original, recorre un camino analítico donde conjuga historia y economía. Allí radica la novedad de un programa de investigación que en su esencia alcanza conclusiones mayormente conocidas. Como mencionamos, se puede prosperar en sociedades católicas, budistas o protestantes y se puede sucumbir en sociedades situadas geográficamente sobre el Ecuador, cercanas o lejanas al mismo. Sin embargo, es difícil prosperar con instituciones o reglas de juego que, en el largo plazo, consoliden una dinámica extractiva, donde los actores principales sean ineficientes para innovar y eficientes en la captura de recursos.


Un punto central en su programa de investigación lo termina de definir en el mencionado último trabajo, “Why Nations Fail”. Allí Acemoglu hace hincapié en la existencia en la historia de sociedades que pueden prosperar por un lapso de tiempo a pesar de la aparición y consolidación de instituciones extractivas. Menciona ejemplos tan diversos como las sociedades mayas y el proceso que lleva de la República al Imperio en Roma. Contemporáneamente, introduce como ejemplo a la Unión Soviética y remarca que la experiencia de la China comunista se asienta sobre una lógica extractiva que, en algún momento, la llevará al estancamiento.


¿Cuáles son las instituciones extractivas? Aquellas que establecen reglas de juego donde un pequeño grupo de personas logra distribuir los recursos existentes desde otros hacia ellos y, mas importante aún, logra hacerlo eficientemente. La eficiencia en la captura es clave para generar un escenario con cierto grado de estabilidad en el mediano plazo.


Sin embargo, es necesario marcar un punto central donde el corto-medio y medio-largo plazo se tocan y generan una tensión analítica relevante para el estudio de la historia económica y de los procesos políticos: las instituciones extractivas pueden permanecer mas allá del corto-mediano plazo cuanto mas alto sea el stock inicial de capital acumulado por la sociedad en cuestión, tanto en los procesos inclusivos pasados (capital humano) como en los procesos inclusivos contemporáneos. Es decir, la diferencia principal entre la estabilidad en el tiempo de la experiencia maya y la experiencia de la china comunista contemporánea podría ser que el stock de recursos acumulado por la sociedad china a partir, básicamente, de la importación desde occidente de bienes y servicios inclusivos, genera un colchón lo suficientemente amplio como para sostener sus instituciones extractivas.


En este sentido, la notable hipótesis de Acemoglu podría enfrentar una anomalía: a la par de las instituciones extractivas que ha desarrollado el opaco régimen comunista chino han convivido instituciones inclusivas tácitas que son, básicamente, aquellas que informalmente ha importado el nuevo modelo chino desde su apertura en 1978. A diferencia de los mayas y romanos, que no importaban instituciones del resto del mundo o lo hacían en menor medida, la china comunista ha incorporado tácita y espontáneamente instituciones inclusivas de occidente que hacen posible mantener en el tiempo las complejas instituciones extractivas que ha desarrollado y consolidado desde mediados del siglo XX.


Desde otra perspectiva, podemos desarrollar el mismo argumento: el crecimiento en la productividad que ha mostrado la economía contemporánea (desde la revolución industrial en adelante y, mas particularmente, desde el fin de la segunda guerra) supone la existencia de un nuevo ciclo económico que ha hecho posible que los procesos puramente redistributivos o extractivos sean mas estables en el mediano plazo. Es decir, siguiendo la hipótesis de Acemoglu, es posible pensar un escenario en el mediano plazo donde la creciente prosperidad contribuya, ceteris paribus, a un creciente debilitamiento de los derechos de propiedad. En el extremo, en un mundo donde la escasez tendiera a cero, la correcta delimitación de derechos de propiedad tendría una importancia decreciente. Si fuera cierto que nos encontramos en una inédita era de la abundancia, podríamos sospechar que enfrentaremos en el corto-mediano plazo un escenario donde los derechos de propiedad “clásicos” pierdan relativamente su influencia o valor económico, ya que la mencionada abundancia haría que la aparición de una crisis (que en parte son una consecuencia (tautológica) de alguna forma de escasez) se retardara en el tiempo. Paso seguido, es necesario preguntarse si la llegada de esa inédita abundancia con la subsiguiente aparición de un ciclo económico mas largo no tendrá como contraparte la aparición de una crisis mas profunda. Es decir, si es que la abundancia ha disimulado ineficiencias, la pregunta relevante sería si, en cambio, esas ineficiencias no se han meramente acumulado


El papel de las instituciones “extractivas” versus las inclusivas es clave en el programa de investigación que lleva a cabo Acemoglu. El concepto supone en si mismo un profundo conocimiento histórico y económico y, por otro lado, un particular interés en entender qué aportes podemos encontrar cuando sistematizamos ambas corrientes en lo que hoy denominamos “Historia Económica”. Para Acemoglu, determinados conceptos, como el de “instituciones extractivas”, suponen un punto de encuentro entre historia y economía porque la relación entre ambas deviene “análisis institucional”. Siguiendo la noble tradición de Douglas North, Acemoglu ha enriquecido una corriente de pensamiento donde el estudio de la historia económica no busca claves ni históricas ni económicas sino claves institucionales. En esta escuela de pensamiento, el estudio de la historia económica deviene, por un lado, estudio de la historia de la evolución de las instituciones y, por otro lado, supone el estudio de la relación entre economía y derechos de propiedad.


Sostiene Acemoglu que “extractive institutions are so common in history because they have a powerful logic: they can generate some limited prosperity while at the same time distributing it into the hands of a small elite. For this growth to happen, there must be political centralization. Once this is in place, the state-typically has incentives to invest and generate wealth, encourage others to invest so that the state can extract resources from them, and even mimic some of the processes that would normally be set in motion by inclusive eonomic institutions and markets. In the Caribbean plantation economies, extractive institutions took the form of the elite using coerción to forcé slaves to produce sugar. In the Soviet Union, they took of the comunist party reallocating resources from agricultura to industry and structuring some sort of incentives for managers and workers…” (4)


Acemoglu, continuando la noble tradición de North, re-significa la historia económica para interpretarla en clave del papel de las instituciones en la prosperidad de las naciones. Es decir, para el autor determinadas series históricas brindarían mas rigurosidad a la comprensión del pasado porque nos ayudarían a entender mejor las instituciones o reglas de juego que permitieron la prosperidad o colapso de distintas sociedades. El papel de la moderna historia económica ha sido principalmente brindarle rigurosidad al estudio de las instituciones y solo secundariamente brindarle rigurosidad a la economía y sus diferentes ramas, como la econometría y estadística.


La economía extractiva posee una dimensión institucional que puede ser pensada a partir del clásico concepto de “destrucción creativa”, enunciado por el economista austríaco Joseph Schumpeter. Acemoglu hace sistemático hincapié en la oposición entre instituciones extractivas y destrucción creativa porque aquella genera reglas de juego que castigan el riesgo. La destrucción creativa schumpeteriana está inexorablemente ligada a la posibilidad de asumir un riesgo y privatizar tanto la hipotética ganancia como la hipotética pérdida. La lógica de las instituciones extractivas hacen que el riesgo que posee todo intento de innovación suponga para el innovador la privatización ante un posible fracaso y la colectivización ante el eventual éxito. El punto es relevante, y Acemoglu lo desarrolla brillantemente, porque aparece claro que en ese escenario es difícil incluso que intenten innovar aquellos que saben que, como en ellos reside el poder, serán capaces de apropiarse de las innovaciones exitosas y desprenderse de las innovaciones fracasadas. Es necesario aquí intentar profundizar al argumento de Acemoglu, incorporando para ello el rol comparativo que juegan las instituciones inclusivas que, como mencionamos, las economías extractivas pueden importar del resto del mundo. Este punto lo desarrollaremos en la tercera parte.


. Es possible acceder a una presentación de Acemoglu sobre su último libro en la Universidad de Scranton, en https://www.youtube.com/watch?v=IRAkz13cpsk

. Jared Diamond realiza una reseña del libro en el New York Reviews of Books (http://www.nybooks.com/articles/archives/2012/jun/07/what-makes-countries-rich-or-poor/?pagination=false). Acemoglu y Robinson envían una carta de lectores en respuesta a la reseña y Diamond responde la carta en http://www.nybooks.com/articles/archives/2012/aug/16/why-nations-fail/


Referencias:

(1) “The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation”, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson The American Economic Review Vol. 91, No. 5 (Dec., 2001), pp. 1369-1401

(2)“Reversal of Fortune: Geography and Institutions in the Making of the Modern World Income Distribution”, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson. The Quarterly Journal of Economics, Vol. 117, No. 4 (Nov., 2002), pp. 1231-1294. Podemos citar el abstract de este trabajo : “Among countries colonized by European powers during the past 500 years, those that were relatively rich in 1500 are now relatively poor. We document this reversal using data on urbanization patterns and population density, which, we argue, proxy for economic prosperity. This reversal weighs against a view that links economic development to geographic factors. Instead, we argue that the reversal reflects changes in the institutions resulting from European colonialism. The European intervention appears to have created an "institutional reversal" among these societies, meaning that Europeans were more likely to introduce institutions encouraging investment in regions that were previously poor. This institutional reversal accounts for the reversal in relative incomes. We provide further support for this view by documenting that the reversal in relative incomes took place during the late eighteenth and early nineteenth centuries, and resulted from societies with good institutions taking advantage of the opportunity to industrialize”. Este notable trabajo puede leerse en parte como una respuesta crítica a la clásica tesis defendida por el profesor Jared Diamond en “Guns, germs and steel: the fates of human society” quién es el defensor mas prominente de la tesis que liga desarrollo y geografía.

(3)Why Nations fails, the origins of power, prosperity and poverty”, Crown Bussiness, 2012. En coautoria con James Robinson.

(4)Acemoglu y Robinson, “Why Nations Fail”, obra citada. Página 114.

 

Sobre los autores 


Cristina Edbrook es Licenciada en Relaciones Internacionales (Universidad Torcuato Di Tella-Argentina) y
maestrando en Arquitectura Urbana (Universidad Di Tella-Argentina)

Pedro Isern es Profesor Depto. de Estudios Internacionales.
FACS. Universidad ORT Uruguay.

Publicado

2012-08-30

Edição

Seção

Enfoques