INTERROGANTES SOBRE EL FUTURO DE LA OMC

Autores

  • Prof. Félix Peña

Resumo

El futuro de la OMC plantea varios interrogantes. La Conferencia Ministerial de diciembre próximo, en Ginebra, es una oportunidad para apreciar si hay respuestas que los países miembros consideran viables. Se observa, sin embargo, un cierto escepticismo sobre sus resultados.

Por un tiempo, se entendió que el interrogante principal  relacionado con el futuro de la OMC se refería a cómo concluir teniendo en cuenta los diferentes intereses en juego, una Rueda Doha “ambiciosa y equilibrada” y con un claro impacto en el desarrollo económico, en especial de los países menos avanzados.

Si bien sigue siendo ese un interrogante válido, es difícil que encuentre respuesta satisfactoria en el actual contexto económico –y político- mundial. Sobre todo teniendo en cuenta la exigencia del denominado “single undertaking”. Pocos esperan ahora que la Rueda Doha culmine antes de que se inicie el próximo período presidencial en los EEUU. Incluso el que se pueda cerrar un acuerdo mínimo en la Ministerial de diciembre, es hoy considerado como poco probable, aún por los más optimistas.

De allí que el eje del debate sobre el futuro de la OMC se está desplazando a un escenario en el que eventualmente la Rueda Doha quede hibernada por un cierto tiempo. O en el que se pueda concluir, en el mejor de los casos, una versión poco ambiciosa sólo tras las próximas elecciones americanas.

Los interrogantes actuales, en cambio, tienden a reflejar la percepción de una creciente obsolescencia de las instituciones económicas internacionales originadas en la segunda mitad del siglo pasado. En el caso de la OMC, se refieren a cómo sus objetivos, métodos de trabajo, procesos de decisión y reglas de juego pueden adaptarse a las nuevas realidades en la distribución del poder económico mundial. Tan pronto se proyecta hacia el futuro el actual mapa de la competencia económica global, fácil es apreciar la distancia que existirá con el mundo que originó al GATT e, incluso, a la propia OMC. Los actuales son entonces interrogantes referidos a la construcción de una OMC proyectada hacia los próximos treinta años.

No sería realista esperar que la Ministerial de Ginebra aporte respuestas eficaces a los interrogantes que se pueden plantear sobre el futuro de la OMC. Pero sí tendría sentido el que como mínimo, los Ministros acuerden encomendar a un grupo de personas eminentes la preparación de un informe conteniendo posibles respuestas a las principales preguntas que ellos mismos se formulen sobre una OMC posible y eficaz. En tal caso, cabría prever una reunión ministerial especial el próximo año para procurar alcanzar acuerdos que den comienzo al proceso de metamorfosis de la actual OMC. Esta sugerencia es una variante de la formulada este 12 de agosto por Jean-Pierre Lehmann, en el debate sobre el tema de la OMC y su futuro que se está desarrollando en CUTS TradeForum (http://groups.google.com/group/cuts-tradeforum).

 

* Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación Standard Bank, Profesor Titular de Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF); Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales del Núcleo Interdisciplinario de Estudios Internacionales y del Módulo Jean Monnet en la UNTREF.

Publicado

2011-08-26

Edição

Seção

Comercio y economía internacional